Alguien tiene que ceder

Comedia romántica inteligente y moderna. En estos tiempos se ha perdido la esencia 'melosa' del amor, pero si lo combinamos con Internet, relaciones de mente abierta y un poco de humor, hallamos la fórmula ganadora. Increíble el papel que interpreta Diane Keaton, confirmando su talento encarnando a un personaje interesante. Una escritora talentosa, anticuada y reservada que conoce a un astuto Jack Nicholson mismo 'viejo verde' con estilo para desordenar su vida.

La intensidad dramática va en aumento cuando se chocan relaciones amorosas entre el doctor Julien (Reeves) , mismo 'chibolero' como en la actualidad vemos tanto y Harry que se come el protagonismo permanente. Vemos un tema que está marcado desde los planos tan pintorescos, modernos y femeninos: Una lucha por encontrar el amor, en un tiempo donde las relaciones son frías. Partiendo por el divorcio de la Keaton.

Los actores se compenetran tanto a la historia que es inevitable creer que el romance es verdadero. Las relaciones entre los miembros de la familia en la historia, calzan tan perfectamente como en la vida real. Nunca llega a empalagar, aburrir como las comedias románticas actuales que terminan con un odioso final feliz. Más bien, el desarrollo es tal, que uno mismo desee que el final sea feliz, pero éste termina mejor de lo que creíamos. De cierto punto de vista, se ven dos finales, ambos totalmente válidos.

Comedia romántica para aprender y ver la realidad de nuestros tiempos.

Jack Nicholson y Diane Keaton. Diane Keaton y Jack Nicholson. Ellos, y sólo ellos, son el gran aliciente con que cuenta esta agridulce comedia romántica. Él da vida a un hombre con fobia al compromiso y famoso por salir con chicas muy jóvenes, a las que fácilmente triplica la edad, y ella a la madre de su última conquista (Amanda Peet). Los fuertes caracteres de ambos pronto chocan, al mismo tiempo que un joven doctor (Keanu Reeves) muestra cierto interés amoroso por ella. Pero, si del amor al odio hay sólo un paso, ¿lo habrá también del odio al amor?

Más allá del aliciente que supone contar con Nicholson y Keaton, quienes, dicho sea de paso, se vuelve a interpretar a sí mismos, la cinta no destaca por nada en especial. Nancy Meyers no muestra grandes alardes en su labor de directora, ni tampoco su guión puede ser tildado de demasiado novedoso. Además, el resto de actores o están desaprovechados (sirva como ejemplo el caso de Frances McDormand, quien interpreta a la hermana del personaje de Keaton) o simplemente sirven de floreros (Keanu Reeves, tan impávido como siempre). En su defensa diré que sus más de dos horas no se hacen pesadas.

La película de Nancy Meyers es una interesante apuesta, tiene buen sentido del humor, Nicholson está muy bien, mejor está Keaton y los secundarios no resbalan demasiado. Sin embargo el filme respira cierto tufillo a telefilm por momentos y da la sensación de realidad del 2%. He de admitir que hay muy buenos diálogos pero también hay ciertas cosas que me dejan medianamente extrañado.
¿El personaje de McDormand?- Para mí sobraba
¿Casualidad que Amanda Peet y Nicholson corten 33 minutos después de mostrar que están pasándoselo genial, no?
¿Keanu Reeves y Diane Keaton, no pegan muho?
Y como estás otras dos o tres, la película no es mala, pero vamos que quizás podría haber sido mejor.

Comedía romántica al uso pero con la diferencia de que está bastante más por encima en cuanto a guión y calidad que muchas de las películas del genero, que son casi todas iguales.
La pareja protagonista lo borda desde el principio, tienen química y eso es de agradecer en cualquier película para que salga muy bien y tenga cierto éxito.
La dirección y el guión de Mayers es perfecta, todo va casando a la perfección, no da rodeos y va directamente a contar la historía, lo que es de agradecer porque, por lo general, si hay alguna intrahistoria que se quiera contar se entremezcla y pierde el interés.

Agradable comedia romántica que Nancy Meyers dirigió con Jack Nicholson y Diane Keaton como protagonistas principales y nadie más que ellos. La verdad es que ambos veteranos actores tienen una química impresionante y que la película no sería lo mismo sin ellos es una realidad. Aquí Nicholson, con sus inseparables gafas oscuras que le protegen de su inseguridad, encarna a un tipo que no debe estar muy alejado de su verdadera personalidad. Un hombre sexagenario con un gran interés por llevarse a la cama a mujeres menores de 30 años y consumidor asiduo de viagra para poder aguantar el ritmo que le imponen sus jóvenes conquistas. Por otro lado tenemos a Keaton que es una divorciada cincuentona que no cree poder volver a enamorarse ni disfrutar del sexo ya que considera que los hombres de su edad no quieren nada con las de su misma generación. Los dos se van a encontrar un fin de semana en la casa de Keaton por casualidad y ahí las vidas de ambos van a cambiar radicalmente. Muy buen trabajo de un divertido Nicholson con el que no he podido dejar de soltar alguna que otra carcajada con sus escenas en el hospital ( ese culo, por dios...) y con una Keaton que deja ver su hermosa madurez en un desnudo, el primero de su extensa carrera, que la actriz haría con total naturalidad y sin darle la más mínima importancia. Keaton está neurótica y muy divertida, a la vez que tierna. Un guapísimo Keanu Reeves demuestra que puede hacer algo que no sea cine de acción y una guapa Amanda Peet juega con el papel, quizás, más feo como la superficial hija de Keaton. De la gran Frances McDormand se echa de menos más peso en la historia de su personaje. La recomiendo.
Un saludo,
Tess