Perdiendo el norte
2015 

5.0
19,684
Comedia
Hugo y Braulio, dos jóvenes con formación universitaria, hartos de no encontrar ni trabajo ni futuro en España, deciden emigrar a Alemania siguiendo los cantos de sirena de un programa de televisión tipo "Españoles por el mundo". Pero pronto descubrirán que sobrar en un sitio no significa ser necesario en otro, y que perseguir el sueño alemán puede tener mucho de pesadilla. (FILMAFFINITY)
14 de noviembre de 2015
14 de noviembre de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y sin derecho a reclamación, ni siquiera a la Merkel… Así puedes sentirte, y no es para menos, si caíste en la trampa propagandística que nos vendió esta liviana comedia pseudo televisiva.
La pretendida nueva sensación de la temporada celuloide, la heredera de “Ocho Apellidos Vascos”, la revisión coetánea de “Vente a Alemania, Pepe”; y ni de milagro….
Perdiendo el Norte es una película mala, con muy poca gracia; aún peor, con muy poco respeto. Se ríe de la inmigración, atenta contra el Alzheimer, se burla de los desahucios, incluso infravalora los actuales problemas de fertilidad… Si es que hasta se atreve a hacer gracia con Hitler y el holocausto. Pero es que Nacho G. Velilla no es Billy Wilder, por mucha promoción televisiva que pongan en marcha.
Es una obra saturada de personajes estereotipados y arquetípicos. Insulsos y ridículos todos ellos salvo el gran Pepe Sacristán. Sin embargo, Chicote como cura dietético viene a mi memoria, y ya no valoro ni a Sacristán.
La pretendida nueva sensación de la temporada celuloide, la heredera de “Ocho Apellidos Vascos”, la revisión coetánea de “Vente a Alemania, Pepe”; y ni de milagro….
Perdiendo el Norte es una película mala, con muy poca gracia; aún peor, con muy poco respeto. Se ríe de la inmigración, atenta contra el Alzheimer, se burla de los desahucios, incluso infravalora los actuales problemas de fertilidad… Si es que hasta se atreve a hacer gracia con Hitler y el holocausto. Pero es que Nacho G. Velilla no es Billy Wilder, por mucha promoción televisiva que pongan en marcha.
Es una obra saturada de personajes estereotipados y arquetípicos. Insulsos y ridículos todos ellos salvo el gran Pepe Sacristán. Sin embargo, Chicote como cura dietético viene a mi memoria, y ya no valoro ni a Sacristán.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No te vengas a Alemania, Pepe
9 de agosto de 2017
9 de agosto de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia española donde se habla de la crisis y posterior emigración de los españoles para buscar trabajo fuera del país.
Así, dos amigos profesionales llegan a Alemania esperando ser reconocidos rápidamente por sus títulos, pero tendrán que sufrir los pormenores de la discriminación y el trabajo en negro.
Una idea que inicialmente arranca perfecta termina decayendo en una simple trama romántica: los personajes se centran más por el amor que en buscarle solución a sus problemas. Hay una buena dosis de humor pero la historia no cierra por ningún lado.
Para verla un domingo después del almuerzo.
Así, dos amigos profesionales llegan a Alemania esperando ser reconocidos rápidamente por sus títulos, pero tendrán que sufrir los pormenores de la discriminación y el trabajo en negro.
Una idea que inicialmente arranca perfecta termina decayendo en una simple trama romántica: los personajes se centran más por el amor que en buscarle solución a sus problemas. Hay una buena dosis de humor pero la historia no cierra por ningún lado.
Para verla un domingo después del almuerzo.
16 de febrero de 2019
16 de febrero de 2019
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Quién no ama el cine de chaplin?
Ese Charlot, esos guiones, ese hacer reír y llorar.
Una película, que te hace reír.
Una película que te hace llorar.
He leído alguna crítica de los "profesionales", los que se ganan la vida con ello y ven mucho cine.
¿Os imagináis esta película muda, con letreritos y música? Y si fuera en blanco y negro, lo flipáis.
Gracias guionistas, por poner tanto en tan poco tiempo, gracias actores por transmitir tanto en tan poco, gracias directores por hacerme reír indignado y enfadado.
Hacía mucho que esto no me pasaba con una película.
Gracias público por ir a verla y hacerla la más taquillera de ese año 2015.
Gracias por reírnos en tiempos difíciles, lo mas complicado, reírte de tus desgracias, de ti mismo, al tiempo que cuentas una experiencia traumática, o muchas.
Gracias.
Ese Charlot, esos guiones, ese hacer reír y llorar.
Una película, que te hace reír.
Una película que te hace llorar.
He leído alguna crítica de los "profesionales", los que se ganan la vida con ello y ven mucho cine.
¿Os imagináis esta película muda, con letreritos y música? Y si fuera en blanco y negro, lo flipáis.
Gracias guionistas, por poner tanto en tan poco tiempo, gracias actores por transmitir tanto en tan poco, gracias directores por hacerme reír indignado y enfadado.
Hacía mucho que esto no me pasaba con una película.
Gracias público por ir a verla y hacerla la más taquillera de ese año 2015.
Gracias por reírnos en tiempos difíciles, lo mas complicado, reírte de tus desgracias, de ti mismo, al tiempo que cuentas una experiencia traumática, o muchas.
Gracias.
15 de mayo de 2019
15 de mayo de 2019
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A la media hora la paré.
No esbocé ni una triste sonrisa (Hay que tener en cuenta que el transfondo de la historia tampoco es para hacer una fiesta).
Los personajes son cargantes y previsibles.
No quiero estar “perdiendo el tiempo”.
Por cierto... cuando en la primera escena de la película te explican lo mal que están las cosas en España, los recortes, el paro y tal y tal... recuerda que en esta película se han dedicado subvenciones con dinero público que se podría haber dedicado por ejemplo a financiar investigación de químicos como los de la película.
Pero preferimos dedicarlo a esto, que sirve para ayudar a fijar la idea de que somos unos mataos.
No esbocé ni una triste sonrisa (Hay que tener en cuenta que el transfondo de la historia tampoco es para hacer una fiesta).
Los personajes son cargantes y previsibles.
No quiero estar “perdiendo el tiempo”.
Por cierto... cuando en la primera escena de la película te explican lo mal que están las cosas en España, los recortes, el paro y tal y tal... recuerda que en esta película se han dedicado subvenciones con dinero público que se podría haber dedicado por ejemplo a financiar investigación de químicos como los de la película.
Pero preferimos dedicarlo a esto, que sirve para ayudar a fijar la idea de que somos unos mataos.
2 de abril de 2015
2 de abril de 2015
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Nacho G. Velilla, creador de series de éxito como "7 vidas" o "Aída", del descalabro de la serie "Los Quien" y de films de más o menos éxito como "Fuera de carta" y "Que se mueran los feos" ha tocado diana con su última película. "Perdiendo el norte" viene a ser una de esas típicas comedias españolas con una previsible historia de amor y una puesta al día del contexto del film "Vente a Alemania, Pepe" en que jóvenes españoles fueron a trabajar a Alemania en busca de un futuro mejor. Velilla, como artífice de productos de éxito, junto con el resto de guionistas, saben lo que hace reír al gran público: la risa y los chistes fáciles, un punto de populismo y de escatología. Es una pena que el director no se arriesgue y ofrezca un producto atrevido. Pero lo cierto es que funciona, que saca sonrisas y hasta risas del espectador. El film es entretenido y cuenta con un atractivo reparto de actores: un poco habitual en la comedia Yon González y Blanca Suárez, el siempre efectivo Julián López, la revelación de Miki Esparbé (aunque no llega a la altura de la de Dani Rovira en "Ocho apellidos vascos", un film del que sigue cierta estela de éxito) y Úrsula Corberó. Están bien acompañados por los más veteranos y expertos cómicos Javier Cámara, Carmen Machi (que ya fueron matrimonio en la anterior película del director), Malena Alterio y el gran José Sacristán, en un papel parecido al del citado film de 1971 pero ya mayor. No obstante, este estreno tiene deficiencias de guión con situaciones poco creíbles como lo rápido que llega el protagonista en avión a Alemania desde España (y sin nada de equipaje) mientras transcurre una maratón. Aún así, esta es una producción que tiene su gracia y hace que el público se ría, por lo que es normal (y me alegro) de sus resultados en la taquilla española como el primer (y esperemos que no último) éxito del cine español de 2015.
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