El jugador
5.4
7,007
Thriller. Drama
Jim Bennett es un profesor de literatura de la universidad con un grave problema: le gusta demasiado apostar. Debido a su ludopatía, el profesor ahora tiene muchas deudas que saldar, deudas que le conducen hacia una nuevas amistades para nada recomendables. Bennet no sabe cómo pagar el dinero que debe y ya no tiene a quién acudir, por lo que se encamina a los bajos fondos de la ciudad en busca de una salida, pero allí no encontrará más ... [+]
9 de junio de 2017
9 de junio de 2017
Sé el primero en valorar esta crítica
Este film es, ante todo, una película de un personaje, el personaje de Jim Bennett, interpretado por Mark Wahlberg. No es que no haya otros personajes con cierta trascendencia, lo que pasa es que todos ellos están puestos al servicio de una u otra manera de Bennett, esto es: unos para acosarle, otros para intentar apoyarle y otros pues simplemente para hacer “bulto” o completar el reparto.
Y la verdad es que el actor nacido en Dorchester está francamente bien en su papel de Jim Bennett (a tener en cuenta los momentos en los que imparte clase o los minutos finales del film). Bennett es un tipo totalmente desencantado de la vida, un casi (y sin el casi) nihilista cuyas máximas son: “Si no eres un genio… no lo intentes” y “O eres el mejor y triunfas por todo lo alto o no vales nada”. Además, es un jugador incontenible para el que los juegos de azar significan su válvula de escape sin importarle mucho si gana o pierde, para él lo importante es la evasión que el juego le produce.
El director Rupert Wyatt entrega una dirección correcta y sin ningún tipo de florituras. Una dirección en la que la acción se va desarrollando a lo largo de siete días en los que nos adentraremos en la vida personal y profesional de Jim Bennet y terminaremos viendo de qué pasta está hecho.
En definitiva: Destacar algo en esta película que no sea Mark Wahlberg se hace complicado (quizás algunas escenas con buenos diálogos junto a Jessica Lange y John Goodman). Wahlberg es el principio y el final del film, quedando este como una película que bien podría haber dado bastante más de sí y haber resultado más atractiva, ya que, por ejemplo, visualmente se queda en un producto un tanto triste o cuanto menos poco llamativo, tal y como le sucede al propio póster español del film…
-Lo mejor: Mark Wahlberg y los minutos finales de la película.
-Lo peor: Sensación de que este film podía haber dado más de si.
-Más en: www.cineycine.com
Y la verdad es que el actor nacido en Dorchester está francamente bien en su papel de Jim Bennett (a tener en cuenta los momentos en los que imparte clase o los minutos finales del film). Bennett es un tipo totalmente desencantado de la vida, un casi (y sin el casi) nihilista cuyas máximas son: “Si no eres un genio… no lo intentes” y “O eres el mejor y triunfas por todo lo alto o no vales nada”. Además, es un jugador incontenible para el que los juegos de azar significan su válvula de escape sin importarle mucho si gana o pierde, para él lo importante es la evasión que el juego le produce.
El director Rupert Wyatt entrega una dirección correcta y sin ningún tipo de florituras. Una dirección en la que la acción se va desarrollando a lo largo de siete días en los que nos adentraremos en la vida personal y profesional de Jim Bennet y terminaremos viendo de qué pasta está hecho.
En definitiva: Destacar algo en esta película que no sea Mark Wahlberg se hace complicado (quizás algunas escenas con buenos diálogos junto a Jessica Lange y John Goodman). Wahlberg es el principio y el final del film, quedando este como una película que bien podría haber dado bastante más de sí y haber resultado más atractiva, ya que, por ejemplo, visualmente se queda en un producto un tanto triste o cuanto menos poco llamativo, tal y como le sucede al propio póster español del film…
-Lo mejor: Mark Wahlberg y los minutos finales de la película.
-Lo peor: Sensación de que este film podía haber dado más de si.
-Más en: www.cineycine.com
2 de mayo de 2018
2 de mayo de 2018
Sé el primero en valorar esta crítica
Remake más o menos bien llevado del film de título homónimo estrenado en 1974, dirigido por Karel Reisz, escrito el libreto por James Toback e interpretada por un excelente James Caan en el papel principal, gran trabajo hoy olvidado. Esta nueva versión de El jugador de Wyatt, a pesar de ciertas irregularidades, puede servir de entretenimiento si se hace abstracción de otros aspectos, como ahora explicaré.
Hay muchas películas y obras literarias que tocan el tema del jugador compulsivo que al modo del alcohólico se hunde cada vez más en su propia trampa. Estoy por cierto acordándome de una excepcional novela de Fiódor Dostoyevski con el mismo título, “El jugador”, publicada en 1867 que trata la temática con gran sutileza y perspicacia. Quiero apuntar que en la primera versión de El jugador, la de Reisz del ’74, se oyen y ven bien los ecos del protagonista de esta obra de Dostoyevski, Aleksei Ivanovich, el individuo que se engancha al juego por amor; película de categoría. Recuerdo otras obras de este jaez como “El rey del juego” (1965) con un reparto sin par; la cómico-amorosa “Maverick” (1994); o, para no resultar excesivo, “La vida mancha” (2004). Pues bien, esta cinta no es con mucho de las mejores sobre el juego o la psicología del jugador, las hay muy buenas y esta pasaría por ser meramente acceptable, siendo generoso.
El director Rupert Wyatt inicia el film con una ligera muestra de pena que ya avisa del tono de contención de una cinta que rueda en ese punto medio donde se funde el thriller de juego y deudas pendientes, y cierta exploración existencial de quien se encamina por un tortuoso camino cuesta abajo.
Tiene la película un guion de William Monahan plagado de inconsistencias, que intenta describir el mundo de la ruleta y la usura que cierra la trama de manera sintética, precisa y eficaz, o sea, el regusto final no está mal, aunque no resista muchos análisis.
La música de Jon Brion y Theo Green es adecuada con buenas canciones; y bien la fotografía de Greig Fraser, así como la puesta en escena.
En el reparto Mark Wahlberg cumple bien en uno de sus papeles más sustanciosos; Jessica Lange está estupenda y se luce; está la prometedora Brie Larson; John Goodman tremendo con todo un recital interpretativo; y Michael Kenneth Williams como siempre, imponente.
Esta película pone más en valor la palabra que la acción. El director Wyatt verbaliza y se deleita con los discursos del protagonista, de las féminas y hasta de los mafiosos, pues todos hablan con brillantez académica, lo cual obliga la atención del espectador, a la par que sirve a modo de flauta de Hamelin, haciendo que quien visiona la cinta se deje llevar sin cuestionarse la historia con los embelesos verbales.
En fin que pasa el corte este hábil remake aunque no asume los riesgos del original setentero, pero cuenta con excelentes interpretaciones. Por lo demás, aunque se deja ver, el film resulta seco como un erial. Mucha palabra de catedráticos todos, pero con muchas preguntas sin respuesta, pretenciosamente impostada, incluso tonta en más de una ocasión. Película resultona de la cual se puede prescindir.
Hay muchas películas y obras literarias que tocan el tema del jugador compulsivo que al modo del alcohólico se hunde cada vez más en su propia trampa. Estoy por cierto acordándome de una excepcional novela de Fiódor Dostoyevski con el mismo título, “El jugador”, publicada en 1867 que trata la temática con gran sutileza y perspicacia. Quiero apuntar que en la primera versión de El jugador, la de Reisz del ’74, se oyen y ven bien los ecos del protagonista de esta obra de Dostoyevski, Aleksei Ivanovich, el individuo que se engancha al juego por amor; película de categoría. Recuerdo otras obras de este jaez como “El rey del juego” (1965) con un reparto sin par; la cómico-amorosa “Maverick” (1994); o, para no resultar excesivo, “La vida mancha” (2004). Pues bien, esta cinta no es con mucho de las mejores sobre el juego o la psicología del jugador, las hay muy buenas y esta pasaría por ser meramente acceptable, siendo generoso.
El director Rupert Wyatt inicia el film con una ligera muestra de pena que ya avisa del tono de contención de una cinta que rueda en ese punto medio donde se funde el thriller de juego y deudas pendientes, y cierta exploración existencial de quien se encamina por un tortuoso camino cuesta abajo.
Tiene la película un guion de William Monahan plagado de inconsistencias, que intenta describir el mundo de la ruleta y la usura que cierra la trama de manera sintética, precisa y eficaz, o sea, el regusto final no está mal, aunque no resista muchos análisis.
La música de Jon Brion y Theo Green es adecuada con buenas canciones; y bien la fotografía de Greig Fraser, así como la puesta en escena.
En el reparto Mark Wahlberg cumple bien en uno de sus papeles más sustanciosos; Jessica Lange está estupenda y se luce; está la prometedora Brie Larson; John Goodman tremendo con todo un recital interpretativo; y Michael Kenneth Williams como siempre, imponente.
Esta película pone más en valor la palabra que la acción. El director Wyatt verbaliza y se deleita con los discursos del protagonista, de las féminas y hasta de los mafiosos, pues todos hablan con brillantez académica, lo cual obliga la atención del espectador, a la par que sirve a modo de flauta de Hamelin, haciendo que quien visiona la cinta se deje llevar sin cuestionarse la historia con los embelesos verbales.
En fin que pasa el corte este hábil remake aunque no asume los riesgos del original setentero, pero cuenta con excelentes interpretaciones. Por lo demás, aunque se deja ver, el film resulta seco como un erial. Mucha palabra de catedráticos todos, pero con muchas preguntas sin respuesta, pretenciosamente impostada, incluso tonta en más de una ocasión. Película resultona de la cual se puede prescindir.
9 de junio de 2019
9 de junio de 2019
Sé el primero en valorar esta crítica
Aquí nos encontramos con una versión de una película de los años 70 cuyo máximo atractivo era la presencia del actor JAMES CAAN, en esta ocasión interpretado por el omnipresente MARK WAHLBERG y que resulta insulsa y anodina, además de sufrir el mal endémico de un largo metraje para lo que realmente cuenta.
No se salva ni siquiera por una selección de personajes interpretados por lo mas granado y selecto del panorama, incluyendo a la oscarizada BRIE LARSON, JESSICA LANGE, o JOHN GOODMAN.
De la anodina dirección se encarga el director británico RUPERT WYATT, el artífice de la magnifica EL ORIGEN DEL PLANETA DE LOS SIMIOS, pero como ya decíamos pese a la premisa atractiva sobre el mundo del juego y todos estos atractivos que en un principio podría deparar EL JUGADOR, se queda en tierra de nadie y resulta ser una película sin alma ninguna.
No se salva ni siquiera por una selección de personajes interpretados por lo mas granado y selecto del panorama, incluyendo a la oscarizada BRIE LARSON, JESSICA LANGE, o JOHN GOODMAN.
De la anodina dirección se encarga el director británico RUPERT WYATT, el artífice de la magnifica EL ORIGEN DEL PLANETA DE LOS SIMIOS, pero como ya decíamos pese a la premisa atractiva sobre el mundo del juego y todos estos atractivos que en un principio podría deparar EL JUGADOR, se queda en tierra de nadie y resulta ser una película sin alma ninguna.
30 de marzo de 2020
30 de marzo de 2020
Sé el primero en valorar esta crítica
Esa es un poco, la clave de esta película, el protagonista repite varias veces "yo no soy un jugador", y si bien el profesor de literatura tiene algunos problemillas psicológicos de autoderrotismo y relaciones, en el fondo esconde (y no tan esconde) un terrible odio hacia como su familia amasó una fortuna haciendo harina a los demás, esta es un poco el meollo de la trama. El se autocastiga queriendo redimir y dilapidar una fortuna que en gran parte fue edificada sobre la usura. Gracias por leerme.
28 de septiembre de 2020
28 de septiembre de 2020
Sé el primero en valorar esta crítica
Una película que nos trasladará a la piel de una persona con problemas de ludopatía de una manera increíblemente realista, creo que la elaboración de este estilo de cine es muy positivo, no solamente para aquellas personas amantes de este género, si no también para explicar a la sociedad, el grave trastorno mental que supone permanecer enganchado a las máquinas de juego, y con ello al mismo tiempo, la pérdida de unas cantidades de dinero, que pueden llegar al punto de arruinar a una familia entera.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here