A la caza

Existen películas que para valorarlas hay que ponerse en su contexto temporal.
“A la caza” es un thriller policiaco relativamente flojo, que supongo que para el año en que se hizo tuvo que ser muy transgresora y polémica, incluso tal vez un poco violenta.
Hoy en día (2015) estamos acostumbrados a ver de todo, y para que una escena nos impacte tiene que ser muchísimo más fuerte que las escenas más atrevidas de este film.
El gran Pacino hace de un policía infiltrado en el mundo de los clubs de homosexuales, para atrapar a un asesino en serie.
La trama de investigación no es nada del otro mundo. Ni los asesinatos ni la persecución del criminal son excesivamente interesantes o emocionantes. Se centran principalmente en mostrar el ambiente de este tipo de bares y el mundo gay, con algunos momentos que intentan escandalizar al espectador, pero como digo hoy en día no asustan a absolutamente nadie en pleno siglo XXI, con internet y muchas cadenas de televisión.
William Friedkin no termina de rematar bien la faena. Tiene partes de desarrollo muy lento, escenas alargadas sin necesidad y muchos silencios que llegan a aburrir. Pacino realiza un buen papel, eso sí. El actor estaba en su mejor momento.
Se trata de uno de esos casos en los que el paso del tiempo no ha sentado nada bien. Llamaría mucho la atención en su día, pero al verla tanto tiempo después, pierde toda su fuerza y se queda en la medianía.
La nota que le pondría exactamente sería un 5,5 y la página no me deja.

Vi este emblemático film de William Friedkin (director de la obra maestra "EL EXORCISTA") con muchas ganas debido a la gran fama que tenía y me sentí profundamente decepcionado. Y es que salvo las escenas subiditas de tono que la inundan, lo que debió de ser escandaloso para su época, no le he encontrado nada de interés. La trama es floja, pero floja, floja, floja. En ningún momento llega a atraparte esta patética investigación policial por lo que la película de deshincha como un globo. Al Pacino no es que esté mal, pero debido a su papel tan simplón, poco se luce. Los secundarios en su mayoría, son horrorosos y el film tiene momentos verdadera vergüenza ajena (ver al poli negro en calzoncillos pegándole a Al Pacino en la comisaria, ¿eso a cuento de qué?). En fin, un film que debió de llamar muchas la atención en su época, por lo polémico que debió de resultar, pero que a mí me pareció un truñazo aburrido y falto de interés. ¡Qué pena que Friedkin pusiese el listón tan alto con "EL EXORCISTA" que nunca volvería a igualarlo!

Si ojeamos por encima la filmografía de Al Pacino, creo que el 90% de sus pelis a interpretado a un policía o algo referente al departamento mencionado. Es increíble. Esta hecho a su medida el personaje de poli, y eso que mide unos esmirriados 167 cms.

Pelis como la de William Friedkin habremos visto a miles, asesino en serie que de modo cruel y cobarde va acabando con la vida de sus víctimas sin ton ni son. Hasta que el poli de turno a base de estrujarse el cerebro y de estudiar su " modus operandi " le da caza. Pero esta al menos para mi presenta algo novedoso, que la trama se desarrolla en los ambientes homosexuales. Aquí creo que el director no quería dar una clase de moralidad, pero se le ha visto un poco el plumero. Objetivo la verdad es que no ha sido, y si lo ha sido, el mundo homosexual es de una corrupción absoluta.

La típica escena de bar homosexual, donde muchos visten de cuero y otros tantos van medios desnudos, y aquello más que un bar parece un prostíbulo barato, donde todos se exponen ante todos, esperando a ser elegidos para llevarte a un rincón y poner en práctica toda clase de juegos sexuales...sencillamente escapa a mi imaginación. Yo entro poco a los bares heterosexuales, pero os aseguro que aquello difiere mucho de lo que representa en la peli los bares homosexuales. Pues que venga alguien y me explique en que nos parecemos a ellos y si todo esto es fruto de la imaginación del director, o es la pura realidad que se escapa a nuestra mente " antigua ".

A mi me ha gustado mucho la peli moviéndose en este ambiente, ha sido un tema desconocido y que Al Pacino ha sabido interpretar sólidamente. Hay que imaginarse en su lugar intentando evitar que te pille un tio y cuando menos te lo esperes te ponga el culo como la bandera de Japón.

Lo dicho interesante thriller y diferente, no recomendable a los que rechazan por completo el mundo gay-homosexual.

A pesar de que me gustaría hacer un segundo visionado, se trata de un intenso thriller policíaco en el que Pacino tiene manga ancha para explotar sus habilidades: éste es el principal atractivo, junto con el hecho de que explota el morbo de una trama homosexual. En cualquier caso, buen entretenimiento dirigido por Friedkin, así que no se puede pedir más.

Impactante thriller que lleva la firma de uno de los directores de Hollywood más influyentes de las últimas décadas: William Friedkin, un realizador con un currículum poblado de fracasos (El Contrato del Siglo, la Tutora; Ganar de cualquier manera, Reglas de Compromiso…) pero que tuvo su oportunidad de oro obsequiándonos con películas como “The French Connection” (1971), “El Exorcista” (1973) o éste “Cruising”, diseñado como un thriller policíaco de aslto nivel pero que te quedas con la duda de si ha valido la pena tanta densidad.

Al Pacino interpreta a Steve Burns un policía cuyo superior (interpretado por Paul Sorvino) le encomienda la misión de “desaparecer” con la intención de deambular por los ambientes gays más sórdidos de la ciudad de Nueva York. Su objetivo es cazar a un asesino que ya se ha cobrado un par de víctimas y del que es difícil atrapar.

El fuerte del film es la resignación del protagonista para acceder a esa investigación y su adaptación a un terreno desconocido y peligroso. Atención a su inesperado final.