Cadena de favores
6.7
39,115
Drama
Un niño imagina un curioso sistema para mejorar el mundo; hacer favores desinteresadamente. Para sorpresa de todos, la generosa propuesta causa furor entre la gente. Entretenida comedia con toques dramáticos y un eficaz reparto. En la novela en la que se basa el film, el personaje interpretado por Spacey es de raza negra, lo que provocó cierta polémica en USA. (FILMAFFINITY)
15 de mayo de 2006
15 de mayo de 2006
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiene sus momentos de risas y de llantos. Pero, queda la sensación en el fondo que podía haber dado más de sí. Sin duda, el niño del sexto sentido está a un nivel altísimo de actuación. Pero el resto de actores están a la altura. Echó en falta mayor fuerza en la historia. A pesar de todo, para pasar una tarde de sábado no está mal
8 de noviembre de 2006
8 de noviembre de 2006
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Preciosa, así de simple, ésta película está llena de mensajes y definitivamente logra su objetivo que es hacer recapacitar al espectador sobre el egoísmo que reina en el mundo y cómo tal vez con una idea simple muy simple se puede realmente lograr milagros.Simplemente encantadora ésta película convence de principio a fin, las actuaciones ni que se diga. El trío Spacey Hunt y Osment se hacen insuperables, pero sí tiene algo de malo como es la incursión de Jon Bon Jovi, éste cantante, porque eso es lo que es no le aporta un sólo segundo de buena actuación a la peli, por lo demás ésta película está muy bien hecha, y con un hermoso mensaje muy recomendable sobretodo para los que les guste llorar ,es lindísima.
5 de julio de 2009
5 de julio de 2009
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo ser humano cuenta con guías espirituales y con maestros terrenales. Es ésta una grandiosa ayuda de la que podemos valernos para avanzar, con una clara definición, por el camino de la vida. Creer en ellos o no, es decisión nuestra. Atender a sus consejos y a su gran experiencia, es tu potestad. Pero, de lo que no puedes quejarte nunca, es de que te han dejado solo, porque ¡jamás, óyelo bien, has estado ni estarás solo!
En una fría noche, el reportero Chris Chandler, está cubriendo un hecho policial en el cual su auto resulta sorpresivamente arruinado. Cuando todo parece haber terminado y él se hunde en la más profunda desolación, llega un sorprendente personaje que lo saca del conflicto y lo convierte en eslabón de una significativa experiencia existencial que le dará otro rumbo a su tarea periodística.
Una toma retrospectiva, nos remite entonces al origen de esta curiosa y relevante cadena, y así conocemos a, Eugene Simonet, un traumatizado, pero brillante profesor quien tiene muy claro que, “el reino de la posibilidad está en cada uno de nosotros”, y que, “ésta puede usarse o dejar que se adormezca”.
Y con él, surge Trevor, un chico de 11 años -hijo de una joven separada, alcohólica y empleada de un club nocturno- quien resulta motivado por la tarea que le pone su lúcido maestro... y, desde entonces, sus propias vidas comienzan a cambiar, al tiempo que cambia el rumbo de muchas otras vidas que, por Ley de Resonancia, se cruzan en sus caminos. Se hace reivindicación, entonces, de cosas como el desapego, el servicio, la trascendencia, la búsqueda interior, el perdón, la reconciliación… y la película adquiere un hondo significado y un indudable valor social.
Con una historia escrita por, Catherine Ryan Hyde y Leslie Dixon, la directora, Mimi Leder (la misma de, “The Peacemaker” y “Deep Impact”), da vida a unos personajes sencillos e inconscientes de su gran valor, los cuales van aflorando, gradualmente, una fuerza interior y una sensibilidad que podrían ser ejemplo para cualquier ser humano.
El romance entre, Arlene y Eugene (interpretados con fuerza y eficacia por Kevin Spacey y Helen Hunt), nos habla del amor verdadero, de aquel que trasciende la epidermis porque, lo único que busca, es un espíritu fuerte con el cual avanzar hacia el autodescubrimiento, y con el que, quizás, se pueda dar una pincelada a las paredes del universo.
Sin efectos especiales, ni ostentaciones técnicas, <<CADENA DE FAVORES>>, es una historia sencilla, pero auténtica, entusiasta y marcadamente humana. Lo que en ella ocurre, deja una huella indeleble en nuestros corazones y nos invita a hacer parte de aquella lúcida propuesta que ha cambiado la vida a tantos seres olvidados.
Es éste un camino a seguir, y recorrerlo juntos es la mejor de las decisiones porque, sólo juntos, podremos hallar un día la puerta grande, aquella que conduce al triunfo de la Unicidad.
En una fría noche, el reportero Chris Chandler, está cubriendo un hecho policial en el cual su auto resulta sorpresivamente arruinado. Cuando todo parece haber terminado y él se hunde en la más profunda desolación, llega un sorprendente personaje que lo saca del conflicto y lo convierte en eslabón de una significativa experiencia existencial que le dará otro rumbo a su tarea periodística.
Una toma retrospectiva, nos remite entonces al origen de esta curiosa y relevante cadena, y así conocemos a, Eugene Simonet, un traumatizado, pero brillante profesor quien tiene muy claro que, “el reino de la posibilidad está en cada uno de nosotros”, y que, “ésta puede usarse o dejar que se adormezca”.
Y con él, surge Trevor, un chico de 11 años -hijo de una joven separada, alcohólica y empleada de un club nocturno- quien resulta motivado por la tarea que le pone su lúcido maestro... y, desde entonces, sus propias vidas comienzan a cambiar, al tiempo que cambia el rumbo de muchas otras vidas que, por Ley de Resonancia, se cruzan en sus caminos. Se hace reivindicación, entonces, de cosas como el desapego, el servicio, la trascendencia, la búsqueda interior, el perdón, la reconciliación… y la película adquiere un hondo significado y un indudable valor social.
Con una historia escrita por, Catherine Ryan Hyde y Leslie Dixon, la directora, Mimi Leder (la misma de, “The Peacemaker” y “Deep Impact”), da vida a unos personajes sencillos e inconscientes de su gran valor, los cuales van aflorando, gradualmente, una fuerza interior y una sensibilidad que podrían ser ejemplo para cualquier ser humano.
El romance entre, Arlene y Eugene (interpretados con fuerza y eficacia por Kevin Spacey y Helen Hunt), nos habla del amor verdadero, de aquel que trasciende la epidermis porque, lo único que busca, es un espíritu fuerte con el cual avanzar hacia el autodescubrimiento, y con el que, quizás, se pueda dar una pincelada a las paredes del universo.
Sin efectos especiales, ni ostentaciones técnicas, <<CADENA DE FAVORES>>, es una historia sencilla, pero auténtica, entusiasta y marcadamente humana. Lo que en ella ocurre, deja una huella indeleble en nuestros corazones y nos invita a hacer parte de aquella lúcida propuesta que ha cambiado la vida a tantos seres olvidados.
Es éste un camino a seguir, y recorrerlo juntos es la mejor de las decisiones porque, sólo juntos, podremos hallar un día la puerta grande, aquella que conduce al triunfo de la Unicidad.
16 de febrero de 2011
16 de febrero de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es por su historia, que oscila dulcemente entre la típica escena de colegio americana y la cara oculta de Estados Unidos (que existe), con una genial idea para hacer del mundo un lugar mejor como hilo conductor.
No es por Haley Joel Osment, que suple con su encanto y su talento su "verdor" interpretativo.
No es por James Caviezel haciendo de Jesucristo yonki (o de yonki que luego se hace Jesucristo... en todo caso, tanto en esa película como en esta, sale bastante tocado, y lo hace bastante bien).
No es por Jay Mohr (podéis estar seguros, no le soporto con su aspecto de buenazo haciendo papeles de graciosillo... hasta en la última de Clint Eastwood tiene que salir haciendo el gilipollas).
No es por Helen Hunt haciendo de alcohólica, aunque no sale ebria en ningún momento de la película. Un personaje un poco extraño en ciertos momentos, pero no sé si es por culpa de la actriz o de la autora del libro.
No es por que Mimi Leder dirija la película con delicadeza y abundantes planos cortos, queriendo sobrecargar de dramatismo ciertos momentos.
No es porque, aunque el niño parezca tan inteligente o más que muchos adultos, siga siendo un niño.
No es por Thomas Newman, cuyas bandas sonoras me encantan.
No es porque el sabor de boca que deja la película en ocasiones se parece mucho al que deja American Beauty, aunque Cadena de favores carece de su acidez.
No es por Bon Jovi y su cameo de visto y no visto, ni por ningún otro secundario, ni porque el reparto sea lo más sólido de esta película, ni porque en ciertos momentos su tono de melodrama sepa demasiado almibarado, ni porque el director de ese colegio sea un inútil como la copa de un pino, ni porque estoy más que seguro de que un ratero de raza negra sin un duro en los bolsillos seguiría con la cadena mucho antes que un gran empresario que puede permitirse regalar un Jaguar en caso de querer hacerlo (y no me refiero al animal precisamente).
No es por ninguna de las cosas que he dicho por lo que esta película me parece mucho más que un típico drama americano. Es pura empatía con un hogar desestructurado, una serie de personas con miedo a seguir con sus vidas, o esa persona que, cuando llega la hora de la verdad, no hace como la mayoría y decide hacer algo, en lugar de esperar a que las cosas pasen solas. Es por empatía con la vida misma por lo que me encanta Cadena de favores.
No es por Haley Joel Osment, que suple con su encanto y su talento su "verdor" interpretativo.
No es por James Caviezel haciendo de Jesucristo yonki (o de yonki que luego se hace Jesucristo... en todo caso, tanto en esa película como en esta, sale bastante tocado, y lo hace bastante bien).
No es por Jay Mohr (podéis estar seguros, no le soporto con su aspecto de buenazo haciendo papeles de graciosillo... hasta en la última de Clint Eastwood tiene que salir haciendo el gilipollas).
No es por Helen Hunt haciendo de alcohólica, aunque no sale ebria en ningún momento de la película. Un personaje un poco extraño en ciertos momentos, pero no sé si es por culpa de la actriz o de la autora del libro.
No es por que Mimi Leder dirija la película con delicadeza y abundantes planos cortos, queriendo sobrecargar de dramatismo ciertos momentos.
No es porque, aunque el niño parezca tan inteligente o más que muchos adultos, siga siendo un niño.
No es por Thomas Newman, cuyas bandas sonoras me encantan.
No es porque el sabor de boca que deja la película en ocasiones se parece mucho al que deja American Beauty, aunque Cadena de favores carece de su acidez.
No es por Bon Jovi y su cameo de visto y no visto, ni por ningún otro secundario, ni porque el reparto sea lo más sólido de esta película, ni porque en ciertos momentos su tono de melodrama sepa demasiado almibarado, ni porque el director de ese colegio sea un inútil como la copa de un pino, ni porque estoy más que seguro de que un ratero de raza negra sin un duro en los bolsillos seguiría con la cadena mucho antes que un gran empresario que puede permitirse regalar un Jaguar en caso de querer hacerlo (y no me refiero al animal precisamente).
No es por ninguna de las cosas que he dicho por lo que esta película me parece mucho más que un típico drama americano. Es pura empatía con un hogar desestructurado, una serie de personas con miedo a seguir con sus vidas, o esa persona que, cuando llega la hora de la verdad, no hace como la mayoría y decide hacer algo, en lugar de esperar a que las cosas pasen solas. Es por empatía con la vida misma por lo que me encanta Cadena de favores.
1 de diciembre de 2011
1 de diciembre de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película verdaderamente sencilla cuándo se analiza de forma general, pero lo cierto es que uno está más allá de esos actos. Son las emociones de orgullo, los sentimientos que expresan la necesidad de cambiar algo de buena manera, el pensamiento de provocar un cambio favorable para todos y la fe que nace desde el niño, son esas cosas las que hacen de esta película un motivo para reflexionar, y las que convierten a un simple niño con ideales en un héroe.
Muchos critican la película porque la ven "vacía" pero pienso que eso era necesario para hacer notar los valores que posee, como dije antes, es sencilla cuando se mira de forma general, una historia que podría pesarle a cualquiera.
La integra un final triste, pero era vital para reunir a todas las personas y que se vea reflejado en esa noche lo que se logra con el poder de convicción de un niño.
Yo tengo que rendir exámenes de inglés con esta película y creo que es un lindo tema para escribir, incluye muchos sentimientos que llegan a la mayoría de los que tienen el gusto de verla.
Mis mejores deseos, Julieta
Muchos critican la película porque la ven "vacía" pero pienso que eso era necesario para hacer notar los valores que posee, como dije antes, es sencilla cuando se mira de forma general, una historia que podría pesarle a cualquiera.
La integra un final triste, pero era vital para reunir a todas las personas y que se vea reflejado en esa noche lo que se logra con el poder de convicción de un niño.
Yo tengo que rendir exámenes de inglés con esta película y creo que es un lindo tema para escribir, incluye muchos sentimientos que llegan a la mayoría de los que tienen el gusto de verla.
Mis mejores deseos, Julieta
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