La misión
7.6
56,946
Aventuras. Drama
Hispanoamérica, siglo XVIII. En plena jungla tropical junto a las cataratas de Iguazú un misionero jesuita, el padre Gabriel (Jeremy Irons), sigue el ejemplo de un jesuita crucificado, sin más armas que su fe y un oboe. Al ser aceptado por los indios guaraníes, Gabriel crea la misión de San Carlos. Entre sus seguidores está Rodrigo Mendoza (Robert De Niro), ex-traficante de esclavos, mercenario y asesino, que buscando el perdón se hace ... [+]
31 de mayo de 2011
31 de mayo de 2011
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algo me he perdido o la película me parece una excusa para componer "Falls", el tema principal de la BSO. Una causa (dos) perdidas desde el principio: la continuidad de la obra de Gabriel y la conversión de Mendoza (la cabra siempre tira al monte) que, por cierto, vaya monte. Lo mejor de la película son los paisajes de Iguazú y la música porque la historia en sí, se hace eterna, con incongruencias como que los jesuitas deban emular a César Pérez de Tudela (pongamos Juanito Oiarzábal para los más jóvenes) y el cardenal llegue a San Carlos poco menos que en helicóptero o que los indígenas canten como los niños cantores de Viena EN UNOS MESES (porque el chaval que pilla el remo al final no crece en toda la peli)
13 de octubre de 2010
13 de octubre de 2010
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impresionante película poco valorada (o conocida) por el gran público.
No voy a redundar en la belleza de la fotografía y de las imágenes, ni en el de la música, perfecta y verdaderamente celestial, y ya alabada justamente. Porque aunque estéticamente es hermosa, creo que es aún más bella en su contenido.
Es el mensaje lo que trasciende. Qué importa que salgan mal parados los imperios españoles y portugueses, si además fue lo que pasó. Qué importa que salga mal parada la Iglesia, si fue eso lo que hizo. La historia trata de la fe, sin reservas; del deber, aun con tu sacrificio, y de la caridad, en medio de un mundo hostil y, en muchos aspectos, desagradecido. Principios universales para todas las épocas.
Es difícil hablar de fallos, yo apenas se los encuentro, o más bien no se los tengo en cuenta, porque ante tanto sentimiento, tanta emoción y tanta grandeza, ¿qué importa una mala transición, alguna escena no del todo lograda o más larga de lo necesario? Nada ensombrece su calidad indiscutible, con un final que te deja al borde del colapso de ver (si las lágrimas no te lo impiden) tanta barbarie.
No voy a redundar en la belleza de la fotografía y de las imágenes, ni en el de la música, perfecta y verdaderamente celestial, y ya alabada justamente. Porque aunque estéticamente es hermosa, creo que es aún más bella en su contenido.
Es el mensaje lo que trasciende. Qué importa que salgan mal parados los imperios españoles y portugueses, si además fue lo que pasó. Qué importa que salga mal parada la Iglesia, si fue eso lo que hizo. La historia trata de la fe, sin reservas; del deber, aun con tu sacrificio, y de la caridad, en medio de un mundo hostil y, en muchos aspectos, desagradecido. Principios universales para todas las épocas.
Es difícil hablar de fallos, yo apenas se los encuentro, o más bien no se los tengo en cuenta, porque ante tanto sentimiento, tanta emoción y tanta grandeza, ¿qué importa una mala transición, alguna escena no del todo lograda o más larga de lo necesario? Nada ensombrece su calidad indiscutible, con un final que te deja al borde del colapso de ver (si las lágrimas no te lo impiden) tanta barbarie.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Siempre me preguntaré qué pensaban exactamente Gabriel y Rodrigo en esos instantes anteriores a la muerte...
20 de julio de 2008
20 de julio de 2008
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me parece preciosa, una búsqueda del espiritu del hombre en una libertad y cristiandad que hacen que te emociones. Una película de valores con una banda sonora preciosa y unos intérpretes legendarios. No podemos olvidar que allá por la decada de los 80 se hicieron grandes películas de grandes historias con grandes paisajes y que la imaginación y el buén hacer de hollywood estaban presentes en sus producciones.
23 de febrero de 2025
23 de febrero de 2025
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que la banda sonora de Ennio Morricone es INCREÍBLE es innegable e indiscutible, ya lo sé, pero a la película se la ha ninguneado siempre muchísimo y es una hermosísima y humana historia sobre la redención y el perdón, además visualmente hablando también es bellísima.
También se trata de la que probablemente la cinta más conocida de su director, Roland Joffé, aunque también hay que tener en cuenta "The Killing Fields" (1984) (tengo que verla) y "City of Joy" (1992) (que tengo que revisitar). Además, Joffé no solo trato las misiones de los jesuitas en Sudamerica con esta cinta, también dirigió "There Be Dragons" (2011), una cinta sobre el sacerdote José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei.
El guion de la cinta lleva la firma de Robert Bolt, quien colaboró con David Lean en "Lawrence of Arabia" (1962) y "Doctor Zhivago" (1965). Y la verdad es que Bolt fue una muy buen guionista, solo firmó once guiones, pero todos fueron historias bien interesantes.
La fotografía de Chris Menges es espectacular, maravillosa. Como de buena es que se llevó el Oscar a Mejor Fotografía. Pero es que los paisajes de la selva amazónica son una preciosidad, da lástima pensar como nos estamos cargando la naturaleza.
Los protagonistas de esta "La Misión", los que llevan el peso de la cinta sobre sus hombros son Robert De Niro, que entrega una gran actuación como Rodrigo Mendoza, un traficante de esclavos, mercenario y asesino, que buscando el perdón se hace jesuita y encuentra la redención entre sus antiguas víctimas. Y junto a De Niro está Jeremy Irons, en una de sus mejores películas y una de sus mejores interpretaciones, el padre Gabriel, un misionero jesuita, que ayuda a Rodrigo a obtener la redención y el perdón. Pero también hay que destacar la presencia en la cinta de unos jóvenes Aidan Quinn y Liam Neeson.
Y para el final lo mejor: Esa magnífica banda sonora compuesta por el añorado y genio musical Ennio Morricone, destacando especialmente el tema "Gabriel's Oboe". Tan buena es que opaca a la historia, a la película, pero yo insisto: la película es una dignísima historia sobre redención y perdón que merece muchísimo la pena.
Resumiendo: una de las mejores cintas de los 80's, si os gusta el cine de la década, no os la podéis perder, es imprescindible, más allá de ideologías políticas y religiosas o de cualquier opinión sobre el tema Conquista del Paraíso, esta es una gran película sobre el poder del perdón y la redención, con unos esmeradísimos Robert De Niro y Jeremy Irons.
También se trata de la que probablemente la cinta más conocida de su director, Roland Joffé, aunque también hay que tener en cuenta "The Killing Fields" (1984) (tengo que verla) y "City of Joy" (1992) (que tengo que revisitar). Además, Joffé no solo trato las misiones de los jesuitas en Sudamerica con esta cinta, también dirigió "There Be Dragons" (2011), una cinta sobre el sacerdote José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei.
El guion de la cinta lleva la firma de Robert Bolt, quien colaboró con David Lean en "Lawrence of Arabia" (1962) y "Doctor Zhivago" (1965). Y la verdad es que Bolt fue una muy buen guionista, solo firmó once guiones, pero todos fueron historias bien interesantes.
La fotografía de Chris Menges es espectacular, maravillosa. Como de buena es que se llevó el Oscar a Mejor Fotografía. Pero es que los paisajes de la selva amazónica son una preciosidad, da lástima pensar como nos estamos cargando la naturaleza.
Los protagonistas de esta "La Misión", los que llevan el peso de la cinta sobre sus hombros son Robert De Niro, que entrega una gran actuación como Rodrigo Mendoza, un traficante de esclavos, mercenario y asesino, que buscando el perdón se hace jesuita y encuentra la redención entre sus antiguas víctimas. Y junto a De Niro está Jeremy Irons, en una de sus mejores películas y una de sus mejores interpretaciones, el padre Gabriel, un misionero jesuita, que ayuda a Rodrigo a obtener la redención y el perdón. Pero también hay que destacar la presencia en la cinta de unos jóvenes Aidan Quinn y Liam Neeson.
Y para el final lo mejor: Esa magnífica banda sonora compuesta por el añorado y genio musical Ennio Morricone, destacando especialmente el tema "Gabriel's Oboe". Tan buena es que opaca a la historia, a la película, pero yo insisto: la película es una dignísima historia sobre redención y perdón que merece muchísimo la pena.
Resumiendo: una de las mejores cintas de los 80's, si os gusta el cine de la década, no os la podéis perder, es imprescindible, más allá de ideologías políticas y religiosas o de cualquier opinión sobre el tema Conquista del Paraíso, esta es una gran película sobre el poder del perdón y la redención, con unos esmeradísimos Robert De Niro y Jeremy Irons.
15 de diciembre de 2006
15 de diciembre de 2006
11 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Emotiva, hermosa fotografía y banda sonora, te transporta aquel paraíso perdido. Interpretaciones impecables. Robert De Niro, es el único actor capaz de emocionarme, hasta las lágrimas, ojo con aquella escena, es un mensaje espiritual para todos. Jeremy Irons, sin palabras, en un papel inolvidable. La calidad de este actor, no tiene limites. También con escenas con mucha carga de emotividad. Voy a ver más películas de Roland Joffé, ya que “La Misión”, no quiero rallarla, tantas veces que la he visto, no dejen de verla, les hará bien para el espíritu.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ya mis amigas y amigos cinéfilos, lo dijeron todo en la parte técnica y argumento del filme a lo que también me sumo. Sin embargo, el comentario de “La Misión”, lo quiero graficar de la siguiente forma: Me emocione en dos oportunidades, durante la película. La primera cuando el “Mercenario”, Rodrigo Mendoza (R. De Niro) paga su penitencia y lleva esa tremenda carga, de armas y escudos de guerra, durante todo el viaje a la misión, junto a los jesuitas, como una forma de pagar sus pecados. Luego se encuentra cara a cara con aquellas personas, que perseguía, mataba y vendía como esclavos (los originarios de América). Solo un actor como De Niro, logra emocionarme, hasta las lágrimas. Esta escena la puedo comparar como la expiación y liberación de los pecados, que todos tenemos y que se grafica con esa carga o mochila que durante la vida vamos llenando y no dejamos que se libere. El corte a la cuerda, que realiza el indígena, simboliza para Mendoza, el perdón de Dios y el saneamiento del alma.
El segundo momento, fue la crueldad del final, donde personas indefensas, mueren por culpa de las ambiciones y de la falta de comprensión de aquellos que se consideraban civilizados y gritaban a los cuatro vientos que los indios eran “animales”, ¿Quienes habrán sido los verdaderos ANIMALES? (españoles y portugueses y todos aquellos que vinieron a echarle a perder la vida a los verdaderos dueños de la bella Sudamérica). La maldad y la crueldad del hombre, no tiene límites, hasta nuestros días.
La convicción del padre Gabriel, (Jeremy Irons) que con la fe y el amor, (con la misma fuerza que tomó la cruz) se puede llegar al corazón del hombre, sólo la pudo apagar una ráfaga de disparos. Y como le confesó antes de morir a Rodrigo Mendoza: “Si el poder tiene la razón...entonces no hay lugar para el amor en este mundo...puedo ser, puede ser. No tengo fuerzas, para vivir en un mundo así”. ¿Triste y desolador no? Ante esta afirmación, mis ojos, se llenan de lágrimas. Los históricos sucesos te hacen reflexionar, que efectivamente, como dice un tema de una banda de thrash-metal, slayer: “Al sur del cielo queda el infierno”.
El segundo momento, fue la crueldad del final, donde personas indefensas, mueren por culpa de las ambiciones y de la falta de comprensión de aquellos que se consideraban civilizados y gritaban a los cuatro vientos que los indios eran “animales”, ¿Quienes habrán sido los verdaderos ANIMALES? (españoles y portugueses y todos aquellos que vinieron a echarle a perder la vida a los verdaderos dueños de la bella Sudamérica). La maldad y la crueldad del hombre, no tiene límites, hasta nuestros días.
La convicción del padre Gabriel, (Jeremy Irons) que con la fe y el amor, (con la misma fuerza que tomó la cruz) se puede llegar al corazón del hombre, sólo la pudo apagar una ráfaga de disparos. Y como le confesó antes de morir a Rodrigo Mendoza: “Si el poder tiene la razón...entonces no hay lugar para el amor en este mundo...puedo ser, puede ser. No tengo fuerzas, para vivir en un mundo así”. ¿Triste y desolador no? Ante esta afirmación, mis ojos, se llenan de lágrimas. Los históricos sucesos te hacen reflexionar, que efectivamente, como dice un tema de una banda de thrash-metal, slayer: “Al sur del cielo queda el infierno”.
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