Somos lo que somos
5.6
3,659
Terror. Drama. Thriller
Los Parker son una familia aparentemente estable. El patriarca, decidido a mantener intactas las tradiciones familiares, gobierna con mano de hierro. Como si de la tempestad de lluvia torrencial que acecha la zona se tratase, la tragedia golpea a los Parker cuando las hijas, Iris y Rose, se ven obligados a asumir responsabilidades que van más allá de las de una familia típica. (FILMAFFINITY)
26 de junio de 2015
26 de junio de 2015
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La naturaleza de los seres humanos va más allá de simples adjetivos como maldad o bondad. No, no me refiero a los manidos grises, sino de otros aspectos de la personalidad que, bien adquiridos con el tiempo en forma de tradiciones o costumbres, bien en nosotros por nuestra propia condición, hacen que nuestras acciones y conductas sí puedan ser juzgadas más allá del motivo que se tenga para llevarlas a cabo, ya vengan de la mente más preclara o de la más inocente. O tal vez no, pues cada uno expondrá sus circunstancias. ¿Somos lo que somos, o somos lo que hay?
Esta cuestión me sirve, básicamente, para dejar claro que Somos lo que somos es un remake estadounidense de la película mexicana Somos lo que hay (2010, Jorge Michel Grau), que no he visto, por lo que se podría decir que estoy en ayuno de respuestas para mi propia pregunta, de momento. En cualquier caso, en ésta nos vamos a encontrar con los Parker, una familia aparentemente normal que vive en un típico pueblo yanqui de los que hemos visto en centenares de filmes. En un ambiente húmedo, lúgubre, de escasos recursos y con olor a viejo, se irán sucediendo algunos acontecimientos que nos permitirán adentrarnos entre las cuatro paredes que conforman el hogar de los entrañables protagonistas.
Contada con parquedad, Somos lo que somos es un relato inquietante pero al fin y al cabo insuficiente; dejará con ganas de más a los amantes del género y no creará nuevos adeptos. Pese a que es cierto que mantiene siempre el interés, inclusive en su lento comienzo, a medida que transcurre el tiempo se siente la necesidad de algo más: un prólogo más consistente, quizás, que diese más fuerza a la narración que se va a introducir a continuación.
Por otra parte, se podría decir que la película incluye dos finales casi encadenados. El primero de ellos, precipitado y previsible, tan sobrio y correcto como el resto de la propuesta, y el segundo, descacharrante -no se sabe si a propósito- y de lo más memorable de sus escasos 105 minutos de duración. Este último eleva el resultado global de la cinta por encima de otras propuestas similares, nunca destinadas a estómagos sensibles. Interesante, elegante formalmente e intrigante en su inicio, no da miedo y se salva del olvido al final, cuando parecía que no había nada más que decir.
¿No apetecen ahora unos callos o unas buenas lentejitas para pasar el frío?
Esta cuestión me sirve, básicamente, para dejar claro que Somos lo que somos es un remake estadounidense de la película mexicana Somos lo que hay (2010, Jorge Michel Grau), que no he visto, por lo que se podría decir que estoy en ayuno de respuestas para mi propia pregunta, de momento. En cualquier caso, en ésta nos vamos a encontrar con los Parker, una familia aparentemente normal que vive en un típico pueblo yanqui de los que hemos visto en centenares de filmes. En un ambiente húmedo, lúgubre, de escasos recursos y con olor a viejo, se irán sucediendo algunos acontecimientos que nos permitirán adentrarnos entre las cuatro paredes que conforman el hogar de los entrañables protagonistas.
Contada con parquedad, Somos lo que somos es un relato inquietante pero al fin y al cabo insuficiente; dejará con ganas de más a los amantes del género y no creará nuevos adeptos. Pese a que es cierto que mantiene siempre el interés, inclusive en su lento comienzo, a medida que transcurre el tiempo se siente la necesidad de algo más: un prólogo más consistente, quizás, que diese más fuerza a la narración que se va a introducir a continuación.
Por otra parte, se podría decir que la película incluye dos finales casi encadenados. El primero de ellos, precipitado y previsible, tan sobrio y correcto como el resto de la propuesta, y el segundo, descacharrante -no se sabe si a propósito- y de lo más memorable de sus escasos 105 minutos de duración. Este último eleva el resultado global de la cinta por encima de otras propuestas similares, nunca destinadas a estómagos sensibles. Interesante, elegante formalmente e intrigante en su inicio, no da miedo y se salva del olvido al final, cuando parecía que no había nada más que decir.
¿No apetecen ahora unos callos o unas buenas lentejitas para pasar el frío?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Rodada en un entorno Country, me ha parecido una metáfora bastante acertada -y hasta bonita, viendo la realidad- de la relación que debieron mantener a lo largo de los años Miley Cyrus y su padre, el también actor y cantante Billy Ray Cyrus, hasta que la susodicha cumplió la mayoría de edad y se comió todo el entorno que anteriormente se zampaba el padre.
13 de julio de 2015
13 de julio de 2015
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Antes de realizar la notable Frío en Julio (2014), el director norteamericano Jim Mickle se dió a conocer en nuestras fronteras con este libre remake de la cinta de terror mexicana Somos lo que hay (2010).
Remarcar lo de libre reconversión ya que aunque la trama y su desarrollo son similares, Mickle crea una atmósfera y clima fílmico muy dignos de mención, mostrando un talento evidente para sostener al espectador en perturbadoras historias y atmósferas.
Una película que explora esa vieja América rural contemporánea, a partir de una familia fundamentalista y que esconde secretos terribles. Un filme que removerá el estómago del espectador no des de la explicitud de la sangre y la violencia, sino a partir de la tensa atmósfera y la calculada puesta que Mickle realiza.
Un elenco entregado en el que cabe destacar a la joven Julia Garner y en el que encontramos al siempre brillante Michael Parks, en un papel mucho menos oscuro que los que interpreta habitualmente en filmes de género.
Una película perturbadora, quizás algo insostenible, pero que irradia un perturbador talento de un cineasta muy a tener en cuenta en un futuro próximo, demostrando una calculada mano tras la cámara y el saber rodearse de un elenco acertado.
Remarcar lo de libre reconversión ya que aunque la trama y su desarrollo son similares, Mickle crea una atmósfera y clima fílmico muy dignos de mención, mostrando un talento evidente para sostener al espectador en perturbadoras historias y atmósferas.
Una película que explora esa vieja América rural contemporánea, a partir de una familia fundamentalista y que esconde secretos terribles. Un filme que removerá el estómago del espectador no des de la explicitud de la sangre y la violencia, sino a partir de la tensa atmósfera y la calculada puesta que Mickle realiza.
Un elenco entregado en el que cabe destacar a la joven Julia Garner y en el que encontramos al siempre brillante Michael Parks, en un papel mucho menos oscuro que los que interpreta habitualmente en filmes de género.
Una película perturbadora, quizás algo insostenible, pero que irradia un perturbador talento de un cineasta muy a tener en cuenta en un futuro próximo, demostrando una calculada mano tras la cámara y el saber rodearse de un elenco acertado.
27 de diciembre de 2015
27 de diciembre de 2015
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¿Qué es el hombre? La pregunta sigue sin resolverse, aunque tenemos muchas maneras a disposición para responderlas. Desde la biología, la filosofía, la antropología, la sociología, el arte y tantas otras disciplinas se hacen exploraciones muy profundas acerca de lo que realmente somos, y sin embargo, todo queda en un gran intento por resolver la pregunta. Eso no logra que nos descorazonemos; al contrario, cada generación sigue construyendo las respuestas a partir de lo que los hombres que las precedes han dicho.
Esta película tiene de fondo ese mismo acento. En la variedad de constituciones de lo que seamos los seres humanos, aparece esta como una condición que "parece" se ha superado. No obstante, el filme logra hacer creíble lo contrario y nos deja en un estado de estupefacción cuando propone su final. Es una buena película, con intensidad narrativa y un macabro guion.
Esta película tiene de fondo ese mismo acento. En la variedad de constituciones de lo que seamos los seres humanos, aparece esta como una condición que "parece" se ha superado. No obstante, el filme logra hacer creíble lo contrario y nos deja en un estado de estupefacción cuando propone su final. Es una buena película, con intensidad narrativa y un macabro guion.
9 de julio de 2016
9 de julio de 2016
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Buena peli, interesante, buenas interpretaciones, tal vez le falte algo de ritmo, algo de chispa para terminar de encandilar, pero es buena, con final explosivo. Se deja ver muy bien, con momentos realmente magníficos. A mi me ha gustado.
2 de junio de 2019
2 de junio de 2019
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Jim Mickle se encuentra tras las cámaras y hace las funciones de co-guionista junto a su actor fetiche Nick Damici. Entre sus logros encontramos “Stake Land” (2010) y “Frío en Julio” (2014) en las que también cuenta con la colaboración de Damici.
Por su temática me recordó a la magnífica “Ravenous” (1999) de Antonia Bird aunque sus historias no coinciden en la época.
En su pequeña ciudad los Parker son una familia ermitaña que tras la inesperada muerte accidental de la madre, Iris y Rose deben cuidar del pequeño Rory. Frank, el padre un hombre de carácter sobrio impondrá por encima de todo el seguir la secreta tradición familiar.
Cuando una lluvia torrencial azota la región y las aguas del río se desbordan el sheriff local encuentra pistas que pueden derribar el secreto familiar.
“Somos lo que somos” es un cuento gótico que se sitúa en las raíces de la american gothic con una estética y fotografía muy pulida y con un suspense que se mantiene hasta el final. Hay que destacar que además está generosamente bien interpretada por su reparto de actores.
La historia encaja en el fanatismo religioso instaurado en la imagen de un padre severo y riguroso que amparado en guardar las tradiciones familiares va creando unos monstruos en la figura de sus hijos.
Con un final crudo y difícil de digerir sobresalen en su reparto las dos actrices Julia Garner y Ambyr Childers que conforman un dúo bello y siniestro a la vez.
Advertencia: no ver mientras se come.
Por su temática me recordó a la magnífica “Ravenous” (1999) de Antonia Bird aunque sus historias no coinciden en la época.
En su pequeña ciudad los Parker son una familia ermitaña que tras la inesperada muerte accidental de la madre, Iris y Rose deben cuidar del pequeño Rory. Frank, el padre un hombre de carácter sobrio impondrá por encima de todo el seguir la secreta tradición familiar.
Cuando una lluvia torrencial azota la región y las aguas del río se desbordan el sheriff local encuentra pistas que pueden derribar el secreto familiar.
“Somos lo que somos” es un cuento gótico que se sitúa en las raíces de la american gothic con una estética y fotografía muy pulida y con un suspense que se mantiene hasta el final. Hay que destacar que además está generosamente bien interpretada por su reparto de actores.
La historia encaja en el fanatismo religioso instaurado en la imagen de un padre severo y riguroso que amparado en guardar las tradiciones familiares va creando unos monstruos en la figura de sus hijos.
Con un final crudo y difícil de digerir sobresalen en su reparto las dos actrices Julia Garner y Ambyr Childers que conforman un dúo bello y siniestro a la vez.
Advertencia: no ver mientras se come.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final muy a lo "The Walking Dead" deja un sabor agridulce pero no dejará a nadie asombrado por inesperado.
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