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Tarzán de los monos

Aventuras James Parker y Harry Holt organizan una expedición a África para hallar un cementerio de elefantes que les proporcione el suficiente marfil para hacerse ricos. La bella hija de Parker, Jane, se une a ellos de forma inesperada y despierta una atracción inmediata en Harry. Pero un hombre mono llamado Tarzán y sus amigos simios secuestran a la chica. (FILMAFFINITY)
Críticas 37
Críticas ordenadas por utilidad
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7
11 de junio de 2020 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin lugar a dudas, la primera gran película del famoso personaje de Edgar Rice Burroughs, interpretado por el que para muchos ha sido el mejor Tarzán de todos los tiempos, el nadador Johnny Weissmuller, junto a su inseparable, en innumerables secuelas, Maureen O'Sullivan como Jane.

Es difícil criticar este tipo de películas porque tenemos que situarnos en el contexto de la época. Antes de la llegada del sonido a finales de los años 20 y principios de los 30, las películas que hasta ese momento predominaban en las salas de cines eran visualmente muy potentes, con una fotografía espectacular y unos actores forjados en los teatros, un cine sobre todo liderado por cineastas del viejo continente como Murnau o Fritz Lang.

La llegada del sonido y los grandes estudios de Hollywood cambió ese panorama y dio paso a un nuevo género de películas llamadas de aventuras, donde las grandes productoras veían posibilidad de hacer caja rápidamente con actores como Douglas Fairbanks o Errol Flynn. Uno de los primeros ejemplos es sin duda Tarzán de los monos (1932).

Los actores pasan a un segundo plano, sus actuaciones son mediocres, ya no son la esencia de la película sino los efectos especiales y visuales de la película. Aunque en estas primeras películas los efectos dejaban mucho que desear, las escenas de lucha de Tarzán con los animales sobre todo están muy bien logradas, no creo que fuera nada fácil en la época rodar estas escenas. Los saltos de liana en liana también son espectaculares, seguro que la gente que acudía a los cines quedaba perpleja ante tales hazañas.

Es evidente que el cine cambió para peor en aquellos años pero reconozco que es una buena película para entretenerse y pasar un buen rato viendo las innovaciones de la época, además la mayoría de clichés quedaron grabados en la memoria de la gente y han servido para sentar las bases del género de aventuras.
7
8 de mayo de 2025 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Johnny Weissmuller encarnó por primera vez al conocido personaje de Edgar Rice Burroughs en este título producido por Irving Thalberg y con dirección artística del ubicuo Cedric Gibbons.

W. S. Van Dyke es el encargado de dirigir esta aventura selvática de supervivencia en un medio salvaje que presenta dosis de erotismo en la relación delicada y sensual manifestada entre Maureen O'Sullivan y un Weissmuller idóneo en su caracterización. El chimpancé Chita será simpático testigo de tal aproximación amorosa.

Es verdad que los trapecios, los hombres disfrazados de gorila, algunas evidentes transparencias, o los enanos pintados de negro haciéndose pasar por pigmeos cantan demasiado y resultan bastante ridículos, pero a pesar de eso, la película no deja de ser un entretenimiento fabuloso con apuntes etnográficos y vadeos de ríos con peligrosos cocodrilos e hipopótamos, además de excelentes y creíbles escenas de lucha entre Tarzán y diversa fauna salvaje.

Nota: 7,5
6
14 de octubre de 2012
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conviene recordar que estamos con una película del año 1932, ni más ni menos, por lo que tenemos que ser indulgentes con errores frutos de los medios empleados y la bisoñez en el arte cinematográfico. Prescindamos de criticar esos cocodrilos e hipopótamos de cartón piedra, los elefantes con orejas de mentira, los enanos pintados de negro, los humanos disfrazados de monos, el monstruo del final que da más bien risa, los trapecios en plena selva y hasta la sorprendente capacidad de nuestro héroe de gritar a pleno pulmón su famoso alarido mientras nada. Si dejamos al margen lo comentado, nos queda una ágil cinta de aventuras bastante entretenida, tonta y simple, pero con el encanto de lo primitivo y con un número de peripecias encadenadas de tal calibre que es imposible que te aburras. Es más, el argumento es tan vistoso que sería un acierto filmar un remake de "Tarzán de los monos" hoy día, con los arreglos pertinentes y con unos efectos especiales de calidad. Seguramente nos saldría un bombazo.

Antes de seguir con la película os confieso que de niño sentía debilidad por Jane. No por Maureen O'Sullivan, sino por el arquetipo en si. Recuerdo en cierta ocasión haber visto una versión en la que la chica iba con su look de exploradora clásico, muy mona ella, cuando la expedición era atacada por una tribu. Se entablaba batalla y poco a poco iban muriendo todos hasta que quedaba únicamente ella. Muy asustada, se ve rodeada por un puñado de negros salvajes que la agarran, la atan y se la llevan prisionera para... no sabía muy bien para qué pero esta historia de índole sexual tan morbosa me impactó de tal modo que aún no me he recuperado.

Dicho lo cual, la Jane de esta versión, Maureen O'Sullivan, sin ser una belleza, es más bien guapa y su personaje no deja de ser atractivo, por sus chiquilladas. Sin embargo, hay va lo traumático de la película, la muy simple, cosa que ella misma lo hace extensivo a todas las mujeres a las que califica de tontas, no hace otra cosa que enamorarse perdidamente de un gañán de tomo y lomo como es Tarzán. Uno estaba seguro que algo tenía que haber entre ellos pero quería pensar que sería de otra forma más justificada. Lo más gordo es que encima Jane tiene la estupenda alternativa de un señor de los pies a la cabeza que es Harry, un verdadero caballero que la pretende, desgraciadamente con poco éxito. Sin embargo yo me llevaba las manos a la cabeza pensando que cómo podía ser que la muy tonta prefiriera al tarugo de Tarzán, al que deseaba que cualquier fiera lo matara, al propio Harry. Como decía, traumatizado me tenía.

Como se ve, a mi Tarzán nunca me ha resultado atractivo. No obstante, entiendo el arrastre de este héroe, que no nos olvidemos, fue un ídolo por aquellos años y muchos más entre niños, jóvenes y hasta adultos. La clave de Tarzán es su primitivismo, en su dejarse llevar por los instintos, la sexualidad más brutal y descarnada, ajena a toda consideración, convencionalismo o moralidad. Eso de hacer como Tarzán cuando uno viera una chica que te gustara, cogerla de los pelos, arrastrarla y llevarla a nuestra cabaña, por mucho que llore y patalee, supone la plasmación de una fantasía que todos hemos tenido, incluyendo seguramente a las propias mujeres. En este sentido, la cinta es de un atrevimiento, de una sexualidad tal que ni siquiera hoy día hay equivalentes en las pantallas. No me extraña que ante el cariz que tomaban los acontecimientos acabara imponiéndose el Codigo Hays, una especie de autocensura, en el año 1934.

Algunos hacen hincapié en el machismo de esta película sin darse cuenta que en realidad es más bien feminista y como tal, una degradación en toda regla de la condición femenina. Resumiendo mucho Jane rechaza la civilización y la cultura occidental y por lo tanto, su status y los roles femeninos tradicionales que representa Harry para adherirse a la verdadera naturaleza que encarna Tarzán. El mensaje es muy claro: olvídate de todo lo que te han contado, esa identidad de género que ha construido para ti la sociedad patriarcal y sigue tu instinto, que es tu verdadera identidad. Aunque eso suponga ir por la vida en paños menores, permanecer encaramada a los árboles en plena jungla, rodearse de monos apestosos y tener a un tipo tan limitado como Tarzán a tu lado. ¿Acaso es a eso a lo que tiene que aspirar la nueva mujer? Pues es muy triste. En cambio yo me quedo, sin dudarlo, con la mujer tradicional.
7
25 de junio de 2014 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La más famosa de las adaptaciones de la novela de Edgar Rice Burroughs y la primera de una docena de películas de Tarzán interpretadas por el campeón olímpico de natación norteamericano (de origen rumano) Johnny Weissmüller.

La peli nos sumerge de lleno en el África misteriosa de la mano de unos codiciosos exploradores europeos en busca del preciado marfil. Les acompaña la hermosa hija de uno de ellos, una encantadora Maureen O'Sullivan que debió de ser un mito erótico de la época. El encuentro con el hombre-mono no se hará esperar y nuestros amigos se verán atrapados por una tribu de pigmeos malvados, de los que curiosamente ninguno tiene ningún rasgo negroide sino más bien parece que los han embetunado para dar el pego...

Hace años leí la novela "Tarzán de los monos" de Burroughs (1912), la edición de Edhasa traducida por María Vidal Campos. Aunque la trama se separa de la obra en muchos aspectos (por ejemplo, no entra a desentrañar el origen de Tarzán, introduce un nuevo y decisivo personaje como la mona Chita, etc...) sí conserva el espíritu original de la novela en muchos otros: la consideración del hombre blanco como una raza superior (pensemos que esto se escribió a principios del siglo XX), la casi total ausencia de principios ecologistas o conservacionistas que alarmarían a muchos críticos hoy en día...

Por último señalar que es una de la películas donde mejor queda retratado el Síndrome de Estocolmo, curiosamente casi 40 años antes de que el término fuese acuñado. Nuestra heroína se enamora de Tarzán, su secuestrador y presunto violador. Ay, Jane, donde te has metido...
5
19 de diciembre de 2018 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película que realmente hizo famoso a Tarzan y es (curiosamente) el que más recordamos como Tarzán.

Me ha decepcionado un poco, ya sé que con los poquísimos años que llevaba el cine incorporando el sonido, se nota que aún los guiones no funcionaban muy bien. Un ejemplo es cuando Jane vuelve con su padre y el padre y el pretendiente quieren dar a caza a Tarzán porque lo consideran peligroso. Ella se ofrece a hablar con él, y el padre accede sin mucha vacilación. Me ha hecho reír de verdad, porque ha sido como: anda hija, ve hacia la muerte, me da igual jajajaja.

Las imágenes de animales no he encontrado mucha información de como se rodaron, si hubo sacrificios o no, aunque supongo que sí... me da un poco de impresión porque tratan a los animales como si fueran cosas. Tal como los "civilizados" quieren tratar a Tarzán, porque es salvaje y no lo consideran uno de los suyos.

Eso sí, me ha sorprendido que no han explicado para nada, el porque Tarzán está ahí.

Dicen que esta pareja de Tarzán y Jane es de las mejores que se hayan hecho. Quizás sea cierto, él lo interpreta muy bien al ser un bruto nato.
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