5 centímetros por segundoAnimación
6.8
8,350
Animación. Drama. Romance
¿Cuándo empecé a escribir mensajes que nunca envío? ¿A qué velocidad debo vivir para volverte a ver? Después de graduarse en escuela primaria, Takaki Tono y Akari Shinohara fueron por caminos separados a pesar de lo que sentían uno por el otro. Lo unico que pasó entre ellos fue el tiempo. Un día, en medio de una tormenta de nieve, Takaki finalmente fue a ver a Akari... La película consta de 3 historias que narran varias etapas desde ... [+]
27 de mayo de 2013
27 de mayo de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Genuina secuencia de poesía.
Sensualidad que transmite en un plano pero parece deslizarse y mezclarse entre diversos sentidos. Se palpa, se huele, se siente y se disfruta. Los colores de Shinkai llenan ojos cansados de almíbar.
Lejos del estereotipo de manga que popularmente nos llega, "5 centímetros por segundo" flota amarrada a los mismos cánones: un amor sin expresar, un destino trágico, el paso del tiempo y la luz sobre dos adolescentes que se mecen a un ritmo ajeno al tiempo institucional.
Pero se escapa al mismo formato, tal vez volcarse definitivamente en la expresión sensorial y dejar la trascendencia inherente al juicio del espectador. No abusa de la metáfora con repetitivas palabras, miradas ultra-trascendentes o caricaturas del ser humano. Simboliza, y mucho, pues hablamos de cine japonés, pero centra toda su atención en colorear esos planos en los que el mensaje ya va implícito.
La estructura, también imaginativa, cuenta la historia de un amor difícil en tres sencillos y cortos pasos. La primera historia es "Extracto de flor de cerezo", donde Takaki Tono y Akari Shinohara se conocen. Como protagonistas, ellos forman el argumento esencial de la película. Van a la misma escuela y, tras graduarse, sus vidas se separan. Lo que nunca se dividirá es el terrible vínculo que sienten el uno por el otro. Más adelante, en la segunda historia "Cosmonauta" vemos más retales de sus vidas, desde otro punto de vista. La historia final, homónima a la película, "5 centímetros por segundo", vuelve a unirlos en una posibilidad de vida juntos.
Como digo, no es la trama lo que verdaderamente hace que esta película funcione. El trato que el director da a los paisajes y los espacios abiertos generan sensaciones muy placenteras que nos permiten, sinceramente, viajar durante un tramo del día en el que decidimos disfrutar de esta cinta.
Las atmósferas que se recrean siempre tienen como punto en común una fragilidad propiciada por esa luz final del día. Como si todo momento fuera a morir y tuviéramos que sentirlo especialmente. Esta joya podría haberse llamado con nombres relativos al fin del verano, el declive de la vida, el terrible adiós... si no hubiera sido porque el tiempo también juega un papel fundamental.
Se muestra en varias ocasiones algún elemento que contiene el paso del tiempo, como si hubiéramos de aferrarnos a la escasez de segundos. Un reloj, las sombras alargándose, las luces de la ciudad, un recuerdo del pasado, una estación de tren. Incluso los vagones y su breve estancia en cada parada también simbolizan esa belleza efímera.
Preciosismo de manos de un dibujante enamorado. Una película no sólo recomendable sino admirable y necesaria, sobre todo en tiempos en los que lo mejor que puede hacer uno es recordar el pasado si lo que quiere es soñar con momentos de gracia.
La mirada al pasado y el guiño al recorrido. El inexorable conocimiento de lo que ya no ocurrirá de nuevo. Triste y violentamente sincero homenaje a la belleza, al colorido de la vida y a la eterna juventud del instante en que vivimos.
Sensualidad que transmite en un plano pero parece deslizarse y mezclarse entre diversos sentidos. Se palpa, se huele, se siente y se disfruta. Los colores de Shinkai llenan ojos cansados de almíbar.
Lejos del estereotipo de manga que popularmente nos llega, "5 centímetros por segundo" flota amarrada a los mismos cánones: un amor sin expresar, un destino trágico, el paso del tiempo y la luz sobre dos adolescentes que se mecen a un ritmo ajeno al tiempo institucional.
Pero se escapa al mismo formato, tal vez volcarse definitivamente en la expresión sensorial y dejar la trascendencia inherente al juicio del espectador. No abusa de la metáfora con repetitivas palabras, miradas ultra-trascendentes o caricaturas del ser humano. Simboliza, y mucho, pues hablamos de cine japonés, pero centra toda su atención en colorear esos planos en los que el mensaje ya va implícito.
La estructura, también imaginativa, cuenta la historia de un amor difícil en tres sencillos y cortos pasos. La primera historia es "Extracto de flor de cerezo", donde Takaki Tono y Akari Shinohara se conocen. Como protagonistas, ellos forman el argumento esencial de la película. Van a la misma escuela y, tras graduarse, sus vidas se separan. Lo que nunca se dividirá es el terrible vínculo que sienten el uno por el otro. Más adelante, en la segunda historia "Cosmonauta" vemos más retales de sus vidas, desde otro punto de vista. La historia final, homónima a la película, "5 centímetros por segundo", vuelve a unirlos en una posibilidad de vida juntos.
Como digo, no es la trama lo que verdaderamente hace que esta película funcione. El trato que el director da a los paisajes y los espacios abiertos generan sensaciones muy placenteras que nos permiten, sinceramente, viajar durante un tramo del día en el que decidimos disfrutar de esta cinta.
Las atmósferas que se recrean siempre tienen como punto en común una fragilidad propiciada por esa luz final del día. Como si todo momento fuera a morir y tuviéramos que sentirlo especialmente. Esta joya podría haberse llamado con nombres relativos al fin del verano, el declive de la vida, el terrible adiós... si no hubiera sido porque el tiempo también juega un papel fundamental.
Se muestra en varias ocasiones algún elemento que contiene el paso del tiempo, como si hubiéramos de aferrarnos a la escasez de segundos. Un reloj, las sombras alargándose, las luces de la ciudad, un recuerdo del pasado, una estación de tren. Incluso los vagones y su breve estancia en cada parada también simbolizan esa belleza efímera.
Preciosismo de manos de un dibujante enamorado. Una película no sólo recomendable sino admirable y necesaria, sobre todo en tiempos en los que lo mejor que puede hacer uno es recordar el pasado si lo que quiere es soñar con momentos de gracia.
La mirada al pasado y el guiño al recorrido. El inexorable conocimiento de lo que ya no ocurrirá de nuevo. Triste y violentamente sincero homenaje a la belleza, al colorido de la vida y a la eterna juventud del instante en que vivimos.
10 de enero de 2014
10 de enero de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada toma, cada plano, cada secuencia en un poema visual lleno de colores que se acomodan en lo mas profundo de muestro cerebro abrazando cálidamente nuestros mas olvidados sentimientos. Aquellos sentimientos de muestra ya lejana adolescencia, nuestros primeros amores, amores que deseábamos con todo nuestro corazón que fueran eternos y a su vez algo misteriosamente real nos susurraba suavemente a los oídos del alma que aquello no iba a ser posible, que una larga vida llena de cambios impredecibles se forjaba en el lejano horizonte de nuestro futuro.
Allí, a ese añorado y hermoso pasado repleto de novedosos sentimientos aún por explorar nos transporta esta tierna historia.
Allí, a ese añorado y hermoso pasado repleto de novedosos sentimientos aún por explorar nos transporta esta tierna historia.
11 de octubre de 2015
11 de octubre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Visualmente esta corta película entra en el círculo donde se encuentran lo que se podría calificar como obras de arte. Los colores, el juego de luces, las sombras, las expresiones... es una maravilla.
Argumentalmente es simple, formada por detalles que le otorgan cierta profundidad sentimental. Está formada por dos historias de amor representadas de forma realista, por así decirlo, que sirven como reflejo de lo que es la vida, los sentimientos, los deseos o el futuro; más una tercera historia que podríamos calificar como cierre de las dos anteriores y final de la película, aunque es más bien un epílogo de música e imágenes.
Se me hace muy corta y me deja la sensación de componerse de ideas sin florecer, o a las que no se les ha podido encontrar un mayor desarrollo. Es bonita y no quita mucho tiempo, solo le falta un mayor contenido.
Argumentalmente es simple, formada por detalles que le otorgan cierta profundidad sentimental. Está formada por dos historias de amor representadas de forma realista, por así decirlo, que sirven como reflejo de lo que es la vida, los sentimientos, los deseos o el futuro; más una tercera historia que podríamos calificar como cierre de las dos anteriores y final de la película, aunque es más bien un epílogo de música e imágenes.
Se me hace muy corta y me deja la sensación de componerse de ideas sin florecer, o a las que no se les ha podido encontrar un mayor desarrollo. Es bonita y no quita mucho tiempo, solo le falta un mayor contenido.
7 de noviembre de 2017
7 de noviembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca he experimentado nada parecido al amor pero, sin embargo, el tono de peliculas así me cautiva. No sé por qué, pero me gusta ver como se desarrollan estas historias y hundirme en la miseria al compararlas con mi vida real.
Esta en concreto me ha parecido magnifica. Desde su animación, que es preciosa, hasta la forma en la que los protagonistas narran la historia, con una voz fria y una mirada ausente, esas escenas en las que nadie dice una palabra pero que expresan tanto, y el tono que tiene, tan melancólico.
Le he dado un ocho porque soy consciente de que, debido a mi falta de experiencia, no he entendido todo lo que quiere decir. Pero bueno aun soy joven y me falta mucho por experimentar, t,al vez la vea dentro de diez años y vea algo totalmente diferente a lo que he visto hoy, y entonces mire atras y piense "que idiota era".
Pero si algo ha conseguido esta pelicula es hacer que cambie radicalmente lo que piense al ver un cerezo en flor.
Esta en concreto me ha parecido magnifica. Desde su animación, que es preciosa, hasta la forma en la que los protagonistas narran la historia, con una voz fria y una mirada ausente, esas escenas en las que nadie dice una palabra pero que expresan tanto, y el tono que tiene, tan melancólico.
Le he dado un ocho porque soy consciente de que, debido a mi falta de experiencia, no he entendido todo lo que quiere decir. Pero bueno aun soy joven y me falta mucho por experimentar, t,al vez la vea dentro de diez años y vea algo totalmente diferente a lo que he visto hoy, y entonces mire atras y piense "que idiota era".
Pero si algo ha conseguido esta pelicula es hacer que cambie radicalmente lo que piense al ver un cerezo en flor.
30 de diciembre de 2017
30 de diciembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver la tan aclamada (e increíble) 'Your name', quería conocer más de Makoto Shinkai, y anoche vi la oportunidad perfecta para ver una de sus primeras películas. Y he de decir, que es una maravilla.
La película se compone de tres historias cuyos límites se establecen perfectamente. Si bien el argumento peca a veces de simple, y de querer explotar en algún momento, no llega a despegar del todo. Quizá ahí se encuentre su encanto.
Es una maravilla visual, la calidad con la que trata cada uno de los planos y que sean tan llamativos es una delicia visual que nadie debería dejar pasar.
Bendita animación japonesa. Magistral Shinkai.
La película se compone de tres historias cuyos límites se establecen perfectamente. Si bien el argumento peca a veces de simple, y de querer explotar en algún momento, no llega a despegar del todo. Quizá ahí se encuentre su encanto.
Es una maravilla visual, la calidad con la que trata cada uno de los planos y que sean tan llamativos es una delicia visual que nadie debería dejar pasar.
Bendita animación japonesa. Magistral Shinkai.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La primera historia, el viaje de Takaki para ver a Akari después de tanto tiempo, la desolación, impaciencia, desesperación por el tiempo que pasa y cómo se ve incapaz de hacer más para llegar a la hora establecida para verla. Cómo el viento se lleva la carta que contiene sus sentimientos sin que él pueda hacer más que mirar. Y como el beso le hace darse cuenta de que su historia nunca podrá llegar a tener final feliz.
La segunda historia, el callarse los sentimientos por miedo a la reacción de la otra persona, y lo desgarrador que resulta que la otra parte se sienta inalcanzable por mucho que intentemos o mostremos. Takaki parece siempre distraído, escribiendo mensajes que nunca envía, con la mirada perdida, más allá. Visualmente, la mejor historia de las tres, con esos planos al anochecer.
La tercera historia definitiva, el paso del tiempo y el arrepentimiento de algo que pudo haber sido y no fue. Desgarradora esa última escena final en la que ambos se cruzan y Akari, habiendo rehecho su vida, continúa sin girarse, mientras que Takaki conserva la esperanza de que sea ella y se gire. Bonito el detalle de la última sonrisa de Takaki habiendo aceptado que debe continuar con su vida.
La segunda historia, el callarse los sentimientos por miedo a la reacción de la otra persona, y lo desgarrador que resulta que la otra parte se sienta inalcanzable por mucho que intentemos o mostremos. Takaki parece siempre distraído, escribiendo mensajes que nunca envía, con la mirada perdida, más allá. Visualmente, la mejor historia de las tres, con esos planos al anochecer.
La tercera historia definitiva, el paso del tiempo y el arrepentimiento de algo que pudo haber sido y no fue. Desgarradora esa última escena final en la que ambos se cruzan y Akari, habiendo rehecho su vida, continúa sin girarse, mientras que Takaki conserva la esperanza de que sea ella y se gire. Bonito el detalle de la última sonrisa de Takaki habiendo aceptado que debe continuar con su vida.
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