Haz click aquí para copiar la URL

Sólo los ángeles tienen alas

Drama. Romance. Aventuras En un país sudamericano situado en los Andes, mientras Geoff Carter (Cary Grant) dirige un servicio de transporte aéreo de mercancías, Bonnie Lee (Jean Arthur) es una corista que está allí de vacaciones. (FILMAFFINITY)
Críticas 47
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
9
8 de octubre de 2014
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es muy peligroso ver una película cuyo actor protagonista no nos es simpático, el recelo inicial puede condicionarlo todo y en este caso el guaperas Cary Grant me echaba mucho para atrás. Por ello debo empezar tecleando que el inicio de "Sólo los ángeles tienen alas", con sus primeros veinte minutos, ha acabado con mis dudas y a partir de ahí lo que va llegando es cada vez mejor. A Howard Hawks le quedaba muy buen cine por hacer aún, pero creo yo que ya en esa década de los 30 era alguien que sabía muy bien lo que hacía. En especial, no puedo dejar de señalar y recomendar "La escuadrilla del amanecer" (1930), una película poco conocida que también centra todo su interés en la vida de los aviadores, en este caso en un escenario bélico y con resultados muy meritorios.

La historia de este grupo de trabajadores del aire en un país sudamericano es una historia heroica y emotiva, retrata la vida de gente que valoran la amistad y el día a día, brindan por el presente que los tiene unidos y vivos, sin miedo a un trabajo que en cualquier vuelo puede acabar con sus vidas. Cary Grant al mando, repeinado y siempre empalagoso, pero que en esta ocasión hasta me ha ganado el corazoncito cuando se pone tosco al piano para olvidar la pérdida de otro buen compañero. Incluso las apariciones de dos mujeres florero, incluida Rita Hayworth, ahí es nada, no le resta contundencia a la película, incluso está bien que Cary Grant flirtee con ellas, por algo su vida es la del aventurero decidido y de carácter. ¿Y la amistad?; su elogio es posiblemente lo que mejor ofrece esta película, hecha con buenas intenciones, entretenida y con muchos quilates de calidad.

Por ello me puedo sentir satisfecho de encontrar en una película de hace ya casi ochenta años (se dice pronto) una fuente de tan buen cine. Hawks realiza toda una lección, capaz de aglutinar una intensidad tremenda en los escenarios que filma, dentro de los aviones, en esa posada que es a la vez empresa de aviación, en las escenas exteriores, a través de los que vuelan y a través de los que nos quedamos en tierra. Valor y valentía, sólo así se forjan las películas buenas de aventuras. Creo que no se puede pedir mucho más, dan ganas de ser igual que esos aviadores... pero no, por suerte soy sólo espectador, y más suerte aún tengo de seguir recomendaciones como "Sólo los ángeles tienen alas". El siglo XXI me gusta porque es el que me toca vivir pero en cuanto a cine, no hay color, me quedo con el B/N clásico de, por ejemplo, Howard Hawks.
8
30 de agosto de 2016 3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente película, que supuso un extraordinario éxito sobre todo de público. La razón es que detrás de la cámara estaba uno de los grandes: Howard Hawks, capaz de dirigir cualquier género de película.
Aquí logra, gracias a un soberbio guión, una película sólida donde valores como amistad, amor, peligro y muerte se superponen en un espectáculo visual y sentimental.
Algunos de los intérpretes lograron aquí sus mejores caracterizaciones, dotándoles de una humanidad pocas veces reflejadas con tanta intensidad dramática.
Amor, humor y tensión, se combinan en una perfecta narración que no se olvida una vez vivida.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2007/01/slo-los-ngeles-tienen-alas-only-angels.html
8
24 de febrero de 2015 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viendo películas así, surgen inmediatamente las comparaciones con productos muy posteriores, y supertaquilleros, que pretendieron seguir, a su manera, la gran tradición del cine de aventuras. Es evidente la desventaja cualitativa de estas secuelas, porque la espectacularidad, si no va acompañada de una historia atractiva, con personajes que atraigan tu empatía, resulta fría, maquinal. No ocurre con la excelente cinta de Hawks. No necesita pasar de la selva amazónica a un tugurio nepalés, y de allí a las arenas de un desierto bíblico, para mantener el interés del público.

Toda la acción se desarrolla en el mismo lugar: un aeródromo perdido de Sudamérica, donde un grupo de pilotos se dedica al transporte aéroeo de mercancías. Jugándose la vida en cada vuelo a través de montañas nevadas. El guión elude toda espectacularidad forzada; toda la historia es verosímil. La fuerza de los personajes está más en su forma de actuar que en la psicología o en los diálogos. No es, por tanto, una película "profunda", porque Hawks no tenía semejante intención.

Los pilotos viven familiarizados con la tragedia. Frencuentemente desaparece uno de ellos en accidente. Jean Arthur queda sorprendida, y escandalizada, viendo la aparente indiferencia con que se acoge la muerte de un compañero. Nada más lejano a la realidad. El dolor no se refleja con aparatosas muestras de solidaridad ni solemnes funerales. Después del accidente se despejará con gran rapidez la pista para no interrumpir el despegue normal de más avionetas. Sólo quienes conviven con el riesgo saben que los lazos más sólidos se anudan en silencio y que ningún alarde plañidero los recompondrá cuando quedan deshechos por la muerte.

A este mundillo desolado van a llegar tres personajes. El de Jean Arthur, hija de trapecista, vital, todavía inexperta y con mucho candor para semejante entorno. También llega un matrimonio curioso. Él (Cary Grant) es un piloto con un acto de imperdonable cobardía en su pasado, que le lastra la conciencia. Se ha cambiado el nombre para no ser reconocido, pero el mundo es un pañuelo, así que, en atención a sus deméritos, se le encomendarán los trabajos más peligrosos. La mujer es una bomba: Rita Hayworth, a medio camino entre mujer fatal y devota esposa. Aunque el rey de la función acabará siendo Thomas Mitchell, uno de los secundarios imprescindibles en el cine de esa época.

Con estos elementos compone Hawks una estupenda historia de amor, aventuras, solidaridad y respeto. Beneficiada por espectaculares y muy veraces secuencias aéreas rodadas por una segunda unidad.
8
26 de mayo de 2015 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un genial Haward Hawks saca todo el provecho interpretativo y argumental para que ésta cinta, esté dentro de las joyas eternas del cine clásico. Y ello se nota, en los diálogos inteligentes, el ritmo coherente y dinámico en que transcurre la historia y que nos conduce a valorar lo duros que fueron esos tiempos donde, pareciera que todo empezaba, como por ejemplo la aviación como medio tanto de trabajo como de transporte único entre latitudes lejanas.Un Cary Grant en su plenitud física, con un rol que se aparta un poco del típico loverman distinguido, sarcástico y elegante que lo harían trascender por siempre y para siempre. Acá, logra darle al personaje de jefe de cuadrilla de aviadores, el matiz de fuerte, brusco, duro y a la vez de férrea disciplina que convence por su versatilidad, saliendo bien librado con creces. Acompañado por la siempre dulce Jean Arthur, de una belleza sencilla, haciendo de complemento sentimental al frío corazón del personaje de Cary, endurecido por un antiguo amor que vuelve a aparecer por esas cosas locas del destino. Y si de ángeles se trata, caería uno para empezar a labrar su nombre en letras doradas, antes de ser la maravillosa pelirroja de leyenda, la diosa Rita Hayworth. Su sensualidad, belleza y magnetismo poderosos, quedan patentados en esos deliciosos y breves planos para que la historia nunca la olvide.Caso a parte, la clase de actuación del siempre cumplidor Thomas Mitchell.En fin. Cine del grande que enamora.Y que a pesar del tiempo y de su contexto, luce fresca y joven. Así de simple.
8
18 de febrero de 2021 2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
'Only Angels Have Wings' cuenta la historia de un grupo de pobres diablos jugando a ser ángeles. Sin embargo, y como reza el título de la película, solo estos últimos tienen alas, aunque, muy probablemente, no posean el corazón de los primeros. El amor fraternal que se profesa esta cuadrilla de pilotos, precisamente, es el motor principal que hace avanzar la cinta de Howard Hawks. Por en medio, otro tipo de romance, más convencional, pero igualmente delicioso, con dos mujeres, Jean Arthur y Rita Hayworth, intentando entender lo incomprensible.

Y que no es otra cosa que ciertos códigos no escritos –no, al menos, de forma explícita– que versan sobre el honor, la lealtad, el compañerismo o la redención. Todos ellos se presentan en el filme de manera sutil, muchas veces flirteando con la forma, con esos blancos y negros que hacen que la luz se filtre entre las persianas; con miradas que, aunque procuren parecer convencidas, tratan de decir todo lo contrario; o con la música, que, como lleva pasando desde tiempos inmemoriales, continúa siendo fiel espejo del alma.

Todos estos personajes, inadaptados la mayoría, juegan con algo a su favor que provoca que casi siempre actúen a la desesperada: no tienen nada que perder. Quizás solo así –y teniendo, paradójicamente, todas las de ganar– se puedan asimilar ciertas decisiones que van desde jugarse la vida en un avión que apenas puede emprender el vuelo a apostarse cualquier relación lanzando una moneda al aire.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para