La gran belleza
2013 

7.4
38,891
Comedia. Drama
En Roma, durante el verano, nobles decadentes, arribistas, políticos, criminales de altos vuelos, periodistas, actores, prelados, artistas e intelectuales tejen una trama de relaciones inconsistentes que se desarrollan en fastuosos palacios y villas. El centro de todas las reuniones es Jep Gambardella (Toni Servillo), un escritor de 65 años que escribió un solo libro y practica el periodismo. Dominado por la indolencia y el hastío, ... [+]
10 de marzo de 2014
10 de marzo de 2014
19 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escogí esta película engañado por un vídeo de 5 minutos que hay en Youtube, en el que se muestra una conversación entre cincuentones en una terraza de Roma el cual encontré sumamente inteligente y agudo, al estilo de la francesa "El nombre", gran película. Sin embargo al acabarla, me di cuenta de que había sido engañado como cuando ves el típico trailer que te hace esperar lo mejor y cuando ves la película al único que te dan ganas de felicitar es al que ha hecho el trailer por su habilidad para esconder la gran bazofia que acabas de ver.
Pues así fue, se me hizo extremadamente larga, incluso al punto de estar pensando en salir de la sala y meterme a otra (cosa que no he hecho en mi vida). He leído críticas por ahí que la ponen por las nubes, llegando a plantearme que es posible que no haya captado su estética poética, o que simplemente no haya entendido el mensaje. De acuerdo, lo puedo aceptar. Pero a mi humilde entender, lo que me ha transmitido esta película es desilusión, decadencia, relativismo, hedonismo,... en pocas palabras, el ideal del hombre light que describe Enrique Rojas.
Entiendo que haya una parte de esta sociedad inmersa en el tipo de vida que describe la película, entiendo que el director haya querido realizar una crítica a ese tipo de vida (que no me ha quedado claro si lo que pretende es criticarla o simplemente decir que es lo que hay), pero lo que no entiendo es la forma en que lo ha querido expresar. Hay momentos inconexos, en los que nada tiene pies ni cabeza. Es larga hasta la saciedad, dando la sensación de que no avanza, de que los acontecimientos se suceden unos tras otros sin que haya un final. No hay una trama bien definida ni un hilo conductor. A mí personalmente me ha aburrido bastante.
El personaje principal me ha caído simpático, como muchos otros (sobre todo el de: "TE VOY A FOLLAR!!!!"), pero están tan vacíos y carentes de virtud que no hay en ellos nada que me motive a querer saber sobre su vacua vida.
Da pena pensar que realmente haya gente que se gaste su dinero de fiesta en fiesta, destrozándose la cara y el cuerpo a base de botox, habiendo tantísimas personas en este mundo que vivirían más de un año con lo que ellos gastan en una noche. Se echa de menos un mensaje positivo, que ilusione y motive, y no tanto pesimismo y conformismo.
Lo mejor, algún diálogo como el de la terraza, y alguna secuencia poética como la que se queda ensimismado observando las fotografías diarias, sobre todo por el precioso violín que acompaña.
Lo peor, la excesiva duración, la cantidad de personajes sin que aporten demasiado, el mensaje pesimista que ofrece. Recomiendo al terminarla ponerse a Emilio Duró para contrarrestar los efectos.
Pues así fue, se me hizo extremadamente larga, incluso al punto de estar pensando en salir de la sala y meterme a otra (cosa que no he hecho en mi vida). He leído críticas por ahí que la ponen por las nubes, llegando a plantearme que es posible que no haya captado su estética poética, o que simplemente no haya entendido el mensaje. De acuerdo, lo puedo aceptar. Pero a mi humilde entender, lo que me ha transmitido esta película es desilusión, decadencia, relativismo, hedonismo,... en pocas palabras, el ideal del hombre light que describe Enrique Rojas.
Entiendo que haya una parte de esta sociedad inmersa en el tipo de vida que describe la película, entiendo que el director haya querido realizar una crítica a ese tipo de vida (que no me ha quedado claro si lo que pretende es criticarla o simplemente decir que es lo que hay), pero lo que no entiendo es la forma en que lo ha querido expresar. Hay momentos inconexos, en los que nada tiene pies ni cabeza. Es larga hasta la saciedad, dando la sensación de que no avanza, de que los acontecimientos se suceden unos tras otros sin que haya un final. No hay una trama bien definida ni un hilo conductor. A mí personalmente me ha aburrido bastante.
El personaje principal me ha caído simpático, como muchos otros (sobre todo el de: "TE VOY A FOLLAR!!!!"), pero están tan vacíos y carentes de virtud que no hay en ellos nada que me motive a querer saber sobre su vacua vida.
Da pena pensar que realmente haya gente que se gaste su dinero de fiesta en fiesta, destrozándose la cara y el cuerpo a base de botox, habiendo tantísimas personas en este mundo que vivirían más de un año con lo que ellos gastan en una noche. Se echa de menos un mensaje positivo, que ilusione y motive, y no tanto pesimismo y conformismo.
Lo mejor, algún diálogo como el de la terraza, y alguna secuencia poética como la que se queda ensimismado observando las fotografías diarias, sobre todo por el precioso violín que acompaña.
Lo peor, la excesiva duración, la cantidad de personajes sin que aporten demasiado, el mensaje pesimista que ofrece. Recomiendo al terminarla ponerse a Emilio Duró para contrarrestar los efectos.
31 de enero de 2014
31 de enero de 2014
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película interesante, aunque a mi entender lejos de ser redonda. "La gran belleza" sigue la estela de muchos clásicos del cine italiano en el retrato a una sociedad hipócrita, cruel y ahogada en su propia vacuidad. El protagonista (otra vez muy bien Toni Servillo) parece ser el único ser consciente de las incoherencias del mundo en el que vive. La Roma que Sorrentino nos retrata está plagada de seres de vida acomodada que han alcanzado la madurez, arrastrando sus nostalgias, dejándose llevar por una lujuria falsa, ahogando su patetismo en fiestas ridículas y ensordeciendo sus conciencias con música pegadiza y facilona. La búsqueda de la autenticidad les lleva a caer en lo estrafalario y lo ridículo. Todos huyen de los recuerdos, pero no pueden impedir volver a ellos. Sus vidas consisten en bailar siguiendo coreografías prefabricadas, y formar absurdos trenecitos que no llevan a ninguna parte...
Para ello, Sorrentino utiliza un lenguaje narrativo difuso y enrevesado, que puede repeler o atraer al espectador, según los gustos. Tanto desde un punto de vista formal como de contenidos, "La gran belleza" juega con la idea del contraste: pasado y futuro, luz y oscuridad, soledad y muchedumbre, silencio y algarabía, realidad y sueño, idealismo y hedonismo... Sin embargo, ese estilo renqueante se convierte también en el lastre de la película. El argumento transcurre de un modo deslavazado y caótico, y el tono monocorde provoca la sensación de que la historia no avanza. De hecho, a partir de un determinado momento (bastante pronto), el film no avanza en absoluto, con lo que sólo queda rendirse a las sugerentes imágenes y afiladas frases que Sorrentino nos ofrece. Sí, la película se me ha hecho larga.
Hay muchas secuencias destacables, y muchas metáforas que permiten interpretaciones diferentes (el lejano recuerdo del amor perdido, la clínica de botox, la santa, las aves migrando, el mar imaginado en el techo del dormitorio...). En cualquier caso, el mérito de "La gran belleza" es la crudeza de su mensaje. A través de la mirada cínica e irónica del protagonista, el espectador puede enfrentarse a sus propias contradicciones. Y, de un modo u otro, nos sentimos identificados. Todos tenemos un romano dentro.
Para ello, Sorrentino utiliza un lenguaje narrativo difuso y enrevesado, que puede repeler o atraer al espectador, según los gustos. Tanto desde un punto de vista formal como de contenidos, "La gran belleza" juega con la idea del contraste: pasado y futuro, luz y oscuridad, soledad y muchedumbre, silencio y algarabía, realidad y sueño, idealismo y hedonismo... Sin embargo, ese estilo renqueante se convierte también en el lastre de la película. El argumento transcurre de un modo deslavazado y caótico, y el tono monocorde provoca la sensación de que la historia no avanza. De hecho, a partir de un determinado momento (bastante pronto), el film no avanza en absoluto, con lo que sólo queda rendirse a las sugerentes imágenes y afiladas frases que Sorrentino nos ofrece. Sí, la película se me ha hecho larga.
Hay muchas secuencias destacables, y muchas metáforas que permiten interpretaciones diferentes (el lejano recuerdo del amor perdido, la clínica de botox, la santa, las aves migrando, el mar imaginado en el techo del dormitorio...). En cualquier caso, el mérito de "La gran belleza" es la crudeza de su mensaje. A través de la mirada cínica e irónica del protagonista, el espectador puede enfrentarse a sus propias contradicciones. Y, de un modo u otro, nos sentimos identificados. Todos tenemos un romano dentro.
28 de febrero de 2014
28 de febrero de 2014
27 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Dios! Parecía que no se iba a acabar nunca...
Vaya tela. Sólo me quedé hasta ver el final por ver si el protagonista se suicidaba, y con ello terminaba este soberano tostón. Visualmente impecable, pero completamente vacuo de contenido.
Es, sin lugar a dudas, la mayor decepción de este año en cuanto a las peliculas de la filmoteca.
Vienddo las criticas (y las votaciones de los usuarios) esperaba ver un peliculón.
Vaya tela. Sólo me quedé hasta ver el final por ver si el protagonista se suicidaba, y con ello terminaba este soberano tostón. Visualmente impecable, pero completamente vacuo de contenido.
Es, sin lugar a dudas, la mayor decepción de este año en cuanto a las peliculas de la filmoteca.
Vienddo las criticas (y las votaciones de los usuarios) esperaba ver un peliculón.
15 de agosto de 2015
15 de agosto de 2015
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Perdón por el pareado poco imaginativo, pero es que me venia a huevo.
Roma, un verano en todo su esplendor. Jep Gambardella es un hombre atractivo y seductor irresistible, que hace ignorar a cualquiera sus primeros signos de envejecimiento. Jep disfruta al máximo de la vida social de la ciudad y asiste a cenas y fiestas chic, donde su ingenio y deliciosa compañía son siempre bienvenidos. Periodista de éxito y seductor innato, escribió una novela de juventud con la que consiguió un premio literario y su reputación de escritor frustrado. Ahora esconde su desencanto tras una actitud cínica que le lleva a ver el mundo con cierta lucidez amarga. Cansado de su estilo de vida, Jep sueña con volver a escribir.
Se trata de una película sobre el hastío y el desencanto que sobrelleva como puede un hombre de 65 años, ya de vuelta de todo. Ahora bien, ¿se puede hacer una peli sobre la vacuidad sin caer en la vacuidad y el aburrimiento? Este es el escollo que la obra, a mi parecer, no logra salvar. Otro tanto le pasó a la sobrevaloradísima "La dolce vita" de Federico Fellini de la que tanto ha bebido Paolo Sorrentino. En aquella, como en esta, me aburrí como una ostra aunque la de Fellini por lo menos contaba con un Alfredo Mastroianni en estado de gracia.
Como de todo tiene que haber en la viña del Señor, he de reconocer que no me ha gustado nada. El hastío que retrata la película se me ha contagiado. He acabado harto de los continuos travellings con los que Sorrentino parece querer hacerse su "marca" de cine de autor. A los que les haya gustado les recomiendo una peli que, de buen seguro, disfrutarán: "Somewhere" de Sofia Coppola. En esa, incluso me aburrí menos.
En efecto, "La gran belleza" me la pela.
Roma, un verano en todo su esplendor. Jep Gambardella es un hombre atractivo y seductor irresistible, que hace ignorar a cualquiera sus primeros signos de envejecimiento. Jep disfruta al máximo de la vida social de la ciudad y asiste a cenas y fiestas chic, donde su ingenio y deliciosa compañía son siempre bienvenidos. Periodista de éxito y seductor innato, escribió una novela de juventud con la que consiguió un premio literario y su reputación de escritor frustrado. Ahora esconde su desencanto tras una actitud cínica que le lleva a ver el mundo con cierta lucidez amarga. Cansado de su estilo de vida, Jep sueña con volver a escribir.
Se trata de una película sobre el hastío y el desencanto que sobrelleva como puede un hombre de 65 años, ya de vuelta de todo. Ahora bien, ¿se puede hacer una peli sobre la vacuidad sin caer en la vacuidad y el aburrimiento? Este es el escollo que la obra, a mi parecer, no logra salvar. Otro tanto le pasó a la sobrevaloradísima "La dolce vita" de Federico Fellini de la que tanto ha bebido Paolo Sorrentino. En aquella, como en esta, me aburrí como una ostra aunque la de Fellini por lo menos contaba con un Alfredo Mastroianni en estado de gracia.
Como de todo tiene que haber en la viña del Señor, he de reconocer que no me ha gustado nada. El hastío que retrata la película se me ha contagiado. He acabado harto de los continuos travellings con los que Sorrentino parece querer hacerse su "marca" de cine de autor. A los que les haya gustado les recomiendo una peli que, de buen seguro, disfrutarán: "Somewhere" de Sofia Coppola. En esa, incluso me aburrí menos.
En efecto, "La gran belleza" me la pela.
11 de febrero de 2014
11 de febrero de 2014
21 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
A los cinco minutos sabia que la película era mala. La fiesta inicial da una idea de lo que te espera después: lentitud, aburrimiento, asombro de las buenas críticas que la avalan y estupor por ser una especie de remake de "La dolce vita" de Fellini. Pero aguanto hasta el final haciendo un gran esfuerzo para digerir este esperpento. Y es que nunca pueden salir bien las historias cinematográficas que se cuentan con fiestas horteras, con personajes de cartón piedra y con diálogos abstrusos. La estética formal fotográfica y tecnológica de este film es insuficiente para dar buena nota al conjunto cuando un guión pedante y una longitud fílmica inadecuada la acompañan. Además, no está dirigida con tensión sino con una prepotente laxitud que anula cualquier emoción en el espectador. En resumen, debo criticar a los críticos que han ensalzado esta película, que está muy lejos de llegar a la de Federico Fellini, que, en blanco y negro, filmó una obra maestra de la degeneración de la alta burguesía. Respecto a los actores no tengo nada interesante que comentar.
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