De repente en el verano
1959 

7.6
8,132
Drama. Intriga
En la Nueva Orleans de 1937, una rica viuda, la señora Venable, ofrece al doctor Cukrowicz los fondos para crear un hospital a condición de que practique una lobotomía a su sobrina Catherine. La señora Venable se encuentra perturbada por la reciente muerte en Europa de su hijo Sebastian, con quien solía viajar todos los veranos, salvo el último, en el que Sebastian prefirió llevar como acompañante a su prima Catherine. (FILMAFFINITY)
10 de enero de 2009
10 de enero de 2009
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando una obra teatral se adapta para la gran pantalla puede ocurrir que los actores no estén a la altura de la dramatización y los diálogos, y que el director no sepa encajar el ritmo del film de manera acertada. Quizá por ello esta película fue dirigida por Mankievicz (como hiciera más adelante con La Huella), que es un maestro en llevar al cine diálogos y dramas teatrales.
El arranque de la película es sensacional, y ya desde el inicio demuestra que el director busca aportar un valor añadido a la obra a través de la cámara, con planos "diferentes" y sobre todo con una cuidada ambientación y decorados que acentúan el caracter exótico de la historia relatada.
La secuencia inicial, con el descenso en ascensor de la dama rica y su diatriba sombre la muerte en el tétrico jardín nos adentran en una atmósfera sórdida, donde nada es normal y nos prepara para el relato irracional que prosigue.
Las interpretaciones de Clift, Taylor y Hepburn llevan el peso de la película y son lo mejor de la misma, sin menospreciar la acentuación que con la cámara y la música se consigue de dichas interpretaciones.
El desenlace, incomprensible, desata el tono surrealista de la película, involucrando al espectador en una sórdida caricatura de la justicia y de la barbarie de la vida.
Muy recomendable.
El arranque de la película es sensacional, y ya desde el inicio demuestra que el director busca aportar un valor añadido a la obra a través de la cámara, con planos "diferentes" y sobre todo con una cuidada ambientación y decorados que acentúan el caracter exótico de la historia relatada.
La secuencia inicial, con el descenso en ascensor de la dama rica y su diatriba sombre la muerte en el tétrico jardín nos adentran en una atmósfera sórdida, donde nada es normal y nos prepara para el relato irracional que prosigue.
Las interpretaciones de Clift, Taylor y Hepburn llevan el peso de la película y son lo mejor de la misma, sin menospreciar la acentuación que con la cámara y la música se consigue de dichas interpretaciones.
El desenlace, incomprensible, desata el tono surrealista de la película, involucrando al espectador en una sórdida caricatura de la justicia y de la barbarie de la vida.
Muy recomendable.
14 de mayo de 2011
14 de mayo de 2011
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenesse Williamns visto por Mankiewicz, a través de los ojos de Gore Vidal. Demasiado talento en cuanto a soporte literario, adaptación y puesta en escena al que hay que unir unos actores inolvidables: Hepburn, Taylor, Clift. La consecuencia no podía ser otra que una obra maestra.
Atrevida, sugerente, llena de escenas memorables y con interpretaciones (en especial Taylor) que dejan sin aliento. Lo más destacado de la película es que casi su auténtico protagonista no se nos muestra en ningún momento: el tristemente fallecido Sebastián, poeta sesible y romántico que ha muerto en circunstancias extrañas que han traumatizado a su prima y su madre. Algo muy dificil de conseguir que sólo habían realizado con éxito el propio director en "Carta a Tres Esposas" y George Cuckor en "Edward, mi hijo"-.
¿Qué ocurrió en las playas españolas ese Último Verano?¿Qué secreto se esconde tras la apariencia impecable de una honorable dama rica sureña y su hermosa sobrina?. Mankiewicz nos desmenuza la trama con una precisión cirujana, sonsteniéndose en largas, densas y dramaticas escenas de diálogos tan carcterísticas de su cine. Su adaptación, sin embargo, no se ciñe a la reproducción teatral del fantasmagórico universo Williamsiano, sino que su puesta en escena es puramente cinematográfica, y cuenta con un tramo final en forma de flash-back que merece pasar a la historia del cine por resultar sencillamente aterrador sin mostrar en ningún momento la violencia.
Lástima que "Cleopatra" enfangara a este genial director durante la próxima década, casi hasta el final de su carrera.
Atrevida, sugerente, llena de escenas memorables y con interpretaciones (en especial Taylor) que dejan sin aliento. Lo más destacado de la película es que casi su auténtico protagonista no se nos muestra en ningún momento: el tristemente fallecido Sebastián, poeta sesible y romántico que ha muerto en circunstancias extrañas que han traumatizado a su prima y su madre. Algo muy dificil de conseguir que sólo habían realizado con éxito el propio director en "Carta a Tres Esposas" y George Cuckor en "Edward, mi hijo"-.
¿Qué ocurrió en las playas españolas ese Último Verano?¿Qué secreto se esconde tras la apariencia impecable de una honorable dama rica sureña y su hermosa sobrina?. Mankiewicz nos desmenuza la trama con una precisión cirujana, sonsteniéndose en largas, densas y dramaticas escenas de diálogos tan carcterísticas de su cine. Su adaptación, sin embargo, no se ciñe a la reproducción teatral del fantasmagórico universo Williamsiano, sino que su puesta en escena es puramente cinematográfica, y cuenta con un tramo final en forma de flash-back que merece pasar a la historia del cine por resultar sencillamente aterrador sin mostrar en ningún momento la violencia.
Lástima que "Cleopatra" enfangara a este genial director durante la próxima década, casi hasta el final de su carrera.
23 de abril de 2013
23 de abril de 2013
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Anoche tenía varias opciones de cine en TV. E instintivamente, de las tres o cuatro que empezaban a las diez me quedé con esta joya, que nunca me arrepentiré de haber visto.
Mankiewicz es un maestro en todo y particularmente en la dirección de actores y nada tengo que añadir a lo que todo buen aficionado sabe sobre este gran Director. Sí, y además, las sensacionales interpretaciones de Elizabeth Taylor, Montgomery Clift y Katherine Hepburn que están para el crimen.
En la trama, tras la muerte de Sebastian, el protagonista ausente de la obra, su madre y su prima bordean la locura. Tanto la paranoica madre (Hepburn) como la angustiada prima (Taylor) están obsesionadas/enamoradas de él. La madre de Sebastian (la Hepburn) está magnífica; es una mujer con humor y simpatía, empero delirante que pretende que el doctor neurocirujano de la peli, nada menos que Montgomery Clift, lobotomice a Liz Taylor, su sobrina. Los únicos aparentemente sanos, la madre de Catherine (Mercedes McCambridge) y su hermano (Gary Raymond) son retratados con una gran dureza. La película es de alto voltaje dramático y teatral. En realidad son sobresalientes todos cuantos intervienen en la obra, con guión del propio Tennessee Williams y Gore Vidal, sobre obra homónima del primero.
El final es genial, pues emergen las casusas y manera en que murió Sebastian, un tema delicado, el de la homosexualidad, que Mankiewicz toca con el tacto propio de la época . En esta película no hay efectos especiales, ni destrozos de coches, ni sangre a borbotones, sino una genial dirección sobre un genial guión, intérpretes de lujo, fotografía en blanco y negro de primer orden, no hay escenas truculentas pero sí mucha inteligencia, parodia, desenvoltura, erotismo y todo eso que hoy, al parecer, no se lleva. Ese era el cine de la época, y por eso la elegí por encima y muy por encima de otras producciones más aparentemente llamativas y modernas. Y no me arrepentí en absoluto.
Mankiewicz es un maestro en todo y particularmente en la dirección de actores y nada tengo que añadir a lo que todo buen aficionado sabe sobre este gran Director. Sí, y además, las sensacionales interpretaciones de Elizabeth Taylor, Montgomery Clift y Katherine Hepburn que están para el crimen.
En la trama, tras la muerte de Sebastian, el protagonista ausente de la obra, su madre y su prima bordean la locura. Tanto la paranoica madre (Hepburn) como la angustiada prima (Taylor) están obsesionadas/enamoradas de él. La madre de Sebastian (la Hepburn) está magnífica; es una mujer con humor y simpatía, empero delirante que pretende que el doctor neurocirujano de la peli, nada menos que Montgomery Clift, lobotomice a Liz Taylor, su sobrina. Los únicos aparentemente sanos, la madre de Catherine (Mercedes McCambridge) y su hermano (Gary Raymond) son retratados con una gran dureza. La película es de alto voltaje dramático y teatral. En realidad son sobresalientes todos cuantos intervienen en la obra, con guión del propio Tennessee Williams y Gore Vidal, sobre obra homónima del primero.
El final es genial, pues emergen las casusas y manera en que murió Sebastian, un tema delicado, el de la homosexualidad, que Mankiewicz toca con el tacto propio de la época . En esta película no hay efectos especiales, ni destrozos de coches, ni sangre a borbotones, sino una genial dirección sobre un genial guión, intérpretes de lujo, fotografía en blanco y negro de primer orden, no hay escenas truculentas pero sí mucha inteligencia, parodia, desenvoltura, erotismo y todo eso que hoy, al parecer, no se lleva. Ese era el cine de la época, y por eso la elegí por encima y muy por encima de otras producciones más aparentemente llamativas y modernas. Y no me arrepentí en absoluto.
1 de septiembre de 2019
1 de septiembre de 2019
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
143/20(28/08/19) Fallido film realizado por Joseph Leo Mankiewicz, thriller psicológico pretencioso, abarca mucho y aprieta poco. Basado en la obra homónima de Tennessee Williams, a partir de un guión de acreditados Gore Vidal y del propio dramaturgo (aunque recibió crédito, luego dijo que no tenía nada que ver con la película), Williams escribió esta historia bastante enfadado con sus padres por haber consentido que le practicaran una lobotomía a su hermana esquizofrénica. Vidal intentó construir la narrativa como un pequeño número de escenas muy largas, haciéndose eco de la estructura de la obra teatral. Tennesse Williams proyecta sus obsesiones obre la historia, con temas controvertidos y muy polémicos para la época enarbolados por personajes atormentados, donde se deja entrever incesto, homosexualidad, secretos y recuerdos palpitantes, locura, prostitución masculina, complejos de Edipo, la ninfomanía, agresiones sexuales, las enfermizas relaciones familiares en el seno de un clan disfuncional, y en un triple salto mortal se habla de canibalismo, todo ello en el marco de un relato más pretencioso que cautivador, con una arritmia preocupante, con muchos subrayados, muchas redundancias, con escenas que se alargan sin sentido, con repetición de situaciones que alargan la historia sin sentido. Es una cinta que parece buscar el impacto que el calarte emocionalmente, y es que el tema de la lobotomía me resulta metido con calzador, busca el morbo por el morbo (el cartel con Liz Taylor en bañador es todo un reclamo engañoso) en medio de diálogos pomposos, huelen a teatrales, sensación constante, la película transcurre casi exclusivamente entre el gótico jardín de Sebastian, y el manicomio. Todas estas taras me provocan hastío, azuzado por grandes lagunas argumentales que dejan socavones como las fosas de las Marianas, al no decirse las cosas por su nombre y hacer insinuaciones (la censura tampoco le ayudó, a pesar de que la driblaron bastante). Fue la única película en la que Taylor o Hepburn compitieron con una coprotagonista por el mismo Premio a la Mejor Actriz de la Academia. Sin embargo, el premio fue para Simone Signoret por “Room at the Top”. La película además fue nominada a Mejor dirección artística por Oliver Messel, William Kellner y Scott Slimon. Taylor y Hepburn fueron nominados para el Premio Globo de Oro a la Mejor Actriz - Drama cinematográfico y el Premio Laurel por Mejor actuación dramática femenina, con Taylor ganando ambos premios.
El film tras un (innecesario, como mucho del metraje) breve prólogo en el que asistimos a una operación en precarias condiciones de lobotomía con público, pasamos a una escena de media hora en el que el doctor Albert Dekker (Monty Clifft) conoce a la excéntrica ricachona Violet Venable (Katherine Hepburn), tiempo que en principio es sugerente en la presentación de la extravagante mujer, bajando en ascensor a ver las visitas cual reina en su trono recibiendo a la plebe, llevando al médico a ver el peculiar jardín creado por su difunto hijo Sebastian, asfixiante en lo recargado, incluso flores carnívoras y figuras de esqueletos alados, pero tras 15 minutos la visita se alarga más que los suegros; Hay también varias visitas al manicomio (todas se podrían haber condensado en una, ganando en síntesis y solidez narrativa, y no en dispersión), para que Dekker entreviste Catherine (Elizabeth Taylor), a la que su tía Mary quiere le hagan una lobotomía. Esto resulta chirriante en que nos hagan pensar que una mujer que no se le ven trastornos graves (le gusta fumar y el sexo; En realidad solo está trastornada por lo que le ocurrio)) pueden pensar en abrirle el cerebro, es matar moscas a cañonazos; Hay un porte de humor cínico con los personajes familiares de Catherine, su madre (cumplidora Mercedes McCambridge), y el (inane Gary Raymond), en unos personaje s avariciosos que aportan entre nada y zero; para acabar en un clímax que parece inspirado en la obras de misterio de Agatha Christie, donde hay un flash-back explicativo (¿?), donde la montaña pario un ratón, no por no ser escandaloso lo que se cuenta (sanguinario, aparte de clasista, y muy racista), si no que se entiende por que Catherine no contó lo sucedido anteriormente.
Es la parte de terror la más atractiva, gracias al gran diseño de producción de Oliver Messel (“Romeo & Julieta” o “Carnival”) ese mencionado jardín salido de una mente enfermiza, con ese manicomio con esas salas de los más dementes, con esas dos visitas a estas salas de los más graves, a la de hombres y posteriormente a la de mujeres, o ese relato de Mary al doctor sobre lo que ocurría a las crías de tortuga al nacer en la playa de Isla Galápagos, y sobre todo el retorcido recuerdo visualizado de como fallecido Sebastian en primera persona de Catherine, en un relato aterradores, a la par que poco creíbles, en lo que es una visión elitista y xenófoba del mundo. Que si puede shockearte, pero que en cuanto te paras a pensar te irritas pro esa visión arrogante de los americanos acomodados y como ven el resto del mundo (spoiler). Asimismo este retroceso aporta tanta luz como confusión, pues parece una historia contada por alguien que ha alterado los hechos de modo caricaturesco.
Interesante (por hablar de lo bueno), modo de recrear un personaje no aparece su rostro una sola vez, Sebastian, sobre el que pivota toda la trama, formándonos su forma a través de lo que cuentan los demás, fundamentalmente su madre que lo tiene en un altar, no es para menos (el joven debió tener premio al trabajo, su gran labor, hacer un poema al año ¿?), y de su prima Catherine. Descrito como poeta (vago), tipo sensible, amanerado, homosexual que utilizaba a su madre (hasta que esta envejece y debe se busca otra joven atractiva en su prima) como anzuelo de mancebos, le contaba historias macabras a su madre sobre como los débiles no sobrevivían (vamos, y nunca mejor dicho por el contexto de la historia de las tortugas, el darwinismo).
El film tras un (innecesario, como mucho del metraje) breve prólogo en el que asistimos a una operación en precarias condiciones de lobotomía con público, pasamos a una escena de media hora en el que el doctor Albert Dekker (Monty Clifft) conoce a la excéntrica ricachona Violet Venable (Katherine Hepburn), tiempo que en principio es sugerente en la presentación de la extravagante mujer, bajando en ascensor a ver las visitas cual reina en su trono recibiendo a la plebe, llevando al médico a ver el peculiar jardín creado por su difunto hijo Sebastian, asfixiante en lo recargado, incluso flores carnívoras y figuras de esqueletos alados, pero tras 15 minutos la visita se alarga más que los suegros; Hay también varias visitas al manicomio (todas se podrían haber condensado en una, ganando en síntesis y solidez narrativa, y no en dispersión), para que Dekker entreviste Catherine (Elizabeth Taylor), a la que su tía Mary quiere le hagan una lobotomía. Esto resulta chirriante en que nos hagan pensar que una mujer que no se le ven trastornos graves (le gusta fumar y el sexo; En realidad solo está trastornada por lo que le ocurrio)) pueden pensar en abrirle el cerebro, es matar moscas a cañonazos; Hay un porte de humor cínico con los personajes familiares de Catherine, su madre (cumplidora Mercedes McCambridge), y el (inane Gary Raymond), en unos personaje s avariciosos que aportan entre nada y zero; para acabar en un clímax que parece inspirado en la obras de misterio de Agatha Christie, donde hay un flash-back explicativo (¿?), donde la montaña pario un ratón, no por no ser escandaloso lo que se cuenta (sanguinario, aparte de clasista, y muy racista), si no que se entiende por que Catherine no contó lo sucedido anteriormente.
Es la parte de terror la más atractiva, gracias al gran diseño de producción de Oliver Messel (“Romeo & Julieta” o “Carnival”) ese mencionado jardín salido de una mente enfermiza, con ese manicomio con esas salas de los más dementes, con esas dos visitas a estas salas de los más graves, a la de hombres y posteriormente a la de mujeres, o ese relato de Mary al doctor sobre lo que ocurría a las crías de tortuga al nacer en la playa de Isla Galápagos, y sobre todo el retorcido recuerdo visualizado de como fallecido Sebastian en primera persona de Catherine, en un relato aterradores, a la par que poco creíbles, en lo que es una visión elitista y xenófoba del mundo. Que si puede shockearte, pero que en cuanto te paras a pensar te irritas pro esa visión arrogante de los americanos acomodados y como ven el resto del mundo (spoiler). Asimismo este retroceso aporta tanta luz como confusión, pues parece una historia contada por alguien que ha alterado los hechos de modo caricaturesco.
Interesante (por hablar de lo bueno), modo de recrear un personaje no aparece su rostro una sola vez, Sebastian, sobre el que pivota toda la trama, formándonos su forma a través de lo que cuentan los demás, fundamentalmente su madre que lo tiene en un altar, no es para menos (el joven debió tener premio al trabajo, su gran labor, hacer un poema al año ¿?), y de su prima Catherine. Descrito como poeta (vago), tipo sensible, amanerado, homosexual que utilizaba a su madre (hasta que esta envejece y debe se busca otra joven atractiva en su prima) como anzuelo de mancebos, le contaba historias macabras a su madre sobre como los débiles no sobrevivían (vamos, y nunca mejor dicho por el contexto de la historia de las tortugas, el darwinismo).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
…Esta omnipresencia entronca claramente con el personaje de Rebecca del título análogo de Hitchcock, pero a este fantoche el hitchcockiano rol se lo comía con patatas.
Las actuaciones van de lo histriónico de Liz Taylor, aunque adecuado a su rol (Taylor, después de su monólogo final en que describe el asesinato de Sebastian, se echó a llorar y no pudo ser consolada. Usó técnicas de actuación del método, aprovechó su dolor por la muerte en 1958 de su tercer esposo Mike Todd), y Katherine Hepburn, se lleva la palma, con un registro que parece que la ingresada en el psiquiátrico sea ella apunto de hacerle la lobotomía, Monty Clift parece sedado en un rol de comparsa. No ayudan los nada fluidos diálogos propios del que los está leyendo.
Se filmaron escenas interiores en los estudios Shepperton en Surrey (UK). La secuencia "Cabeza de Lobo" se filmó en Mallorca en las Islas Baleares y en Begur, España, Castell-Platja d'Aro, Costa Brava y S'Agaró en Gerona, España; Los problemas también acosan la partitura musical de la película. Malcolm Arnold originalmente fue contratado para trabajar en él, pero aparentemente encontró ciertos aspectos de la historia tan inquietantes que se retiró del proyecto después de componer solo los temas principales. Buxton Orr completó el puntaje.
Spoiler:
El flash-back en que nos escenifican (según el perturbado filtro de Catherine) lo que le sucedió a Sebastian resulta de una arrogancia y superioridad moral con respecto a otros pueblos vomitivo. El escenario es la costa española de Mallorca, en un pueblo humilde. Pues todo resulta que está inducido por un Sebastián que disfruta de dar limosna tirando al aire con displicencia, para que los chicos pobres se le acerquen, provocando jaurías de muchachos a su alrededor, estos entran en estado de locura, no se sabe porque, y comienzan a formar una orquesta rudimentaria siguiendo a Sebastian, este huye dejando atrás a su prima, escapa pueblo arriba donde le alcanzan los jóvenes, lo rodena y literalmente lo engullen, se lo comen (¿?). Que nos quiere decir esto, que los españoles somos caníbales? Que lo hacen por ser homosexual Sebastian? O sea los españoles somos unos homófobos que nos comemos a los gays? Como si en ese tiempo solo hubiera retrógrada homofobia en España (puaj)? Es por sadismo propio de razas inferiores (puaj!)? O es una idealización de la verdadera muerte de Sebastian, matado por un chapero? Si la muerte es como lo cuenta Catherine, no se entiende el secretismo, pero si es mi versión alternativa tiene sentido. Mi visión subliminal de lo contado queda triturado por el Doctor Dekker que dice que lo narrado por Catherine es la verdad, pues me quedo a cuadros, y además de mi indignación por el racismo y clasismo (lo de la playa privada, puaj!), metiendo además una previa de como Sebastian obliga a Catherine a ponerse un bañador sexy para bañarse ante los pobres salidos mallorquines (así de asqueroso los pinta la cinta), y ella se resiste primero pero luego se luce, y esto es otro pegote más de cara a la galería, pues no aporta nada. Vamos, un final grimante cuando poco.
Trabajando en conjunto con la Legión Nacional de la Decencia , la Administración del Código de Producción dio a los cineastas dispensación especial para representar a Sebastian Venable, declarando "Dado que la película ilustra los horrores de ese estilo de vida, puede considerarse moral en el tema a pesar de que se trata de la perversión sexual". Se tomaron fotos publicitarias de Sebastian, mostrándolo de hombre guapo, aunque dibujado, con traje blanco, pero su cara nunca se ve en la película estrenada. Williams afirmó ningún actor podría retratar a Sebastian de manera convincente y su ausencia de la pantalla solo hizo su presencia se sintiera con más fuerza.
Decepcionante film, muy bien puntuado en FA, no lo será por mí. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2019/09/de-repente-elultimo-verano.html
Las actuaciones van de lo histriónico de Liz Taylor, aunque adecuado a su rol (Taylor, después de su monólogo final en que describe el asesinato de Sebastian, se echó a llorar y no pudo ser consolada. Usó técnicas de actuación del método, aprovechó su dolor por la muerte en 1958 de su tercer esposo Mike Todd), y Katherine Hepburn, se lleva la palma, con un registro que parece que la ingresada en el psiquiátrico sea ella apunto de hacerle la lobotomía, Monty Clift parece sedado en un rol de comparsa. No ayudan los nada fluidos diálogos propios del que los está leyendo.
Se filmaron escenas interiores en los estudios Shepperton en Surrey (UK). La secuencia "Cabeza de Lobo" se filmó en Mallorca en las Islas Baleares y en Begur, España, Castell-Platja d'Aro, Costa Brava y S'Agaró en Gerona, España; Los problemas también acosan la partitura musical de la película. Malcolm Arnold originalmente fue contratado para trabajar en él, pero aparentemente encontró ciertos aspectos de la historia tan inquietantes que se retiró del proyecto después de componer solo los temas principales. Buxton Orr completó el puntaje.
Spoiler:
El flash-back en que nos escenifican (según el perturbado filtro de Catherine) lo que le sucedió a Sebastian resulta de una arrogancia y superioridad moral con respecto a otros pueblos vomitivo. El escenario es la costa española de Mallorca, en un pueblo humilde. Pues todo resulta que está inducido por un Sebastián que disfruta de dar limosna tirando al aire con displicencia, para que los chicos pobres se le acerquen, provocando jaurías de muchachos a su alrededor, estos entran en estado de locura, no se sabe porque, y comienzan a formar una orquesta rudimentaria siguiendo a Sebastian, este huye dejando atrás a su prima, escapa pueblo arriba donde le alcanzan los jóvenes, lo rodena y literalmente lo engullen, se lo comen (¿?). Que nos quiere decir esto, que los españoles somos caníbales? Que lo hacen por ser homosexual Sebastian? O sea los españoles somos unos homófobos que nos comemos a los gays? Como si en ese tiempo solo hubiera retrógrada homofobia en España (puaj)? Es por sadismo propio de razas inferiores (puaj!)? O es una idealización de la verdadera muerte de Sebastian, matado por un chapero? Si la muerte es como lo cuenta Catherine, no se entiende el secretismo, pero si es mi versión alternativa tiene sentido. Mi visión subliminal de lo contado queda triturado por el Doctor Dekker que dice que lo narrado por Catherine es la verdad, pues me quedo a cuadros, y además de mi indignación por el racismo y clasismo (lo de la playa privada, puaj!), metiendo además una previa de como Sebastian obliga a Catherine a ponerse un bañador sexy para bañarse ante los pobres salidos mallorquines (así de asqueroso los pinta la cinta), y ella se resiste primero pero luego se luce, y esto es otro pegote más de cara a la galería, pues no aporta nada. Vamos, un final grimante cuando poco.
Trabajando en conjunto con la Legión Nacional de la Decencia , la Administración del Código de Producción dio a los cineastas dispensación especial para representar a Sebastian Venable, declarando "Dado que la película ilustra los horrores de ese estilo de vida, puede considerarse moral en el tema a pesar de que se trata de la perversión sexual". Se tomaron fotos publicitarias de Sebastian, mostrándolo de hombre guapo, aunque dibujado, con traje blanco, pero su cara nunca se ve en la película estrenada. Williams afirmó ningún actor podría retratar a Sebastian de manera convincente y su ausencia de la pantalla solo hizo su presencia se sintiera con más fuerza.
Decepcionante film, muy bien puntuado en FA, no lo será por mí. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2019/09/de-repente-elultimo-verano.html
10 de marzo de 2011
10 de marzo de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi esta película por primera vez en el cine al de poco de desaparecer la censura del franquismo y la vi subtitulada. Con la cantidad de temas y situaciones que reune la película y que resultaban tabú para aquella censura y la sugerencia de que aquellos atroces hechos se desarrollasen en un país que podría ser España, fue su estreno en nuestro país.
Incluso para los estándares del cine americano de 1959, la película resultaba un poco "fuerte". Supongo que este obstáculo fue superado por el prestigioso origen teatral de la obra y por tratarse de una obra de Tennessee Williams, precisamente, especialista en temas "escabrosos". El caso es que este tipo de temas requería un público adulto y formado..
Cuando ya sabes como termina la historia, puede aparecer la incredulidad y pensar "esto no es posible". Pero eso también pasa con Hannibal Lecter o con el asesino de "Seven". Disfrutar plenamente del cine requiere una cierta suspensión de la credibilidad. El esfuerzo que require creerse algunas de las situaciones de esta peli me llevó, en uno de los anteriores visionados, a relegarla como una obra fallida de Mankiewicz.
Hoy, sin embargo, conociendo esta supuesta debilidad de la historia y con una predisposición un tanto escéptica, he vuelto a verla y me ha dejado deslumbrado. Teatro magistralmente filmado. Un texto rico en temas y sugerencias (la crueldad de la vida, la impasibilidad de Dios, el artista y su creación, lo verdadero y lo conveniente, etc.), defendido por sus actores con pasión y convicción, sobre todo Taylor y Hepburn, pues Monty sólo es un catalizador. Unos decorados magníficos, destacando el jardín de Sebastian, por los que Mankiewicz pasea y coloca la cámara al servicio de ese texto y de esos interpretes, con encuadres precisos y expresivos. Puro cine. De cuando el cine trataba al público como si fuese adulto.
Incluso la secuencia del flash-back final, por increible que resulte lo que cuenta, está construida con tanto nervio, con tanta tensión creciente, que resulta catártica. Contrasta la apariencia "quemada" de estas imágenes con las ricas texturas de las imágenes del resto del film.
Incluso para los estándares del cine americano de 1959, la película resultaba un poco "fuerte". Supongo que este obstáculo fue superado por el prestigioso origen teatral de la obra y por tratarse de una obra de Tennessee Williams, precisamente, especialista en temas "escabrosos". El caso es que este tipo de temas requería un público adulto y formado..
Cuando ya sabes como termina la historia, puede aparecer la incredulidad y pensar "esto no es posible". Pero eso también pasa con Hannibal Lecter o con el asesino de "Seven". Disfrutar plenamente del cine requiere una cierta suspensión de la credibilidad. El esfuerzo que require creerse algunas de las situaciones de esta peli me llevó, en uno de los anteriores visionados, a relegarla como una obra fallida de Mankiewicz.
Hoy, sin embargo, conociendo esta supuesta debilidad de la historia y con una predisposición un tanto escéptica, he vuelto a verla y me ha dejado deslumbrado. Teatro magistralmente filmado. Un texto rico en temas y sugerencias (la crueldad de la vida, la impasibilidad de Dios, el artista y su creación, lo verdadero y lo conveniente, etc.), defendido por sus actores con pasión y convicción, sobre todo Taylor y Hepburn, pues Monty sólo es un catalizador. Unos decorados magníficos, destacando el jardín de Sebastian, por los que Mankiewicz pasea y coloca la cámara al servicio de ese texto y de esos interpretes, con encuadres precisos y expresivos. Puro cine. De cuando el cine trataba al público como si fuese adulto.
Incluso la secuencia del flash-back final, por increible que resulte lo que cuenta, está construida con tanto nervio, con tanta tensión creciente, que resulta catártica. Contrasta la apariencia "quemada" de estas imágenes con las ricas texturas de las imágenes del resto del film.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hoy me he fijado en que la película está ambientada en 1937. España estaba en plena guerra civil. ¿se vino Sebastian de vacaciones a un país en guerra?¿de verdad estaba la gente tan hambrienta?
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