Película digamos que entre costumbrista, drama familiar, y "revival" del rockerío hippie de los 70.
Sacristán, ya gran veterano sobrado de tablas, se come literalmente la cámara y el 90% del film.
La historia es poco original y llena de clichés(típica relación abuelo-nieto),y por cierto, ¿para cuándo van a contratar a logopedas para el cine español? hacen muchísima falta, de verdad es que no he comprendido el 80% de los diálogos...
¿Y ese niño? Verdaderamente ODIOSO. Le han metido ahí por guapete, porque lo de actuar...

No entiendo la presencia de José Sacristan en un proyecto tan mediocre como este. Tópico tras tópico, el guión no puede dar más de sí. A pesar de ello, es un placer ver a este genio de la interpretación en la labor de dignificar en la medida de lo posible esta película. El niño también aporta una excelente interpretación. Todo lo demås, lo siento, me parece lamentable.

Una película sin duda alguna menor, la dirigida por el primerizo y para mi desconocido PAU DURA, y que trata sobre la vida que lleva en la isla de Formentera, un antiguo hippie, que no logra asumir que esa época ya pasó y que esta totalmente perdido y fuera de sitio.
La verdad que si no llega a ser por los necesariamente bellos y obvios paisajes de la isla que tan bien sientan en pantalla y sobre todo por el papel del incombustible y siempre estupendo JOSE SACRISTAN, la nota aun bajaría hasta el suspenso total.
Esperas y desesperas tratando de que ocurra algo más de lo que al final sucede, que es prácticamente nada.

La película tiene un aire deprimente y Sacristán está como apagado, cuando habitualmente acostumbra a hacerse notar en sus trabajos, fruto de su carisma.

Menos mal que de vez en cuando sale Jordi Sánchez haciendo el ganso, uno incluso llega a pensar que el suplicio que está trayendo consigo el visionado de este largometraje mutará a una experiencia al menos potable...

Muy floja, el argumento comienza flaqueando desde el principio; encuentro trabajo en Francia y no me llevo a mi hijo conmigo (por lo que pueda pasar) mucho mejor lo dejo a cargo de su abuelo ausente y politoxicómano que vive en una choza sin luz eléctrica. La relación entre los personajes es estereotipada y superficial y la matraca del banjo queda regulero.