El expreso de Andalucía
Cine negro. Drama. Thriller. Intriga
Un antiguo deportista retirado, un estudiante de derecho y un delincuente de poca monta se unen para planear y perpetrar el robo de unas joyas transportadas en el furgón del correo expreso de Andalucía. (FILMAFFINITY)
7 de abril de 2024
7 de abril de 2024
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas películas españolas pueden llegar a dignificar el género del cine negro clásico patrio como esta que nos ocupa; hay otras como "Muerte de un ciclista" o "Los peces rojos", pero no son cine negro en su sentido estricto.
Rovira Beleta es otro director olvidado y poco conocido, como muchos otros de la historia del cine. Pero la lección, claridad de ideas y precisión cinematográfica que nos regala en "El Expreso de Andalucía" es algo de tan alto nivel y de calidad que no entiendo el por qué de su poco prestigio y reconocimiento. No solo es un docudrama verista de una época (posguerra española), sus dificultades económicas, sus entretenimientos de variedades, sus mercadillos bulliciosos, el tren de vapor, etc. Aparte, supone la mejor muestra de cine negro español en blanco y negro: robo en un tren por un equipo de tres personas, el socio económico prestamista y su hermosa "femme fatale" (la italiana Mara Berni), el joven delincuente estudiante con dudas morales, el pobre atracador inútil y su hermana vendedora ambulante (enamorada del protagonista) y, como no, Jorge Mistral, el líder de la banda criminales que deja entrever su codicia, su mezquindad, su falta de escrúpulos e instinto criminal.
La factura tan rica del film es increíble y su guión (basado en hechos reales) es la mejor muestra de cine negro española (la ejecución técnica de Rovira Beleta es magnífica). Mención aparte para la lograda música de Innocenzi y Maiztegui.
Rovira Beleta es un director a reivindicar por su claridad de ideas, calidad de sus filmes y dominio técnico; al igual que el maravilloso y poco conocido Jorge Mistral (el Paul Newman o Marlon Brando español). Con tanto actor español feo y ridículo de la época, la llegada de un rostro tan llamativo como el de Jorge Mistral debió ser mucho mejor valorada y acogida. Magnífica interpretación junto a la sensual Mara Berni en esta joya patria.
El valenciano Jorge Mistral (muerto a la edad de 51 años tras suicidarse al diagnosticarle un cáncer en México), la italiana Mara Berni y, por encima de todos, el genio catalán de Rovira Beleta, son merecedores de mucho mayor prestigio, fama y reconocimiento. ¡Qué poco hemos defendido y cuidado a nuestros artistas!
Rovira Beleta es otro director olvidado y poco conocido, como muchos otros de la historia del cine. Pero la lección, claridad de ideas y precisión cinematográfica que nos regala en "El Expreso de Andalucía" es algo de tan alto nivel y de calidad que no entiendo el por qué de su poco prestigio y reconocimiento. No solo es un docudrama verista de una época (posguerra española), sus dificultades económicas, sus entretenimientos de variedades, sus mercadillos bulliciosos, el tren de vapor, etc. Aparte, supone la mejor muestra de cine negro español en blanco y negro: robo en un tren por un equipo de tres personas, el socio económico prestamista y su hermosa "femme fatale" (la italiana Mara Berni), el joven delincuente estudiante con dudas morales, el pobre atracador inútil y su hermana vendedora ambulante (enamorada del protagonista) y, como no, Jorge Mistral, el líder de la banda criminales que deja entrever su codicia, su mezquindad, su falta de escrúpulos e instinto criminal.
La factura tan rica del film es increíble y su guión (basado en hechos reales) es la mejor muestra de cine negro española (la ejecución técnica de Rovira Beleta es magnífica). Mención aparte para la lograda música de Innocenzi y Maiztegui.
Rovira Beleta es un director a reivindicar por su claridad de ideas, calidad de sus filmes y dominio técnico; al igual que el maravilloso y poco conocido Jorge Mistral (el Paul Newman o Marlon Brando español). Con tanto actor español feo y ridículo de la época, la llegada de un rostro tan llamativo como el de Jorge Mistral debió ser mucho mejor valorada y acogida. Magnífica interpretación junto a la sensual Mara Berni en esta joya patria.
El valenciano Jorge Mistral (muerto a la edad de 51 años tras suicidarse al diagnosticarle un cáncer en México), la italiana Mara Berni y, por encima de todos, el genio catalán de Rovira Beleta, son merecedores de mucho mayor prestigio, fama y reconocimiento. ¡Qué poco hemos defendido y cuidado a nuestros artistas!
17 de septiembre de 2021
17 de septiembre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosa película de cine negro español de los años 50. Coproducción hispano-italiana bien dirigida por Francisco Rovira Beleta.
Resulta curioso que tratándose del asalto a un tren-correo el director no busque explicar hasta el más mínimo detalle del robo, interesa más explicarnos como son los personajes principales, en que ambientes se mueven y cuáles son sus motivaciones.
Prácticamente sin violencia ni detalles truculentos, a diferencia del episodio de televisión de la “Huella del crimen” que trata el mismo caso, se consigue una realización muy ágil, sin tiempos muertos. No da tiempo a aburrirse, tienes que estar muy atento para no perderte nada.
De la investigación policial y de los policías que la llevan apenas sabemos nada. Solo que es un caso muy difícil, sin pistas y, aun así, han podido resolverlo en muy poco tiempo. Imagino que es una concesión a la censura.
Solo hay dos cosas que no me gustan: que los delincuentes mejor muertos que detenidos, otra vez la censura, supongo y el cambio de pareja de la "femme fatale", que prefiere al pelotari antes que al anticuario rico, enamoramiento súbito. No me lo creo.
Resulta curioso que tratándose del asalto a un tren-correo el director no busque explicar hasta el más mínimo detalle del robo, interesa más explicarnos como son los personajes principales, en que ambientes se mueven y cuáles son sus motivaciones.
Prácticamente sin violencia ni detalles truculentos, a diferencia del episodio de televisión de la “Huella del crimen” que trata el mismo caso, se consigue una realización muy ágil, sin tiempos muertos. No da tiempo a aburrirse, tienes que estar muy atento para no perderte nada.
De la investigación policial y de los policías que la llevan apenas sabemos nada. Solo que es un caso muy difícil, sin pistas y, aun así, han podido resolverlo en muy poco tiempo. Imagino que es una concesión a la censura.
Solo hay dos cosas que no me gustan: que los delincuentes mejor muertos que detenidos, otra vez la censura, supongo y el cambio de pareja de la "femme fatale", que prefiere al pelotari antes que al anticuario rico, enamoramiento súbito. No me lo creo.
20 de octubre de 2024
20 de octubre de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
291/18(17/10/24) Olvidado film de cine noir español a reivindicar, una muestra de que en la España franquista se hacina buenos films del género. En realidad una coproducción hispano-italiana, de ahí algunos secundarios (Mara Berni o Michelle Abruzzo), la participación en el libreto de Giuseppe Mangione, la música de Carlo Innocenzi, y la cinematografía de Tino Santoni, pero el escenario y los hechos son pura y genuinamente españoles, e incluso cañís por lo de enmarcarse en Madrid, adaptándose un hecho real acaecido en nuestra piel de toro, aunque inspirándose libremente, trasladando los hechos de 1924 (La dictablanda de Primo de Rivera) a la contemporaneidad de 1956 (Dictadura de Franco), y donde se robaban unas nóminas (25.000 pesetas de los soldados de las colonias africanas), aquí son unas joyas. Se han realizado al menos tres películas rememorando esos hechos o al menos inspirándose en ellos, "Al margen de la Ley" (1935) de Ignacio F. Iquino, la presente de Francisco Rovira Beleta, y "El crimen del expreso de Andalucía" (1991), en formato televisivo, para "La huella del crimen". Aquí dirige el infravalorado barcelonés Francisco Rovira Beleta, con guion propio junto a Vicente Coello, Giuseppe Mangione, y Manuel Salo, sorbe una historia de Coello, siendo protagonizada por Jorge Mistral, Marisa de Leza, Carlos Casaravilla, Ignazio Balsamo y Mara Berni. Siendo atractiva por el ritmo trepidante, donde no hay cabida a tiempos muertos, con personajes notablemente delineados, con giros bien introducidos.
Un antiguo deportista retirado, Jorge Mistral como Jorge Andrade; un estudiante de derecho, Vicente Parra como Miguel Hernández; y un delincuente de poca monta, Ignazio Balsamo como Rubio, se unen para planear y perpetrar el robo de unas joyas transportadas en el furgón del correo expreso de Andalucía.
El director maneja con esmero elementos clásicos del cine negro, ese fatalismo inherente, atmósferas cargadas donde se respira amoralidad, peristas, asesinos sin escrúpulos, tiroteos, inocentes con malas decisiones, muertos, traiciones, un atraco que no sale perfecto, y por supuesto una femme fatale, en este caso (como también en muchos casos ocurría), enfrentada a una buena mujer, para distinguirlas aún más una es rubia y la otra morena. Pero también cautivadora en el fresco de un tiempo y lugar, ese Madrid castizo de mediados de siglo, el tren de vapor, el edificio que era de correos y ahora es el ayuntamiento, las corralas de Lavapies, la Puerta del Sol, sus clubs de pelotaris, sus cabarets, el famoso y bullicioso Rastro. Todo centrándose en los personajes, el atraco dista de ser algo milimétricamente planeado, es de enorme simpleza. Lo de determinante aquí es este grupo de perdedores que buscan su particular sueños cada uno por diferentes motivos en vueltos en una espiral alienante. Aquí la policía es casi algo al margen, la sustancia está en la radiografía de las miserias de los que son arrastrados por el Vellocino de Oro.
Comienza generando intriga con el flashforward in media res cuando vemos que en una estación de tren dejan unas sacas de correo recogidas por el encargado y cuando las depositas en una mesa se encuentra con las manos manchadas de sangre, lo cual hace ‘saltar la liebre’. Tras ello pasamos a los créditos iniciales, con el Rubio dejando unos paquetes en correos que dice son medicinas y con ello se empieza a encadenar acontecimiento y con ello se conformará esta particular banda de salteadores de tren. Habiendo algunas buenas escenas de acción cargadas de tensión, como el atraco al tren, filmado con gran pulso; la huida del Rubio que acaba en un puente, formidable el manejo d ellos tiempos y la escenografía; la fascinante de Miguel bajando del apartamento familiar al encuentro de Andrade en las vías del tren, un portento de lírica turbadora, con esas vías muertas adornadas por el vapor que envuelve al fatalista personaje en su futuro; Todo cimentado en una gran labor de cinematografía en glorioso b/n de Tino Santoni (“Verano violento”), usando con agilidad el travelling, en miscelánea con la estupenda edición de Antonio Gimeno (“Cielo Negro”).
También es muy bueno el manejo de los contrastes, contraponiendo como viven las clases acomodadas en sus pisos de lujo, los cabarets, el hotel, frente a los barrios populares, las corralas, el rastro, los pisos humildes, y de ahí los anhelos d ellos que quieren subir a esa clase a fuerza de pistola.
Jorge Mistral borda su gañán de Andrade, exhibe encanto a la vez que perfidia, es el antihéroe del film, tipo capaz de todo por tenerlo todo (las joyas, el dinero y la chica mala), codicioso, amoral, notable en su caracterización; Ignazio Bálsamo como Rubio es el estereotipo del perdedor que a cada paso que da queriendo salir del hoyo se hunde más en sus malas decisiones; Vicente Parra como el joven estudiante Miguel, ejemplo de como las malas compañías te pueden meter en una espiral imposible de escapar, sensacional el tramo en que decide reunirse con Andrade; Carlos Casaravilla está brillante con su Carlos Salinas, en su clásico rol de villano viscoso; Mara Berni (impuesta por su amante, productor italiano del film) está bien como la mujer fatal rubia Solvia, exhibiendo sensualidad, la guinda para el antihéroe, llevarse a la ‘Bella’ de las ‘garras’ de su ogro; Marisa Leza como Lola, vendedora ambulante, hermana del Rubio, mantiene una tierna relación con Andrade, muy dulce y empática su actuación.
Un antiguo deportista retirado, Jorge Mistral como Jorge Andrade; un estudiante de derecho, Vicente Parra como Miguel Hernández; y un delincuente de poca monta, Ignazio Balsamo como Rubio, se unen para planear y perpetrar el robo de unas joyas transportadas en el furgón del correo expreso de Andalucía.
El director maneja con esmero elementos clásicos del cine negro, ese fatalismo inherente, atmósferas cargadas donde se respira amoralidad, peristas, asesinos sin escrúpulos, tiroteos, inocentes con malas decisiones, muertos, traiciones, un atraco que no sale perfecto, y por supuesto una femme fatale, en este caso (como también en muchos casos ocurría), enfrentada a una buena mujer, para distinguirlas aún más una es rubia y la otra morena. Pero también cautivadora en el fresco de un tiempo y lugar, ese Madrid castizo de mediados de siglo, el tren de vapor, el edificio que era de correos y ahora es el ayuntamiento, las corralas de Lavapies, la Puerta del Sol, sus clubs de pelotaris, sus cabarets, el famoso y bullicioso Rastro. Todo centrándose en los personajes, el atraco dista de ser algo milimétricamente planeado, es de enorme simpleza. Lo de determinante aquí es este grupo de perdedores que buscan su particular sueños cada uno por diferentes motivos en vueltos en una espiral alienante. Aquí la policía es casi algo al margen, la sustancia está en la radiografía de las miserias de los que son arrastrados por el Vellocino de Oro.
Comienza generando intriga con el flashforward in media res cuando vemos que en una estación de tren dejan unas sacas de correo recogidas por el encargado y cuando las depositas en una mesa se encuentra con las manos manchadas de sangre, lo cual hace ‘saltar la liebre’. Tras ello pasamos a los créditos iniciales, con el Rubio dejando unos paquetes en correos que dice son medicinas y con ello se empieza a encadenar acontecimiento y con ello se conformará esta particular banda de salteadores de tren. Habiendo algunas buenas escenas de acción cargadas de tensión, como el atraco al tren, filmado con gran pulso; la huida del Rubio que acaba en un puente, formidable el manejo d ellos tiempos y la escenografía; la fascinante de Miguel bajando del apartamento familiar al encuentro de Andrade en las vías del tren, un portento de lírica turbadora, con esas vías muertas adornadas por el vapor que envuelve al fatalista personaje en su futuro; Todo cimentado en una gran labor de cinematografía en glorioso b/n de Tino Santoni (“Verano violento”), usando con agilidad el travelling, en miscelánea con la estupenda edición de Antonio Gimeno (“Cielo Negro”).
También es muy bueno el manejo de los contrastes, contraponiendo como viven las clases acomodadas en sus pisos de lujo, los cabarets, el hotel, frente a los barrios populares, las corralas, el rastro, los pisos humildes, y de ahí los anhelos d ellos que quieren subir a esa clase a fuerza de pistola.
Jorge Mistral borda su gañán de Andrade, exhibe encanto a la vez que perfidia, es el antihéroe del film, tipo capaz de todo por tenerlo todo (las joyas, el dinero y la chica mala), codicioso, amoral, notable en su caracterización; Ignazio Bálsamo como Rubio es el estereotipo del perdedor que a cada paso que da queriendo salir del hoyo se hunde más en sus malas decisiones; Vicente Parra como el joven estudiante Miguel, ejemplo de como las malas compañías te pueden meter en una espiral imposible de escapar, sensacional el tramo en que decide reunirse con Andrade; Carlos Casaravilla está brillante con su Carlos Salinas, en su clásico rol de villano viscoso; Mara Berni (impuesta por su amante, productor italiano del film) está bien como la mujer fatal rubia Solvia, exhibiendo sensualidad, la guinda para el antihéroe, llevarse a la ‘Bella’ de las ‘garras’ de su ogro; Marisa Leza como Lola, vendedora ambulante, hermana del Rubio, mantiene una tierna relación con Andrade, muy dulce y empática su actuación.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Rush final: Andrade se ve acorralado y huye de la policía en la noche, con las joyas en los bolsillos, tira de Silvia que ya ha visto el verdadero rostro del mal (cuando Andrade ha golpeado puede que letalmente a Carlos). La policía acecha buscando rastro del sospechoso, este ya se cree a salvo, cuando Silvia grita y alerta a la poli. Entonces Andrade se esconde en un callejón que da a una corrala. La policía lo descubre, este intenta sacar su arma, pero la poli le dispar antes, en una ingeniosa toma subjetiva Andrade cae al suelo viendo su mundo tambalearse ante él. Las joyas caen de sus bolsillos desparramándose sus sueños por el suelo. Lola vive en la corrala y con el jaleo sale a fuera, llegando a abrazar a Andrade ya muerto en claro síntoma de nuestras malas decisiones.
Me falla, que de antemano sé que en tiempos de censura (no por España, también en USA y mayoría de países del mundo) el crimen no renta, por lo que se que serán o atrapados o matados. Un discurso moral ponzoñoso. Así que lo único que me falta por saber es como será este final trágico para los ladrones. Pero, como digo, esto no es culpa de España, eran otros tiempos hasta que llegó “The Getaway” (1972) de Sam Peckinpah.
El asalto al tren correo de Andalucía, también llamado crimen del expreso de Andalucía consistió en un robo y asesinato fechado el 11 de abril de 1924, en el tren que partiría desde Madrid a las ocho y veinte. Contó con un total de 2 víctimas, Ángel Ors Pérez de 30 años, y Santos Lozano León de 45, los cuales contaban con el puesto de oficiales ambulantes de correos. Los asesinatos se llevaron a cabo a base de golpes con tenazas de marchamar y un arma de fuego. El crimen culminó con el suicidio de Antonio Teruel, a causa de un disparo en la cabeza antes de ser detenido, y con José María Sánchez Navarrete, Francisco de Dios Piqueras y Honorio Sánchez Molina ejecutados en el garrote vil el 9 de mayo de 1924, además de la condena de José Donday, también llamado Pildorita, a 20 años en prisión. Los anteriormente mencionados, fueron los culpables del crimen.
Buen thriller cine negro español a desempolvar del olvido. Gloria Ucrania!!!
Me falla, que de antemano sé que en tiempos de censura (no por España, también en USA y mayoría de países del mundo) el crimen no renta, por lo que se que serán o atrapados o matados. Un discurso moral ponzoñoso. Así que lo único que me falta por saber es como será este final trágico para los ladrones. Pero, como digo, esto no es culpa de España, eran otros tiempos hasta que llegó “The Getaway” (1972) de Sam Peckinpah.
El asalto al tren correo de Andalucía, también llamado crimen del expreso de Andalucía consistió en un robo y asesinato fechado el 11 de abril de 1924, en el tren que partiría desde Madrid a las ocho y veinte. Contó con un total de 2 víctimas, Ángel Ors Pérez de 30 años, y Santos Lozano León de 45, los cuales contaban con el puesto de oficiales ambulantes de correos. Los asesinatos se llevaron a cabo a base de golpes con tenazas de marchamar y un arma de fuego. El crimen culminó con el suicidio de Antonio Teruel, a causa de un disparo en la cabeza antes de ser detenido, y con José María Sánchez Navarrete, Francisco de Dios Piqueras y Honorio Sánchez Molina ejecutados en el garrote vil el 9 de mayo de 1924, además de la condena de José Donday, también llamado Pildorita, a 20 años en prisión. Los anteriormente mencionados, fueron los culpables del crimen.
Buen thriller cine negro español a desempolvar del olvido. Gloria Ucrania!!!
10 de febrero de 2024
10 de febrero de 2024
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Siempre se ha dicho que el franquismo hizo no-evolucionar a España, y creo que esta película podría ser un ejemplo. Este tipo de películas son las típicas películas americanas de los años 40.
Es una trama sencillita: un robo. Aquí juegan un papel el las tramas que envuelven a los diferentes personajes. Como evolucionan y como finalizan. Quizás, el que da más pena de todo (porque involucran incluso, un poco, a los padres) es el personaje que hace Vicente Parra. Un actor que además, de su atractivo físico, y su juventud, hace que de más pena su destino.
Malo malísimo el personaje principal que hace que al final no tengas ningún tipo de empatía. Quizás a la actriz sensual italiana, Mara Berni, pero tiene su castigo de una forma más light.
Es entretenida y tiene buen ritmo. Además está fotografiada de forma muy digna, con lo que hace que aunque parezca de los años 40, pues está muy bien llevada.
Supongo que está ligeramente inspirada en el caso real de se llamó "el crimen del expreso de Andalucía" ocurrido en 1924, aunque el crimen era el robo de los salarios de los asalariados de aquella época se repartía. También hubo asesinatos.
Es una trama sencillita: un robo. Aquí juegan un papel el las tramas que envuelven a los diferentes personajes. Como evolucionan y como finalizan. Quizás, el que da más pena de todo (porque involucran incluso, un poco, a los padres) es el personaje que hace Vicente Parra. Un actor que además, de su atractivo físico, y su juventud, hace que de más pena su destino.
Malo malísimo el personaje principal que hace que al final no tengas ningún tipo de empatía. Quizás a la actriz sensual italiana, Mara Berni, pero tiene su castigo de una forma más light.
Es entretenida y tiene buen ritmo. Además está fotografiada de forma muy digna, con lo que hace que aunque parezca de los años 40, pues está muy bien llevada.
Supongo que está ligeramente inspirada en el caso real de se llamó "el crimen del expreso de Andalucía" ocurrido en 1924, aunque el crimen era el robo de los salarios de los asalariados de aquella época se repartía. También hubo asesinatos.
22 de agosto de 2024
22 de agosto de 2024
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No la conocía, y me ha sorprendido mucho y muy agradablemente, son muy escasos los detalles "criticables".
La trama es interesante y muy cuidada, mucho mas que numerosas películas recientes. La fotografía preciosa, con algunos momentos sencillamente geniales (ver spoiler); y viéndola tantos años después de su rodaje, permite disfrutar viendo el Madrid de los años 50, un verdadero placer.
La trama es interesante y muy cuidada, mucho mas que numerosas películas recientes. La fotografía preciosa, con algunos momentos sencillamente geniales (ver spoiler); y viéndola tantos años después de su rodaje, permite disfrutar viendo el Madrid de los años 50, un verdadero placer.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ya al final de la película, la escena en que matan a Jorge Andrade es sensacional, con la cámara girando cuando él cae al suelo...
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