Grupo 7
2012 

6.5
36,106
Thriller. Acción. Drama
Año 1987. La ciudad de Sevilla se prepara para acoger la Expo del 92. Ángel (Mario Casas), un joven inteligente y ambicioso, aspira a ser inspector de policía, y entró en el cuerpo intentando respetar la ley. Rafael (Antonio de la Torre), en cambio, es un policía expeditivo, contundente y arrogante. Junto con Miguel (José Manuel Poga) y Mateo (Joaquín Núñez) forman el Grupo 7, un conjunto de policías sin escrúpulos, dispuestos a todo ... [+]
22 de mayo de 2013
22 de mayo de 2013
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película, aunque en ningún momento diga que está basada en hechos reales, la imaginación de un director, de capaz de tomarse licencias para crearla, siempre puede crear dudas, pero hay que reconocer que como thirller de acción policiaco, es sugestivo, atractivo y atrayente, desde principio a fin, sin nada que criticar negativamente. Otra cosa es que se acepten esos hechos reales, está claro que algo pueden tener de verdad, pero las licencias tomadas son demasiado exageradas, por ello, en este aspecto no se debe alabar, más bien se debe omitir, ya que tampoco lo refleja en el film con ninguna frase.
Actuaciones geniales, pero por suerte, o desgracia según se mire, destaca muy por encima un papa pitufo genial, Antonio de la Torre, con un papel muy logrado, con un personaje único, realista y atractivo, que mantiene ese suspense durante todo el film, porque aunque al principio se nos lo presenta como un violento reprimido, se ve que hay mucho más.
Recomendable, se disfruta y aunque la violencia es patente, no es tan exagerada o gore como últimamente llega, por ello se disfruta mucho más.
Actuaciones geniales, pero por suerte, o desgracia según se mire, destaca muy por encima un papa pitufo genial, Antonio de la Torre, con un papel muy logrado, con un personaje único, realista y atractivo, que mantiene ese suspense durante todo el film, porque aunque al principio se nos lo presenta como un violento reprimido, se ve que hay mucho más.
Recomendable, se disfruta y aunque la violencia es patente, no es tan exagerada o gore como últimamente llega, por ello se disfruta mucho más.
11 de mayo de 2015
11 de mayo de 2015
14 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía esta película pendiente de ver desde hacía tres años y este pasado fin de semana me encontré con que TVE la emitía en su espacio de cine español "Versión española", así que a las 23:30 (vaya horita) me dispuse a verla.
DECEPCIÓN. Si restamos la persecución inicial que protagoniza el Mario Casas por los tejados y callejuelas sevillanas (muy bien rodada, todo hay que decirlo) y alguna otra escena suelta, lo que nos ofrece Alberto Rodríguez es (como en la archifamosa y sobrevaloradísima "La ísla mínima") un ladrillo de padre y muy señor mío en la que unos polis corruptos se dedican a hostigar a yonkis y traficantes de medio pelo en la Sevilla pre-Expo. Pero la trama, al carecer de un hilo conductor claro (por ejemplo, la caza y captura de algún importante traficante con un ejército de sicarios a su servicio -al estilo de "French Connection"- y no el pelagatos rodeado de chusmilla que parece mover aquí el cotarro), no tiene el más mínimo interés.
Además, dada la nula capacidad de vocalización que muestra la gran mayoría del elenco, y su pésima imitación de un exageradísimo acento sevillano, la mayor parte de los diálogos son ininteligibles, así que la revisaré de nuevo cuando la doblen al castellano o le pongan subtítulos.
DECEPCIÓN. Si restamos la persecución inicial que protagoniza el Mario Casas por los tejados y callejuelas sevillanas (muy bien rodada, todo hay que decirlo) y alguna otra escena suelta, lo que nos ofrece Alberto Rodríguez es (como en la archifamosa y sobrevaloradísima "La ísla mínima") un ladrillo de padre y muy señor mío en la que unos polis corruptos se dedican a hostigar a yonkis y traficantes de medio pelo en la Sevilla pre-Expo. Pero la trama, al carecer de un hilo conductor claro (por ejemplo, la caza y captura de algún importante traficante con un ejército de sicarios a su servicio -al estilo de "French Connection"- y no el pelagatos rodeado de chusmilla que parece mover aquí el cotarro), no tiene el más mínimo interés.
Además, dada la nula capacidad de vocalización que muestra la gran mayoría del elenco, y su pésima imitación de un exageradísimo acento sevillano, la mayor parte de los diálogos son ininteligibles, así que la revisaré de nuevo cuando la doblen al castellano o le pongan subtítulos.
8 de abril de 2012
8 de abril de 2012
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película que nos vuelve a mostrar de manera inteligente y en un ambiente que nos es muy cercano, el famoso dicho de:"El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente".
Una historia, donde los grandes eventos sociales como espantajos de la podredumbre social, requieren de una acción cosmética previa para que todo quede aparentemente bien.
Un trabajo encomiable del director y del elenco de actores, donde A. de la Torre sorprende gratamente por la seriedad y rigor de su trabajo.
Merece la pena verla.
Una historia, donde los grandes eventos sociales como espantajos de la podredumbre social, requieren de una acción cosmética previa para que todo quede aparentemente bien.
Un trabajo encomiable del director y del elenco de actores, donde A. de la Torre sorprende gratamente por la seriedad y rigor de su trabajo.
Merece la pena verla.
18 de junio de 2022
18 de junio de 2022
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando uno piensa en Sevilla, piensa en la Plaza de España, el Betis y en turistas sudando con abanicos feísimos. Es como algo folclórico y cutre al mismo tiempo.
La Sevilla que se muestra en Grupo 7 son persecuciones de yonkis, Las 3000 Viviendas y putas. La gente vive asfixiada en pisos estrechos a medio iluminar, y está cabreadísima todo el tiempo. La Expo es un descampado donde la policía da palizas gratuitas. Un gran mérito de la película es precisamente la sinceridad que transmite: esta ciudad es más real que la versión que todos conocemos.
La peli está grababa con muy buen nervio. El ritmo no decae y el espectador no mira el reloj en ningún momento. El personaje del poli gordito es sin duda el mejor. Aparte de las coñitas que suelta, tiene otra ventaja con respecto a los demás actores: a pesar de ser andaluz, se le entiende cuando habla.
Lo de Mario Casas no tiene nombre. Te lo crees cuando se le va la olla, y sobre todo cuando se chuta la insulina. Sin embargo, le pone la misma tensión cuando dice “ponme una cerveza” que “alto, policía”. El que esto escribe siempre tiene que ver sus pelis con subtítulos. ¿Por qué no se paga de una vez un curso de dicción?
Grupo 7 tiene algún rincón donde el guión flojea y la verosimilitud queda suspendida, especialmente con el malvado de la peli. Amigos, hace mucho tiempo que Hollywood descubrió que los malos no tienen por qué ser feos. Además, a no ser que sea una película de Disney, los policías no dejan escapar al malo una y otra vez, sino que le descerrajan un tiro en la chota en cuanto tienen la menor oportunidad.
Con todo, la peli está muy bien.
La Sevilla que se muestra en Grupo 7 son persecuciones de yonkis, Las 3000 Viviendas y putas. La gente vive asfixiada en pisos estrechos a medio iluminar, y está cabreadísima todo el tiempo. La Expo es un descampado donde la policía da palizas gratuitas. Un gran mérito de la película es precisamente la sinceridad que transmite: esta ciudad es más real que la versión que todos conocemos.
La peli está grababa con muy buen nervio. El ritmo no decae y el espectador no mira el reloj en ningún momento. El personaje del poli gordito es sin duda el mejor. Aparte de las coñitas que suelta, tiene otra ventaja con respecto a los demás actores: a pesar de ser andaluz, se le entiende cuando habla.
Lo de Mario Casas no tiene nombre. Te lo crees cuando se le va la olla, y sobre todo cuando se chuta la insulina. Sin embargo, le pone la misma tensión cuando dice “ponme una cerveza” que “alto, policía”. El que esto escribe siempre tiene que ver sus pelis con subtítulos. ¿Por qué no se paga de una vez un curso de dicción?
Grupo 7 tiene algún rincón donde el guión flojea y la verosimilitud queda suspendida, especialmente con el malvado de la peli. Amigos, hace mucho tiempo que Hollywood descubrió que los malos no tienen por qué ser feos. Además, a no ser que sea una película de Disney, los policías no dejan escapar al malo una y otra vez, sino que le descerrajan un tiro en la chota en cuanto tienen la menor oportunidad.
Con todo, la peli está muy bien.
8 de abril de 2012
8 de abril de 2012
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1996 Danny Boyle y su guión Transpotting arrasaban metiéndose en la piel de unos yonkis. Tres años después Soderberg estrenaba la oscarizada TRAFFIC, dándonos a conocer la droga desde sus puntos de vista viscerales. Al año siguiente Aronofsky desafió la narrativa con Requiem por un Sueño, angustiando al espectador con su peculiar manera de utilizar el sonido con la veloz transición de las imágenes.
Este año, y 12 después de esta última, Alberto Rodríguez se corona por crear a base de un ritmo frenético pero contenido la que probablemente sea la película policiaca del año.
Y no ha sido en vano mencionar a las mejores películas contemporáneas sobre droga de la pasada década, como tampoco ha sido mencionarlas en esta crítica.
Espectadores que no suelan apostar por el cine español, haceos un favor e ir a ver esta peli, que no narra con balas de fogeo, sino que siente de personajes heridos con problemas internos, evolucionan de una manera crítica (y nada positiva) y que además, tienen alma.
La corrupción del individuo protector en su estado más puro, la desolación de un sistema que funcionaba a base de hostias en una ciudad hostiada por la "imagen" que en su momento se quería dar (mi querida Sevilla), y una tensión a base de inteligentísimas secuencias de acción interpretadas con maestría por su elenco de actores que ahora mismo deberían de estar orgullosos mientras gritan en silencio:
"SOMOS EL GRUPO 7, y aquí NO VENDE DROGA NI DIOS!"
Este año, y 12 después de esta última, Alberto Rodríguez se corona por crear a base de un ritmo frenético pero contenido la que probablemente sea la película policiaca del año.
Y no ha sido en vano mencionar a las mejores películas contemporáneas sobre droga de la pasada década, como tampoco ha sido mencionarlas en esta crítica.
Espectadores que no suelan apostar por el cine español, haceos un favor e ir a ver esta peli, que no narra con balas de fogeo, sino que siente de personajes heridos con problemas internos, evolucionan de una manera crítica (y nada positiva) y que además, tienen alma.
La corrupción del individuo protector en su estado más puro, la desolación de un sistema que funcionaba a base de hostias en una ciudad hostiada por la "imagen" que en su momento se quería dar (mi querida Sevilla), y una tensión a base de inteligentísimas secuencias de acción interpretadas con maestría por su elenco de actores que ahora mismo deberían de estar orgullosos mientras gritan en silencio:
"SOMOS EL GRUPO 7, y aquí NO VENDE DROGA NI DIOS!"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La evolución de los personajes de Mario Casas y Antonio de la Torre, y la propia evolución de su relación como compañeros de trabajo, debería de estudiarse en los talleres de guión. Rodriguez contempla un intercambio de roles con planos sugerentes que hablan por sí solos, como el del final (el espejo donde se ven reflejados en el bar), y el anillo que no tiene, a pesar de vacilar de una vida familiar próspera. Es un final fino, firme y muy elegante, a su vez intrigante debido a su incertidumbre sobre "lo que va a pasar".
Se podría decir que la trama en sí no es un grupo de gatos persiguiendo a un ratón (inmenso Alfonso Sánchez) a la sencillez de "Tom y Jerry". Los gatos tienen sus inquietudes y sus traumas viviendo en paralelo con una angustia descomunal mientras cada uno de ellos se perfila con la premisa final de... ¿Por qué hacemos esto? ¿De verdad nos creíamos capaces de acabar con la Droga en su totalidad? y... ¿SIN CONSECUENCIAS?
Las consecuencias son el reflejo de una sociedad que sigue exactamente con las mismas reglas de siempre, favoreciendo los intereses de una minoría y aplastando a la gran mayoría
Se podría decir que la trama en sí no es un grupo de gatos persiguiendo a un ratón (inmenso Alfonso Sánchez) a la sencillez de "Tom y Jerry". Los gatos tienen sus inquietudes y sus traumas viviendo en paralelo con una angustia descomunal mientras cada uno de ellos se perfila con la premisa final de... ¿Por qué hacemos esto? ¿De verdad nos creíamos capaces de acabar con la Droga en su totalidad? y... ¿SIN CONSECUENCIAS?
Las consecuencias son el reflejo de una sociedad que sigue exactamente con las mismas reglas de siempre, favoreciendo los intereses de una minoría y aplastando a la gran mayoría
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here