Luz de lunaSerie
1985 

Glenn Gordon Caron (Creador), Peter Werner ...
6.6
11,481
Serie de TV. Intriga. Comedia
Serie de TV (1985-1989). 5 temporadas. 66 episodios. La guapa e inteligente Maddie Hayes (Cybill Shepherd) y el simpático caradura David Addison (Bruce Willis) forman una encantadora pareja de investigadores privados, pero la jefa es ella. Popular serie de televisión con mucho humor, un poco de intriga, tensión sexual entre los protagonistas y un estilo sofisticado y elegante. (FILMAFFINITY)
1 de marzo de 2025
1 de marzo de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay una serie que definió la comedia romántica detectivesca de los 80, esa es Luz de Luna. Una mezcla perfecta de misterio, humor, tensión sexual no resuelta y un Bruce Willis en su mejor momento junto a Cybill Shepherd, que juntos formaban una pareja explosiva.
La serie sigue a Maddie Hayes (Shepherd), una exmodelo en bancarrota que termina dirigiendo una agencia de detectives junto a David Addison (Willis), un tipo carismático, sarcástico y encantador que hace que todo sea un caos... pero un caos con mucho estilo. Lo que en cualquier otra serie sería una trama de "caso de la semana", aquí se convierte en una guerra de sexos, miradas cómplices y diálogos afilados, con un ritmo que recuerda más a las screwball comedies clásicas que a las series de detectives al uso.
Pero lo más importante de Luz de Luna es que aquí es donde nace John McClane. Sí, sin David Addison, Bruce Willis nunca habría sido el tipo que se lanza por los conductos de ventilación en Jungla de Cristal. Aquí ya vemos su carisma natural, su capacidad para soltar chistes en los momentos más tensos y su actitud de "todo me da igual, pero al final haré lo correcto". La serie fue su trampolín, y se nota por qué.
Cybill Shepherd, por su parte, es el contrapunto perfecto: elegante, con carácter y sin aguantar ni una a Addison, lo que hace que los choques entre los dos sean pura dinamita. Su química es brutal, y la serie vive y muere por ella.
¿Puntos flojos? A veces el drama se alarga demasiado, la serie tuvo sus problemas de producción y, siendo honestos, las últimas temporadas no mantienen el nivel. Pero cuando Luz de Luna estaba en su mejor momento, era oro puro.
Lo mejor: Los diálogos rápidos, la química entre los protagonistas y el carisma de Bruce Willis, que aquí ya era un action hero en potencia.
Lo peor: Se nota el desgaste en las últimas temporadas y algunos episodios van de más.
La serie sigue a Maddie Hayes (Shepherd), una exmodelo en bancarrota que termina dirigiendo una agencia de detectives junto a David Addison (Willis), un tipo carismático, sarcástico y encantador que hace que todo sea un caos... pero un caos con mucho estilo. Lo que en cualquier otra serie sería una trama de "caso de la semana", aquí se convierte en una guerra de sexos, miradas cómplices y diálogos afilados, con un ritmo que recuerda más a las screwball comedies clásicas que a las series de detectives al uso.
Pero lo más importante de Luz de Luna es que aquí es donde nace John McClane. Sí, sin David Addison, Bruce Willis nunca habría sido el tipo que se lanza por los conductos de ventilación en Jungla de Cristal. Aquí ya vemos su carisma natural, su capacidad para soltar chistes en los momentos más tensos y su actitud de "todo me da igual, pero al final haré lo correcto". La serie fue su trampolín, y se nota por qué.
Cybill Shepherd, por su parte, es el contrapunto perfecto: elegante, con carácter y sin aguantar ni una a Addison, lo que hace que los choques entre los dos sean pura dinamita. Su química es brutal, y la serie vive y muere por ella.
¿Puntos flojos? A veces el drama se alarga demasiado, la serie tuvo sus problemas de producción y, siendo honestos, las últimas temporadas no mantienen el nivel. Pero cuando Luz de Luna estaba en su mejor momento, era oro puro.
Lo mejor: Los diálogos rápidos, la química entre los protagonistas y el carisma de Bruce Willis, que aquí ya era un action hero en potencia.
Lo peor: Se nota el desgaste en las últimas temporadas y algunos episodios van de más.
18 de mayo de 2019
18 de mayo de 2019
0 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1985 (que se dice pronto, y un servidor todavía no había llegado al mundo) se estrenó una serie que sería mítica en la década de los ochenta, y que duró cinco temporadas, cosechando un gran éxito, al menos en sus inicios. Además, estaba protagonizada por la estrella del momento, Cybill Shepherd, y un desconocido Bruce Willis, que ahora mismo sobrevive gracias a productos del videoclub, pero esa es otra historia.
El público del momento quedó prendado por esta comedia (al menos en la mayoría de episodios) donde dos detectives, David Addison y Maddie Hayes, debían resolver casos sin matarse el uno al otro en el intento, debido a la famosa tensión sexual no resuelta, que tantas otras series han utilizado, y que, aún hoy, se sigue usando con éxito.
La serie gozó de un gran éxito y fama, pero, como en la mayoría de series, tocó fondo, y la gente se cansó, y la verdad, una vez vista, no me extraña. La serie finalizó un 14 de Mayo de 1989, es decir, hace treinta años. Yo me animé a verla hace un par de años después de muchos intentos (el bueno de Bruce es uno de mis actores favoritos) y ha sido este 14 de Mayo de 2019 cuando he visto el último capítulo, justo treinta años después. Os aseguro que ha sido pura casualidad, ya que, hasta finalizar la serie, desconocía esa fecha (lo indican en los créditos finales), pero he acabado la serie justo ese día. ¿Casualidad?
Pues bien, la primera temporada solo constaba de seis episodios, el primero de ellos con más de una hora de duración, a modo de piloto. La segunda temporada ya tuvo más episodios, y debo decir que, sin ser ninguna obra maestra, si son dos estimables temporadas al servicio del humor, y con un excelente Bruce Willis, en uno de los sus mejores papeles.
La tercera temporada ya fue perdiendo fuelle, aunque tenía algunos episodios rescatables, y los últimos episodios introducían un triangulo amoroso bastante interesante, para dar un final de temporada que, visto lo visto, debería haber sido el definitivo, ya que fue más que digno y hubiese dejado buen sabor de boca.
Pero no, se embarcaron en una terrible y dramática cuarta temporada, donde ambos personajes se separaban y no se veían las caras hasta los últimos episodios, y donde apenas había casos por resolver, aparte de dotar de más protagonismo a personajes secundarios, como la señorita Topisto o el insufrible Herb Viola. Un despropósito de temporada, que sacaba de quicio, y que ni siquiera podía levantar el señor Willis, ya que convirtieron a su personaje en un borde y un amargado. Lamentable.
Los rumores dicen que los dos protagonistas no se soportaban, y la verdad es que cuadra bastante, ya que apenas se ven en la mencionada cuarta entrega. Se comenta que Bruce Willis ganó mucha más fama gracias a la excelente "Jungla de Cristal (Die Hard)" (que es un clásico del cine de acción y una de mis películas favoritas), y eso no le hizo ninguna gracia a la otra estrella de la serie, la señorita Shepherd (que venía del mundo del cine y era muy conocida), la cual había llegado a la serie como la gran protagonista, y cuando vio que Willis le comía terreno (gracias a un mejor personaje, las cosas como son), no pudo más, y todo eran discusiones entre ellos, generando un clima tóxico, y haciendo que la serie quedase herida de muerte.
Cuidado, tampoco digo que Bruce Willis fuese un santo, ya que es bien sabida su fama de déspota y de amar el dinero más que a otra cosa (solo se mueve por él, de hecho), pero entre ambos, y sus discusiones, destrozaron una serie simpática y entretenida, para pasar el rato, que no es poco. Y es que eso es lo que es esta serie (bueno, sus tres primeras temporadas y algunos episodios de la última), un divertimento inocente y sin complejos, para hacer disfrutar al espectador, ni más ni menos.
En cuanto a la quinta temporada, tuvo un primer episodio realmente lamentable, y que parecía que iba a marcar la senda de los siguientes, pero por suerte, la cosa remontó, y volvieron a la senda de las primeras temporadas, con casos sin pies ni cabeza y diálogos chispeantes. Sin embargo, a algún iluminado se le ocurrió que era buena idea volver a meter conflicto, tensión y dramatismo al final de la serie, e introdujeron, con calzador, a una primera de Maddie que tenía una aventura con David, haciendo que ambos personajes volviesen a estar enfrentados, al igual que en la cuarta temporada. Es decir, volvieron hacía atrás y hacía lo peor de la serie.
Y bueno, qué decir del final. Lamentable es poco, ya que fue un bofetón al espectador por la bajada de audiencias y quedó bastante inconcluso, haciendo que la experiencia quedase manchada, y dejando un sabor agridulce en una serie que podía haber tenido un final feliz, pero se tuvo que conformar con una tomadura de pelo, que no desvelaré porque es spoiler.
En conclusión, estamos ante un clásico de los ochenta, que ha envejecido bastante mal, con dos primeras temporadas simpáticas y entretenidas, una tercera que perdió un poco el toque, una cuarta que debería ser censurada por el bien de la humanidad, y una quinta que remontó un poco el vuelo, pero se quedó en tierra de nadie, sobre todo por su penoso final.
¿Recomendaría la serie a alguien? Lo siento, pero no. Yo no me arrepiento, porque tenía mucha curiosidad por verla, y me fascina esa época (la intro y su canción principal, así como algunas melodías, son de lo mejor), pero no creo que muchos tengan mi paciencia. Si eres fan de Bruce Willis, quizás la soportes, pero si no es el caso, huye. Es obvio que esta serie tuvo su momento de gloria, y siempre será recordada por su interesante pareja protagonista y por la desternillante actuación de Willis, pero poco más se puede rescatar de una serie con potencial, pero que cayó en muy malas manos.
Crítica completa en mi web
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El público del momento quedó prendado por esta comedia (al menos en la mayoría de episodios) donde dos detectives, David Addison y Maddie Hayes, debían resolver casos sin matarse el uno al otro en el intento, debido a la famosa tensión sexual no resuelta, que tantas otras series han utilizado, y que, aún hoy, se sigue usando con éxito.
La serie gozó de un gran éxito y fama, pero, como en la mayoría de series, tocó fondo, y la gente se cansó, y la verdad, una vez vista, no me extraña. La serie finalizó un 14 de Mayo de 1989, es decir, hace treinta años. Yo me animé a verla hace un par de años después de muchos intentos (el bueno de Bruce es uno de mis actores favoritos) y ha sido este 14 de Mayo de 2019 cuando he visto el último capítulo, justo treinta años después. Os aseguro que ha sido pura casualidad, ya que, hasta finalizar la serie, desconocía esa fecha (lo indican en los créditos finales), pero he acabado la serie justo ese día. ¿Casualidad?
Pues bien, la primera temporada solo constaba de seis episodios, el primero de ellos con más de una hora de duración, a modo de piloto. La segunda temporada ya tuvo más episodios, y debo decir que, sin ser ninguna obra maestra, si son dos estimables temporadas al servicio del humor, y con un excelente Bruce Willis, en uno de los sus mejores papeles.
La tercera temporada ya fue perdiendo fuelle, aunque tenía algunos episodios rescatables, y los últimos episodios introducían un triangulo amoroso bastante interesante, para dar un final de temporada que, visto lo visto, debería haber sido el definitivo, ya que fue más que digno y hubiese dejado buen sabor de boca.
Pero no, se embarcaron en una terrible y dramática cuarta temporada, donde ambos personajes se separaban y no se veían las caras hasta los últimos episodios, y donde apenas había casos por resolver, aparte de dotar de más protagonismo a personajes secundarios, como la señorita Topisto o el insufrible Herb Viola. Un despropósito de temporada, que sacaba de quicio, y que ni siquiera podía levantar el señor Willis, ya que convirtieron a su personaje en un borde y un amargado. Lamentable.
Los rumores dicen que los dos protagonistas no se soportaban, y la verdad es que cuadra bastante, ya que apenas se ven en la mencionada cuarta entrega. Se comenta que Bruce Willis ganó mucha más fama gracias a la excelente "Jungla de Cristal (Die Hard)" (que es un clásico del cine de acción y una de mis películas favoritas), y eso no le hizo ninguna gracia a la otra estrella de la serie, la señorita Shepherd (que venía del mundo del cine y era muy conocida), la cual había llegado a la serie como la gran protagonista, y cuando vio que Willis le comía terreno (gracias a un mejor personaje, las cosas como son), no pudo más, y todo eran discusiones entre ellos, generando un clima tóxico, y haciendo que la serie quedase herida de muerte.
Cuidado, tampoco digo que Bruce Willis fuese un santo, ya que es bien sabida su fama de déspota y de amar el dinero más que a otra cosa (solo se mueve por él, de hecho), pero entre ambos, y sus discusiones, destrozaron una serie simpática y entretenida, para pasar el rato, que no es poco. Y es que eso es lo que es esta serie (bueno, sus tres primeras temporadas y algunos episodios de la última), un divertimento inocente y sin complejos, para hacer disfrutar al espectador, ni más ni menos.
En cuanto a la quinta temporada, tuvo un primer episodio realmente lamentable, y que parecía que iba a marcar la senda de los siguientes, pero por suerte, la cosa remontó, y volvieron a la senda de las primeras temporadas, con casos sin pies ni cabeza y diálogos chispeantes. Sin embargo, a algún iluminado se le ocurrió que era buena idea volver a meter conflicto, tensión y dramatismo al final de la serie, e introdujeron, con calzador, a una primera de Maddie que tenía una aventura con David, haciendo que ambos personajes volviesen a estar enfrentados, al igual que en la cuarta temporada. Es decir, volvieron hacía atrás y hacía lo peor de la serie.
Y bueno, qué decir del final. Lamentable es poco, ya que fue un bofetón al espectador por la bajada de audiencias y quedó bastante inconcluso, haciendo que la experiencia quedase manchada, y dejando un sabor agridulce en una serie que podía haber tenido un final feliz, pero se tuvo que conformar con una tomadura de pelo, que no desvelaré porque es spoiler.
En conclusión, estamos ante un clásico de los ochenta, que ha envejecido bastante mal, con dos primeras temporadas simpáticas y entretenidas, una tercera que perdió un poco el toque, una cuarta que debería ser censurada por el bien de la humanidad, y una quinta que remontó un poco el vuelo, pero se quedó en tierra de nadie, sobre todo por su penoso final.
¿Recomendaría la serie a alguien? Lo siento, pero no. Yo no me arrepiento, porque tenía mucha curiosidad por verla, y me fascina esa época (la intro y su canción principal, así como algunas melodías, son de lo mejor), pero no creo que muchos tengan mi paciencia. Si eres fan de Bruce Willis, quizás la soportes, pero si no es el caso, huye. Es obvio que esta serie tuvo su momento de gloria, y siempre será recordada por su interesante pareja protagonista y por la desternillante actuación de Willis, pero poco más se puede rescatar de una serie con potencial, pero que cayó en muy malas manos.
Crítica completa en mi web
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