Jumper
5.2
29,579
Ciencia ficción. Thriller. Acción
David Rice ha nacido con un misterioso poder: teletransportarse a cualquier lugar del mundo que desee. Siempre ha utilizado esta facultad para escapar de su pasado, incrementar su inmensa fortuna o conservar su independencia. Sin embargo, cuando conoce a Griffin, un exaltado trotamundos que tiene el mismo poder que él, descubre que no es un ser tan singular, sino que pertenece a un grupo de personas con anomalías genéticas ("los ... [+]
14 de marzo de 2008
14 de marzo de 2008
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Doug Liman, director conocido por la pequeña maravilla que es "El caso Bourne" y por enamorar a Brad Pitt y Angelina Jolie en "Sr. y Sra. Smith", vuelve a saltar a las pantallas con la que parece que se va a convertir en la primera parte de una franquicia a explotar. A partir de una premisa ciertamente interesante, y con unos efectos especiales de infarto, Liman construye a saltos agigantados una cinta donde la acción prima sobre los personajes y con cierto aire a película para jóvenes.
Ya el primer plano de la película nos da una idea de por dónde va a ir ésta. Vemos a un Hayden Christensen que hace lo posible por interpretar medianamente bien su papel subido en lo alto de una esfinge egipcia. A continuación, y después de un rápido repaso por su infancia en el que fugazmente atisbamos a ver a Diane Lane en una foto como su madre, el que fuera Anakin Skywalker empieza a saltar de un lado para otro sin mucho orden, encontrando por el camino a un antiguo amor (la guapísima Rachel Bilson), a un aliado con sus mismas habilidades (Jamie Bell, que cuenta con su propia historia en el videojuego de la película), y a un feroz Samuel L. Jackson. Este tío si que está en todas partes, y no el Jumper que da título al filme. Jackson se embarca aquí en un proyecto sin terminar muy bien de entender de qué va su papel.
Por otro lado, destacar los impresionantes efectos especiales, que no dejan lugar para el respiro. Los saltos están muy conseguidos, haciendo de cada uno una explosión y vorágine de sensaciones para el espectador. Además, el hecho de que permitieran al equipo de rodaje grabar en los sitios en vez de reproducirlos por ordenador da mayor credibilidad al conjunto. Emblemáticos lugares como Egipcio (las esfinges), Roma (el Coliseo), y en menor medida Tokyo, Nueva York y Londres dan al filme un aire de postal exótica que nos permite viajar (más bien saltar) por todos ellos sin movernos de la butaca.
En definitiva, una primera (si se cumple lo previsto) y aceptable primera entrega, que sin embargo no termina de funcionar como entidad propia. Veremos si los sucesivos saltos aportan algo de cohesión y fuerza a este primero, ya que toda la historia de los Jumpers y sus enemigos los Paladines puede dar para mucho más. Y, si por algún milagro se repitiese lo que ocurrió con Bourne (primera parte dirigida por Liman y las dos restantes por Greengrass) estaríamos ante uno de los mayores espectáculos visuales en mucho tiempo. Si Greengrass ya hizo de Bourne una vertiginosa montaña rusa sin paradas (inteligente además), imaginaos por un momento que sería capaz de hacer teniendo a los saltarines de por medio. No quiero ni imaginármelo.
Qué demonios, sí que quiero.
Ya el primer plano de la película nos da una idea de por dónde va a ir ésta. Vemos a un Hayden Christensen que hace lo posible por interpretar medianamente bien su papel subido en lo alto de una esfinge egipcia. A continuación, y después de un rápido repaso por su infancia en el que fugazmente atisbamos a ver a Diane Lane en una foto como su madre, el que fuera Anakin Skywalker empieza a saltar de un lado para otro sin mucho orden, encontrando por el camino a un antiguo amor (la guapísima Rachel Bilson), a un aliado con sus mismas habilidades (Jamie Bell, que cuenta con su propia historia en el videojuego de la película), y a un feroz Samuel L. Jackson. Este tío si que está en todas partes, y no el Jumper que da título al filme. Jackson se embarca aquí en un proyecto sin terminar muy bien de entender de qué va su papel.
Por otro lado, destacar los impresionantes efectos especiales, que no dejan lugar para el respiro. Los saltos están muy conseguidos, haciendo de cada uno una explosión y vorágine de sensaciones para el espectador. Además, el hecho de que permitieran al equipo de rodaje grabar en los sitios en vez de reproducirlos por ordenador da mayor credibilidad al conjunto. Emblemáticos lugares como Egipcio (las esfinges), Roma (el Coliseo), y en menor medida Tokyo, Nueva York y Londres dan al filme un aire de postal exótica que nos permite viajar (más bien saltar) por todos ellos sin movernos de la butaca.
En definitiva, una primera (si se cumple lo previsto) y aceptable primera entrega, que sin embargo no termina de funcionar como entidad propia. Veremos si los sucesivos saltos aportan algo de cohesión y fuerza a este primero, ya que toda la historia de los Jumpers y sus enemigos los Paladines puede dar para mucho más. Y, si por algún milagro se repitiese lo que ocurrió con Bourne (primera parte dirigida por Liman y las dos restantes por Greengrass) estaríamos ante uno de los mayores espectáculos visuales en mucho tiempo. Si Greengrass ya hizo de Bourne una vertiginosa montaña rusa sin paradas (inteligente además), imaginaos por un momento que sería capaz de hacer teniendo a los saltarines de por medio. No quiero ni imaginármelo.
Qué demonios, sí que quiero.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El personaje de la madre (Diane Lane) está metido con calzador en la historia y así se nos presenta en los pocos momentos que aparece. Claramente pensado para un posterior desarrollo de la historia.
17 de febrero de 2008
17 de febrero de 2008
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando voy a ver una película me gusta centrarme en ella, que no me hable nadie, no como ni bebo; sin embargo con esta peli no pude evitar "compartir" comida y bebida con mi mujer, por hacer algo, vaya. No es que la peli sea mala, no, pero si la analizas es que no es nada.
En Jumper quedan muchas cuestiones sin resolver que lo normal es que se solventen en futuras secuelas, pero visto lo visto no creo que yo acuda al cine a ver una segunda parte, prefiero quedarme con la duda o imaginármelo yo mismo.
Si hay algo que destaca en esta cinta son los efectos especiales. Siendo positivo: al menos pasas hora y media entretenido, que no es poco.
P.S.: Para los que buscan fallos en las pelis... no os perdáis la camiseta del protagonista durante toda la película.
En Jumper quedan muchas cuestiones sin resolver que lo normal es que se solventen en futuras secuelas, pero visto lo visto no creo que yo acuda al cine a ver una segunda parte, prefiero quedarme con la duda o imaginármelo yo mismo.
Si hay algo que destaca en esta cinta son los efectos especiales. Siendo positivo: al menos pasas hora y media entretenido, que no es poco.
P.S.: Para los que buscan fallos en las pelis... no os perdáis la camiseta del protagonista durante toda la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Una peli como la vida misma: nadie es bueno... El prota roba (y a "su chica" no le importa ese detalle), los paladines matan, etc.
18 de febrero de 2008
18 de febrero de 2008
19 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para empezar, Jumper cumple con su objetivo: entretener al personal.
Digamos que Jumper tiene varios aciertos en su planteamiento: es bastante original, algo nada desdeñable en los tiempos que corren si echamos un ojo crítico a la cartelera. No se para a explicar demasiado lo que acontece, otro acierto si se tiene en cuenta que la trama de toda la cinta quiere evitar, salte lo que salte, que el espectador reflexione sobre lo que está pasando. Y, finalmente, que dura lo suficiente como para hacerse corta y dejar con un ligero sabor a nuevo.
La trama echa mano de un chaval (el joven Anakin Skywalker, para los frikis) que tiene el poder (bastante atractivo, por cierto) de "saltar" de un lugar a otro, donde sea y cuando quiera. Partiendo de este hecho, la película nos introduce unos cuantos personajes más para entrar en faena (pero sin ánimo de complicar la película, oye). Tenemos al malote de turno, interpretado por el competente Samuel "King of Cool" L. Jackson, que logra un villano ciertamente adecuado para la cinta, cuyo único objetivo es acabar con todo "Jumper" saltimbanqui que pille. Vemos también a la ingenua chica y joven amor del prota y, finalmente, a un solitario, malhumorado e irónico aliado de nuestro "prota" al más puro estilo Marvel (mención expresa en la película).
A partir de aquí, una historia muy normalita que se nutre de, y esto es así, las muchas posibilidades que le da su idea de partida y unas cuantas escenas de acción. Eso sí, en aras de abrir la veda a una secuela (con la ocurrencia les da para 3, mínimo), el final de la trama puede resultar un tanto simplón.
Digamos que Jumper tiene varios aciertos en su planteamiento: es bastante original, algo nada desdeñable en los tiempos que corren si echamos un ojo crítico a la cartelera. No se para a explicar demasiado lo que acontece, otro acierto si se tiene en cuenta que la trama de toda la cinta quiere evitar, salte lo que salte, que el espectador reflexione sobre lo que está pasando. Y, finalmente, que dura lo suficiente como para hacerse corta y dejar con un ligero sabor a nuevo.
La trama echa mano de un chaval (el joven Anakin Skywalker, para los frikis) que tiene el poder (bastante atractivo, por cierto) de "saltar" de un lugar a otro, donde sea y cuando quiera. Partiendo de este hecho, la película nos introduce unos cuantos personajes más para entrar en faena (pero sin ánimo de complicar la película, oye). Tenemos al malote de turno, interpretado por el competente Samuel "King of Cool" L. Jackson, que logra un villano ciertamente adecuado para la cinta, cuyo único objetivo es acabar con todo "Jumper" saltimbanqui que pille. Vemos también a la ingenua chica y joven amor del prota y, finalmente, a un solitario, malhumorado e irónico aliado de nuestro "prota" al más puro estilo Marvel (mención expresa en la película).
A partir de aquí, una historia muy normalita que se nutre de, y esto es así, las muchas posibilidades que le da su idea de partida y unas cuantas escenas de acción. Eso sí, en aras de abrir la veda a una secuela (con la ocurrencia les da para 3, mínimo), el final de la trama puede resultar un tanto simplón.
22 de marzo de 2008
22 de marzo de 2008
15 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Le pongo un 2 porque hoy estoy de buen humor. Jumper es el típico subproducto de la industria del cine basura o comercial, que antepone los efectos especiales (unos efectos especiales que encima son muy justitos, de "cinco pelao") a la trama argumental, que no profundiza en absoluto en el desarrollo psicológico de los personajes, y que cuenta con un guión digno de los Teletubbies, y eso siendo optimista.
Nos encontramos ante una película vulgar, que nos relata con muy poco estilo la historia de un tonto con la capacidad de teletransportarse, es decir un Jumper. Hayden Christensen (ése que hizo de Darth Vader antes de que le molara el rollo del lado oscuro) interpreta nuevamente a un niñato guapín, caprichoso y más tonto que pegarle a un padre (como ya nos tiene acostumbrados, ¡pero qué malo eres hijo!), que entre otras aficiones se dedica a robar bancos sin abrir puertas para costearse un céntrico apartamento en la ciudad de Nueva York.
Después de una introducción muy floja en la que nos presentan al presunto Jumper como "el puto amo", la historia tiene como punto de partida el momento en que el Jumper vuelve a su pueblo natal para buscar a la tía que le molaba en el instituto, cuando era un freak rollo Peter Parker y todos se reían de él. La tía accede encantada a dejarlo todo para irse con él a Roma, así sin pensar (no tenía amigos la pobre)
El tío Jumper es muy feliz, teletransportándose aquí y allà. Pero claro, la felicidad no es eterna, y resulta que como en todas las malas historias, tenía que haber un malo malísimo: Samuel L. Jackson, siempre correcto en su papel de tipo duro y un poquito cabrón. Jackson es un Paladín, o un "caza-jumpers": dícese del fanático religiosos con armas de avanzada tecnología que pertenece a una hermandad caza-jumpers histórica, la cual opera desde la Edad Media, y fue propulsora de la Santa Inquisición y de la quema de brujas, entre otras medidas democráticamente cuestionables (no es coña, lo dicen en la peli)
Samuel va toda la película detrás del bueno de Hayden, que únicamente quiere estar con su novia tranquilo y robar bancos, para matarlo. Y es que claro, a los fanáticos religiosos les descoloca que haya más peña con la capacidad de teletransportarse a parte de Dios y Son Gokuh.
Como ya podéis ver, es la típica historieta de tira cómica (y de las malas). En serio, ver esta mierda es indigno. Es la película de acción, o ciencia-ficción... o del género que sea porque en realidad es una película que mezcla géneros, o mejor dicho, topicazos de varios géneros, pero con un gusto pésimo. Vamos que mala, mala, mala, mala, mala.
Nos encontramos ante una película vulgar, que nos relata con muy poco estilo la historia de un tonto con la capacidad de teletransportarse, es decir un Jumper. Hayden Christensen (ése que hizo de Darth Vader antes de que le molara el rollo del lado oscuro) interpreta nuevamente a un niñato guapín, caprichoso y más tonto que pegarle a un padre (como ya nos tiene acostumbrados, ¡pero qué malo eres hijo!), que entre otras aficiones se dedica a robar bancos sin abrir puertas para costearse un céntrico apartamento en la ciudad de Nueva York.
Después de una introducción muy floja en la que nos presentan al presunto Jumper como "el puto amo", la historia tiene como punto de partida el momento en que el Jumper vuelve a su pueblo natal para buscar a la tía que le molaba en el instituto, cuando era un freak rollo Peter Parker y todos se reían de él. La tía accede encantada a dejarlo todo para irse con él a Roma, así sin pensar (no tenía amigos la pobre)
El tío Jumper es muy feliz, teletransportándose aquí y allà. Pero claro, la felicidad no es eterna, y resulta que como en todas las malas historias, tenía que haber un malo malísimo: Samuel L. Jackson, siempre correcto en su papel de tipo duro y un poquito cabrón. Jackson es un Paladín, o un "caza-jumpers": dícese del fanático religiosos con armas de avanzada tecnología que pertenece a una hermandad caza-jumpers histórica, la cual opera desde la Edad Media, y fue propulsora de la Santa Inquisición y de la quema de brujas, entre otras medidas democráticamente cuestionables (no es coña, lo dicen en la peli)
Samuel va toda la película detrás del bueno de Hayden, que únicamente quiere estar con su novia tranquilo y robar bancos, para matarlo. Y es que claro, a los fanáticos religiosos les descoloca que haya más peña con la capacidad de teletransportarse a parte de Dios y Son Gokuh.
Como ya podéis ver, es la típica historieta de tira cómica (y de las malas). En serio, ver esta mierda es indigno. Es la película de acción, o ciencia-ficción... o del género que sea porque en realidad es una película que mezcla géneros, o mejor dicho, topicazos de varios géneros, pero con un gusto pésimo. Vamos que mala, mala, mala, mala, mala.
16 de febrero de 2008
16 de febrero de 2008
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Señores! Por fin nos encontramos con un superhéroe que es como la vida misma: un perfecto egoísta, hedonista y vividor, sin pudor ni remordimiento.
Cuando el protagonista ve en la televisión unas inundaciones y gente que necesita ayuda se limita a sonreir y darle la espalda.
Entonces ya nos damos cuenta que la película no va por esos rumbos trillados ( o al menos en ésta primera película, si es que se sigue la franquicia... ).
La idea es muy buena y los actores cumplen justito con su trabajo, pero no podemos decir lo mismo del flojo guión y de unos diálogos sin ninguna gracia o inteligencia.
Por lo demás concluir, que me entretuve la mayor parte de los 90 minutitos sin apenas desmayo, que el final coincido con mucha gente que fue muy flojo, y que al menos hemos podido ver los bajos del Coliseo de Roma, algo vedado para turistas... seguro que el ticket de la visita normal sale bastante más que la entrada al cine... valió la pena entonces...
Cuando el protagonista ve en la televisión unas inundaciones y gente que necesita ayuda se limita a sonreir y darle la espalda.
Entonces ya nos damos cuenta que la película no va por esos rumbos trillados ( o al menos en ésta primera película, si es que se sigue la franquicia... ).
La idea es muy buena y los actores cumplen justito con su trabajo, pero no podemos decir lo mismo del flojo guión y de unos diálogos sin ninguna gracia o inteligencia.
Por lo demás concluir, que me entretuve la mayor parte de los 90 minutitos sin apenas desmayo, que el final coincido con mucha gente que fue muy flojo, y que al menos hemos podido ver los bajos del Coliseo de Roma, algo vedado para turistas... seguro que el ticket de la visita normal sale bastante más que la entrada al cine... valió la pena entonces...
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