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Más dura será la caída

Western. Drama El forajido Nat Love (Majors) descubre que su enemigo, Rufus Buck (Elba) ha salido de prisión, por lo que reúne a su banda para perseguir a Rufus y buscar venganza.
Críticas 32
Críticas ordenadas por utilidad
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3
2 de diciembre de 2021
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando vi el tráiler de esta película me intereso al momento. Un trama de venganza simple, el villano mato a sus padres y el quiere matarlo. Salvaje oeste, disparos y pura acción, eso era lo que esperaba. Se nota además que bebe muchísimo de Django la cual es una joya que disfrute mucho, así que no pude esperar para verla.

Pero se me olvido que es de Netflix y son capaces de ridiculizar un producto por el bien de la justicia social. El elenco principal y secundario esta completamente formado por afroamericanos y como en Django intentan dar un mensaje racial, pero a diferencia de la película de Tarantino, Netflix te hace sentir que es artificial. No me puedo creer que en el Salvaje Oeste, donde ser afroamericano estaba por debajo de los animales, existan pueblos formados solo por gente de raza negra, que haya sheriff afroamericanos, alcaldes afroamericanos y mujeres pistoleras afroamericanas. Llega hasta tal punto del ridículo que una de ellas se viste como hombre y siendo obvio que es mujer, todos los personajes actúan como si ella fuese un hombre hasta el momento que se desnuda, actuando como si fuese una sorpresa.

Si me dices que la película se basa en la actualidad pues me lo creo sin problemas, pero ver el concepto que tiene Netflix de lo que era el Salvaje Oeste me produce la misma sensación que si veo Piratas del Caribe pero con sables láser.

No te explican las motivaciones de ninguno. El villano quiere hacer cosas pero no te dicen porque, los secundarios siguen al protagonista para que avance la trama y el protagonista cada dos minutos cambia de mentalidad. No terminas de conocer a ninguno y cuando alguno muere te da igual porque no terminas teniendo ninguno sentimiento hacia él.

La película lo tenía muy fácil para ser una buena de acción, pero Netflix tiene tanto deseo de meter la justicia social con calzador que al final el guion termina siendo flojo y aburrido. Quieren vender la película a un lobby que aplaudirá dos minutos y ya. Los que apreciarían la película que son el público real le darán una crítica negativa y la enviarán a la papelera.
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spoiler:
Primero y antes que nada. ¿Me tengo que sentir mal por ser blanco? Toda la película se la pasan diciendo que el villano es el diablo y de repente el sheriff dice "No, el diablo son los blancos". ¿En serio? Reed Hastings, tu que eres el dueño de Netflix, hasta donde yo se también eres blanco ¿Qué haces que no vendes tu empresa y donas tu dinero a las minorías raciales?.

Comete el mismo error que Aves de Presa y es el de criminalizar un sector porque sí. Me explico, en Aves de Presa todos y cada uno de los hombres que aparecen son malos, sin excepción. El que no trabaja con el villano termina traicionando a Harley Queen, solo se salva el de los bocadillos. Aquí pasa lo mismo, todos los blancos que aparecen en la película son racistas o unos genocidas. Te quieren vender el mensaje de que si eres hombre, blanco o las dos cosas te lo tienes que hacer mirar porque algo malo estarás haciendo.

Si quitas todo el contenido racial, que no viene a cuento porque el elenco es enteramente afroamericano, te queda una película muy floja. Ningún personaje es carismático, ni siquiera Idris Elba que es el más conocido y el villano de esta película. Los personajes toman decisiones porque sí, la chica protagonista se va sola al pueblo del villano para que la capturen, el protagonista va a buscarla para que le den una paliza. Oh, tengo encoñado al mejor pistolero del villano, me pondré a jugar con la pistola...

Para terminar el giro final de la película. Resulta que el villano es el hermano mayor del protagonista. Se ve que el padre del protagonista era un cabrón con él y su madre. ¿A que viene esto a los minutos finales de la película? Para decirte que el villano no es malo, que simplemente quería venganza. Básicamente te quieren justificar sus acciones para decirte que no es malo, porque si eres afroamericano es imposible que seas malo. Ah, pero a la vez te dicen que el padre se reformo para decirte que tampoco es malo.

Mucho antes sucedía lo mismo. ¿Cómo hacemos parecer que el villano es un tipo con poder y cruel? Hacemos que ordene la ejecución de unos militares. Pero resulta que los militares (blancos) arrasaron y saquearon un pueblo, por lo que los villanos solo están haciendo justicia...

Yo no estoy en contra de la justicia social, pero si me tengo que sentir culpable por cosas que hicieron personas que jamás conocí hace 100 años, entonces tampoco puedo estar a favor. Apoyo firmemente la libertad del individuo y que no se debe juzgar a las personas por su origen o su aspecto, pero a la vez compañías como Netflix te hacen películas de este estilo donde criminalizan a grupos e individuos por su origen y eso no es justicia social.
6
14 de noviembre de 2021 3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película bebe mucho de las influencias Tarantinescas pero en mi opinión no muy bien ejecutadas.

El reparto es impresionante y todos están de maravilla pero la historia se hace larga y no conecta con el espectador.

La música algunas veces es abrumadora y un poco forzada otras funciona a la perfección.

En mi opinión, una película entretenida con alguna gran secuencias y algún que otro buen dialogo pero nada cerca de ser un film que vaya a recordar mucho tiempo.
7
17 de diciembre de 2021 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mira que parecía que no, pero al final sí. Sí, sí, sí, sí y una vez más sí.
No solo "Más dura será la caída" me ha gustado muy mucho si no que, a pesar de su apariencia rupturista y chillona, el film de Jeymes Samuel tiene más esencia puro western de esa que me encanta que muchos films teóricamente western.
"Más dura será la caída" aúna modernidad y clasicismo en una historia tipo de venganzas en el far west capaz de mantener algún que otro as bajo la manga durante sus más de dos horas de metraje. Todo ello con un buen reparto capaz de deparar más de un buen personaje a pesar de lo estereotipado de gran parte de ellos.
Visualmente "Más dura será la caída" luce mucho y bien. Las canciones que saltea Jeymes Samuel durante la cinta molan que te cagas. Y qué sé yo que más. Que lo he gozado mucho con esta película.
4
2 de febrero de 2022 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada mencionar a toda esa gente que dice que en esta película, la inclusión de personajes negros en un western está forzada, solo decirles que investiguen un poco, ya que dichos personajes existieron en la vida real, algunos son leyendas pero otros se ha verificado de su existencia, ahora que todos se juntaran, es cosa de la película.

Dicho esto, también he de decir, tal y como digo en el título de la crítica, la película es un western más, se nota la influencia de grandes directores como puede ser Tarantino, pero que dicha influencia se note no aporta nada a la película, es seguir una fórmula ya vista con un resultado desmejorado.

La película llega a hacerse larga porque ni los mismos protagonistas saben que deben hacer. La historia de venganza dentro del western es posiblemente la más usada en este género. En esta ocasión tenemos otra historia igual pero incluso más aburrida.
5
7 de agosto de 2023 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
215/03(04/07/23) Fallido western, de esos films que termina gustándote más el tráiler que la versión completa. Ópera prima en largometraje del británico Jeymes Samuel (actúa como músico bajo la dirección de alias The Bullitts, trabajó como consultor musical en la versión de Baz Luhrmann de El gran Gatsby; es hermano del popular cantante Seal), coescribió el guión con Boaz Yakin (“Titanes: Hicieron Historia”). Tiene un nutrido elenco de intérpretes (negros todos), desde Jonathan Majors, Idris Elba, Zazie Beetz, Regina King, Delroy Lindo, o Lakeith Stanfield, derivando esto en un universo paralelo del mundo del Wild West donde hay un pueblo (Redwood) con la fisonomía del género, pero poblado única y exclusivamente por gente negra (hay otro, blanco impoluto, poblado de blancos), aunque vestida de modo impoluto como el clásico género estadounidense por excelencia, tanto el cliché de los hombres (los sombreros, pañuelos al cuello, chalecos, americanas, botas y espuelas, y por supuesto los cinturones con el revólver y balas), como el de las mujeres (emperifolladas), súmese que todo resulta impoluto, con atuendo limpio, pistolas doras que brillan. Sus personajes se basan en vaqueros, agentes de la ley y forajidos reales del oeste americano del siglo XIX (sobreimpresionado al principio: “Si bien los eventos de esta historia son ficticios… Estos. Gente. Existió"; nombres reales del oeste son Nat Love, Bass Reeves, Stagecoach Mary, Jim Beckwourth y Cherokee Bill), aunque enmarcados en una historia inventada total. La película tiene más pretenciosidad que calidad.

Samuel mete en su (demasiado extendido) metraje todos los elementos que puede y más del sub mundo del género, con duelos entre los más rápidos de revolver, tiroteos, emboscadas en desfiladeros, asaltos a trenes, robos a bancos, persecuciones a caballo, también hay escenas de saloon, partidas de póker, con números musicales cabareteros. Pero el director parece más preocupado por el continente que por el contenido, bebe de una mezcla entre el spaghetti western con claro epítome en Sergio Leone (el comienzo que nos lleva a la historia de venganza, los primero planos de los rostros, mucho del estilo operístico leoniano, …), más el cine de Tarantino (la modernura de los personajes, el colorido, sus diálogos triviales que desembocan en muertes, o el desarrollo fragmentado; pero si hasta hay dientes de oro saltando de su dentadura, y una caravana que da juego), amén de dosis manifiestas del setentero blaxploitation, de ahí su iconoclasta banda sonora, repleta de temas anacrónicos de funky, hip-hop y reggae que te sacan de cualquier ansiada profundidad y transmiten ligereza. Dando como resultado un extraño coctel, donde la estética atractiva, a veces es superada por un chirriante estilo videoclipero que me desorienta. Es la suma de buenas ideas y otras muchas erróneas en la atmósfera. Pasemos por alto y demos patentes de corso en aceptar pulpo como animal de compañía en este mundo donde los negros imperan, y donde los blancos son seres marginados en la trama, y cuando aparecen (poquito) son entre idiotas, racistas o malos malísimos, estamos en Netflix y este filtro woke es obligatorio, pero si hasta las mujeres que hay son empoderadas, de armas tomar, valientes, duras, nunca hay conflictos sexuales con los hombres.

Pero lo que sobresale para falencia es su argumento atropellado, su historia alambicada, cuando todo en realidad es muy sencillo, una banda contra otra, la búsqueda de vendetta de un tipo al que mataron a sus padres y le marcaron la frente, todo lo demás es puro relleno. Y a esto para hacerlo más embarullado le suman decenas de personajes (a veces más es menos, ejemplo aquí) a los que no hay tiempo para exponer mininamente, se quedan en bosquejos estereotipados, y lo que es peor nos alejan del corazón de la cinta. Estas idas uy venidas repercuten en lo más peligroso que hay en una peli, y más si es un western, es que se haga pesada, se sienta alargada, que mires el reloj. Es un film que adolece de ritmo, discurre a trompicones, se cree más seria de lo que debe, no hay mimbres para ser trascendente, de rondón en el rush final nos incrustan elementos de tragedia (griega o shakesperiana) sobre los lazos familiares, con la derivada del mensaje (manido) de que la violencia solo engendra más violencia, pero esto al no estar sobrevolando la historia desde el principio queda un pegote metido a deshora para intentar dar algo de fondo a la historia.

Tiene un impactante inicio mostrando al pistolero Rufus Buck (Elba) como un despiadado asesino, que con sus revólveres chapados en oro mata aun clérigo y su esposa, y tras ello de modo flemático marca al niño Nat con una cruz en la frente, no sabemos los motivos. Pero el Nat crece y se hace forajido hábil con las pistolas en busca de venganza. Volvemos con Buck, que está preso siendo trasladado por el ejército yanki en un tren, los de su banda, el rapidísimo con la pistola Cherokee Bill (Stanfield) y Trudy (King) comandan el asalto al transporte, ello en un híper violento tramo (de esto hay mucho en el film, mucha sagre, explosiones, desmembramientos), pero ello con claro sabor a video musical me resulta pomposo y poco imaginativo. Por otro lado, Nat vuelve a reunir a su banda (Edi Gathegi y RC Cyler), pero centra sus esperanzas en volver a reclutar a su ex, la propietaria de un salón y burdel que empuña escopeta, Stagecoach Mary (Beetz). Revoloteando cerca está el cauteloso representante de la ley Bass Reeves (Lindo), quien tiene un gran interés en apresar a Rufus. Todo resulta muy previsible, se encamina al duelo entre las dos bandas.

Tengo la sensación de que Samuel cree estar haciendo algo muy grande, y por ello cierto aire de solemnidad, cuando si se hubiera atenido a hacer un puro entretenimiento habría estado seguramente mejor, habiendo recortado minutaje que solo son michelines que nada aportan. Los pocos elementos de humor parecen forzados... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
… Los tiroteos, sobre todo el aparatoso del final me ha sido infantiloide en su resolución simplista, sin creatividad, resumiendose en un tipo va por medio de la calle con dos pistolas acabando a izquierda y derecha con todo ‘guiñol’ que le aparece en diferentes niveles, calle, edificio, primer piso o azotea, cual, si fuese videojuego del montón, los malos son aprendices de los clones de Star Wars, no hay sensación de tensión o intensidad alguna. Súmese en el transcurso del film los personajes no tienen dudas o dilemas morales, deben de hacer algo y lo hacen. Pretende hacernos ver las dos bandas como doppelgëngers (notorio en este sentido es como los dos antagonistas Rufus y Nat a menudo silban o tararean melodías simultáneamente en la banda sonora), en cada una el contrapunto de la otra, quiere hacernos ver las dos tienen motivaciones, en las dos hay elementos grises, no son blanco y negro, pretende, pues resulta muy artificioso, nunca cala, al no ser personajes matizados, ejemplo de esto es el duelo que tienen las dos mujeres, bellamente filmado en su preludio (claramente influenciado por el film chino “Ju Dou”), con sábanas de colores colgadas sobre el techo, pero resuelto de forma estruendosa. Son caracteres con los que no empatizas, te importa entre zero y nada que les pase. Ejemplo de roles atrofiados es su comportamiento idiotesco, como Stagecoach supuestamente va a Redwood como infiltrada y tardan zero coma zero en pillarla, no siendo suficiente esto, Nat va a rescatarla y lo cogen en menos tiempo los ‘malos’, parece el planificador sea el anti-Napoleón, vamos con menos cerebro que un perro borracho, por no hablar de la estupidez de duelo entre Cherokee (LaKeith Stanfield) y Jim (RC Cyler).

La cinematografía es del rumano Mihai Mălaimare Jr. (“The Master” o “Jojo Rabbit”), dando una lección de estar por encima del material que filtra, con un colorido extasiante, jugando con los cromatismos, con angulaciones singulares, con primeros planos extasiantes, con vigorosas tomas aéreas, con hermosos planos generales, con juegos preciosos con las sombras (esa toma cenital de dos pistoleros frente a frente donde el sol alarga sus figuras sobre el suelo), con zooms dramáticos (esa sensacional toma desde detrás de Buck en su atalaya de su despacho mirando a la calle y el fondo su enemigo y la cámara hace un acercamiento fascinante);

De las actuaciones solo los veteranos Idris Elba y Delroy Lindo aportan carisma a sus roles. Elba pasea su habitual carácter de tipo duro introvertido que parece llevar sobre sus espaldas el peso de los pecados del mundo, tiene un papel desdibujado, pero cada vez que aparece proyecta magnetismo, la cámara lo ama; Lindo es una fuerte personalidad que inunda la pantalla con su mirada profunda; Lástima que ambos actores tengan un material tan regulín (siendo benévolos); Resto de secundarios son tópicos con patas, ni Regina King o la volcánica Beetz pueden luchar contra sus papeles mediocres; El protagonista Majors simplemente cumple, y nada más; Stanfield se nota a gusto, pero no lo compensa con un papel atractivo.

Spoiler:

La mejor frase del film es la que da Nat ante un interrogatorio del Marshall: "Siempre que hay un robo estoy en Texas ... salvo cuando roban en Texas".

Resulta que al final Buck le cuenta a Nat que en realidad él es su hermano de padre. Este mató a su madre y huyó. Buck lo buscó para vengarse y lo encontró como un sacerdote reformado con esposa e hijo. Mató a la madre y al padre por vendetta y marcó al hijo. Quería que este terminara encontrándolo para que lo matara. Si alguien le encuentra sentido es un genio. Buscando ofrecer un final de tragedia épica me ha resultado penoso, súmese que le implora a Nat que lo mate y termina haciéndolo. Una idiotez como el Monument Valley de grande.

Pomposo western que firma cheques que su calidad no es capaz de cubrir. Gloria Ucrania!!!

Para leer más sobre el film ir a: https://tomregan.blogspot.com/2023/07/mas-dura-sera-la-caida.html
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