Mis dobles, mi mujer y yo
4.8
29,176
Comedia. Ciencia ficción. Romance
Doug Kinney tiene un serio problema: no dispone de tiempo suficiente para dedicarse a su trabajo, a su esposa, a su hija e, incluso, a sí mismo. Conciliar su vida personal y profesional se ha transformado en algo imposible. Un experto en genética, el doctor Owen Leeds, le ofrecerá la solución definitiva a su problema: la clonación. (FILMAFFINITY)
28 de diciembre de 2024
28 de diciembre de 2024
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Un Michael Keaton que no hace mucho tiempo atrás era el Batman oficial, se alistó a las filas de Harold Ramis como protagonista absoluto de un filme donde le íbamos a ver de sobras por la naturaleza de la historia. Como su esposa, tenemos a una Andie MacDowell ya conocida de la filmografía de Ramis tras 'Atrapado en el tiempo' (tengo la intuición de que si no fuera porque Ramis y él se pelearon, este papel hubiese sido para Bill Murray) quien tendrá que sufrir, sin saberlo, las consecuencias de la decisión de Doug Kinney (Keaton).
Se entienden las razones de la decisión del personaje interpretado por el actor de 'Bitelchús'. A veces, la gente puede estar muy absorbida por su trabajo, a su pesar, y puede no tener tanto tiempo para otras cosas como le gustaría,. En esas, habrá gente a la que le gustaría hacer lo mismo que Doug, claro que no todo es perfecto y esta película así lo hará ver.
¿El problema? Pretende ser una historia liosa y termina siendo muy predecible.
La premisa era muy atractiva, pues para un actor interpretar más de un personaje en un mismo proyecto siempre es un reto y el como puede repercutir esto en su vida era algo que merecía la pena explorar. El resultado queda como una Coca Cola Zero o una cerveza sin alcohol, puede saber bien; pero algo le falta. En el caso del filme, es más imprevisibilidad porque todo se ve venir desde el minuto uno. Solamente cuando infringen la regla nº1 y la escena en el tramo final en la casa destacan algo de entre lo anodino de lo demás.
No quiero decir que Michael Keaton esté mal, porque es de lo más a resaltar sabiendo interpretar todos estos personajes con su talento que sabemos que tiene, además de que tiene aptitudes para la comedia (fue comediante de joven, eso ayuda). También MacDowell funciona con una interpretación por encima del aprobado. La cuestión es que si la ruta la sabes desde el principio, poca sorpresa va a haber. Y eso que el largometraje empezó bien con la escena de la obra equivocada con Eugene Levy por allí, mas, desde ahí, prácticamente todo va cuesta abajo.
En los últimos compases del metraje salió la mejor frase: "¿Sabes cómo puedes saber cuando realmente amas a alguien? Cuando todo el mundo que ves te recuerda a él.". Si todo el largometraje tuviese el nivel de esa frase, mis palabras habrían sido otras.
Se entienden las razones de la decisión del personaje interpretado por el actor de 'Bitelchús'. A veces, la gente puede estar muy absorbida por su trabajo, a su pesar, y puede no tener tanto tiempo para otras cosas como le gustaría,. En esas, habrá gente a la que le gustaría hacer lo mismo que Doug, claro que no todo es perfecto y esta película así lo hará ver.
¿El problema? Pretende ser una historia liosa y termina siendo muy predecible.
La premisa era muy atractiva, pues para un actor interpretar más de un personaje en un mismo proyecto siempre es un reto y el como puede repercutir esto en su vida era algo que merecía la pena explorar. El resultado queda como una Coca Cola Zero o una cerveza sin alcohol, puede saber bien; pero algo le falta. En el caso del filme, es más imprevisibilidad porque todo se ve venir desde el minuto uno. Solamente cuando infringen la regla nº1 y la escena en el tramo final en la casa destacan algo de entre lo anodino de lo demás.
No quiero decir que Michael Keaton esté mal, porque es de lo más a resaltar sabiendo interpretar todos estos personajes con su talento que sabemos que tiene, además de que tiene aptitudes para la comedia (fue comediante de joven, eso ayuda). También MacDowell funciona con una interpretación por encima del aprobado. La cuestión es que si la ruta la sabes desde el principio, poca sorpresa va a haber. Y eso que el largometraje empezó bien con la escena de la obra equivocada con Eugene Levy por allí, mas, desde ahí, prácticamente todo va cuesta abajo.
En los últimos compases del metraje salió la mejor frase: "¿Sabes cómo puedes saber cuando realmente amas a alguien? Cuando todo el mundo que ves te recuerda a él.". Si todo el largometraje tuviese el nivel de esa frase, mis palabras habrían sido otras.
20 de abril de 2009
20 de abril de 2009
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Floja y mediocre película de Harold Ramis que no mantiene al espectador pegado a su butaca. Mala elección de los protagonistas: Keaton es un "miscasting" para la película, es un buen actor pero la comedia no es lo suyo. Andie MacDowell en un personaje soso poco puede hacer más que aportar su belleza. No convence. Una apuesta original que se diluye y, en muchos momentos es muy irregular.
5 de septiembre de 2024
5 de septiembre de 2024
0 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
318/05(05/09/24) Fallida comedia que, teniendo potencial para exprimir situaciones de humor y reflexión, parece agotar las ideas en el primer tramo y abandonarse en el buen quehacer del protagonista Michael Keaton para que rellene la pereza de un guion que no tiene fuelle. Esperaba mucho de este film cuando lo vi por vez primera ya me resultó regularcillo, pero en esta revisión las costuras se deshilachan por todos lados. Realizado por Harold Ramis (con guion en el que seguramente ante el desbarajuste hicieron más caos con nada menos que cuatro escritores Chris Miller, Mary Hale, Lowell Ganz, y Babaloo Mandel, sobre una historia corta homónima del primero), dos años después de su exitosa “Groundhog Day”, pero mi gozo en un pozo, partiendo de una premisa con similitudes, en la pretérita un tipo hosco a base de repetirse y estirarse el tiempo en bucle (con catarsis sobre natural) evoluciona su personalidad, aquí el protagonista gana ese tiempo que necesita con clones (con catarsis sobre natural), y con ello evolucionará, amén de tener a la misma protagonista Andie Mcdowell. Un relato superficial y tirando de mil clichés sobre la crisis de la mediana edad, sobre la crisis de masculinidad, sobre la crisis de identidad, repito, todo ello sin hondura alguna. Por destacar algo, tiene unos buenos efectos visuales al poner en el mismo plano a varios Michhael Keaton interactuando con naturalidad, tanto que apenas te percatas que lo que ves son sobre pantallas enmascaradas; también está la actuación espectacular de Keaton dando vida a cuatro caracteres con misma imagen, el mismo y sus tres clones llamados Dos, Tres y Cuatro, cada uno con sus matices particulares, y que el actor es capaz de hacérnoslos sentir cada uno sin confundirnos. El Clon 1 representa el yo macho libidinoso de Doug, el 2 representa el yo femenino de Doug, el 3 es el yo niño de Doug, aunque demasiado caricaturesco, como pasado de vueltas, amén de pensar que nos estamos riendo (quien lo haga) de un retrasado mental.
El resto es un quiero y no puedo de naderías inanes, solo, si acaso, rescatable el tramo de la noche en que por tres veces se rompe la Regla Nº 1. Por no decir, que si lo piensas un poco la historia no tiene ni pies, ni cabeza, pues porque los clones obedecen sin más a Doug, porque so son iguales en cerebro y recuerdos, y sentimientos, y todo, porque no desean estar con la esposa igual que él, porque no desean estar con los hijos, aceptan como esclavos sin personalidad para anhelar lo que Doug, Como Doug puede pasar de vivir con su sueldo para cuatro personas a tener que estirar su dinero para siete. Y más incoherencias en las que no se entra, pues no es real lo que les dice el científico que clona a Doug, no son iguales. Aparte queda que nunca hay dilemas morales sobre traer al mundo a seres iguales, jugando a ser Dioses, esto es inexistente, se tira por el lado de ser una comedieta más plana que un folio.
La película encima tarda en llegar a la sustancia de la clonación. Hasta llegar aquí estira de un sinfín de tópicos más sobados que los huevos del Toro de Wall St. Que si estrés en el trabajo del prota, que si problemas con su mujer por que el trabajo le consume, que si no tiene tiempo para la familia por el curro, todo muy manido y sin pizca de frescura alguna. Llegamos a la clonación y un atisbo de perder impulsarse la comedia con la presentación entre original y clon: "Es ese mi clon?", pregunta, y le responden: "No. Tú eres el clon". Pero a continuación da la sensación que los guionistas tiran de inercia por no saber hacia donde dirigir su idea. Como no hay mucho de donde tirar, pues se saca otro clon, haber si así., con tres la cosa cambia., pero esta vez el tercero es un amanerado, porque si es del original? Pues por imperativo del torpe guion! Pero la cosa tampoco arranca. Estando por allí Andie McDowell haciendo de esposa marujona-cascarrabias, en un rol irritante. Ya como la cosa se plana, pues sacan un tercer clon, este un idiota con clara minusvalía mental (al menos la explicación de porque ha salido ‘diferente’ queda bien) y de ello hacen chanzas, y esto me da grima, nada de una mínima reflexión sobre si es ético crear a un retardado cerebral, demencial.
En el tramo final la cosa se vuelve un despropósito que no hay por donde cogerlo. Doug creó los clones para estar más tiempo con su esposa e hijos, pero de forma estrambótica decide irse en un velero solo un fin de semana con un matrimonio, y dejar a los clones al cargo con su esposa. Encima cuando tiene una inspección crucial en su trabajo, un despropósito incluso para ser una comedia bufa. Al menos en la noche solos los clones ocurre lo único divertido con la implosión de la Regla Nº 1. Para luego desembocar en un rush final pesaroso, sin chispa alguna, queriendo moralizar sobre la vida familiar, pero quedándose en algo naif e insípido.
El resto es un quiero y no puedo de naderías inanes, solo, si acaso, rescatable el tramo de la noche en que por tres veces se rompe la Regla Nº 1. Por no decir, que si lo piensas un poco la historia no tiene ni pies, ni cabeza, pues porque los clones obedecen sin más a Doug, porque so son iguales en cerebro y recuerdos, y sentimientos, y todo, porque no desean estar con la esposa igual que él, porque no desean estar con los hijos, aceptan como esclavos sin personalidad para anhelar lo que Doug, Como Doug puede pasar de vivir con su sueldo para cuatro personas a tener que estirar su dinero para siete. Y más incoherencias en las que no se entra, pues no es real lo que les dice el científico que clona a Doug, no son iguales. Aparte queda que nunca hay dilemas morales sobre traer al mundo a seres iguales, jugando a ser Dioses, esto es inexistente, se tira por el lado de ser una comedieta más plana que un folio.
La película encima tarda en llegar a la sustancia de la clonación. Hasta llegar aquí estira de un sinfín de tópicos más sobados que los huevos del Toro de Wall St. Que si estrés en el trabajo del prota, que si problemas con su mujer por que el trabajo le consume, que si no tiene tiempo para la familia por el curro, todo muy manido y sin pizca de frescura alguna. Llegamos a la clonación y un atisbo de perder impulsarse la comedia con la presentación entre original y clon: "Es ese mi clon?", pregunta, y le responden: "No. Tú eres el clon". Pero a continuación da la sensación que los guionistas tiran de inercia por no saber hacia donde dirigir su idea. Como no hay mucho de donde tirar, pues se saca otro clon, haber si así., con tres la cosa cambia., pero esta vez el tercero es un amanerado, porque si es del original? Pues por imperativo del torpe guion! Pero la cosa tampoco arranca. Estando por allí Andie McDowell haciendo de esposa marujona-cascarrabias, en un rol irritante. Ya como la cosa se plana, pues sacan un tercer clon, este un idiota con clara minusvalía mental (al menos la explicación de porque ha salido ‘diferente’ queda bien) y de ello hacen chanzas, y esto me da grima, nada de una mínima reflexión sobre si es ético crear a un retardado cerebral, demencial.
En el tramo final la cosa se vuelve un despropósito que no hay por donde cogerlo. Doug creó los clones para estar más tiempo con su esposa e hijos, pero de forma estrambótica decide irse en un velero solo un fin de semana con un matrimonio, y dejar a los clones al cargo con su esposa. Encima cuando tiene una inspección crucial en su trabajo, un despropósito incluso para ser una comedia bufa. Al menos en la noche solos los clones ocurre lo único divertido con la implosión de la Regla Nº 1. Para luego desembocar en un rush final pesaroso, sin chispa alguna, queriendo moralizar sobre la vida familiar, pero quedándose en algo naif e insípido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Rush final: Después de enterarse de todo lo que ha sucedido mientras él estaba fuera (la esposa con los hijos le ha abandonado, le han despedido del trabajo, y su mujer [sin saberlo] le ha sido tri-infiel), Doug intenta determinar cómo recuperar a Laura. Lenny le dice que Laura dijo que nunca arregló la casa. Con la ayuda de los clones, Doug remodela su casa y recupera el amor de Laura. También le dice que está planeando comenzar su propio negocio de contratista. Al darse cuenta de que Doug ahora puede cuidar de sí mismo, los clones se alejan. Mientras se alejan, Laura los ve en el auto a su lado. Creyendo está alucinando, Laura les dice a sus hijos que puedes saber que realmente amas a alguien cuando todos los que ves te recuerdan a ellos. Los clones le escriben a Doug que han creado una pizzería exitosa llamada "Three Guys from Nowhere" en Miami (Florida), y se hacen pasar por trillizos. Lance se convierte en el hombre de negocios de la tienda y atiende a los clientes, disfrutando de esta oportunidad de conocer mujeres. Rico es el jefe de cocina y está "cocinando como loco y pasándoselo en grande", y Lenny es a la vez el repartidor y el repartidor de periódicos. Pero debido a su intelecto limitado, confunde los dos trabajos, y la película termina con él entregando una pizza tirándola, al estilo de un periódico.
Ni pizca del humor mordaz e inteligente que esperaba tras “Atrapado en el tiempo”. Gloria Ucrania!!!
Ni pizca del humor mordaz e inteligente que esperaba tras “Atrapado en el tiempo”. Gloria Ucrania!!!
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