13 (Ruleta rusa)

Sorprende como se puede estropear la maravillosa idea volcada en “13 Tzameti” (2005) solo con hacer el remake estadounidense “13” (2010). En realidad no es una sorpresa ya que la experiencia lo demuestra, lo que sí llama la atención es que haya sido el mismo director el de ambos films. Este remake no respetó la crudeza y frialdad de aquel film originalmente europeo, dejó el blanco y negro para darle color a las caras de las estrellas de Hollywood, estrellas mal elegidas para mi gusto en una película de este tipo.

"13" es una película que no aporta nada. Hay muchas películas de acción que son iguales, pero al menos te proporcionan adrenalina. Hay muchas comedias que son más de lo mismo, pero al menos te ríes un rato. En ésta, nada de nada. Un poco de tensión, vale, pero nada más, a no ser que te guste la característica voz de Jason Statham (que tampoco se le escucha demasiado).

La película cuenta la historia de un joven cuya familia ha quebrado por culpa de los costes de la estancia del accidentado padre. El guión pasa prácticamente por encima con el contexto del chico, que va en busca de una oportunidad de dinero fácil sin saber dónde se metía. Tenemos otra película que relata el cinismo con el que un grupo de ricos juega con la vida de otros para ganar dinero. Profundiza en muy pocos aspectos, presenta personajes totalmente irrelevantes que tal y como aparecen, desaparecen; un guión de un interés mínimo que no engancha ni queriendo. Salvo algunos momentos muy concretos de tensión, lo demás es prácticamente desechable.

En definitiva, una película sin ningún interés, que acaba como empieza: sin pena ni gloria.