Los cuatro jinetes del apocalipsis
1962 

7.1
2,600
Drama
Adaptación cinematográfica de la novela homónima de Blasco Ibáñez, publicada en 1916. Julio Madariaga, el patriarca de una acomodada familia argentina, verá como el ascenso del nazismo en Europa divide a las dos ramas de su familia. La rama francesa, encabezada por Julio Desnoyers (Glenn Ford), se enfrentará a la rama alemana, los Von Hartrott, cuya militancia nazi les permitirá ocupar puestos de importancia en la Werhmacht. Finalmente, ... [+]
23 de abril de 2021
23 de abril de 2021
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
131/27(22/04/21) Fallido drama con trasfondo bélico dirigido por Vincente Minnelli, no es que sea malo, es que los mimbres daban para más, siendo loable su mensaje sobre que a veces es necesario tomar partido y dejar los neutralismos que solo esconden cobardía, contra el Mal no hay que ser tíbio. Tiene material de origen prometedor en la adaptación (bastante libre) de la novela homónima de 1916 de Vicente Blasco Ibáñez, que había sido filmada en 1921 con Rex Ingram en la dirección. A diferencia de la primera película, fue un desastre comercial y crítico, que contribuyó en gran medida a los problemas financieros de MGM. El guión de John Gay (“Mesas separadas”) y Robert Ardrey (“Los tres mosqueteros”) actualiza la historia de la novela romántica ambientada en la Primera Guerra Mundial para trasladarla a la Segunda Guerra Mundial, y con ello alterando varios elementos narrativos, insertando una subtrama sobre la resistencia francesa, y cambiando el final como notas más importantes. La adaptación de MGM de 1921 de la novela de Vicente Blasco Ibáñez es recordada como el gran vehículo para elevar al estrellato al joven y Rudolph Valentino, con su mítica escena del tango (aquí eliminada con la excusa de que no estaba en el libro, como si el guión fuera literalmente fiel a la novela).
Estamos al inicio en 1936, Julio Madariaga (lee J. Cobb) es el patriarca de 80 años de una gran ganadería en Argentina. Sus dos nietos son Julio (Glenn Gord), cuyo padre Marcelo (Charles Boyer) es francés, y Heinrich (Karlheinz Böhm), cuyo padre Karl (Paul Lukas) es alemán. Cuando Heinrich regresa a casa después de estudiar en Alemania para revelar que se ha convertido en nazi, Julio Madariaga lo abofetea y predice que los Cuatro Jinetes del Apocalipsis (Conquista, Guerra, Pestilencia y Muerte) pronto devastarán la tierra. Sale corriendo hacia una tormenta con visiones de los cuatro jinetes y luego muere en los brazos de Julio. En 1938, Julio va a París con su familia y se hace amigo del militante anti nazi Etienne Laurier (Paul Henreid). Julio vive una vida hedonista en la capital francesa, siendo un ferviente militante de la neutralidad, que renuncia a inmiscuirse en política, como si eso no le afectara, se enamora de la esposa de Laurier, Marguerite (Ingrid Thulin).
Esta versión resulta con un desarrollo arrítmico, pausado, estancado, con un metraje desproporcionado para loq eu cuenta, que hubiera ganado con una mejor edición. Donde el elenco de intérpretes resulta muy errado, empezando por un desubicado Glen Ford encarnando de modo chirriante a este playboy argentino (da grima verlo al inicio vestido de gaucho, cual caricatura de disfraz de verbena), su partenaire es la sueca Ingrid Thulin ejerciendo de adultera amante del protagonista, en un personaje que no le pega, no te la crees (iba a hacerlo originalmente Ava Garner), y entre los dos una química nula (siendo benévolo); está un Lee J. Cobb como el patriarca Madariaga que resulta guiñolesco en su desproporcionado histrionismo; el francés Charles Boyer y el húngaro Paul Lukas simplemente cumplen con sus apocados roles; Mención aparte guardo para el austriaco (nació en Trieste siendo esta localidad parte del Imperio Austrohúngaro; Cual Berlanga quería meter esta palabra en mi crítica), que parece un plagio del rol de Victor Laszlo de “Casablanca” que él mismo interpretó, donde era un líder que combatía a los nazis, casado con una bella mujer rubia que se enamora de un nihilista en tiempos de la WWII, lo dicho, una copia casi paródica. Ni el propio director Minnelli creía en lo que hacía y dijo: "Ahí estaba yo, atrapado en una historia que no quería hacer, con un actor principal que carecía del descaro e impulsividad que yo asociaba con su papel. Quería nuevos desafíos, pero no pensé que lo hacía sería desafiante". Con decir que tras ver la cinta lo único a recordar son los efectos visuales de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis surcando los tormentosos cielos, estas tétricas figuras creadas por el diseñador Tony Duquette.
Tiene su interés en la odisea existencial de Julio Madariaga, que influenciado por la marca del abuelo que ‘predicaba’ con disfrutar de la vida, decide no inmiscuirse en política, creando equidistancia entre dos oponentes, en este caso los nazis y los ocupados franceses, y como al final es arrastrado a una toma de decisión. Pero todo esto se lleva a cabo de modo bastante plano, donde todo se nota artificioso, prefabricado en esas conexiones con la familia nazi que se entrelaza de modo estridente con la de los franceses, para que hubiera tenido algo de calado emocional deberíamos haberlos visto unidos al principio y luego asistir a su desintegración, pero desde el inicio todo resulta previsible. Con este tramo final donde el protagonista se erige en una especie de ‘El Zorro’ que ayuda a la Resistencia oculto desde su máscara de banalidad y con ello relacionarse con los nazis, engañando con ello a su familia y amante, para desembocar en un final lírico, pero que no aguanta el mínimo análisis.
Aparte queda el romance que ocupa demasiado de metraje para lo poco incisivo (siendo benévolo) que es, dado por imperativo del guión, transmitiendo gelidez, todo muy impostado. Ni me creo a un sosainas Glenn Ford (de hecho Minnelli intentó sin éxito fichar a Alain Delon para el rol) como bon vivant latino que enamora a todas las mujeres, ni me creo a esa mujer con el ‘te amo, pero también a mi idealista esposo’. Si acaso destacar, por mencionar algo reseñable, está la escena en que un oficial nazi intenta ligar con Margueritte (el primo nazi de Julio se ríe del militar germano, por querer quitarle una amante a este playboy, pero en realidad no le hemos visto con otras mujeres hasta entonces ¿?) en presencia de su amante y este se rebela con valentía, diciéndole que habrá conquistado toda Europa, pero que a su chica NO, lo cual irrita al nazi. Con la subtrama en este triángulo de Etienne y su esposa, todo muy melodramático y maniqueo.
Estamos al inicio en 1936, Julio Madariaga (lee J. Cobb) es el patriarca de 80 años de una gran ganadería en Argentina. Sus dos nietos son Julio (Glenn Gord), cuyo padre Marcelo (Charles Boyer) es francés, y Heinrich (Karlheinz Böhm), cuyo padre Karl (Paul Lukas) es alemán. Cuando Heinrich regresa a casa después de estudiar en Alemania para revelar que se ha convertido en nazi, Julio Madariaga lo abofetea y predice que los Cuatro Jinetes del Apocalipsis (Conquista, Guerra, Pestilencia y Muerte) pronto devastarán la tierra. Sale corriendo hacia una tormenta con visiones de los cuatro jinetes y luego muere en los brazos de Julio. En 1938, Julio va a París con su familia y se hace amigo del militante anti nazi Etienne Laurier (Paul Henreid). Julio vive una vida hedonista en la capital francesa, siendo un ferviente militante de la neutralidad, que renuncia a inmiscuirse en política, como si eso no le afectara, se enamora de la esposa de Laurier, Marguerite (Ingrid Thulin).
Esta versión resulta con un desarrollo arrítmico, pausado, estancado, con un metraje desproporcionado para loq eu cuenta, que hubiera ganado con una mejor edición. Donde el elenco de intérpretes resulta muy errado, empezando por un desubicado Glen Ford encarnando de modo chirriante a este playboy argentino (da grima verlo al inicio vestido de gaucho, cual caricatura de disfraz de verbena), su partenaire es la sueca Ingrid Thulin ejerciendo de adultera amante del protagonista, en un personaje que no le pega, no te la crees (iba a hacerlo originalmente Ava Garner), y entre los dos una química nula (siendo benévolo); está un Lee J. Cobb como el patriarca Madariaga que resulta guiñolesco en su desproporcionado histrionismo; el francés Charles Boyer y el húngaro Paul Lukas simplemente cumplen con sus apocados roles; Mención aparte guardo para el austriaco (nació en Trieste siendo esta localidad parte del Imperio Austrohúngaro; Cual Berlanga quería meter esta palabra en mi crítica), que parece un plagio del rol de Victor Laszlo de “Casablanca” que él mismo interpretó, donde era un líder que combatía a los nazis, casado con una bella mujer rubia que se enamora de un nihilista en tiempos de la WWII, lo dicho, una copia casi paródica. Ni el propio director Minnelli creía en lo que hacía y dijo: "Ahí estaba yo, atrapado en una historia que no quería hacer, con un actor principal que carecía del descaro e impulsividad que yo asociaba con su papel. Quería nuevos desafíos, pero no pensé que lo hacía sería desafiante". Con decir que tras ver la cinta lo único a recordar son los efectos visuales de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis surcando los tormentosos cielos, estas tétricas figuras creadas por el diseñador Tony Duquette.
Tiene su interés en la odisea existencial de Julio Madariaga, que influenciado por la marca del abuelo que ‘predicaba’ con disfrutar de la vida, decide no inmiscuirse en política, creando equidistancia entre dos oponentes, en este caso los nazis y los ocupados franceses, y como al final es arrastrado a una toma de decisión. Pero todo esto se lleva a cabo de modo bastante plano, donde todo se nota artificioso, prefabricado en esas conexiones con la familia nazi que se entrelaza de modo estridente con la de los franceses, para que hubiera tenido algo de calado emocional deberíamos haberlos visto unidos al principio y luego asistir a su desintegración, pero desde el inicio todo resulta previsible. Con este tramo final donde el protagonista se erige en una especie de ‘El Zorro’ que ayuda a la Resistencia oculto desde su máscara de banalidad y con ello relacionarse con los nazis, engañando con ello a su familia y amante, para desembocar en un final lírico, pero que no aguanta el mínimo análisis.
Aparte queda el romance que ocupa demasiado de metraje para lo poco incisivo (siendo benévolo) que es, dado por imperativo del guión, transmitiendo gelidez, todo muy impostado. Ni me creo a un sosainas Glenn Ford (de hecho Minnelli intentó sin éxito fichar a Alain Delon para el rol) como bon vivant latino que enamora a todas las mujeres, ni me creo a esa mujer con el ‘te amo, pero también a mi idealista esposo’. Si acaso destacar, por mencionar algo reseñable, está la escena en que un oficial nazi intenta ligar con Margueritte (el primo nazi de Julio se ríe del militar germano, por querer quitarle una amante a este playboy, pero en realidad no le hemos visto con otras mujeres hasta entonces ¿?) en presencia de su amante y este se rebela con valentía, diciéndole que habrá conquistado toda Europa, pero que a su chica NO, lo cual irrita al nazi. Con la subtrama en este triángulo de Etienne y su esposa, todo muy melodramático y maniqueo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Es una adaptación muy alterada de la novela, apareciendo no alemanes, si no nazis, está Hitler, Chamberlain, la ocupación de París, la resistencia; todo inexistente en la guerra del 14. Se cambia que el nihilista protagonista en su odisea hacia la asunción de tomar partido, en vez de alistarse en el ejército francés para combatir a los alemanes, se adhiere a la resistencia para sabotear a los ocupantes nazis. No está la llegada del frente alemán a la localidad donde reside el clan galo con su residencia. Fue un costoso fracaso financiero y crítico para MGM.
Spoiler:
“Me estás mostrando, mi Mayor, los jinetes, los del Apocalipsis, en sus cuatro caballos... cada uno en su caballo: guerra, peste, hambre, muerte, pero a galope tendido”.
Pregunta sin respuesta: Para que va a visitar Julio a su primo militar nazi Heinrich en el clímax? No tiene sentido que a este civil le dejen llegar supuestamente a un lugar de alto secreto para hablar de que con su primo? Un atropello a la inteligencia. En la versión de 1921 es más poético cuando los dos primos se encuentran en un socavón de un obús en tierra de nadie en medio de las trincheras, se apunta con sus armas y se miran y les cae una bomba matándose los dos. Acabando con Marcello llorando en medio de un infinito cementerio rebosante de cruces. Este de aquí con los primos asistiendo cuasi- impertérritos al bombardeo, sin buscar refugio, resulta inverosímil.
La escena final, la más importante de la película, falta en varias versiones mostradas. En él, los padres de los nietos escuchan impotentes por teléfono mientras ocurren las muertes. Las últimas palabras son de un par de padres a otro: "Nuestros hijos se han matado unos a otros". En la versión que yo he visto termina con los cuatro jinetes montados para crear estragos en el futuro para otras generaciones.
Los derechos de la película muda de la historia original fueron comprados por Metro en 1918 por $ 190,000. Hubo discusiones por MGM sobre rehacer la película antes de que expiraran los derechos de autor estadounidenses en 1946. Al año siguiente, el productor de MGM, Sam Marx, anunció que el estudio podría rehacer la película como un vehículo para Ricardo Montalbán y, si lo hicieran, la historia se actualizaría a la Segunda Guerra Mundial. A principios de 1958, MGM se propuso aclarar la situación de los derechos de autor. Recientemente había autorizado un remake de Ben-Hur, que parecía ser un éxito fenomenal, y estaba buscando otras propiedades antiguas de MGM para rehacer. Obtuvo los derechos necesarios y anunció que realizarían la película en junio de 1958. Julian Blaustein fue asignado como productor.
Me queda un film muy irregular, y desequilibrado en sus vaivenes. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
“Me estás mostrando, mi Mayor, los jinetes, los del Apocalipsis, en sus cuatro caballos... cada uno en su caballo: guerra, peste, hambre, muerte, pero a galope tendido”.
Pregunta sin respuesta: Para que va a visitar Julio a su primo militar nazi Heinrich en el clímax? No tiene sentido que a este civil le dejen llegar supuestamente a un lugar de alto secreto para hablar de que con su primo? Un atropello a la inteligencia. En la versión de 1921 es más poético cuando los dos primos se encuentran en un socavón de un obús en tierra de nadie en medio de las trincheras, se apunta con sus armas y se miran y les cae una bomba matándose los dos. Acabando con Marcello llorando en medio de un infinito cementerio rebosante de cruces. Este de aquí con los primos asistiendo cuasi- impertérritos al bombardeo, sin buscar refugio, resulta inverosímil.
La escena final, la más importante de la película, falta en varias versiones mostradas. En él, los padres de los nietos escuchan impotentes por teléfono mientras ocurren las muertes. Las últimas palabras son de un par de padres a otro: "Nuestros hijos se han matado unos a otros". En la versión que yo he visto termina con los cuatro jinetes montados para crear estragos en el futuro para otras generaciones.
Los derechos de la película muda de la historia original fueron comprados por Metro en 1918 por $ 190,000. Hubo discusiones por MGM sobre rehacer la película antes de que expiraran los derechos de autor estadounidenses en 1946. Al año siguiente, el productor de MGM, Sam Marx, anunció que el estudio podría rehacer la película como un vehículo para Ricardo Montalbán y, si lo hicieran, la historia se actualizaría a la Segunda Guerra Mundial. A principios de 1958, MGM se propuso aclarar la situación de los derechos de autor. Recientemente había autorizado un remake de Ben-Hur, que parecía ser un éxito fenomenal, y estaba buscando otras propiedades antiguas de MGM para rehacer. Obtuvo los derechos necesarios y anunció que realizarían la película en junio de 1958. Julian Blaustein fue asignado como productor.
Me queda un film muy irregular, y desequilibrado en sus vaivenes. Fuerza y honor!!!
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here