Pueblo embrujado
7.0
4,386
Western
Warlock, una pequeña ciudad que se dedica a la ganadería, está dominada por una banda de criminales. Para restablecer la paz y el orden, un comité de ciudadanos decide nombrar sheriff a un famoso pistolero (Fonda). Diversas circunstancias harán que el sheriff y su ayudante (Widmarck) acaben enfrentándose. (FILMAFFINITY)
10 de noviembre de 2023
10 de noviembre de 2023
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Edward Dmytryk produce y dirige este notorio western psicológico con guión de Robert Alan Aurthur adaptando una novela de Oakley Hall.
La justicia como fundamento de la estabilidad social, la legitimidad para ejercer dicha justicia, la búsqueda de diferentes formas de orden para el adecuado progreso de una colectividad, el sentido de la amistad, e incluso una latente relación homosexual son los temas tratados en esta película de paisajes áridos y soleados hermosamente expuestos en CinemaScope por la fotografía de Joseph MacDonald.
A lo largo de sus casi dos horas de duración somos testigos de duelos magníficamente filmados, tensos encuentros tanto a nivel físico como psicológico, y una ausencia total de maniqueísmo.
El retrato psicológico de personajes, así como sus motivaciones internas y las diferentes uniones sentimentales poseen la suficiente fuerza y entidad, hecho que favorece la conexión emocional con el espectador, a lo cual ayudan indudablemente las inmejorables interpretaciones de su llamativo reparto, en el que sobresalen unos fabulosos Henry Fonda y Anthony Quinn.
La justicia como fundamento de la estabilidad social, la legitimidad para ejercer dicha justicia, la búsqueda de diferentes formas de orden para el adecuado progreso de una colectividad, el sentido de la amistad, e incluso una latente relación homosexual son los temas tratados en esta película de paisajes áridos y soleados hermosamente expuestos en CinemaScope por la fotografía de Joseph MacDonald.
A lo largo de sus casi dos horas de duración somos testigos de duelos magníficamente filmados, tensos encuentros tanto a nivel físico como psicológico, y una ausencia total de maniqueísmo.
El retrato psicológico de personajes, así como sus motivaciones internas y las diferentes uniones sentimentales poseen la suficiente fuerza y entidad, hecho que favorece la conexión emocional con el espectador, a lo cual ayudan indudablemente las inmejorables interpretaciones de su llamativo reparto, en el que sobresalen unos fabulosos Henry Fonda y Anthony Quinn.
11 de marzo de 2015
11 de marzo de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El hombre de las pistolas de oro, es una película de corte clásico, tanto en la forma como en el fondo. Con el aliciente de unos actores notables, que aportan a las historia ciertos matices que profundizan en su psicología. Una película para aficionados al cine, o para viejos que ven una de vaqueros por la tarde. La cosa no va mucho más allá. A Fonda se le da bien disparar, y viaja con su amigo Anthony de pueblo en pueblo instaurando el orden. Warlock parece otro pueblo más. “Estaremos poco tiempo” dice Quinn. “Veremos” dice Fonda.
Entramos en el pueblo, y en la película. Por la noche van a venir los bandidos, a los que hay que poner en orden. A Fonda le va el estilo tranquilo y racionalista. Le gusta charlar con los rebeldes, y evitar la violencia en la medida de lo posible. Es un ejercicio de estilo por su parte, porque sabe que esa violencia siempre va a volver. Es la forma de ser que tienen las cosas.
Una obra de personajes y de situaciones, irregular, pero con cierto encanto turbio.
Entramos en el pueblo, y en la película. Por la noche van a venir los bandidos, a los que hay que poner en orden. A Fonda le va el estilo tranquilo y racionalista. Le gusta charlar con los rebeldes, y evitar la violencia en la medida de lo posible. Es un ejercicio de estilo por su parte, porque sabe que esa violencia siempre va a volver. Es la forma de ser que tienen las cosas.
Una obra de personajes y de situaciones, irregular, pero con cierto encanto turbio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La trama homosexual etc.
Esta es la pregunta: ¿Existe una relación homosexual entre Quinn y Fonda? Algunos críticos hablan de esto, y lo señalan como algo obvio. Me recuerda a la hipotética relación homosexual entre Borgnine y Pike en Grupo Salvaje. ¿Es la amistad entre heterosexuales homosexual? Si bien, el personaje de Quinn tiene una especie de dependencia emocional con Fonda, me parece impensable que conciba tener relaciones sexuales con él. De todos modos, la película peca de superficial, al pasarse por encima toda profundidad emocional de los personajes, cuando, sin más, Fonda, después de años viajando decide entregarse al amor. De pronto le surge un amor, que resulta tan frío como la mirada del propio Fonda. Y es que hay algo en el personaje de Fonda, y es él mismo, quién dota al personaje de una ambigüedad equivalente a la suya propia en la realidad. El desenlace de la película es su punto fuerte, realmente se guardan los buenos rounds para el final. El despecho de Quinn, su media botella de whisky y su enfrentamiento con Fonda, es de lo mejor de la película. Creo que aquí Quinn se sale, y a mi por primera vez su personaje me causa cierta simpatía, porque el tío es mezquino, pero al final, con su delirio discursivo, violento y emocional, te acaba cayendo bien. Se entiende que podía haber matado a Fonda, pero Fonda es como su alter ego, como decía la chica, le importa más él que si mismo. La verdad es que no está mal. Bueno, Quinn muere a manos de Fonda. Vamos, que le dispara. Y entonces, esto es lo mejor de la película sin duda. La muerte de Quinn y la posterior reacción de Fonda. Mete a su amigo en una casa, y esta allí todo el pueblo con él. Entonces les obliga a que canten una canción para homenajear a Quinn. Aquí el personaje de Fonda esta fuera de control, y en ese momento decide prender fuego a la casa. Es una especie de funeral, con incineración incluida. Al salir de la casa, el ayudante del sheriff le dice, que está bastante cansado de tantos actos vandálicos en el pueblo, y que por favor se marche antes del amanecer. Ahora viene el segundo desenlace, más tranquilo. Al final Fonda se marcha de forma amistosa del pueblo, dejando atrás su idea del amor y de establecerse, que por lo visto, tras la muerte de su amigo, se disipa tan rápidamente como le llegó.
Esta es la pregunta: ¿Existe una relación homosexual entre Quinn y Fonda? Algunos críticos hablan de esto, y lo señalan como algo obvio. Me recuerda a la hipotética relación homosexual entre Borgnine y Pike en Grupo Salvaje. ¿Es la amistad entre heterosexuales homosexual? Si bien, el personaje de Quinn tiene una especie de dependencia emocional con Fonda, me parece impensable que conciba tener relaciones sexuales con él. De todos modos, la película peca de superficial, al pasarse por encima toda profundidad emocional de los personajes, cuando, sin más, Fonda, después de años viajando decide entregarse al amor. De pronto le surge un amor, que resulta tan frío como la mirada del propio Fonda. Y es que hay algo en el personaje de Fonda, y es él mismo, quién dota al personaje de una ambigüedad equivalente a la suya propia en la realidad. El desenlace de la película es su punto fuerte, realmente se guardan los buenos rounds para el final. El despecho de Quinn, su media botella de whisky y su enfrentamiento con Fonda, es de lo mejor de la película. Creo que aquí Quinn se sale, y a mi por primera vez su personaje me causa cierta simpatía, porque el tío es mezquino, pero al final, con su delirio discursivo, violento y emocional, te acaba cayendo bien. Se entiende que podía haber matado a Fonda, pero Fonda es como su alter ego, como decía la chica, le importa más él que si mismo. La verdad es que no está mal. Bueno, Quinn muere a manos de Fonda. Vamos, que le dispara. Y entonces, esto es lo mejor de la película sin duda. La muerte de Quinn y la posterior reacción de Fonda. Mete a su amigo en una casa, y esta allí todo el pueblo con él. Entonces les obliga a que canten una canción para homenajear a Quinn. Aquí el personaje de Fonda esta fuera de control, y en ese momento decide prender fuego a la casa. Es una especie de funeral, con incineración incluida. Al salir de la casa, el ayudante del sheriff le dice, que está bastante cansado de tantos actos vandálicos en el pueblo, y que por favor se marche antes del amanecer. Ahora viene el segundo desenlace, más tranquilo. Al final Fonda se marcha de forma amistosa del pueblo, dejando atrás su idea del amor y de establecerse, que por lo visto, tras la muerte de su amigo, se disipa tan rápidamente como le llegó.
20 de diciembre de 2015
20 de diciembre de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobrio y elegante Western que presenta la historia de un pueblo atemorizado que contrata los servicios de un especialista en el manejo del revolver, para plantar cara a un grupo de forajidos.
Dirige Edward Dmytryk, un realizador víctima del tristemente célebre Comité de Actividades Antiamericanas que, a finales de los años cuarenta, llevó a cabo la famosa e infame "caza de brujas" contra miembros y simpatizantes del partido comunista americano.
El director desarrolla una trama de traiciones y acusaciones que recuerda inevitablemente, al proceso en el que se vio inmerso, dotando a la película de un mensaje interno fácil de intuir.
Se apoya en un reparto plagado de estrellas de renombre entre los que destacan, Henry Fonda y Anthony Quinn, secundados por un correcto Richard Widmark, confeccionando un reparto de verdadero lujo. Destaca la labor ofrecida por Henry Fonda, inconmensurable en su papel de pistolero enigmático.
La película ofrece diferentes lecturas de interés y lo hace apoyándose en una trama dinámica y fácil de seguir, donde los enfrentamientos armados, silenciaran los abusos y traiciones, aportando cierta tranquilidad al poblado.
El hombre de las pistolas de oro, se convierte y queda como uno de los grandes referentes del Western, dejando buenos e inolvidables momentos.
Más y mejores críticas en http://www.enmicine.com/
Dirige Edward Dmytryk, un realizador víctima del tristemente célebre Comité de Actividades Antiamericanas que, a finales de los años cuarenta, llevó a cabo la famosa e infame "caza de brujas" contra miembros y simpatizantes del partido comunista americano.
El director desarrolla una trama de traiciones y acusaciones que recuerda inevitablemente, al proceso en el que se vio inmerso, dotando a la película de un mensaje interno fácil de intuir.
Se apoya en un reparto plagado de estrellas de renombre entre los que destacan, Henry Fonda y Anthony Quinn, secundados por un correcto Richard Widmark, confeccionando un reparto de verdadero lujo. Destaca la labor ofrecida por Henry Fonda, inconmensurable en su papel de pistolero enigmático.
La película ofrece diferentes lecturas de interés y lo hace apoyándose en una trama dinámica y fácil de seguir, donde los enfrentamientos armados, silenciaran los abusos y traiciones, aportando cierta tranquilidad al poblado.
El hombre de las pistolas de oro, se convierte y queda como uno de los grandes referentes del Western, dejando buenos e inolvidables momentos.
Más y mejores críticas en http://www.enmicine.com/
9 de junio de 2017
9 de junio de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran western la verdad. Buena historia, con grandes intérpretes, en el cual destaca un Anthony Quinn magnífico, no solo un secundario, todo ocurre por el. Película que trata la avaricia, la soberbia, el ego, el amor, las mentiras, el engaño todo ello mezclado,que sabes que en cualquier momento va a explotar. Trata la soledad, todo lo que puede destrozar, arrasar, la desesperación, el tiempo pasa solo queda lo verdadero. Grandes duelos, disparos, el dinero no da la felicidad. Todo esto pensé al finalizar la película, sin duda gran Western. La recomiendo, un placer.
18 de mayo de 2006
18 de mayo de 2006
17 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es flojita, para que lo voy a negar. Y ni siquiera se puede decir que entretenga mucho, porque tiene un guión tan cojo y descompensado que a ratos se puede hacer bastante aburrida. Lo más interesante de la película, desde mi punto de vista, es el subtexto. Esa historia oculta que se esconde bajo las imágenes y que casi nadie parece querer ver (y eso que salta a la vista). Ni el diálogo entre Laurence Olivier y Toni Curtis en ESPARTACO es tan esclarecedor como muchas de las escenas de esta película. Aquí no hay ostras ni caracoles, pero EL HOMBRE DE LAS PISTOLAS DE ORO es muy probablemente una de las primeras historias de amor homosexual que ha dado la historia del cine. No hace falta echarle mucha imaginación al asunto para darse cuenta que entre los dos protagonistas hay algo más que amistad (especialmente remarcable en el personaje de Anthony Quinn). Me asombra la capacidad que tienen algunos guionistas para camuflar la verdadera esencia de sus trabajos sin que nadie se de cuenta. El tramo final del filme es sin duda lo mejor de todo, cuando salen a relucir los celos, la frustación, el afecto, la rabia y la tristeza por la pérdida irrecuperable, la necesidad de poseer algo que ya no se puede tener "Fue ayer cuando le dije que no era nada sin mí, pero soy yo el que no es nada sin él"
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