Matar a un ruiseñor
1962 

8.3
49,832
Drama
Adaptación de la novela homónima de Harper Lee. En la época de la Gran Depresión, en una población sureña, Atticus Finch (Gregory Peck) es un abogado que defiende a un hombre negro acusado de haber violado a una mujer blanca. Aunque la inocencia del hombre resulta evidente, el veredicto del jurado es tan previsible que ningún abogado aceptaría el caso, excepto Atticus Finch, el ciudadano más respetable de la ciudad. Su compasiva y ... [+]
13 de junio de 2023
13 de junio de 2023
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Gregory Peck me pareció muy acartonado y "demasiado bueno", casi angelical, para dar vida al abogado defensor Atticus!
Aún así creo que es una película meritoria por ser prehistórica (1960) en atreverse a denunciar al odioso racismo en el sur de los Estados Unidos. Hay dos premisas que son falsas y que soportan filosóficamente a la película de Mulligan. La primera es que en los Tribunales de los Estados Unidos todos los ciudadanos son "iguales" acerca de sus derechos. Plantea la idea platónica de una Justicia ciega. Y ya todos sabemos que eso no existe. Es toda una burrada seguir repitiendo que la Justicia es ciega. Ni antes y mucho menos ahora. La Justicia tiene vista y oídos y por lo general es muy fácil de corromper.
Un jurado blanco para dirimir la inocencia de un acusado negro no tiene ni pies ni cabeza. Hoy en pleno siglo XXI poco se ha avanzado en los derechos de las minorías o de los invisibles sociales que son los negros y los pobres para poner sólo a dos víctimas de la muy larga lista.
La otra premisa es mucho más atroz. Atticus es un creyente de la salvación humana a través de la Ley y a través de la bondad intrínseca que está presente en todos los humanos. Pero es inconsecuente cuando mira hacia los lados y evita el juicio del inesperado salvador de su hijo cuya inocencia o culpabilidad debe ser demostrada. Acepta con displicencia el dictamen del Alguacil y con ello evitan "matar al ruiseñor".
La verdad es que no hay ruiseñores en la Historia. El más emblemático de todos fue el Cristo y ya todos sabemos como fue su fin. El ruiseñor es una metáfora de una humanidad posible aunque traicionada un millón de veces. Igual, aunque las evidencias estén en contra, hay que seguir creyendo en personas buenas y decentes como Atticus aunque sea la derrota su divisa.
Aún así creo que es una película meritoria por ser prehistórica (1960) en atreverse a denunciar al odioso racismo en el sur de los Estados Unidos. Hay dos premisas que son falsas y que soportan filosóficamente a la película de Mulligan. La primera es que en los Tribunales de los Estados Unidos todos los ciudadanos son "iguales" acerca de sus derechos. Plantea la idea platónica de una Justicia ciega. Y ya todos sabemos que eso no existe. Es toda una burrada seguir repitiendo que la Justicia es ciega. Ni antes y mucho menos ahora. La Justicia tiene vista y oídos y por lo general es muy fácil de corromper.
Un jurado blanco para dirimir la inocencia de un acusado negro no tiene ni pies ni cabeza. Hoy en pleno siglo XXI poco se ha avanzado en los derechos de las minorías o de los invisibles sociales que son los negros y los pobres para poner sólo a dos víctimas de la muy larga lista.
La otra premisa es mucho más atroz. Atticus es un creyente de la salvación humana a través de la Ley y a través de la bondad intrínseca que está presente en todos los humanos. Pero es inconsecuente cuando mira hacia los lados y evita el juicio del inesperado salvador de su hijo cuya inocencia o culpabilidad debe ser demostrada. Acepta con displicencia el dictamen del Alguacil y con ello evitan "matar al ruiseñor".
La verdad es que no hay ruiseñores en la Historia. El más emblemático de todos fue el Cristo y ya todos sabemos como fue su fin. El ruiseñor es una metáfora de una humanidad posible aunque traicionada un millón de veces. Igual, aunque las evidencias estén en contra, hay que seguir creyendo en personas buenas y decentes como Atticus aunque sea la derrota su divisa.
11 de octubre de 2006
11 de octubre de 2006
8 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hermosisima pelicula, capaz de aflorar los más intimos sentimientos ocultos, toda una obra de arte del cine estadounidense que enmarca la moral y los valores que se han perdido en la sociedad.
Peck, maravilloso e inolvidable. Como anillo al dedo. Magistral, encantador.
Peck, maravilloso e inolvidable. Como anillo al dedo. Magistral, encantador.
9 de diciembre de 2017
9 de diciembre de 2017
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Es esta cinta una buena película? Sí, lo es. Está bastante bien dirigida, el personaje de Atticus es sensacional, está perfectamente interpretada y en ningún momento se las apaña para aburrirnos. Además tiene la que posiblemente sea una de las mejores escenas de créditos que he viso nunca gracias a una fotografía maravillosa.
En general la recomiendo para todo aquel que quiera ver un largometraje con sentido pero que no quiera pensar mucho. Y es que, a pesar de ser bastante buena en todos sus aspectos, si le he puesto tan solo un seis es por los siguientes dos apartados: Su moral maniquea y su negativo mensaje sobre la justicia.
Empecemos por el principio: Su división del mundo entre buenos y malos. Una parte importante de la película trata de como Atticus, el abogado y podríamos decir que el protagonista, defiende a un negro en la época de la Gran Depresión de una acusación de violación. Pero la cinta en ni un sólo momento nos hace dudar de que su cliente es inocente. Él es sólo un hombre trabajador, bueno y sensible que se defiende de las acusaciones de un paleto, borracho y miserable que carece por completo de cualquier rasgo de humanidad. Desde un principio todas las pruebas señalan al acusado de ser libre de pecado y el espectador con dos neuronas podrá identificar en pocos minutos al verdadero responsable de las agresiones. Incluso los abogados están claramente divididos en buenos y malos: Atticus es genial, amble y responsable mientras que el encargado de la acusación sólo le falta el sombrero de copa para hacer de capitalista malvado comeniños.
La realidad es mucho más compleja. Matar a un Ruiseñor simplifica al máximo nuestro mundo para dejar a Atticus como el bueno buenísimo y a los otros como malos malísimos, en vez de ofrecer un relato realista de la sociedad y de las circunstancias que llevan a cada uno a creer o que cree. Pero desde el momento en el que la historia es tan parcial no sólo se aniquila por completo la sensación de misterio, sino que además pierdes en una humanidad necesaria para transmitir con veracidad un mensaje sobre el racismo.
La segunda parte la dejo en el apartado de spoilers.
En general la recomiendo para todo aquel que quiera ver un largometraje con sentido pero que no quiera pensar mucho. Y es que, a pesar de ser bastante buena en todos sus aspectos, si le he puesto tan solo un seis es por los siguientes dos apartados: Su moral maniquea y su negativo mensaje sobre la justicia.
Empecemos por el principio: Su división del mundo entre buenos y malos. Una parte importante de la película trata de como Atticus, el abogado y podríamos decir que el protagonista, defiende a un negro en la época de la Gran Depresión de una acusación de violación. Pero la cinta en ni un sólo momento nos hace dudar de que su cliente es inocente. Él es sólo un hombre trabajador, bueno y sensible que se defiende de las acusaciones de un paleto, borracho y miserable que carece por completo de cualquier rasgo de humanidad. Desde un principio todas las pruebas señalan al acusado de ser libre de pecado y el espectador con dos neuronas podrá identificar en pocos minutos al verdadero responsable de las agresiones. Incluso los abogados están claramente divididos en buenos y malos: Atticus es genial, amble y responsable mientras que el encargado de la acusación sólo le falta el sombrero de copa para hacer de capitalista malvado comeniños.
La realidad es mucho más compleja. Matar a un Ruiseñor simplifica al máximo nuestro mundo para dejar a Atticus como el bueno buenísimo y a los otros como malos malísimos, en vez de ofrecer un relato realista de la sociedad y de las circunstancias que llevan a cada uno a creer o que cree. Pero desde el momento en el que la historia es tan parcial no sólo se aniquila por completo la sensación de misterio, sino que además pierdes en una humanidad necesaria para transmitir con veracidad un mensaje sobre el racismo.
La segunda parte la dejo en el apartado de spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Mi otro gran problema es la conclusión que saca esta cinta. Finalmente el borracho y racista, en un intento de asesinar a los hijos de Atticus, es frenado por Boo y muere en el combate. Aquí es cuando Atticus debería haber salido con un discurso sobre cómo la ley es la ley y que debe llevarse al loco ante un juez por su crimen y presumiblemente vencer (legítima defensa); pero al escritor se le cruzaron los cables y decide dejar que todo pase, de forma que los presentes hacen la vista gorda ante este incidente y deciden que el racista "se mató solo". En otras palabras: Como la justicia es una mierda, vamos a tomárnosla por nuestra cuenta.
Claro que el sistema puede fallar y dejar en libertad a gente que merece un castigo y viceversa, pero esa no es razón como para que debamos implantar nuestra forma de ver el mundo a los demás. Al final Atticus tan solo es un hipócrita que impide que se haga verdadera justicia por el simple hecho de que falló al defender a un inocente. Está haciendo exactamente lo mismo que aquellos que quisieron linchar a su cliente: Como no me gustan los juzgados, pillo la vía rápida y que le jodan a mi rival.
Tomarse la justicia por tu mano, un mensaje negativo donde los halla.
Claro que el sistema puede fallar y dejar en libertad a gente que merece un castigo y viceversa, pero esa no es razón como para que debamos implantar nuestra forma de ver el mundo a los demás. Al final Atticus tan solo es un hipócrita que impide que se haga verdadera justicia por el simple hecho de que falló al defender a un inocente. Está haciendo exactamente lo mismo que aquellos que quisieron linchar a su cliente: Como no me gustan los juzgados, pillo la vía rápida y que le jodan a mi rival.
Tomarse la justicia por tu mano, un mensaje negativo donde los halla.
1 de abril de 2013
1 de abril de 2013
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocos personajes tan emblemáticos como Atticus Finch, el padre viudo y el abogado de las causas perdidas, que mantiene la ética por encima de todo en un entorno hostil, al defender el caso de un presunto violador, con el racismo como telón de fondo.
Pero la historia es incluso más que eso. Es un relato sobre la infancia, sobre todas las ilusiones y amenzas de esa pareja de hermanos. Con la esperanza de toda una vida por delante, con los miedos y terrores de esa edad, acrecentada por la hostilidad que se encuentra en todo colectivo.
El pueblo contra la decencia, al estilo de La jauría humana. El malo suelto por el pueblo, al estilo La noche del cazador. Y la infancia de trasfondo. Todo eso es Matar a un ruiseñor. Nada más y nada menos.
Pero la historia es incluso más que eso. Es un relato sobre la infancia, sobre todas las ilusiones y amenzas de esa pareja de hermanos. Con la esperanza de toda una vida por delante, con los miedos y terrores de esa edad, acrecentada por la hostilidad que se encuentra en todo colectivo.
El pueblo contra la decencia, al estilo de La jauría humana. El malo suelto por el pueblo, al estilo La noche del cazador. Y la infancia de trasfondo. Todo eso es Matar a un ruiseñor. Nada más y nada menos.
14 de noviembre de 2008
14 de noviembre de 2008
6 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
He repasado las críticas y a la mayoría les ha gustado mucho pero yo no le puedo dar más de un 7. La película es buena pero sin pasarse. Más que nada porque la he encontrado demasiado lineal. Los escenarios son: plano general del pueblo, interior de la casa de Atticus, exteriores de la casa del "loco", casa de los familiares de Robinson y juzgado. Un poco pobre, no?. La película va bastante lenta y lo que es peor es que la interpretación de Gregory Peck parece un encefalograma plano. Es lo que menos me ha gustado de la película. El guión es bueno. Eso sí, si me llegan a decir que el asustado tío de detrás de la puerta llegaría a ser el gran Robert Duvall no me lo hubiera creído. No obstante, película recomendable, aunque a mí me gusten películas un poco más "arriesgadas".
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