Game of ThronesSerie
2011 

David Benioff (Creador), D.B. Weiss (Creador) ...
8.5
115,865
Serie de TV. Aventuras. Drama. Fantástico. Acción. Intriga
Serie de TV (2011-2019). 8 temporadas. 73 episodios. La historia se desarrolla en un mundo ficticio de carácter medieval donde hay Siete Reinos. Hay tres líneas argumentales principales: la crónica de la guerra civil dinástica por el control de Poniente entre varias familias nobles que aspiran al Trono de Hierro; la creciente amenaza de "los otros", seres desconocidos que viven al otro lado de un inmenso muro de hielo que protege el ... [+]
17 de marzo de 2014
17 de marzo de 2014
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es usual ver mujeres desnudas en películas sobre la edad media. La violencia era lo más común pero nos lo han mostrado con recato y delicadeza. Aquí las escenas crudas proliferan por todas partes. Violencia descarnada. Desnudez integral sin ningún escrúpulo. Los escenarios son maravillosos. Bosques descomunales. Castillos impecables. Vestuarios muy originales para la época que se pretende reflejar.Es normal que este teniendo tanto éxito por todo el mundo.
6 de julio de 2016
6 de julio de 2016
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por fin ha llegado el Invierno. Tras 5 temporadas sostenidas a base de un guion parsimonioso, con altibajos y sorpresas "desencajadoras" de mandíbulas, "Juego de Tronos" ha conseguido emerger más allá de sus primos hermanos literarios para bañarlo todo de sangre, fuego y nieve.
Liberada de los grilletes argumentales que refrenaban su potencial, la serie ha ungido sus secretos con la agudeza visual que requerían, y la mesura del nudo central de su trama ha dado unos pasos agigantados y cargados de gracia, rumbo al inevitable clímax tonal de su canción de hielo y fuego. La temporada más predecible de todas (salvo por algunas puertas que estaban sin abrir y que permanecerán siempre cerradas) se ha erigido como la más completa, la más segura de sí misma y la más certera a la hora de transmitir estocadas mortales, vehementes miradas y movimientos aciagos en ese tablero enorme que conforman los siete reinos.
Por fin la forma ha estado a la altura del fondo, por fin la narrativa visual he cogido el impulso y ritmo que demandaban sus más queridos personajes, aquellos que engañan a la muerte día tras día y que escapan de sus fauces aún cuando ya los envolvía la oscuridad más abrumadora. Todo se dirige, arrastrado por una vorágine de sucesos construidos a lo largo de 6 temporadas, hacia su inevitable conclusión final, y cuando el torbellino lo haya engullido todo, tan solo quedará el vacío, aquel que solo son capaces de dejar las grandes series de la historia.
Liberada de los grilletes argumentales que refrenaban su potencial, la serie ha ungido sus secretos con la agudeza visual que requerían, y la mesura del nudo central de su trama ha dado unos pasos agigantados y cargados de gracia, rumbo al inevitable clímax tonal de su canción de hielo y fuego. La temporada más predecible de todas (salvo por algunas puertas que estaban sin abrir y que permanecerán siempre cerradas) se ha erigido como la más completa, la más segura de sí misma y la más certera a la hora de transmitir estocadas mortales, vehementes miradas y movimientos aciagos en ese tablero enorme que conforman los siete reinos.
Por fin la forma ha estado a la altura del fondo, por fin la narrativa visual he cogido el impulso y ritmo que demandaban sus más queridos personajes, aquellos que engañan a la muerte día tras día y que escapan de sus fauces aún cuando ya los envolvía la oscuridad más abrumadora. Todo se dirige, arrastrado por una vorágine de sucesos construidos a lo largo de 6 temporadas, hacia su inevitable conclusión final, y cuando el torbellino lo haya engullido todo, tan solo quedará el vacío, aquel que solo son capaces de dejar las grandes series de la historia.
22 de agosto de 2016
22 de agosto de 2016
36 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Game of Thrones es la serie más popular del nuevo milenio y por qué no decirlo, la mejor de estos tiempos y es que a pesar de tener seis temporadas -próximamente se viene la última- nunca pierde la magia y cada final de capítulo y en especial, de temporada, te deja con la boca abierta porque lo que pasa nadie lo predice, hasta que sucede.
Game of Thrones no es tan solo una millonaria producción de un canal gringo llamado HBO, no es ni por asomo una serie nerd orientado para adictos de juegos de internet que aman a los dragones y las batallas medievales, no, es una obra maestra, perfectamente elaborada, tiene un guión sólido que no cuenta con ningún vacío, tiene una rica diversidad de personajes de los cuales puedes odiar o amar a muerte, tiene una banda sonora espectacular, una fotografía espléndida, los efectos visuales y sonoros muy convincentes y un vestuario bárbaro.
Entre las cosas peculiares se puede decir que muchas actrices que interpretaron a prostitutas en la serie eran actrices porno; miles de padres pusieron a sus hijos nombres de personajes de la serie, en especial Kalhesee; la actriz que interpreta a Arya Stark resumió la serie en tres palabras: tetas y muerte.
Por otro lado y es justo decirlo, los actores estuvieron impecables, desde Nedd Stark (Sean Bean) que murió en la primera temporada hasta la odiosa Cersie (Lena Headey), la madre de los dragones (Emilia Clarke), el enano Tyrion (Peter Dinklage) y Jon Snow (Kit Harington): el bastardo con más fanaticada de todos los putos tiempos.
Si me pudiera quedar con una escena, sería imposible, creo que es necesario mencionar las siguientes: Cuando Cersie es humillada y camina desnuda frente a los gritos de los plebeyos, “Shame”; la batalla de la montaña contra Prince Oberyn y la brutal muerte del segundo; el homicidio en contra del hijo de puta King Joffrey y el monólogo de su madre Cersie; y el origen del trauma de Hodor y su inevitable muerte.
Game of Thrones no es tan solo una millonaria producción de un canal gringo llamado HBO, no es ni por asomo una serie nerd orientado para adictos de juegos de internet que aman a los dragones y las batallas medievales, no, es una obra maestra, perfectamente elaborada, tiene un guión sólido que no cuenta con ningún vacío, tiene una rica diversidad de personajes de los cuales puedes odiar o amar a muerte, tiene una banda sonora espectacular, una fotografía espléndida, los efectos visuales y sonoros muy convincentes y un vestuario bárbaro.
Entre las cosas peculiares se puede decir que muchas actrices que interpretaron a prostitutas en la serie eran actrices porno; miles de padres pusieron a sus hijos nombres de personajes de la serie, en especial Kalhesee; la actriz que interpreta a Arya Stark resumió la serie en tres palabras: tetas y muerte.
Por otro lado y es justo decirlo, los actores estuvieron impecables, desde Nedd Stark (Sean Bean) que murió en la primera temporada hasta la odiosa Cersie (Lena Headey), la madre de los dragones (Emilia Clarke), el enano Tyrion (Peter Dinklage) y Jon Snow (Kit Harington): el bastardo con más fanaticada de todos los putos tiempos.
Si me pudiera quedar con una escena, sería imposible, creo que es necesario mencionar las siguientes: Cuando Cersie es humillada y camina desnuda frente a los gritos de los plebeyos, “Shame”; la batalla de la montaña contra Prince Oberyn y la brutal muerte del segundo; el homicidio en contra del hijo de puta King Joffrey y el monólogo de su madre Cersie; y el origen del trauma de Hodor y su inevitable muerte.
10 de agosto de 2017
10 de agosto de 2017
24 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los últimos años a mi modo de ver el cine esta en franca decadencia, franquicias que se repiten hasta la saciedad falta de originalidad un mar de remakes que muchas veces son peores que los originales.
En contra posición a todo esto la era de las series esta en pleno auge sobretodo por la enorme cantidad de produciones y dentro de esa enorme cantidad pues tenemos una amplía gama de productos de todos los generos, categorías y calidades.
Esta serie para mi es una de las de mas alta calidad de los últimos años y por eso la considero una de las grandes abanderadas de esta edad dorada de la pequeña pantalla, buen reparto, buen guión, estupendos efectos especiales. Todo esto viene avalado por HBO marca que para mi hoy en día es señal de calidad.
A mi particularmente la serie me gusta mucho y le pondría un 8 o un 8,5 no mas que la mediea que esta reciviendo a dia de hoy en esta pagina, pero le puse un 10 y esto lo hago simplemente porque no puedo evitar sentir cierta rabia al leer criticas muy negativas exponiendo argumentos muy pobres o poco creíbles.
En contra posición a todo esto la era de las series esta en pleno auge sobretodo por la enorme cantidad de produciones y dentro de esa enorme cantidad pues tenemos una amplía gama de productos de todos los generos, categorías y calidades.
Esta serie para mi es una de las de mas alta calidad de los últimos años y por eso la considero una de las grandes abanderadas de esta edad dorada de la pequeña pantalla, buen reparto, buen guión, estupendos efectos especiales. Todo esto viene avalado por HBO marca que para mi hoy en día es señal de calidad.
A mi particularmente la serie me gusta mucho y le pondría un 8 o un 8,5 no mas que la mediea que esta reciviendo a dia de hoy en esta pagina, pero le puse un 10 y esto lo hago simplemente porque no puedo evitar sentir cierta rabia al leer criticas muy negativas exponiendo argumentos muy pobres o poco creíbles.
3 de octubre de 2017
3 de octubre de 2017
19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo llega a su fin. “Juego de Tronos” se ha ganado un lugar preeminente en el palmarés histórico de las series de televisión. En esta séptima entrega no tiene más remedio que tomar el carril de aceleración, máxime cuando cuenta con menos episodios, para ir cerrando flecos y recogiendo a sus personajes principales de cara a la batalla final. No es fácil hacerlo y seguir manteniendo intrigas y palos en las ruedas en la lucha por el dominio de los siete reinos, que a su vez deben desaparecer para dejar el camino despejado.
Fruto de todo ello, la precipitación surge en estás últimas entregas y los guionistas se permiten licencias, antes impensables, como el manejo poco creíble de los tiempos, personajes que “pasaban por allí” porque sí, y escenas donde la credibilidad (por mucho que aceptemos dragones y zombies) brilla por su ausencia. Todo ello queda sin embargo compensado por la acción espéctacular, el aumento del ritmo la belleza de las atmósferas y la empatia con los personajes.
Afortunada y desgraciadamente ya queda poco para el desenlace que se hará esperar un año, luego quedaremos huérfanos y habrá que soportar el mono a base de los spin-off que nos están preparando. Dracarys.
OCTAVA TEMPORADA
Y colorín colorado este cuento se ha acabado. Cuento que quedará grabado con letras de oro en los anales de la televisión como uno de los exponentes innegables de una edad también dorada que no sé si se mantendrá mucho tiempo más o ya ha desaparecido fagocitada por un overbooking de su propio éxito. En cualquier caso la disfrutamos y la amamos con sus fallos y sus aciertos. Y como es lógico nunca llueve a gusto de todos y el final ha traído sus cuotas de disgustos y descontentos en tanto en cuanto uno sea más o menos friki de la serie o de este o aquel bando o personaje. Y eso está bien.
Personalmente pienso que más allá de las formas y los tiempos, quizás ya apresurados por echar el cerrojo, los guionistas han sido valientes y han apostado por hacer honor al título de la serie. ¿Que se puede esperar de un "juego de tronos"?. ¿Que todo salga bien, seamos felices y comamos perdices?. Para eso ya está Disney. No hay que echar más que un vistazo a la historia de la humanidad o a los últimos mamoneos patrios, para deducir que el "juego de las sillas o sillones o tronos" siempre acaba mal para los mismos: el pueblo. Que periodica e invariablemente acaba quemado. Y al final generalmente los que acaban sentándose, no son ni los mejores, ni los más preparados, ni los más queridos. Así pues la cruda realidad se ha impuesto sobre la fantasía épica y utópica. El poder produce malas digestiones y los que se atracan de él acaban con úlceras de estómago o puñaladas traperas. Los hay también que mueren en sus camas tan ricamente si se dan las carambolas necesarias. El invierno no está llegando; hace tiempo que lleva instalado entre nosotros. El inteligente dragón lo tuvo claro: !que os den!. No entiendo como aún nos quedan los "Huargos".
cineziete.wordpress.com
Fruto de todo ello, la precipitación surge en estás últimas entregas y los guionistas se permiten licencias, antes impensables, como el manejo poco creíble de los tiempos, personajes que “pasaban por allí” porque sí, y escenas donde la credibilidad (por mucho que aceptemos dragones y zombies) brilla por su ausencia. Todo ello queda sin embargo compensado por la acción espéctacular, el aumento del ritmo la belleza de las atmósferas y la empatia con los personajes.
Afortunada y desgraciadamente ya queda poco para el desenlace que se hará esperar un año, luego quedaremos huérfanos y habrá que soportar el mono a base de los spin-off que nos están preparando. Dracarys.
OCTAVA TEMPORADA
Y colorín colorado este cuento se ha acabado. Cuento que quedará grabado con letras de oro en los anales de la televisión como uno de los exponentes innegables de una edad también dorada que no sé si se mantendrá mucho tiempo más o ya ha desaparecido fagocitada por un overbooking de su propio éxito. En cualquier caso la disfrutamos y la amamos con sus fallos y sus aciertos. Y como es lógico nunca llueve a gusto de todos y el final ha traído sus cuotas de disgustos y descontentos en tanto en cuanto uno sea más o menos friki de la serie o de este o aquel bando o personaje. Y eso está bien.
Personalmente pienso que más allá de las formas y los tiempos, quizás ya apresurados por echar el cerrojo, los guionistas han sido valientes y han apostado por hacer honor al título de la serie. ¿Que se puede esperar de un "juego de tronos"?. ¿Que todo salga bien, seamos felices y comamos perdices?. Para eso ya está Disney. No hay que echar más que un vistazo a la historia de la humanidad o a los últimos mamoneos patrios, para deducir que el "juego de las sillas o sillones o tronos" siempre acaba mal para los mismos: el pueblo. Que periodica e invariablemente acaba quemado. Y al final generalmente los que acaban sentándose, no son ni los mejores, ni los más preparados, ni los más queridos. Así pues la cruda realidad se ha impuesto sobre la fantasía épica y utópica. El poder produce malas digestiones y los que se atracan de él acaban con úlceras de estómago o puñaladas traperas. Los hay también que mueren en sus camas tan ricamente si se dan las carambolas necesarias. El invierno no está llegando; hace tiempo que lleva instalado entre nosotros. El inteligente dragón lo tuvo claro: !que os den!. No entiendo como aún nos quedan los "Huargos".
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