Notable extraño western que inusualmente dirigió Marlon Brando y protagonizó, la historia es sin más otra de venganza pero que supo muy bien construirla, empezando por esos paisajes, las playas, el desierto... y las actuaciones, me quedo con la escena cuando escapan y su compañero le dice; ¿Y si está muerto? y el contesta; Pues encontraré su cadaver. Desde un principio sabes de que tratará, esas miradas de Brando que apabullan, la ansiedad por matarlo y siempre hay un obstáculo, hace que te quedes sin parpadear, es otro retrato más de los atracadores de bancos, que a su paso, se encuentran con todo este tipo de problemas, la mujer es su refugio, la traición lo más frecuente.

Un buen reparto, Karl Malden hace un buen papel de antagonista, Ben Johnson siempre con su presencia, y que decir de Brando que ya no se haya dicho... genial, muy recomendable.

Como primera y última película dirigida por Marlon Brando, "El rostro impenetrable" ya es fruto de curiosidad. Pero este gran actor demuestra además que puede dirigir con mucha habilidad, pese a que se viese obligado a asumir la tarea tras el abandono de Stanley Kubrick ("La chaqueta metálica"). Sin embargo, el estudio no le permitió ser tan libre como desearía: le obligó a reducir el metraje a la mitad y a cambiar el final por motivos comerciales, algo que importaba poco o nada al actor, que puso gran parte del dinero de su propio bolsillo.

Este film es un western poco convencional que tiene lugar en Monterrey, lo que le da la característica inusual de incluir escenas en la playa, utilizadas principalmente para los momentos románticos, en contraposición al árido desierto para las escenas de acción. Esto contribuye a acentuar la nostalgia del film y a amenizar su larga duración.

El principal problema de esta película es que, al haber sido prevista su duración para 4 horas y reducirlo finalmente a poco más que 2, el montaje presenta problemas de raccord. Pese a ello, la excelente fotografía hace que el visionado sea muy agradable, con algunos planos de gran impacto.

La historia se centra en la venganza, tema típico de los westerns americanos, pero en esta ocasión los conflictos morales juegan un papel aún más importante. Un excelente reparto, que incluye al propio Brando como protagonista y a rostros conocidos del western como Malden, Pellicer y Jurado, pone la guinda a esta atrevida incursión del gran Marlon Brando en el mundo de la dirección.

Una y no más se puso Marlon Brando detrás de la cámara para realizar una película.
El rotro impenetrable, tras volverla a ver al cabo de unos 20 años, me sigue pareciendo una película muy atractiva con una atmósfera y un ritmo magnífico al que le ayuda una fotografía "acartonada", un sólido argumento buenas interpretaciones (me encanta la de Katy Jurado) y una destacable banda sonora.
Supongo que en mucho de ello, en las elecciones de los profesionales encargados, estará la mano de Brando, pero de lo que no cabe duda es que su mano está presente en los "despistes" técnicos del film, los fallos de raccord son clamorosos y creo que merecen estar entre las páginas más curiosas del cine, la escena de la playa entre Brando y Pellicer es sencillamente pavorosa. Muy interesante también, por poco conocida, la joven Pina Pellicer, también un poco estrambótica la escena del baile "flamenco" (en su descargo hay que decir que es rigurosamente flamenca).
En general la película transita por unos parámetros visuales, argumentales, de personajes e incluso de localizaciones, poco habituales para un Western, por ejemplo la acción se desarrolla en Méjico en su primera parte y luego en la costa californiana, existe un protagonismo importante de la población criolla hasta entonces púramente atractivo exótico en los films del oeste, el propio tema posee cierto grado de originalidad y se evita caer en el manido resorte fácil de la venganza justiciera, los personajes igualmente llevan a cabo progresiones psicológicas muy interesantes y que permiten dar atractivo al desarrollo haciendo que no se hagan largos los casi 140 minutos de metraje.
Pese a todo recomendable.

Primera y única película dirigida por Marlon Brando. El rostro impenetrable resulta un western diferente, extraño, profundamente irregular y demasiado largo.
Marlon Brando se hizo cargo de la dirección tras el abandono de Stanley Kubrick que se fue a hacer Espartaco. Para la imaginación de cada uno que lo que Kubrick pudo haber hecho con esta historia de venganza y amor. Una historia que aunque transcurre por caminos bastante trillados dentro del género, desprende una atmósfera muy personal. Quizás sean los lugares en los que está ambientada, los colores, la presencia del mar. Puede que sea el ritmo pausado, lento en ocasiones.
Me resulta difícil mostrar algún entusiasmo ante una película que me provoca sensaciones contradictorias cada pocos minutos. Paso del interés al aburrimiento con demasiada facilidad, y es que a pesar de intentar ser una película única esta hecha sobre material de sobra conocido.
De los actores me quedo con el rostro de la entonces debutante Pina Pellicer, y con la presencia siempre digna de Katy Jurado. Del duelo de actores no disfruto especialmente, y la decepción es considerable con la voz original de Marlon Brando. Creo que nunca le había oído en versión original, pero tiene una de las voces menos atractivas que se pueda imaginar.

Otrora me impactó más. No sé, pero la recuerdo con unos colores más vivos y, quizás por ser yo mas joven, la historia de amor me llegó con más fuerza. En cuanto a la trama: perfecta; bien argumentada y válida para lucirse, como así ha sido a través de los dos grandes del cine de todos los tiempos. No sabría a quien poner mas nota, si a Brando o a Malden. La chica, Pina Pellicer, me causo ternura: tan desvalida y maltratada por su padrastro, sume al espectador en una profunda impotencia. Dan ganas de cambiar el guión.....ya de por si éste, no la trata muy bien a ella, su dotes interpretativas hubieran dado para más (con permiso de Brando, claro).
Western extrañísimo por otro lado. Jamás se vio una playa como la que se ve en esta cinta de "vaqueros". No está bien escogido el escenario a mi juicio: por una parte hablamos de Sonora, pueblo del western por excelencia, y por otra nos trasladamos a la California de las películas de intrigas y amores de los jóvenes de los años 60.
Brando, como siempre, frío e interprete; pero él siempre fue así, para suerte de los enamorados de la interpretación, claro esta. Malden, magnífico, se crea como nadie a su alrededor, una atmósfera de odio entre el espectador y su personaje que llega a irritar, (recuerdo el Árbol del ahorcado)
En fin, un buen guión con un final que no se corresponde con la fuerza de éste. Esto le hace que mi opinión de la película no alcance la máxima puntuación.