Doctor Strange: Hechicero Supremo
2016 

6.5
40,984
Fantástico. Acción. Comedia
La vida del Dr. Stephen Strange cambia para siempre tras un accidente automovilístico que le deja muy malheridas sus manos. Cuando la medicina tradicional falla, se ve obligado a buscar esperanza y una cura en un lugar impensable: una comunidad aislada en Nepal llamada Kamar-Taj. Rápidamente descubre que éste no es sólo un centro de recuperación, sino también la primera línea de una batalla en contra de fuerzas oscuras y ocultas ... [+]
4 de noviembre de 2016
4 de noviembre de 2016
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buenas, hace unos días estuve en el cine viendo esta película que por su trailer prometía mucho, parecía incluso ser una sucesora digna de Origen, sin embargo me encontré una película artificiosamente cargada de efectos con un guión flojo y un montaje que considero deficiente. Hay incoherencias en el guión lo explicare más detalladamente en la zona spoiler. Además me hubiera gustado un tono mas serio en la película, personalmente no simpatizo con el carácter chistoso que están adquiriendo las películas de Marvel.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo que os contaba de las incoherencias, por ejemplo Strange está aprendiendo a desarrollar sus poderes y de repente se las ve enfrentándose al villano de Mads Mikkelsen que lleva años perfeccionandose en las artes místicas, sin embargo Strange le planta cara cuando hace nada era un aprendiz, no me parece creible.
1 de noviembre de 2016
1 de noviembre de 2016
20 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando se trata de abarcar tanto el resultado cuanto menos, resulta confuso... Buenos efectos especiales, pero un argumento de esos que yo califico, para dejar la mente en PAUSE, tampoco es que se pida a este tipo de productos algo más de lo que muestran. No es necesario.
Entiendo la calificación tan alta porque resulta una película muy atractiva para todos aquellos que buscan simplemente la diversión en un cine... Y eso lo ofrece sobradamente.
Entiendo la calificación tan alta porque resulta una película muy atractiva para todos aquellos que buscan simplemente la diversión en un cine... Y eso lo ofrece sobradamente.
29 de octubre de 2016
29 de octubre de 2016
23 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada he de aclarar que no soy fan de súper héroes ni del “nuevo” cine de Marvel. Aún así he intentado, con el mejor de los propósitos, participar de este género. Recuerdo, rebuscando en un pasado ya lejano, películas que cumplían con sus objetivos, como por ejemplo “Superman”, su primera secuela, o la siniestra e infravalorada “Darkman”, trabajadas en muchos aspectos por encima de la media, y que aún así es un género que no me lograron cautivar especialmente. Luego han ido sucediéndose normalmente productos, más que películas, que, con mayor o menor fidelidad, cuidan más sus aspectos técnicos que intentar renovar desde el punto de vista cinematográfico o narrativo.
Ya sé que para ir a ver esta clase de películas no se deben pedir peras al olmo, no se deben analizar en exceso, simplemente hay dejarse arrastrarse por el espectáculo en sí. Pero me temo que son productos estrictamente para esta clase, más que de público, de “fans”, porque el público del género fantástico es más amplio y exige, como si se tratase de cualquier otro género, muchas más cosas, sin conformarse con una factura externa costosa, porque en dos horas de metraje y con 165 millones de dólares de presupuesto (que pueden que hayan sido más), se podían haber hecho muchas más cosas.
Por ejemplo, y entrando en materia, se podían haber currado un guión que no se hubiera limitado a una mera sucesión de acontecimientos, en su mayoría esperables, que son más de lo mismo, y por ello previsible. Inútilmente se mezclan conceptos interesantes: el bien, el mal, la superación, apucuntura, chakras… que finalmente se convierten en un batiburrillo que olvida todo lo mencionado. Por ejemplo, en ese sentido, la serie de televisión “Kung- Fú”, la semidesconocida “El círculo de hierro” (rebautizada comercialmente con el título de “La flauta silenciosa”) y también protagonizada por David Carradine o “Matrix” al menos lo articulaban con mayor fortuna.
Este “Dr. Strange (Doctor Extraño)” está dirigido como un ejercicio de coordinación de efectos especiales pero sin pasión de ningún tipo, no hay un director detrás, sobre todo esto se nota en las escenas íntimas, en las que son los actores la base y no el truco. Las escenas de peleas se limitan a cambiar de plano cada milésima de segundo, mucho jaleo audiovisual, pero sin haber sido capaz de haber realizado una planificación limpia, cosa que sí ocurría incluso en la más cutre de las películas con Bruce Lee.
La elección de la mayoría de los actores secundarios, como los célebres Chiwetel Ejiofor, Mads Mikkelsen o, la mejor, con una gran presencia, Tilda Swinton, ha sido una elección acertada. Incluso Benedict Wong, no tan famoso como ellos, cumple. El caso de Rachel McAdams es penoso, ya que esta actriz, que ha sabido resolver en más de una ocasión, relegarla a un papel de mujer florero como Christine Palmer es de juzgado de guardia. Ya que ha estado desaprovechada al menos espero que lo haya cobrado bien. El caso de su protagonista, Benedict Cumberbatch, con una perilla a lo Ethan Hawke, es lo más desafortunado. Este actor está bien para personajes distantes, quizás con algo de misterio, pero carece del calor y del gancho para ejercer de héroe cercano que caiga bien o resulte atractivo, como era, por ejemplo y aunque nada tenga que ver, Harrison Ford como Indiana Jones.
Sus efectos especiales a veces son muy sugestivos, siguiendo una línea psicodélica de la mítica “2001” en cuanto a colores y diseños, otras veces nos remiten al “Origen” de Nolan y a algún que otro anuncio de coches y otras veces cansan, entre tanta pantalla de croma o muñequito digital que rebota por los edificios. Se supone que es su plato fuerte, serán nominados a los futuros Oscars, pero me quedo con la capa del protagonista, el maquillaje, el colorido o sus efectos de sonido. Su fotografía es atrayente aunque vacua y su banda sonora original, si exceptuamos los temas que no lo son, es un cruce de sombras entre los coros a lo Goldsmith, salvando las distancias, o el tono habitual de John Williams. Es un trabajo resultón, pero nos suena a conocido, así como su dirección artística, que nos evoca a “El cuervo”, sobre todo con ese gran ventanal o a las aludidas anteriormente, sobre todo “Origen”.
He pasado el tiempo, o mejor dicho, el tiempo ha pasado por mí mientras la veía encantado con su colorido, como las producciones de antaño esta compañía, la Disney, la cual por cierto me ha sorprendido, que con su rectitud moral tan estricta, incluya en sus diálogos palabrotas, como “joder”, llamando la atención de los más pequeños, cada vez más acostumbrados a la violencia y donde los protagonistas son incapaces de darse un beso o mostrar amor, aunque fuera empalagoso.
Este “Doctor Strange”, que nada tiene que ver con el “Doctor Strangelove” de Kubrick, ni que decir tiene que no tiene final, es una nueva franquicia en la que se avecinan más títulos, ese es el motivo. De hecho, tras los créditos principales del final hay un final y tras los larguísimos créditos finales que le siguen hay una escenita sorpresa que supongo, cuando sea emitida, será cortada por las emisoras. Ambos finales se los perdieron los espectadores que no saben esperar a que termine una película, que son los mismos que al apagarse la luz en un teatro, huyen con prisas sin seguir con la tradición de aplaudir. Un público maleducado y con mucha prisa, la misma prisa que quieren que tengan los productos que consumen, confundiendo lo que es ritmo con aceleración, quizás por ser consumidores de videojuegos. Y que esto, que no pasa de ser un producto intrascendente e irregular, sea recomendado o justificado por algunos críticos serios, para mí es preocupante. O carecen realmente de formación o lo más probable que hayan sido sobornados u obligados por su editorial. Es como a estas alturas ensalzar la saga Harry Potter y considerarla imprescindible en el cine de aventuras.
Ya sé que para ir a ver esta clase de películas no se deben pedir peras al olmo, no se deben analizar en exceso, simplemente hay dejarse arrastrarse por el espectáculo en sí. Pero me temo que son productos estrictamente para esta clase, más que de público, de “fans”, porque el público del género fantástico es más amplio y exige, como si se tratase de cualquier otro género, muchas más cosas, sin conformarse con una factura externa costosa, porque en dos horas de metraje y con 165 millones de dólares de presupuesto (que pueden que hayan sido más), se podían haber hecho muchas más cosas.
Por ejemplo, y entrando en materia, se podían haber currado un guión que no se hubiera limitado a una mera sucesión de acontecimientos, en su mayoría esperables, que son más de lo mismo, y por ello previsible. Inútilmente se mezclan conceptos interesantes: el bien, el mal, la superación, apucuntura, chakras… que finalmente se convierten en un batiburrillo que olvida todo lo mencionado. Por ejemplo, en ese sentido, la serie de televisión “Kung- Fú”, la semidesconocida “El círculo de hierro” (rebautizada comercialmente con el título de “La flauta silenciosa”) y también protagonizada por David Carradine o “Matrix” al menos lo articulaban con mayor fortuna.
Este “Dr. Strange (Doctor Extraño)” está dirigido como un ejercicio de coordinación de efectos especiales pero sin pasión de ningún tipo, no hay un director detrás, sobre todo esto se nota en las escenas íntimas, en las que son los actores la base y no el truco. Las escenas de peleas se limitan a cambiar de plano cada milésima de segundo, mucho jaleo audiovisual, pero sin haber sido capaz de haber realizado una planificación limpia, cosa que sí ocurría incluso en la más cutre de las películas con Bruce Lee.
La elección de la mayoría de los actores secundarios, como los célebres Chiwetel Ejiofor, Mads Mikkelsen o, la mejor, con una gran presencia, Tilda Swinton, ha sido una elección acertada. Incluso Benedict Wong, no tan famoso como ellos, cumple. El caso de Rachel McAdams es penoso, ya que esta actriz, que ha sabido resolver en más de una ocasión, relegarla a un papel de mujer florero como Christine Palmer es de juzgado de guardia. Ya que ha estado desaprovechada al menos espero que lo haya cobrado bien. El caso de su protagonista, Benedict Cumberbatch, con una perilla a lo Ethan Hawke, es lo más desafortunado. Este actor está bien para personajes distantes, quizás con algo de misterio, pero carece del calor y del gancho para ejercer de héroe cercano que caiga bien o resulte atractivo, como era, por ejemplo y aunque nada tenga que ver, Harrison Ford como Indiana Jones.
Sus efectos especiales a veces son muy sugestivos, siguiendo una línea psicodélica de la mítica “2001” en cuanto a colores y diseños, otras veces nos remiten al “Origen” de Nolan y a algún que otro anuncio de coches y otras veces cansan, entre tanta pantalla de croma o muñequito digital que rebota por los edificios. Se supone que es su plato fuerte, serán nominados a los futuros Oscars, pero me quedo con la capa del protagonista, el maquillaje, el colorido o sus efectos de sonido. Su fotografía es atrayente aunque vacua y su banda sonora original, si exceptuamos los temas que no lo son, es un cruce de sombras entre los coros a lo Goldsmith, salvando las distancias, o el tono habitual de John Williams. Es un trabajo resultón, pero nos suena a conocido, así como su dirección artística, que nos evoca a “El cuervo”, sobre todo con ese gran ventanal o a las aludidas anteriormente, sobre todo “Origen”.
He pasado el tiempo, o mejor dicho, el tiempo ha pasado por mí mientras la veía encantado con su colorido, como las producciones de antaño esta compañía, la Disney, la cual por cierto me ha sorprendido, que con su rectitud moral tan estricta, incluya en sus diálogos palabrotas, como “joder”, llamando la atención de los más pequeños, cada vez más acostumbrados a la violencia y donde los protagonistas son incapaces de darse un beso o mostrar amor, aunque fuera empalagoso.
Este “Doctor Strange”, que nada tiene que ver con el “Doctor Strangelove” de Kubrick, ni que decir tiene que no tiene final, es una nueva franquicia en la que se avecinan más títulos, ese es el motivo. De hecho, tras los créditos principales del final hay un final y tras los larguísimos créditos finales que le siguen hay una escenita sorpresa que supongo, cuando sea emitida, será cortada por las emisoras. Ambos finales se los perdieron los espectadores que no saben esperar a que termine una película, que son los mismos que al apagarse la luz en un teatro, huyen con prisas sin seguir con la tradición de aplaudir. Un público maleducado y con mucha prisa, la misma prisa que quieren que tengan los productos que consumen, confundiendo lo que es ritmo con aceleración, quizás por ser consumidores de videojuegos. Y que esto, que no pasa de ser un producto intrascendente e irregular, sea recomendado o justificado por algunos críticos serios, para mí es preocupante. O carecen realmente de formación o lo más probable que hayan sido sobornados u obligados por su editorial. Es como a estas alturas ensalzar la saga Harry Potter y considerarla imprescindible en el cine de aventuras.
11 de noviembre de 2016
11 de noviembre de 2016
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Totalmente desequilibrada. Un actor principal que borda la interpretación (porque Benedict no sabe hacerlo mal) de un personaje que está a años luz del Dr. Extraño. Un intento de hacer pasar a un héroe adulto y serio por un nuevo Tony Stark (también de la franquicia, porque el de verdad, el de los comics, no es más gracioso que Spider-man) pero aún más engreído y que se pasa la mitad de la película cayéndote mal.
Efectos especiales descomunales, sí, pero también confusos. En algunas peleas prometo que no sabía quién estaba luchando con quién. Una historia malísima en la que el Dr. Extraño se convierte en "Hechicero supremo" en dos telediarios, el malo es más que "blandito" y derrotable y el maestro uno más sin oficio ni beneficio que trata de autovenderse como sabio y poderoso y se queda en lo segundo y gracias.
Personajes muy poco desarrollados, magia por doquier que en el fondo solo sirve para construirse escudos-láser y sacudirse a "guayas" y una dosis de aburrimiento que en una película de estas características es preocupante.
A mí el Dr. Extraño nunca me llamó la atención en los comics, pero es que en la película ha sido terriblemente peor.
A ver si Ragnarok recupera la franquicia. Esto es una caída en picado desde la última del "Capi" con su mega Civil-war a cuestas.
Efectos especiales descomunales, sí, pero también confusos. En algunas peleas prometo que no sabía quién estaba luchando con quién. Una historia malísima en la que el Dr. Extraño se convierte en "Hechicero supremo" en dos telediarios, el malo es más que "blandito" y derrotable y el maestro uno más sin oficio ni beneficio que trata de autovenderse como sabio y poderoso y se queda en lo segundo y gracias.
Personajes muy poco desarrollados, magia por doquier que en el fondo solo sirve para construirse escudos-láser y sacudirse a "guayas" y una dosis de aburrimiento que en una película de estas características es preocupante.
A mí el Dr. Extraño nunca me llamó la atención en los comics, pero es que en la película ha sido terriblemente peor.
A ver si Ragnarok recupera la franquicia. Esto es una caída en picado desde la última del "Capi" con su mega Civil-war a cuestas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Para tener las manos "temblonas", sin fuerza y precisión, al tío solo le falta tocar el piano mientras pelea. Terrorífico.
29 de octubre de 2016
29 de octubre de 2016
19 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
En realidad no es uno de mis personajes heroicos de cómic preferido. El tema oriental de llegar a la perfección a través de una introspección y cuentos de comunión entre mente-cuerpo ya está muy gastado, y hay un sinfín de pelis de estas características sobre todo en el mundo de las artes marciales (no olvidemos a Batman). Y la cháchara filosófica se me hizo eterna.
Al margen de mi opinión sobre todos estos conceptos hinduistas -base de otras filosofías/religiosas como el budismo-, el film es bastante fiel al personaje creado por 'Marvel', además data de una época en el que se miraba a las filosofías orientales; ya sea el Yoga, ZaZen,confucianismo, etc., como la meca de la sabiduría. Interponiendo la cultura oriental y despreciando la más material y mundana occidental.
Fuera de la retórica tenemos una película magníficamente interpretada por 'Benedict Cumberbatch', metido en el papel, aunque falla bastante en el aspecto cómico que es una baza importante de ésta, pero pasable. Los malos son paletos inútiles y encajan muy mal en el argumento. Aunque lo que más me disgusto fue el exceso y cargante efecto visual (menos mal que no la vi en 3D porque creo que acabaría vomitando).
Lo que más rabia me da son las escenas de acción, y es que cuando voy a este tipo de películas se supone que este tema debe salir bordado, pero aquí las escenas son muy pobres, llenas de primeros planos y muy difícil de seguir, en conclusión decepcionantes. Mi abuelo con párkinson las hubiera grabado mejor.
En fin la película no llega a la cúspide de aburrir aunque sea algo tediosa, y lo mejor de las escenas de acción son los vuelos con la capa y los anillos de luz al estilo 'Harry Potter'.
Al margen de mi opinión sobre todos estos conceptos hinduistas -base de otras filosofías/religiosas como el budismo-, el film es bastante fiel al personaje creado por 'Marvel', además data de una época en el que se miraba a las filosofías orientales; ya sea el Yoga, ZaZen,confucianismo, etc., como la meca de la sabiduría. Interponiendo la cultura oriental y despreciando la más material y mundana occidental.
Fuera de la retórica tenemos una película magníficamente interpretada por 'Benedict Cumberbatch', metido en el papel, aunque falla bastante en el aspecto cómico que es una baza importante de ésta, pero pasable. Los malos son paletos inútiles y encajan muy mal en el argumento. Aunque lo que más me disgusto fue el exceso y cargante efecto visual (menos mal que no la vi en 3D porque creo que acabaría vomitando).
Lo que más rabia me da son las escenas de acción, y es que cuando voy a este tipo de películas se supone que este tema debe salir bordado, pero aquí las escenas son muy pobres, llenas de primeros planos y muy difícil de seguir, en conclusión decepcionantes. Mi abuelo con párkinson las hubiera grabado mejor.
En fin la película no llega a la cúspide de aburrir aunque sea algo tediosa, y lo mejor de las escenas de acción son los vuelos con la capa y los anillos de luz al estilo 'Harry Potter'.
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