Bajo presupuesto (o eso parece) para esta historia de venganza en la que, las posibles buenas intenciones, son claramente insuficientes para hacer despegar un guión superficial, que no tiene tiempo para pararse ni en los personajes, ni mucho menos en el horror que pretende contar, perdiéndose en un discurso puramente artesanal, demasiado largo, desganado y mal estructurado.

Así las cosas, lo único que mantiene el interés de esta especie de globo desinflado, es la esperanza de que, a lo mejor, pasando los minutos, te cuenten algo que merezca la pena.

Pero no; el momento nunca llega.

En resumen: os olvidaréis de ella para siempre y sin ningún esfuerzo.