La OficinaSerie
2005 

Greg Daniels (Creador), Ricky Gervais (Creador) ...
8.1
35,385
Serie de TV. Comedia
Serie de TV (2005-2013). 9 temporadas. 188 episodios. Corrosivo retrato de los miembros de una empresa. Versión americana de una popular serie británica de la BBC del mismo título. (FILMAFFINITY)
4 de marzo de 2008
4 de marzo de 2008
23 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sé que es un remake de la versión inglesa, la cual todavía no he visto porque en FX escogieron la americana, pero es una serie muy buena por muchas cosas. Lo que gusta de este tipo de serie es que sigue una trama que te atrapa, en especial por la relación entre Pam y Jim (no se si esta relación será tan buena en la versión inglesa). Tiene muy buenos actores cuyas características personales se prestan para el desarrollo de los temas. Steve Carell encanta como "Michael" tan desesperante como ingenuo. Rainn Wilson logra a un "Dwight" tan complejo que se presta para todas las situaciones que ocurren en la serie. John Krasinski como "Jim" logra que la mayoría del público se identifique con su personaje, ese personaje que se siente tan real más aún cuando está con "Pam", Jenna Fischer, la cual adiciona a su belleza física esa frescura que contrarresta las personalidades tan conflictivas de los demás. Los demás actores forman también un gran reparto, pero no me quiero extender mucho, aunque francamente también me gustaría hablar de cada uno, para otra vez será.
Vean la serie, muy recomendable.
Vean la serie, muy recomendable.
8 de noviembre de 2008
8 de noviembre de 2008
20 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hablamos de The Office hablamos de la serie de humor actual por excelencia. Diálogos variopintos, personajes carismáticos, situaciones ridiculizadas, etc.
Su humor puede llegar a ser absurdo e incluso hiriente. Pero si te gusta, como indico en el título, la vas a adorar.
Personajes como Michael Scott (Steve Carell demostrando que es mejor genio del humor estadounidense actual) o Dwight Schrute (posiblemente de los mejores personajes habidos y por haber en la televisión) o las situaciones graciosísimas que se dan en los carismáticos duelos entre Jim y Dwight hacen que la serie sea la número uno de humor del momento.
La recomiendo una y otra vez.
Su humor puede llegar a ser absurdo e incluso hiriente. Pero si te gusta, como indico en el título, la vas a adorar.
Personajes como Michael Scott (Steve Carell demostrando que es mejor genio del humor estadounidense actual) o Dwight Schrute (posiblemente de los mejores personajes habidos y por haber en la televisión) o las situaciones graciosísimas que se dan en los carismáticos duelos entre Jim y Dwight hacen que la serie sea la número uno de humor del momento.
La recomiendo una y otra vez.
3 de noviembre de 2020
3 de noviembre de 2020
18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras el éxito de la serie británica “The Office” (2001-2003) de Ricky Gervais, muchos países imitaron su fórmula adaptando la ficción a cada uno de sus mercados.
La versión estadounidense fue la más longeva y la de mayor éxito, se extendió a lo largo de 9 temporadas de 2005 a 2013, y ganó numerosos premios en todos los certámenes a los que se presentó.
El argumento gira entorno a la sede en Scranton (Pensilvania) de la modesta empresa papelera Dunder Mifflin, en la que trabajan, fingen hacerlo o simplemente vegetan, la tribu más variopinta y divertida que haya visto jamás en una serie de televisión.
Esta tribu está encabezada por su director, el inicialmente odioso Michael Scott, brillantemente interpretado por Steve Carell, que capítulo a capítulo supo mostrar que, por encima de su incompetencia, inmadurez e inoportuno sentido del humor, había un ser indefenso emocionalmente que cubría su necesidad de afecto buscando la amistad de sus empleados.
Como en toda serie coral, el resto de personajes habituales son el alma de la función, entre ellos destacan Dwight Schrute (Rainn Wilson), el mejor vendedor, pelota oficial de su jefe, que arrastra una psicopatía obsesiva por ejercer el poder y el control; el simpático holgazán y bromista Jim Halpert (John Krasinski), que junto a la sensata y tímida recepcionista, Pam Beesly (Jenna Fischer), sobrellevarán la parte romántica de la historia manteniendo un sencillo y tierno romance durante las primeras temporadas; el inseguro e indeciso Andy Bernard (Ed Helms) y sus sueños de convertirse en estrella; el bobalicón y goloso Kevin Malone (Brian Baumgartner), incapaz de guardar un secreto; la altiva Angela Martin (Angela Kinsey) incapaz de exteriorizar cualquier sentimiento que no vaya dirigido a su camada de gatos; el razonable Oscar Martínez (Oscar Núñez), apostillando siempre todas las conversaciones; el sociópata Creed Bratton (Creed Bratton) horrorizando a cualquiera que sea capaz de escucharle; la desinhibida Meredith Palmer (Kate Flannery), como la versión femenina de Creed; la chismosa Phillis Vance (Phyllis Smith), desarrollando pequeñas intrigas entre sus compañeros; el siempre ausente Stanley Hudson (Leslie D.Baker) y su doble vida sentimental; y la dulce Erin Hannon (Ellie Kemper), que sustituyó a Pam cuando ésta fue ascendida al departamento de ventas.
Como curiosidad, citar que tres de los guionistas de la serie se unieron a la excéntrica tribu de actores de “The Office”, B.J. Novak, en el papel del becario Ryan Howard; Mindy Kaling en el papel de la parlanchina Kelly Kapoor y Paul Lieberstein, en el papel del sufrido y maltratado responsable de Recursos Humanos, Toby Flenderson.
Aparte de contar con un reparto en estado de gracia, la serie debe su éxito a otros factores:
Su formato de falso documental en que los personajes son grabados con cámara oculta y entrevistados esporádicamente para conocer sus impresiones, rompiendo la llamada cuarta pared, formato utilizado en otras sitcoms posteriores que se han hecho famosas como “Modern Family” (2009-2020).
Nuevo formato de sitcom sin risas enlatadas y sin música, para acentuar más el efecto de falso documental.
Guiones sólidos que se preocupaban de explorar todas las facetas de cada personaje, permitiéndoles evolucionar y desarrollarse en la historia, dándoles a todos sus pequeños momentos de gloria.
Por todas estas razones, corresponde a "The Office" la responsabilidad de haber aportado innovaciones a la estructura narrativa y cambiado la fisonomía de las "sitcom", por lo que ya se merece un lugar de honor en la historia de la televisión.
La versión estadounidense fue la más longeva y la de mayor éxito, se extendió a lo largo de 9 temporadas de 2005 a 2013, y ganó numerosos premios en todos los certámenes a los que se presentó.
El argumento gira entorno a la sede en Scranton (Pensilvania) de la modesta empresa papelera Dunder Mifflin, en la que trabajan, fingen hacerlo o simplemente vegetan, la tribu más variopinta y divertida que haya visto jamás en una serie de televisión.
Esta tribu está encabezada por su director, el inicialmente odioso Michael Scott, brillantemente interpretado por Steve Carell, que capítulo a capítulo supo mostrar que, por encima de su incompetencia, inmadurez e inoportuno sentido del humor, había un ser indefenso emocionalmente que cubría su necesidad de afecto buscando la amistad de sus empleados.
Como en toda serie coral, el resto de personajes habituales son el alma de la función, entre ellos destacan Dwight Schrute (Rainn Wilson), el mejor vendedor, pelota oficial de su jefe, que arrastra una psicopatía obsesiva por ejercer el poder y el control; el simpático holgazán y bromista Jim Halpert (John Krasinski), que junto a la sensata y tímida recepcionista, Pam Beesly (Jenna Fischer), sobrellevarán la parte romántica de la historia manteniendo un sencillo y tierno romance durante las primeras temporadas; el inseguro e indeciso Andy Bernard (Ed Helms) y sus sueños de convertirse en estrella; el bobalicón y goloso Kevin Malone (Brian Baumgartner), incapaz de guardar un secreto; la altiva Angela Martin (Angela Kinsey) incapaz de exteriorizar cualquier sentimiento que no vaya dirigido a su camada de gatos; el razonable Oscar Martínez (Oscar Núñez), apostillando siempre todas las conversaciones; el sociópata Creed Bratton (Creed Bratton) horrorizando a cualquiera que sea capaz de escucharle; la desinhibida Meredith Palmer (Kate Flannery), como la versión femenina de Creed; la chismosa Phillis Vance (Phyllis Smith), desarrollando pequeñas intrigas entre sus compañeros; el siempre ausente Stanley Hudson (Leslie D.Baker) y su doble vida sentimental; y la dulce Erin Hannon (Ellie Kemper), que sustituyó a Pam cuando ésta fue ascendida al departamento de ventas.
Como curiosidad, citar que tres de los guionistas de la serie se unieron a la excéntrica tribu de actores de “The Office”, B.J. Novak, en el papel del becario Ryan Howard; Mindy Kaling en el papel de la parlanchina Kelly Kapoor y Paul Lieberstein, en el papel del sufrido y maltratado responsable de Recursos Humanos, Toby Flenderson.
Aparte de contar con un reparto en estado de gracia, la serie debe su éxito a otros factores:
Su formato de falso documental en que los personajes son grabados con cámara oculta y entrevistados esporádicamente para conocer sus impresiones, rompiendo la llamada cuarta pared, formato utilizado en otras sitcoms posteriores que se han hecho famosas como “Modern Family” (2009-2020).
Nuevo formato de sitcom sin risas enlatadas y sin música, para acentuar más el efecto de falso documental.
Guiones sólidos que se preocupaban de explorar todas las facetas de cada personaje, permitiéndoles evolucionar y desarrollarse en la historia, dándoles a todos sus pequeños momentos de gloria.
Por todas estas razones, corresponde a "The Office" la responsabilidad de haber aportado innovaciones a la estructura narrativa y cambiado la fisonomía de las "sitcom", por lo que ya se merece un lugar de honor en la historia de la televisión.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Steve Carell dejó la serie en la temporada 7 por una extraña decisión de la NBC al término de su contrato y no por decisión propia como se creyó durante un tiempo.
La serie aguantó dos temporadas más en las que los guionistas siguieron desarrollando las historias del resto de personajes, manteniendo la calidad estándar del producto, pero ya no fue lo mismo, y los espectadores despedimos con pena a este equipo entrañable en un emocionante capítulo final.
La emoción, aparte del cierre de tramas, reside en que Michael Scott (Steve Carell) volvió a Scranton (Pensilvania), tras dos temporadas de ausencia, para volver a reunirse con su equipo y a dar un último y definitivo adiós a sus fieles seguidores.
La serie aguantó dos temporadas más en las que los guionistas siguieron desarrollando las historias del resto de personajes, manteniendo la calidad estándar del producto, pero ya no fue lo mismo, y los espectadores despedimos con pena a este equipo entrañable en un emocionante capítulo final.
La emoción, aparte del cierre de tramas, reside en que Michael Scott (Steve Carell) volvió a Scranton (Pensilvania), tras dos temporadas de ausencia, para volver a reunirse con su equipo y a dar un último y definitivo adiós a sus fieles seguidores.
6 de marzo de 2015
6 de marzo de 2015
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras haber visto “The Office” (ambas versiones) y haber superado el largo síndrome de abstinencia posterior, he de declararme en primer lugar mitómano absoluto de la serie.
Nunca se hizo tanto con tan poco. Han conseguido exprimir la cotidianeidad hasta la parodia y la fábula de un modo único. Todos y cada uno de los diálogos están extremadamente medidos en relación con las características una serie de personajes perfectamente definidos. La serie no para de ofrecer diferentes versiones de comportamientos, personalidades y actitudes que cada uno es libre de juzgar. Pero a la vez, saben sacar el lado positivo de cada personaje, con lo que tu etiqueta se queda como mucho en “inconsciente”. Toda esta credibilidad se consigue sin caer en ningún momento en el estereotipo.
Muchos de los papeles principales de “The Office” llevan la interpretación directamente a otro nivel. La credibilidad de las reacciones de los personajes ante los acontecimientos denota un alto trabajo de empatía actor-personaje.
El hecho del desarrollar casi toda la trama en una oficina de tamaño medio obliga a la dirección a contrarrestar el tedio natural que podría provocar el entorno. Y la verdad es que cumple su objetivo. El formato “confesionario” que ofrece esta producción nos permite conocer más a fondo a los personajes. En “The Office” es imprescindible intentar empatizar con el personaje para poder juzgarle.
El guion es la espina dorsal de “The Office”. Como ya se ha dicho, la delineación de los personajes es tan buena que los diálogos (siempre teniendo en cuenta el factor parodia) suenan muy naturales.
Pero lo que hace única a esta serie es que tiene un sentido del humor incisivo que exprime cada situación. Un humor con una alta carga psicológica y mucha personalidad.
Nunca se hizo tanto con tan poco. Han conseguido exprimir la cotidianeidad hasta la parodia y la fábula de un modo único. Todos y cada uno de los diálogos están extremadamente medidos en relación con las características una serie de personajes perfectamente definidos. La serie no para de ofrecer diferentes versiones de comportamientos, personalidades y actitudes que cada uno es libre de juzgar. Pero a la vez, saben sacar el lado positivo de cada personaje, con lo que tu etiqueta se queda como mucho en “inconsciente”. Toda esta credibilidad se consigue sin caer en ningún momento en el estereotipo.
Muchos de los papeles principales de “The Office” llevan la interpretación directamente a otro nivel. La credibilidad de las reacciones de los personajes ante los acontecimientos denota un alto trabajo de empatía actor-personaje.
El hecho del desarrollar casi toda la trama en una oficina de tamaño medio obliga a la dirección a contrarrestar el tedio natural que podría provocar el entorno. Y la verdad es que cumple su objetivo. El formato “confesionario” que ofrece esta producción nos permite conocer más a fondo a los personajes. En “The Office” es imprescindible intentar empatizar con el personaje para poder juzgarle.
El guion es la espina dorsal de “The Office”. Como ya se ha dicho, la delineación de los personajes es tan buena que los diálogos (siempre teniendo en cuenta el factor parodia) suenan muy naturales.
Pero lo que hace única a esta serie es que tiene un sentido del humor incisivo que exprime cada situación. Un humor con una alta carga psicológica y mucha personalidad.
3 de marzo de 2010
3 de marzo de 2010
16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a contarles un secreto: hace como un año y medio, vi la mitad del capítulo piloto y apagué horrorizada, pensando que era una mierda de serie. Cuán equivocada estaba amigos, cuán. Pero así son los prejuicios y yo no me salvo.
Total, que hará unos meses mi novio y yo nos quedamos sin series que ver, de esas de 20 minutos que tantos nos gustan, y en un arranque de valentía, nos dispusimos a verla. Nos costó unos 3 capítulos que nos gustara. En el quinto ya la adorábamos. Al décimo ya estábamos abducidos por completo. Ya vamos por la cuarta temporada. Esta serie no es plana: está repleta de matices y te partes la caja porque está bien hecha. No es un humor facilón. Que salga humor facilón no implica que la serie sea de ese tipo de series de encefalograma plano (nada más lejos), y si alguien cree eso, es porque tiene prejuicios, como los tuve yo en su día.
Michael puede parecer zafio, burdo y estúpido a niveles alarmantes en un primer y segundo visionado, pero en realidad, aparte de ser todo eso, es muchas más cosas. Siempre me pregunto cómo un adulto con reacciones tan infantiles ha llegado a gerente. Pero es el jefe, y si bien a veces lo matarías por cansino o por decir las cosas cuando no hay que decirlas (incomodando hasta lo inimaginable a quien sea, por mucha presecia de ánimo que tenga su víctima), lo redime su indefensión emocional, su necesidad de sentir que sus empleados son sus amigos... su buena fe, en definitiva. Es un buen tipo.
Los demás me encantan casi todos. Mención de honor a Dwight Schrute, el empleado fiel, el lameculos ido de la olla, el flipado perrito faldero de Michael, el friki con toques psicópatas y a la vez el pobre inocente que cae una y otra vez en las bromas pesadas de Jim y Pam... en fin, bravo Dwight, porque a veces te odio a matar, pero sin ti a serie no sería lo mismo.
Luego están Jim y Pam, que son los que llevan el medio suspense a lo largo de las temporadas con su historia; del resto destaco a Ryan ("the temp"), a Kelly la chillona ("oh my God, yo're so cute!!"), a Stanley (siempre serio, siempre), Toby (el de RRHH), a Jan, la supervisora de Michael y, evidentemente, a Angela, la gatita de hielo de la oficina que siempre me hace pensar en una elfa por su tamaño y su pelo.
Qué puedo decir... que si esa oficina existiera en verdad, estaría ya mismo enviando CV's. Seguro que Michael y yo haríamos buenas migas, porque ahora que ya sé cuál es su rollo, puedo manejarlo. Lamentablemente, esto es ficción y yo sigo sin trabajo en la vida real.
POR FAVOR, véanla si es posible en V.O.S.
Total, que hará unos meses mi novio y yo nos quedamos sin series que ver, de esas de 20 minutos que tantos nos gustan, y en un arranque de valentía, nos dispusimos a verla. Nos costó unos 3 capítulos que nos gustara. En el quinto ya la adorábamos. Al décimo ya estábamos abducidos por completo. Ya vamos por la cuarta temporada. Esta serie no es plana: está repleta de matices y te partes la caja porque está bien hecha. No es un humor facilón. Que salga humor facilón no implica que la serie sea de ese tipo de series de encefalograma plano (nada más lejos), y si alguien cree eso, es porque tiene prejuicios, como los tuve yo en su día.
Michael puede parecer zafio, burdo y estúpido a niveles alarmantes en un primer y segundo visionado, pero en realidad, aparte de ser todo eso, es muchas más cosas. Siempre me pregunto cómo un adulto con reacciones tan infantiles ha llegado a gerente. Pero es el jefe, y si bien a veces lo matarías por cansino o por decir las cosas cuando no hay que decirlas (incomodando hasta lo inimaginable a quien sea, por mucha presecia de ánimo que tenga su víctima), lo redime su indefensión emocional, su necesidad de sentir que sus empleados son sus amigos... su buena fe, en definitiva. Es un buen tipo.
Los demás me encantan casi todos. Mención de honor a Dwight Schrute, el empleado fiel, el lameculos ido de la olla, el flipado perrito faldero de Michael, el friki con toques psicópatas y a la vez el pobre inocente que cae una y otra vez en las bromas pesadas de Jim y Pam... en fin, bravo Dwight, porque a veces te odio a matar, pero sin ti a serie no sería lo mismo.
Luego están Jim y Pam, que son los que llevan el medio suspense a lo largo de las temporadas con su historia; del resto destaco a Ryan ("the temp"), a Kelly la chillona ("oh my God, yo're so cute!!"), a Stanley (siempre serio, siempre), Toby (el de RRHH), a Jan, la supervisora de Michael y, evidentemente, a Angela, la gatita de hielo de la oficina que siempre me hace pensar en una elfa por su tamaño y su pelo.
Qué puedo decir... que si esa oficina existiera en verdad, estaría ya mismo enviando CV's. Seguro que Michael y yo haríamos buenas migas, porque ahora que ya sé cuál es su rollo, puedo manejarlo. Lamentablemente, esto es ficción y yo sigo sin trabajo en la vida real.
POR FAVOR, véanla si es posible en V.O.S.
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