Cuenta conmigo

Las aventuras de estos cuatro críos me dejaron muy buen recuerdo siendo un niño. Recuerdo que en alguna parte incluso me emocioné y todo. Nosecuantos años después la he vuelto a ver y me ha parecido normalita e incluso con partes que cantan a moralina barata, como cuando hablan de ir a la universidad y convertirse en alguien de provecho. Tampoco ayuda ver a Jack Bauer haciendo de macarrilla. En realidad, toda esa panda de macarrillas habría encajado mucho mejor en la peli si a los dos minutos de aparecer en pantalla hubieran sido devorados por un tiranosaurio.

Lo más curioso es que ahora que la veo con ojos adultos, la relación entre dos niños protagonistas me parece no tanto una historia de amistad como de amor. No sé, quizá todo sea fruto de mi imaginación, pero joder, la cosa canta por bulerías. Hay momentos en los que el morreo se ve venir a leguas. En fin, no sé si esa era la intención de la historia, pero bueno… les salió una bonita historia de amor, y no es coña. Además, prescindir de morreos infantiles añade sutileza al tema, pese a no satisfacer a ciertos espectadores con inclinaciones charcuteras que hubieran preferido que los niños se entregasen “a fondo” a sus pasiones más oscuras. Por otra parte, puede que todos estos años viendo Telecinco después de comer hayan pervertido mi mente y esté viendo gigantes en vez de molinos, que no digo que no.

Aparte de eso, hay momentos agradables y la sensación de amabilidad prevalece. Me gusta la frase con la que se resume todo, eso de que nunca se tienen amigos como los de la infancia. Desde luego, cuando eres mayor no te puedes fumar un pitillo con tanta libertad e inocencia como hacen estos chicos en mitad del bosque. Mención especial para la sutileza (o falta de ella) con la que hacen mención a la marca patrocinadora.

Por cierto, la historia de Culograsa es mítica.

4 chavales de 12 años se van de aventura un par de dias buscando el cadaver de otro chaval. A lo largo de su travesía tienen que huir de unos pandilleros, luchar contra perros come-pelotas y sanguijuelas, esquivar trenes en marcha, enfrentarse a sus miedos y compartir algo tan maravilloso como es la amistad.

La película tiene un planteamiento muy simple con unos personajes excesívamente estereotipados, pero que consigue el objetivo que es contar una entrañable historia de amistad entre niños. Su gran pega, la misma que muchas películas realizadas para el entretenimiento infantil: una desmesurada infantilización de los diálogos de la película. Así vemos un malo que es tan malo que produce verguenza agena, un niño que se asusta hasta del ruido de sus propias pisadas, otro que es listo pero listo de verdad... No se, la película entretiene a los pequeños, pero no retrata la personalidad de niños de 12 años.

Como principal fan actual del talentazo del desaprovechado Corey Feldman (sin un drama fue el paso de la infancia a la madurez de Joselito, mayor drama es que la carrera de este chico se frustrata en la adolescencia), no podía dejar pasar esta película sin comentarla. Intentaré no centrarme en la pasión pedofila que me despierta y comentar también a los demás actores u otros aspectos de la película, aunque no prometo nada.

Guión: bueno
Interpretaciones: infantiles buenas y algo que desear la de los pocos adultos.
Banda sonora: muy acertada y con bonitas canciones.

Ahora si, ¡hay que ver lo bien que esta Corey Feldman! Y como no quiero ser pesada ni reiterativa... ¡hay que ver el yuyu que da el careto de Kiefer Sutherland de joven!

Película muy buena en la que se refleja la amistad de los cuatro protagonistas; se ayudan entre ellos... deben ir a buscar un desaparecido que, supuestamente, está muerto, y aquel viaje se convierte en un juego para ellos.