Los indestructibles 2
2012 

5.9
23,079
Acción
Barney Ross (Sylvester Stallone), Lee Christmas (Jason Statham), Yin Yang (Jet Li), Gunner Jensen (Dolph Lundgren), Toll Road (Randy Couture) y Hale Caesar (Terry Crews) y Billy (Liam Hemsworth), un nuevo colega, se vuelven a reunir cuando el señor Church (Bruce Willis) les encarga un trabajo aparentemente sencillo y muy lucrativo. Sin embargo, el plan se tuerce cuando un peligroso terrorista llamado Villain (Jean-Claude Van Damme) les ... [+]
28 de agosto de 2012
28 de agosto de 2012
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda la nota que se le da a está pelí está fuertemente influenciada por otras como por ejemplo Comando, Depredador o Demolition Man. ¿El film se merece un 10 por qué? se preguntarán algunos, pues por las siguientes razones.
- Porque salen los mejores héroes de acción de la historia del cine juntitos y revueltos (Esto es como los Vengadores pero con venas y esteroides)
- Porque es la vuelta al cine de Chuache (El más grande)
- Porque da lo que promete y mucho más. (Abstenerse gafapastas)
- Porque tiene una de las muertes mas carismáticas del cine (Chuck porque le sigues disparando a traves de los rayos X, si ya estaba KO)
- Porque te pasas dos horas entretenido y sin pensar. (Si entendidos del cine también se puede ir uno a evadir sin necesidad de darle al coco)
- Porque era lo que llevábamos esperando los fans desde hace muuuuchos años.
- Porque salen los mejores héroes de acción de la historia del cine juntitos y revueltos (Esto es como los Vengadores pero con venas y esteroides)
- Porque es la vuelta al cine de Chuache (El más grande)
- Porque da lo que promete y mucho más. (Abstenerse gafapastas)
- Porque tiene una de las muertes mas carismáticas del cine (Chuck porque le sigues disparando a traves de los rayos X, si ya estaba KO)
- Porque te pasas dos horas entretenido y sin pensar. (Si entendidos del cine también se puede ir uno a evadir sin necesidad de darle al coco)
- Porque era lo que llevábamos esperando los fans desde hace muuuuchos años.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sin embargo no todas son cosas buenas. Es cierto que la película es entretenidisima, pero también es verdad que se le pueden pedir más cosas.
- Dar algo más de protagonismo a Van Damme y que explote más su faceta bipolar en uno de los villanos mas raros del cine.
- Que el lugarteniente Scott adkins hubiese tenido un poco más de acción. (Puto calvo de transporter)
- Que el guión fuese algo más solido o existente (Pues sí hay que reconocerlo, pero también es verdad que no esperaba ver una secuela de seven si no algo más parecido al Robobo de la Jojoya con culturistas.
- Dar algo más de protagonismo a Van Damme y que explote más su faceta bipolar en uno de los villanos mas raros del cine.
- Que el lugarteniente Scott adkins hubiese tenido un poco más de acción. (Puto calvo de transporter)
- Que el guión fuese algo más solido o existente (Pues sí hay que reconocerlo, pero también es verdad que no esperaba ver una secuela de seven si no algo más parecido al Robobo de la Jojoya con culturistas.
11 de abril de 2013
11 de abril de 2013
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí amigos, estos benditos carcas lo han vuelto a conseguir. De lo presuntamente descerebrado han sacado una propuesta inteligente; de lo extremedamente violento, han hecho algo divertido e incluso bello; de lo simple han logrado construir una obra de arte. Pues ya va siendo hora (lo lleva siendo en verdad mucho tiempo) de que este género se sitúe donde merece estar, fuera por fin de las reseñas negativas y despreciativas de los críticos profesionales. Y es que los susodichos críticos francamente están demasiado lejos de lo que es la realidad vanguardista, aunque ellos presuman precisamente de lo contrario. Si películas tan influyentes tanto en su género específico como en la cultura cinematográfica en general, del estilo de RAMBO, DEPREDADOR o JUNGLA DE CRISTAL han sufrido los injustos desaires de los intelectualetes de turno, para prestarle atención a la, a estas alturas, anónima cinta senegalesa, iraní o cubana (también) de turno, pues tan sencillo como que este colectivo no sabe ni en qué día vive. Lo siento por vosotros, muchachos, pero me temo que por mucho que os pese (me consta que os pesa, pero os jodéis, jaja) la peli que se ha sacaso Sylvester con dos pelotas resulta que es la auténtica vanguardia. Y lo es por montaje, por fotografía, por guión y por una serie de maravillas técnicas que convierten a esta a priori simplona cinta de tiros, explosiones, testosterona y cuerpos saltando en cachitos, en un nuevo y fresquísimo referente. Que por cierto, ha logrado que perdone a Simon West cagadas dolorosísimas (al menos, para mí) que cometiera antaño.
Señalado esto, que su talante jactancioso y a la vez simpático, el cual ha sido calificado por los críticos menos casposos y más abiertos como "auto-paródico" (expresión que no me gusta; en todo caso, sería más bien "auto-homenajeado"), ha demostrado que siempre hay algo nuevo que aportar, y que el sentido del humor, la acción desenfrenada y la exageración de todo aquello que en algún momento del pasado obtuvo algún éxito (peleas, patadas voladoras, chinos muriendo, duelos finales, malos malísimos, búsqueda de venganza, lluvia de disparos sin que el bueno sufra un solo rasguño...) no están reñidos en absoluto con la excelencia, la dignidad y, en definitiva, el trabajo bien hecho, podemos ponernos a analizar filosófica y artísticamente esta preciosidad.
Para empezar, y ahondando en lo que comentaba antes sobre el trabajo bien hecho, en efecto Sylvester & company se han puesto a hacer los deberes pendientes que tenían de la primera entrega de esta saga. Lo primero que había que hacer era limar los flecos y torpezas que se dieron en LOS MERCENARIOS 1, que a pesar de ellos seguía conservando su toque entrañable y entretenido. No obstante, había que buscarle un buena historia. De corte muy clásico (nada nuevo nos cuentan, eso es obvio) pero de firmeza narrativa, para que el espectador no se maree con los vayvenes de la caótica trama de la que adoleció la primera parte; luego, desechar lo que no haga falta o incluso estorbe. Porque francamente, la aportación del cadáver viviente que es desde hace tiempo Mickey Rourke fue del todo prescindible, así que fuera del plantel; a Jet Li sin embargo, al que tampoco vi yo en su ambiente junto a estos tipejos, le han honrado como se merece, y al menos le han dejado mantener dignamente el listón alto. En compensación, el fichaje de dos pesos pesados (y dos ligeros, pero igualmente compatibles) que ha provocado a los fans más idólatras el brote de lágrimas de emoción, sumado al 'expansion pack' de los insuficientes cameos de Schwarzenegger y Willis de la 1, convertidos en esta segunda parte en un "esturreo" cojonudo que, verdaderamente, logra que el reirse de uno mismo jamás haya resultado tan solemne; por último, encontrar un malvado digno de tan excelso elenco, asunto nada fácil, pues la cosa tendría que ser de un nivel, como mínimo, de un Michael Caine, de un Anthony Hopkins o de un Jack Nicholson (sin desmerecer a Eric Roberts, que también salvó la papeleta con cierta solvencia). Pues bien, y ahí es donde la peli saca sobresaliente ya sí que sí, colocando al (por siempre jamás) infravalorado Jean-Claude Van Damme en uno de los papeles por los que será recordado, redefiniendo el concepto de 'malote', y dando vida a un tipo que haría quedar a Josef Goebbles como una monja arrepentida. Lo único malo es que ahora, con el ansia como quien dice, pues estamos deseosos de que en la próxima entrega aparezcan los que se han quedado fuera de este rocambolesco Dream Team, y lo cierto es que son bastantes si nos ponemos a contar: Kurt Russell, Wesley Snipes, Steven Seagal, Dwayne Johnson, Val Kilmer, Ray Liotta, Vin Diesel, Denzel Washington, Casper Van Dien, Russell Crowe, Jackie Chan, Michael Dudikoff, Carl Weathers... Para mí resulta de lo más excitante ir descubriendo conforme se sucedan las secuelas quién más entra "a jugar!"
Casi lo terminó de perfilar en su JOHN RAMBO. Pero fue con LOS MERCENARIOS 2 que Sylvester Stallone ha perfeccionado esta nueva concepción de la acción. El exceso hecho poesía, vamos.
Señalado esto, que su talante jactancioso y a la vez simpático, el cual ha sido calificado por los críticos menos casposos y más abiertos como "auto-paródico" (expresión que no me gusta; en todo caso, sería más bien "auto-homenajeado"), ha demostrado que siempre hay algo nuevo que aportar, y que el sentido del humor, la acción desenfrenada y la exageración de todo aquello que en algún momento del pasado obtuvo algún éxito (peleas, patadas voladoras, chinos muriendo, duelos finales, malos malísimos, búsqueda de venganza, lluvia de disparos sin que el bueno sufra un solo rasguño...) no están reñidos en absoluto con la excelencia, la dignidad y, en definitiva, el trabajo bien hecho, podemos ponernos a analizar filosófica y artísticamente esta preciosidad.
Para empezar, y ahondando en lo que comentaba antes sobre el trabajo bien hecho, en efecto Sylvester & company se han puesto a hacer los deberes pendientes que tenían de la primera entrega de esta saga. Lo primero que había que hacer era limar los flecos y torpezas que se dieron en LOS MERCENARIOS 1, que a pesar de ellos seguía conservando su toque entrañable y entretenido. No obstante, había que buscarle un buena historia. De corte muy clásico (nada nuevo nos cuentan, eso es obvio) pero de firmeza narrativa, para que el espectador no se maree con los vayvenes de la caótica trama de la que adoleció la primera parte; luego, desechar lo que no haga falta o incluso estorbe. Porque francamente, la aportación del cadáver viviente que es desde hace tiempo Mickey Rourke fue del todo prescindible, así que fuera del plantel; a Jet Li sin embargo, al que tampoco vi yo en su ambiente junto a estos tipejos, le han honrado como se merece, y al menos le han dejado mantener dignamente el listón alto. En compensación, el fichaje de dos pesos pesados (y dos ligeros, pero igualmente compatibles) que ha provocado a los fans más idólatras el brote de lágrimas de emoción, sumado al 'expansion pack' de los insuficientes cameos de Schwarzenegger y Willis de la 1, convertidos en esta segunda parte en un "esturreo" cojonudo que, verdaderamente, logra que el reirse de uno mismo jamás haya resultado tan solemne; por último, encontrar un malvado digno de tan excelso elenco, asunto nada fácil, pues la cosa tendría que ser de un nivel, como mínimo, de un Michael Caine, de un Anthony Hopkins o de un Jack Nicholson (sin desmerecer a Eric Roberts, que también salvó la papeleta con cierta solvencia). Pues bien, y ahí es donde la peli saca sobresaliente ya sí que sí, colocando al (por siempre jamás) infravalorado Jean-Claude Van Damme en uno de los papeles por los que será recordado, redefiniendo el concepto de 'malote', y dando vida a un tipo que haría quedar a Josef Goebbles como una monja arrepentida. Lo único malo es que ahora, con el ansia como quien dice, pues estamos deseosos de que en la próxima entrega aparezcan los que se han quedado fuera de este rocambolesco Dream Team, y lo cierto es que son bastantes si nos ponemos a contar: Kurt Russell, Wesley Snipes, Steven Seagal, Dwayne Johnson, Val Kilmer, Ray Liotta, Vin Diesel, Denzel Washington, Casper Van Dien, Russell Crowe, Jackie Chan, Michael Dudikoff, Carl Weathers... Para mí resulta de lo más excitante ir descubriendo conforme se sucedan las secuelas quién más entra "a jugar!"
Casi lo terminó de perfilar en su JOHN RAMBO. Pero fue con LOS MERCENARIOS 2 que Sylvester Stallone ha perfeccionado esta nueva concepción de la acción. El exceso hecho poesía, vamos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y cómo no, tenemos los homenajes. Sí, las referencias o "auto-paráfrasis". A saber: TERMINATOR 2 ('Dile sayonara baby a tu culo'); ACORRALADO (el cabrón aquel rajándole el pecho al chaval con un machete); THE PUNISHER (el discurso de Stallone ante la tumba del joven); EL BUENO, EL FEO Y EL MALO (momentazo Chuck Norris); DESAFíO TOTAL (el tractor ese abriendo paso entre las rocas, con Chuache dentro; también aquí se puede decir que hay homenaje a los diversos films en los que Arnie suelta su famoso "volveré": COMMANDO, PERSEGUIDO...); DIE HARD (momentazo 'yippy ka yei'); EN TIERRA PELIGROSA (Statham enviando al infierno al cabrón de antes mediante el rotor de cola de un helicóptero); y muchas más que seguramente no he llegado a captar, amén por supuesto de las perlas propias y originales, que a propósito, las hallo excepcionalmente propicias (mi 'top-3' son, 1- "Yo os declaro cuchillo y mujer"; 2- "Dispararles ha sido una buena idea"; 3- "¿Quieres ser un hombre? Yo te haré un hombre").
Y a lo que me refería antes con lo de filosofar con un producto como este, compartiré con vosotros lo que se me pasaba por la cabeza mientras en la pantalla salpicaba la sangre.
Tenemos algo así como un poblado de lo que parece la China profunda (vete tú a saber), en el que unos individuos con muy mala pinta, muy malos modales y equipados con fusiles campan a sus anchas con engreimiento y avasallando a los desdichados inocentes que tienen la mala suerte de cruzarse con ellos. Bien. Luego en una sala oscura, un chino con aspecto de más cabrón aún somete a tormento a alguien indefenso. Vale. Entonces hace aparición una partida de tres vehículos blindados y fuertemente armados... que llegado el momento preciso, descarga sobre la muchedumbre de orientales malosos, una lluvia de fuego que los reduce a pedazos de carne sanguinolentos en menos de un santiamén. Y en el fondo, yo sé a ciencia cierta que nuestro querido Sylvester quería expresar su compasión hacia aquellas pobres gentes que, mirado en profundidad, no ha tenido las mismas oportunidades que nosotros, arrogantes blanquitos; esas personas (tan dignas como tú y como yo) apenas han recibido alguna educación, y eso en el mejor de los casos, pues muchos de ellos, fueron arrancados de sus familias y de sus tribus para aprender el triste oficio de la guerra; así mismo, muchos son todavía zagales imberbes, y por supuesto, muy pobres, manipulados por algún sanguinario cacique o narcotraficante para que, a cambio de una miserable ración de arroz, desempeñen trabajos degradantes sin rechistar; esos infelices, oh amigos míos, merecen toda la piedad del mundo, pues si cometen pillaje, violaciones, asesinatos, abusos, torturas y mil fechorías, es porque sus desventuradas circunstancias les obligan, ya que no han visto otra cosa, y desconocen (todo por culpa de Occidente, no olvidemos) cosas que nosotros damos por supuestas como la ternura, la empatía, la solidaridad, la misericordia, la responsabilidad, etc; por cada asiático con un rifle de asalto en ristre, hay una historia trágica merecedora de ser compadecida y sopesada con respeto y severidad. Stallone lo sabe, y lo tiene muy presente al escribir el guión... Pero como es un puto genio, ha sabido sintetizar todo ese discurso, toda esa compasión y todo ese amor a la humanidad en dos sencillísimas palabras:
¡¡¡ MORID, CABRONES !!!
O dicho de otra manera. Que al mundo lo arregle su puta madre. Esta película se fundamenta sobre tres verdades incontestables: una, Dios existe; dos, la vida es una mierda; tres, efectivamente, el mundo lo gobiernan una serie de monstruos demoníacos a los que el villano Vilain (el "casual" nombre del personaje que encarna Van Damme) apenas sí logra parecérseles. Pero contemplar cómo éste y otros de su calaña mueren de forma justa, merecida, y al mismo tiempo, muy absurda, nos llena de regocijo y de anhelo... de un mundo mejor, donde los malos no sólo mueran en la ficción.
Y a lo que me refería antes con lo de filosofar con un producto como este, compartiré con vosotros lo que se me pasaba por la cabeza mientras en la pantalla salpicaba la sangre.
Tenemos algo así como un poblado de lo que parece la China profunda (vete tú a saber), en el que unos individuos con muy mala pinta, muy malos modales y equipados con fusiles campan a sus anchas con engreimiento y avasallando a los desdichados inocentes que tienen la mala suerte de cruzarse con ellos. Bien. Luego en una sala oscura, un chino con aspecto de más cabrón aún somete a tormento a alguien indefenso. Vale. Entonces hace aparición una partida de tres vehículos blindados y fuertemente armados... que llegado el momento preciso, descarga sobre la muchedumbre de orientales malosos, una lluvia de fuego que los reduce a pedazos de carne sanguinolentos en menos de un santiamén. Y en el fondo, yo sé a ciencia cierta que nuestro querido Sylvester quería expresar su compasión hacia aquellas pobres gentes que, mirado en profundidad, no ha tenido las mismas oportunidades que nosotros, arrogantes blanquitos; esas personas (tan dignas como tú y como yo) apenas han recibido alguna educación, y eso en el mejor de los casos, pues muchos de ellos, fueron arrancados de sus familias y de sus tribus para aprender el triste oficio de la guerra; así mismo, muchos son todavía zagales imberbes, y por supuesto, muy pobres, manipulados por algún sanguinario cacique o narcotraficante para que, a cambio de una miserable ración de arroz, desempeñen trabajos degradantes sin rechistar; esos infelices, oh amigos míos, merecen toda la piedad del mundo, pues si cometen pillaje, violaciones, asesinatos, abusos, torturas y mil fechorías, es porque sus desventuradas circunstancias les obligan, ya que no han visto otra cosa, y desconocen (todo por culpa de Occidente, no olvidemos) cosas que nosotros damos por supuestas como la ternura, la empatía, la solidaridad, la misericordia, la responsabilidad, etc; por cada asiático con un rifle de asalto en ristre, hay una historia trágica merecedora de ser compadecida y sopesada con respeto y severidad. Stallone lo sabe, y lo tiene muy presente al escribir el guión... Pero como es un puto genio, ha sabido sintetizar todo ese discurso, toda esa compasión y todo ese amor a la humanidad en dos sencillísimas palabras:
¡¡¡ MORID, CABRONES !!!
O dicho de otra manera. Que al mundo lo arregle su puta madre. Esta película se fundamenta sobre tres verdades incontestables: una, Dios existe; dos, la vida es una mierda; tres, efectivamente, el mundo lo gobiernan una serie de monstruos demoníacos a los que el villano Vilain (el "casual" nombre del personaje que encarna Van Damme) apenas sí logra parecérseles. Pero contemplar cómo éste y otros de su calaña mueren de forma justa, merecida, y al mismo tiempo, muy absurda, nos llena de regocijo y de anhelo... de un mundo mejor, donde los malos no sólo mueran en la ficción.
25 de agosto de 2012
25 de agosto de 2012
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué gusto da volver a ver una película de acción violenta, corta, ruidosa y viril. Se echaba de menos.
Y es que el actioner de la vieja escuela pedía a gritos volver. Había quedado hipotecado con FX gratuitos, mandangas de videojuego, remakes varios (que antes del filme se pasen los barrocos y esteticistas tráilers de "Dredd" y "Total recall" es sintomático de como andan las cosas), destrozando su esencia primaria y convirtiendo la peli de acción media made in USA del XXI en un serio marasmo de set pieces de más de dos horas de duración.
Pero no. La secuela de estos "prescindibles" tiene mucho de regreso a la simplicidad básica del género, si bien juega a una autoconsciencia tremendamente postmoderna (el film se sabe retro y juega a ello) y a ratos amenaza con ser al actioner definitivo (tener a Norris, Arnie, Bruce, Van Damme, Sly o Statham en la misma secuencia hace MUCHO, amigos).
Por otra parte, el carisma del cast es abundante, hay bastante sentido del humor (otro cosa que el cine de entretenimiento actual parece haber olvidado), los cameos son sencillamente míticos y hasta hay tiempo para plantear un tema con un poso crepuscular bastante claro.
En resumen: da lo que la primera entrega prometía y le hace a uno salir de la sala con una sonrisilla. Un film honesto, carente de pretensión y repleto de All Stars.
Merece la pena el precio de la entrada.
Que cuenten conmigo para la tercera entrega.
Y es que el actioner de la vieja escuela pedía a gritos volver. Había quedado hipotecado con FX gratuitos, mandangas de videojuego, remakes varios (que antes del filme se pasen los barrocos y esteticistas tráilers de "Dredd" y "Total recall" es sintomático de como andan las cosas), destrozando su esencia primaria y convirtiendo la peli de acción media made in USA del XXI en un serio marasmo de set pieces de más de dos horas de duración.
Pero no. La secuela de estos "prescindibles" tiene mucho de regreso a la simplicidad básica del género, si bien juega a una autoconsciencia tremendamente postmoderna (el film se sabe retro y juega a ello) y a ratos amenaza con ser al actioner definitivo (tener a Norris, Arnie, Bruce, Van Damme, Sly o Statham en la misma secuencia hace MUCHO, amigos).
Por otra parte, el carisma del cast es abundante, hay bastante sentido del humor (otro cosa que el cine de entretenimiento actual parece haber olvidado), los cameos son sencillamente míticos y hasta hay tiempo para plantear un tema con un poso crepuscular bastante claro.
En resumen: da lo que la primera entrega prometía y le hace a uno salir de la sala con una sonrisilla. Un film honesto, carente de pretensión y repleto de All Stars.
Merece la pena el precio de la entrada.
Que cuenten conmigo para la tercera entrega.
27 de agosto de 2012
27 de agosto de 2012
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando a un grupo de héroes como los de esta cinta se le pregunta "¿De dónde venís?", y la respuesta es...
-Stallone- Americanos.
-Lundgren- Yo soy sueco.
-Crews- MUY negro.
... uno ya sabe que esto es MUY SERIO.
Una de las razones por las que hacía críticas en esta página era por las películas de acción. Francamente, son las películas que más me gusta comentar con mis amigos. Y confieso que me hartaba de reír escribiéndolas por aquí. Hace tiempo que no lo hago y creo que esta cinta lo merece.
Seré conciso: he desarrollado la teoría de que ver películas de Chuarche, Willis, Sly y, en general, toda esta panda de "mercenarios" que, da igual el sitio o el arma que tengan a mano, se cargan a tantos extras como ciudadanos tiene Malta en cada una de sus cintas, condiciona DECISIVAMENTE una infancia feliz.
Ellos son los superhéroes de toda la vida. Los únicos -con permiso de Denzel Washington- con los que he logrado empatizar tanto que me dan igual los nombres de sus personajes en la gran pantalla. Tienen nombre propio. Y punto.
La secuela de Los Mercenarios funciona con más agilidad que la primera parte, con muchísima acción, un inicio más explosivo, numerosos guiños a las obras que lanzaron a la fama a estas leyendas y, para colmo, una ampliación del elenco protagonista, siendo para mí un gran acierto la inclusión, breve pero intensa, de Chuck Norris. Mención aparte la media hora final, con Chuarche, Willis, Stallone y Van Damme absolutamente desatados. Memorable la escena del mini. Todavía estoy llorando de risa.
Sería injusto no reseñar a los carismáticos Jason Statham, Dolph Lundgren y Terry "AA12" Crews, otros tres imprenscindibles en esta cinta con momentos divertidísimos que, eso sí, ceden algo del protagonismo que tenían en su primera aventura a las viejas glorias.
Por otro lado, los fans de Yet Li comprobarán que su participación queda reducida a poco más de diez minutos y es también destacable que Couture, quizás el menos carismático del grupo, queda relegado a un segundo plano, llamando la atención que el nuevo fichaje, Liam Hemsworth, tenga más peso que él.
Esta película no es para todos los públicos. Es para los nostálgicos, los que crecimos con esta tanda de actores que han acuñado el concepto "Tipo duro". Los que sabemos que se acerca el día en el que no podremos verles dejar cadáveres en la gran pantalla. Por eso, la mal titulada Los Mercenarios -debería llamarse The Hall of Fame-, regala historia del cine de acción en vivo y en directo: Chuarche, Stallone y Willis -muy posiblemente los más grandes de este género- avanzando de frente hacia el enemigo con sus armas escupiendo una andanada de muerte y destrucción.
Hay arrugas, sí, pero el índice de letalidad nunca ha estado tan alto.
Lo mejor- Es extraordinariamente buena como cinta de acción, mezcla a todas las grandes leyendas del género y la AA12 da un recital como Dios manda en manos de nada menos que Chuarche. Si necesitas algo más, esta NO es tu película.
Lo peor- Comprobar que no queda NADIE como ellos.
Lo inconcebible- ¡¿CHUCK NORRIS NO DA UNA MISERA PATADA GIRATORIA?!
-Stallone- Americanos.
-Lundgren- Yo soy sueco.
-Crews- MUY negro.
... uno ya sabe que esto es MUY SERIO.
Una de las razones por las que hacía críticas en esta página era por las películas de acción. Francamente, son las películas que más me gusta comentar con mis amigos. Y confieso que me hartaba de reír escribiéndolas por aquí. Hace tiempo que no lo hago y creo que esta cinta lo merece.
Seré conciso: he desarrollado la teoría de que ver películas de Chuarche, Willis, Sly y, en general, toda esta panda de "mercenarios" que, da igual el sitio o el arma que tengan a mano, se cargan a tantos extras como ciudadanos tiene Malta en cada una de sus cintas, condiciona DECISIVAMENTE una infancia feliz.
Ellos son los superhéroes de toda la vida. Los únicos -con permiso de Denzel Washington- con los que he logrado empatizar tanto que me dan igual los nombres de sus personajes en la gran pantalla. Tienen nombre propio. Y punto.
La secuela de Los Mercenarios funciona con más agilidad que la primera parte, con muchísima acción, un inicio más explosivo, numerosos guiños a las obras que lanzaron a la fama a estas leyendas y, para colmo, una ampliación del elenco protagonista, siendo para mí un gran acierto la inclusión, breve pero intensa, de Chuck Norris. Mención aparte la media hora final, con Chuarche, Willis, Stallone y Van Damme absolutamente desatados. Memorable la escena del mini. Todavía estoy llorando de risa.
Sería injusto no reseñar a los carismáticos Jason Statham, Dolph Lundgren y Terry "AA12" Crews, otros tres imprenscindibles en esta cinta con momentos divertidísimos que, eso sí, ceden algo del protagonismo que tenían en su primera aventura a las viejas glorias.
Por otro lado, los fans de Yet Li comprobarán que su participación queda reducida a poco más de diez minutos y es también destacable que Couture, quizás el menos carismático del grupo, queda relegado a un segundo plano, llamando la atención que el nuevo fichaje, Liam Hemsworth, tenga más peso que él.
Esta película no es para todos los públicos. Es para los nostálgicos, los que crecimos con esta tanda de actores que han acuñado el concepto "Tipo duro". Los que sabemos que se acerca el día en el que no podremos verles dejar cadáveres en la gran pantalla. Por eso, la mal titulada Los Mercenarios -debería llamarse The Hall of Fame-, regala historia del cine de acción en vivo y en directo: Chuarche, Stallone y Willis -muy posiblemente los más grandes de este género- avanzando de frente hacia el enemigo con sus armas escupiendo una andanada de muerte y destrucción.
Hay arrugas, sí, pero el índice de letalidad nunca ha estado tan alto.
Lo mejor- Es extraordinariamente buena como cinta de acción, mezcla a todas las grandes leyendas del género y la AA12 da un recital como Dios manda en manos de nada menos que Chuarche. Si necesitas algo más, esta NO es tu película.
Lo peor- Comprobar que no queda NADIE como ellos.
Lo inconcebible- ¡¿CHUCK NORRIS NO DA UNA MISERA PATADA GIRATORIA?!
27 de agosto de 2012
27 de agosto de 2012
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya disfrute de la anterior entrega y eso que las apariciones de Willis y Arnold eran poco mas o menos que testimoniales. En esta se implican un poco más y ese poco más, convierte a los Mercenarios 2 en mítica, gloriosa e imprescindible para los nostálgicos del cine de acción de los 90.
Por si fuera poco la factura es mucho mas solida que en la anterior y la película queda mucho mas trabajada.
Lo de menos es que nuestros héroes estén cascados, si eres de esa época tu estas mas cascado que ellos y disfrutaras como un enano. Yo lo hice. Mas de 4 y 5 veces dije en voz alta absolutamente en trance : Increíble, Si si y si.
Y luego esta la aparición estelar. dios mio todavía me tiemblan las piernas al recordarlo... Chuck Norris.
Lo de menos es la credibilidad de la historia, la solidez del guion o las interpretaciones. Lo siento pero si cierras los ojos y oyes discutir a los tres héroes de tu juventud , los abres y disfrutas con el plano de Willis, Sly y Arnold.
Ademas ellos provocan exactamente esto, saben que están viejos, pero siguen haciéndote disfrutar y ademas te provocan una sonrisa con sus auto parodias.
Si recuerdas a John Rambo, o a McLane o a Danko no te pierdas esta película.
Por si fuera poco la factura es mucho mas solida que en la anterior y la película queda mucho mas trabajada.
Lo de menos es que nuestros héroes estén cascados, si eres de esa época tu estas mas cascado que ellos y disfrutaras como un enano. Yo lo hice. Mas de 4 y 5 veces dije en voz alta absolutamente en trance : Increíble, Si si y si.
Y luego esta la aparición estelar. dios mio todavía me tiemblan las piernas al recordarlo... Chuck Norris.
Lo de menos es la credibilidad de la historia, la solidez del guion o las interpretaciones. Lo siento pero si cierras los ojos y oyes discutir a los tres héroes de tu juventud , los abres y disfrutas con el plano de Willis, Sly y Arnold.
Ademas ellos provocan exactamente esto, saben que están viejos, pero siguen haciéndote disfrutar y ademas te provocan una sonrisa con sus auto parodias.
Si recuerdas a John Rambo, o a McLane o a Danko no te pierdas esta película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La aparición de Norris es brutal y luego suelta el mismo ese....
- Había oído que te pico una cobra(Sly dirigiéndose a Chuck)
- Así es, después de cinco días de agónico dolor.... la cobra murió.(Responde Norris)
- Había oído que te pico una cobra(Sly dirigiéndose a Chuck)
- Así es, después de cinco días de agónico dolor.... la cobra murió.(Responde Norris)
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