Red de mentiras

Aqui tenemos una película de la guerra de Irak, gira hacia Iran, Dubai, Turquia etcétera. Pienso por lo que he podido ver que si los americanos tuvieran esa tecnologia, la guerra habia que haber que haber terminado hace años. Más o menos una película a los James Boond, pero a lo bestia.
El unico que se luce es Leonardo DiCaprio que corre con el peso del personaje central.
Se me hizo larga, muchas veces lenta, de Irak nos vamos a Bagdad, de allí a Turquia, Dubai, y un largo etc.
Unos 20 minutos antes de acabar, me levanté y me fui a tomarme unas cervezas
Puntuacion ***** (sobre 10)

Bueno, aquí Ridley parece que se puso la careta de Tony y quiso facturar un thriller de acción actual pero más incisivo, como era de esperar. Aunque un bastoncillo para las orejas se asemeja más a un estilete que a una película de Tony Scott, también es verdad. Y bueno, la verdad es que no lo hace nada mal. De hecho la disfruté mucho más que la última de Bond, el ejemplo más reciente de thriller de acción que me viene ahora a la mente, aunque no sean en absoluto comparables. Crowe y Pepino están solventes y la película tiene un dinamismo que la hace muy disfrutable, aunque maneje materiales un poco sobados. Y lástima también de ese amago de historia de amor metida con calzador que emborrona más el resultado.
De lo mejor que ha rodado Scott en esta década junto a American Gangster, película que revisé hace unas semanas y que, sin entrar en dolorosas comparaciones, me volvió a hacer pasar un buen rato.

Todas las películas de Ridley Scott son, como mínimo, una buena forma de pasar un buen rato. Ha hecho películas que son consideradas como obras maestras y otras más flojas, como es este caso. En "Red de mentiras" parece que vuelve al camino que tomó con "Black Hawk", en el sentido de que se fija de nuevo en las andanzas de Estados Unidos por el resto del mundo. Aunque en "Black Hawk" el posicionamiento del director es más que dudoso y el único mérito de la película es la acción y los efectos, en "Red de mentiras" pretende dejar en evidencia la falta de escrúpulos y la prepotencia con la que los norteamericanos actúan en Oriente Medio, y por extensión en todo el mundo.
Pero el guión chirría justo en ese punto, porque no cuadra ni haciendo palanca que de repente el espía de turno recapacite al conocer a una morita guapa y se de cuenta de los excesos que la CIA comete, cuando él mismo es un agente de primera línea y se ha cargado a muchas personas sin demasiadas justificaciones (más que las que recibe de Russell Crowe siempre con su pinganillo). DiCaprio representa al que se lo piensa dos veces y dice "qué mal está esto, yo paso", y el otro dice "qué mal está esto pero me la suda y además tiene que ser así", pretendiendo crear una contraposición entre lo que sería la cara siniestra de Estados Unidos y la cara bonita. Es demasiado simple, demasiado fácil, como la novela en la que se basa, que debe de ser un thriller de los típicos de espionaje y una americanada que no va a ningún lado, con las escenas de violencia y de amor de turno, aunque no peguen ni de coña.
Pues eso, entretenimiento y acción, y en lo demás, casi hasta pretenciosa. La ves, te entretienes. Yo me quedo con el actor éste que sale en "Revólver" y en "RocknRolla": cojonudo, ése sí que no falla, el tío.

La última de Ridley Scott podríamos enmarcarla en ese género llamado "thriller internacional". Esto es, el protagonista desbarata conspiraciones y persigue a los malos por medio mundo, lo que da pie a la exhibición por parte del director de exóticas localizaciones y muchos cartelitos que le dan un pretendido aire de sofisticación a la cinta. Pero a veces detrás de todo eso hay algo, y a veces no. Lo siento, pero Red de mentiras cae del lado de esto último.
Y mira que la vi con ganas de que me gustara. Ridley Scott, Crowe y DiCaprio son buen reclamo. Pero nada, la película difícilmente conectó conmigo. Yo creo que es básicamente por la dispersidad de su argumento; es un poco complicado seguir la trama, porque se juega con muchos personajes y muchos nombres, sin que necesariamente tengan continuidad o aporten algo significativo. Todo, como he dicho, parece un alarde de sofisticación, un intento por mostrar una especie de película definitiva sobre el terrorismo internacional (tema sin duda interesante), pero que se queda en agua de borrajas ante tanto exhibicionismo de lugares y tecnicismos.
El resto son escenas de acción correctas, situaciones estereotipadas y un final previsible, además de escasamente emocionante. Sálvense el buen oficio de Ridley Scott y las buenas interpretaciones de un activo Leonardo DiCaprio y un Russell Crowe tan avejentado y engordado como implacable en sus discursos. Un excelente equipo que debería haber dado mejores resultados.

Digo típico Ridley Scott, por que con Los Duelistas, Thelma & Louise, 1494, Gladiador y American Gangster siempre consiguió películas de buena hechura, interesantes, pero a las que le faltan algo para convertirlas en memorables. Sólo con Blade Runner superó esta barrera para filmar algo excepcional.

Red de mentiras peca de excesiva complejidad y falta de credibilidad, y pese a buenas interpretaciones, excelente fotografía, cinematografía y ambientación, acaba por aburrir. Los personajes están estereotipados, y si les quitamos la tecnología y la ambientación podrían ser los de cualquier thriller medio serio. De hecho, dejando aparte el humor un poco ridículo que les caracterizaba, sobre todo en la época de Roger Moore, esto es un filme de James Bond.