La gran familia española

Me esperaba mucho más de esta película sobre todo por que soy fiel seguidora del cine español y lo apoyo siempre que puedo, me acerco al cine más próximo de mi ciudad, pero cuando fui a ver esta película mi desencanto fue tremendo, guión raro, con escenas que sobran, el crisol de historias a mi manera de entender muy tediosa, vamos me pase toda la proyección enfadada, me parecía que se habían reído de mí, y me apena mucho porque el elenco de actores es bastante elevado, grandes profesionales,

No me gustó mucho esta película, no me pareció nada interesante y muy poco cómica y si demasiado dramática ninguno de los personajes me gustó y ya en el final de la película, se extendieron demasiado.

Y sobre fútbol a duras penas pasaron unas poquísimas imágenes de la final del 2010, pensé que los diálogos o la trama seria contada en forma de algo relacionado con el fútbol pero no.

El principal problema de esta película, desde mi punto de vista, es que no termina de definir a qué quiere jugar. Se mueve entre la comedia y el drama sin llegar a perfilar nunca ninguna de las dos vertientes, lo que termina pasando factura al conjunto y, sobre todo, termina por desesperar al espectador que no sabe a qué atenerse a lo largo de todo el metraje. Además, la cantidad de personajes hacen flaco favor a la película, pues ninguno está bien trabajado sobre el papel aunque sí bien defendidos (dentro de su rol plano) por unos actores bastante solventes como es el caso de Quim Guitérrez y Antonio de la Torre.

Como decía, la multitud de personajes nos llevan a que el director nos cuente subtramas que tienen poco o ningún interés por lo que la idea central termina perdiendo fuelle al tener que repartir esfuerzos y minutos en contar otros asuntos, que ni siquiera son capaces de aportar frescura o comicidad.

No me gustaría terminar la crítica sin hablar del trabajo de Roberto Álamo, quien se marca un personaje con una deficiencia mental que no sabemos si realmente es tonto o se lo hace, porque su enfermedad o retraso está tan mal dibujado que el espectador asiste ante una sucesión de clichés sobre la personas con deficiencia.

Resumiendo, una película que se pierde ella sola en un quiero y no puedo constante. Por cierto, hacía tiempo que no sufría tanto por intentar entender qué es lo que dicen los actores. Muy mal trabajo de dicción de gran parte del reparto, en especial de los más jóvenes.

Aún la estoy viendo, he estado mirando a ver cuando acaba, porque se me hace eterna. Parece que la puntuación en la página es media, no he leído otras críticas, desconozco si la mía coincidirá o no con el resto, sospecho que poco.

La premisa una familia amplia, con toques modernos que pretenden alejarse del modelo convencional, bueno, podría ser interesante, pero es tan plomo, tan pesada en el desarrollo, tan poco atractivos los personajes que acabas desconectando.

Si me preguntan de que va la película, a pesar de haberla visto me siento incapaz, al poco de estar viéndola ya andaba con la mirada distraída, mirando la pared, pillando catálogos de publicidad que andaban por la mesita, y pensando en que echarían en otras cadenas, pero como la empecé a ver, pues aguantar hasta el final como un campeón.

No seáis tan idiotas como yo, y en efecto, es un tostón, dejarlo y dedicad el tiempo a otra cosa.

Para empezar, olvídate de la posible referencia a esa excelente película de los años 60 protagonizada por un padrino inolvidable, escenas entrañables y cuyo recuerdo siempre será perpetuo. Una vez situado en el presente, saldrás del cine pensando que no ha estado mal, es bonita..., pero serán más tus ganas y ansias de gustar que la realidad; ten en cuenta que acudes ya condicionado por lo que te han vendido y donde descubres que el resultado no llega al lugar esperado. En el fondo, es simpática y amena, cordial de manera nada exigente; es lo más que se puede decir de ella. Conformada la historia por personajes antagónicos buscando un supuesto enredo fácil, un posible caos inevitable que provoque una risa espontánea que funciona sólo por momentos, unos más altos, otros de pegote sobrante; desajuste obvio en su recorrido y evolución -escenas buenas y de calidad en el guión chocan y se ven frenadas por otras, cliché puro y de evidente falta de motivación-. Ayuda a quererla más de la cuenta el hecho de que sea de casa, nuestra, que los actores sean conocidos y, que en el fondo, pasas un rato entretenido que no pide ni exige mucho, sólo una mínima atención y gratitud por tu parte. Por qué no dársela? Ahora, es pobre representante de nuestro cine para ganar un supuesto Oscar aunque..., quién sabe..., películas peores han llegado a la final y marcado gol en el último minuto -nunca mejor dicho-

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