Nima Nourizadeh nos propone otro desmadre adolescente, en el que todos los excesos una vez imaginados en tus "tiempos mozos" se dan la mano durante todo el metraje. Sinceramente la cinta da lo que promete, una hora y media de "party hard" en la cual podemos observar los desmadres de un grupo de nerds, que tratan de reventar el termómetro de la popularidad con una fiesta épica en casa de uno de ellos, aprovechando la ausencia de sus padres.

Todd Phillips sigue en su línea; produciendo películas que nos cuentan fiestazas etílicas en diferentes lugares y con diferentes personajes, pero desgraciadamente el resultado siempre es el mismo. La película cuenta con nula originalidad en su planteamiento y guión, el único punto que podría considerase una ruptura con la narrativa tradicional, se encuentra en el uso de la cámara en mano como vehículo para transmitir la sucesión de fantasías adolescentes que van dándose en pantalla. Lo cierto es que si durara veinte minutos podría resultar entretenida, pero cuando has visto las mismas imágenes de chavales con el ciego padre, mujeres salidorras, y canidos tratando de mantener relaciones sexuales con objetos del mobiliario, repetidas hasta la saciedad, pues la sensación de aburrimiento va ganando puntos a toda velocidad.

Hablar de reparto en esta obra es una labor fatua; ya que da igual que el trío protagonista fueran estos actores u otros, así , lo mismo sucede con la infinidad de secundarios que pueblan cada fotograma, cuya única función es hacer como que bailan y amontonarse para dar sensación de multitud y diversión plena.

En definitiva, no merece la pena extenderse mucho más en el análisis de esta cinta. Trata de ser original dentro de su subgénero, pero falla como comedia y también en su intento de ser una cinta de corte verista del mundo adolescente. Resultando una chorrada de la que tan solo se salvan algunas escenas que pueden sacarte una sonrisa. De modo que debo ser un tipo raro, pero perder el tiempo para ver a otros en la supuesta fiesta de su vida es algo que no termina de convencerme. Para esto mejor te ahorras el dinero y te vas tú mismo de fiesta.

Me encantó por el hecho de trasladarme a aquella época preuniversitaria en la que uno de nuestros mayores sueños era montar algo parecido, algo que sobra decir ni de lejos conseguimos nunca.
No es una cinta para fijarse en cosas técnicas, hay que fijarse en que la película divierte y que trasmite las ganas de estar allí metido en esa fiesta, incendiar la casa y tirarte a la piscina.
Al que le parezca demasiado fullera le digo: amigo, te estás haciendo mayor.
Es una película para pasar el rato y pasarlo bien. No una película que busque Oscars.

Esta disparatada pregunta se te pasa por la cabeza durante la última media hora de esta película que, si bien no es todo lo "comedia" que te podrías esperar de ella, sí tiene personalidad suficiente como para diferenciarse del resto de clones de Resacón en las Vegas.
Si aguantas la primera media hora y no has quitado la película, a medida que avanza el film adquiere interés y te sientes más y más afortunado de no estar en la piel del protagonista. A mi en ciertos momentos casi que me ha dado más miedo que gracia.
Eso sí, no esperéis empatizar con ninguno de los personajes o encontrar alguno con más carisma de lo habitual en este tipo de comedias americanas. Son completamente vacíos.
Por cierto, aún no entiendo que tiene que ver la película con su título.

Buenísima!. Si te gustan las fiestas adolescentes, alcohol, droga, sexo y sobre todo DESCONTROL, no podes dejar de ver esta película, de las mejores del género. Filmado al estilo "actividad paranormal", posee diversión y dinamismo 100% garantizado. Muy recomendable.

Qué raras son a veces las expectativas de la gente... Uno ve el poster de Proyecto X, después lee en la sinopsis "fiesta" y "adolescentes" y ya tendría que saber de qué va a tratar la película, parece que hay gente que espera que de la nada aparezcan Al Pacino y Robert De Niro en medio de la fiesta y se pongan a hacer tratos con la mafia en una secuencia de suspenso que nos maraville a todos. Así como Papá Noel no existe, eso tampoco va a existir en Proyecto X, ni en American Pie ni en Superbad, simple.

Sean conscientes de que van a estar los típicos clichés, no esperemos actuaciones y cuestiones técnicas dignas de Oscars (obviamente hasta los directores de este tipo de películas ya descartan esto), pero sí esperemos lo que una buena película de comedia adolescente como Proyecto X sabe lograr, que es hacernos disfrutar en todo momento y envidiar en el buen sentido la fiesta monumental que estos 3 se mandaron.
La forma de rodar tan casera y personal nos hace vivir todo de forma más cercana, eso fue bastante original y un gran acierto. Desde el primer momento uno se pone en la piel del dueño de la casa, pero a la vez apoyamos a Costa y queremos que todo termine en un descontrol masivo con sexo, drogas, música y alcohol, y aunque estemos casi seguros de que todo se va a descontrolar, las consecuencias nos terminan sorprendiendo.

Obviamente variosbpadres y madres, críticos pasados los 40 años y adolescentes muy conservadores van a masacrar esta película o considerarla obscena y una pérdida de tiempo, pero Proyecto X se califica de acuerdo a su género (comedia adolescente), no comparándola con El Padrino o Taxi Driver, y en su género es de lo mejor de la década del 2010.