No le puse un 1 por respeto a Emma Thompson y a otros actores que les tengo cariño, pero realmente pocas películas han logrado irritarme tanto como esta bazofia. Nada es creible, todo roza lo patético, el humor da verguenza ajena, las historias son tantas y tan pobres que se te van olvidando hasta que reaparecen para seguir flotando en la nada y no ir a ninguna parte, por si fuera poco los lazos de conexión entre ellas son tan forzados como estériles. Me gustan las comedias románticas pero esto no, definitivamente no. Lo peor sin duda la historia del primer ministro, el siempre estreñido Huge Grant (quién le dijo a este señor que se dedicara a la actuación?) y la asistenta patética. Madre mia que bochorno.

El neocelandés Richard Curtis dirige y escribe esta magnífica y divertida comedia, muy en la línea de otros de sus trabajos anteriores, como "Cuatro bodas y un funeral", "Notting Hill" o "El diario de Bridget Jones". En esta ocasión presenta una película coral, con un fabuloso elenco de actores que protagonizan hasta diez historias distintas, que al final se enlazan de uno u otro modo. Los momentos de humor se suceden por doquier y a diferencia de otras producciones facilonas, éstos llegan gracias al buen guión y a las excelentes interpretaciones. En el tramo final, el film abandona un tanto el humor para pasar directamente a un emotivismo desbordante, con la intención de llegar al corazón del espectador, aspecto del que Curtis suele abusar. Pero aún con todo, la película está muy bien trenzada y consigue que el espectador pase un rato de lo más entretenido.

Comedia romanticonavideña con un reparto de lujo formada por varias historias enlazadas entre si y con el amor como base en todas y cada una de ellas. Algunas más locas que otras y no porque sean más locas tienen que ser menos o más creíbles. Son divertidas y tienen el amor como punto en común, ya que el amor es algo importante, en las historias de la película y en la película de la vida de cada uno de nosotros o no? Espero que la vuestra respuesta mayoritaria sea sí y si es que no pues no me lo creeré.
La mejor historia? ninguna, todas tienen lo suyo. Aunque destaco la escena en que Keira (preciosa) ve el video de su boda, y posterior escena de los cartelitos.
La más floja? quizá la del chaval que se va a EEUU y se lo monta con esos 3 o 4 bomboncitos.
Hablando de bombones tenemos también a la secretaria del personaje de Alan Rickman que no está nada mal.

Que le pasa a la gente con Hugh Grant? Yo las películas que he visto de él me han parecido bien y no me cae mal.
En fin, película divertida, incluso con Hugh Grant merodeando por ahí, UuUuU

He disfrutado viéndola. No se bien bien por qué. Quizás porque hoy es uno de esos domingos de resaca en los que no te permites que nada sea feo y escoges una de esas películas que no puedes ver con tu novio y que encima, no es tan mala como imaginabas. Siempre es agradable descubrir que las cosas son mejores de lo que te pensabas.

La película trata de las historias de amor de un pequeño círculo social inglés, y, bueno, es ñoña, tiene muchas escenas ñoñas que deberían de haberse eliminado o mostrado con más sutileza, porque de esta manera da la sensación, como ya he leído anteriormente que quiera gustar a toda costa y no era necesario. Pero las historias son bonitas, irreales pero bonitas, los actores son estupendos y los diálogos, no siempre, pero están bastante bien.

Las historias están bien enlazadas y el argumento es bonito, el amor está en todas partes y para todos, pero no siempre es bonito, aunque en la película quizás lo sea más que en la vida real.

El guionista de "Cuatro bodas y un funeral" se pone tras la cámara, entrelazando en los días previos a Navidad, un conjunto de historias con el común denominador del (des)amor. Y lo hace a través de un reparto coral, efectivo y diligente, unas canciones pegadizas y un guión que comienza bastante bien con golpes divertidos, pero que luego deviene en un pasteleo demasiado dulzón, que hacen que la comedia pase primero de dramática a melodramática y de allí a cursilada inverosímil gracias a un final, que encumbra con calzador el amor tal cual y culmina todas las historias con una guinda demasiado grande como tragarnoslas, a mayor gloria de la Navidad (dónde por momentos precisamente corremos el peligro de tragarnoslo todo).
Solo me convence la historia de Colin Firth y me hace gracia la del canalla Paul Nighy, pero por ejemplo la de Hugh Grant como Presidente solterón de Downing Street, comienza tan graciosa como inverosímil, pero acaba muerta en su propia inverosimilitud tramposa. En fin, que vale para un ratillo.