Mi general
1987 

5.6
1,188
Comedia
Un grupo de generales de avanzada edad se ven obligados a asistir a un cursillo, en un remoto parador, para ponerse al día en la nueva tecnología militar. Los profesores son cinco jóvenes capitanes que pertenecen a una generación con una formación superior, pero para los generales es irritante recibir órdenes y lecciones de militares de rango inferior. (FILMAFFINITY)
7 de octubre de 2011
7 de octubre de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un grupo de veteranos generales acude a realizar un cursillo sobre las nuevas tecnologías. Pese a no resultar brillante y ser algo desangelada, es una comedia castrense que se sirve del gran oficio de su impresionante reparto para volver sobre el tema favorito de Armiñán: la relación del mundo adulto con el infantil, las relaciones entre distintas generaciones. Tal es así y ahí radica la gracia de "Mi general", que durante este cursillo en los veteranos militares se producirá una regresión a su época juvenil (a destacar especialmente el papel de Rafael Alonso como el típico chivato de la clase), mientras que los impartidores del curso, jóvenes militares, sufren un estado por el que parecen ser ellos los veteranos. Así queda la mirada agridulce, nostálgica de la que siempre gusta su director.
7 de febrero de 2024
7 de febrero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película en mi opinión fallida de Jaime de Armiñán, con uno de los mejores repartos actorales que se han visto en un film, pero con un flojísimo guión que no llega a la punta del zapato de ese inmejorable reparto. Una película sin ritmo, lenta, sin sentido. Que pena que ese guión no haya estado a la altura de tan grandes artistas de nuestro cine. Veo que estoy en la línea de la mayoría de comentarios, pero es que no hay más.
13 de septiembre de 2011
13 de septiembre de 2011
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película goza de un ritmo marcado, constante, que no se para.... Si fuese más lenta se quedaría en tostón, con lo que en este sentido se salva. De todas formas, lo más importante es el estelar reparto de veteranos que se meten en la piel del militar con gran exactitud, a excepción de José Luis López Vázquez que, como siempre, solo lo hace bien cuando abandona su pesado histrionismo. Fallan ciertos detalles de guión al final, que le hacen perder su tono cómico y que fastidian la concepción del personaje de Fernando Fernán Gómez. Pero lo mejor son los gags que hacen referencia a la arrogancia de los generales. Tampoco está mal, sino que es sencilla y fina, la historia de amor entre Alterio y Randall, pues no se llega a hacer empalagosa. Una película amena, especialmente recomendable para aquellos que gusten de lo militar.
10 de octubre de 2020
10 de octubre de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mí me ha gustado mucho, porque me recordó los valores militares. Y partiendo de que el guión del ejército, está regido por la graduación, la veteranía y las agallas. Mandan a varios pilares de las regiones militares: hijos de, con medallas al, y sobretodo muy mala leche! a un curso impartido por oficiales de menor rango y más jóvenes. Claro! ahí hay argumentos de sobra, para recrear una reflexión y critica de la vida militar, que en mi opinión: son los puntos fuertes de la película, amén de los actores de una época dorada, de los que entre otros, me gustó mucho la actuación Fernando Fernán Gómez.
Otro punto más a su favor a la película, y fundamental en un filme militar, son los valores románticos: como el egocentrismo del personaje principal de la película, la entrega al servicio de los camaradas, la religión, representada por el cura castrense, y también que "la muerte no es el Final".
Por un lado, recrean con un registro humorístico, la parte sentimental y dramática de la película, que por una parte se puede entender como una gran capacidad de flexibidad en registros y la creatividad de los contrastes, además de que los adaptan a la edad de los personajes, lo cual está muy bien, independientemente de que esas escenas no terminen de convencer, pero si logran entretener, cumpliendo así con el deber principal de una película.
Por otra parte, también aparece en escena muy bien retratada, la vieja escuela, con sus listas, los chistes, las chuletas, la rebeldía, el chivato de clase, y fundamentalmente las manías personales y persecutorias de algunos los profesores a determinados alumnos, por lo que me gustó mucho la madurez con la que salvan estos obstáculos personales y profesionales.
Lo que no me gustó: fueron las carencias emocionales en algunas interpretaciones tan particulares, y la falta de diálogos singulares, contando con una compañía de actores de excelentísima reputación, no obstante por todo lo demás, que es mucho: un notable.
Otro punto más a su favor a la película, y fundamental en un filme militar, son los valores románticos: como el egocentrismo del personaje principal de la película, la entrega al servicio de los camaradas, la religión, representada por el cura castrense, y también que "la muerte no es el Final".
Por un lado, recrean con un registro humorístico, la parte sentimental y dramática de la película, que por una parte se puede entender como una gran capacidad de flexibidad en registros y la creatividad de los contrastes, además de que los adaptan a la edad de los personajes, lo cual está muy bien, independientemente de que esas escenas no terminen de convencer, pero si logran entretener, cumpliendo así con el deber principal de una película.
Por otra parte, también aparece en escena muy bien retratada, la vieja escuela, con sus listas, los chistes, las chuletas, la rebeldía, el chivato de clase, y fundamentalmente las manías personales y persecutorias de algunos los profesores a determinados alumnos, por lo que me gustó mucho la madurez con la que salvan estos obstáculos personales y profesionales.
Lo que no me gustó: fueron las carencias emocionales en algunas interpretaciones tan particulares, y la falta de diálogos singulares, contando con una compañía de actores de excelentísima reputación, no obstante por todo lo demás, que es mucho: un notable.
28 de noviembre de 2024
28 de noviembre de 2024
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra maestra de Jaime de Armiñán. Se trata de un filme que se erige como un verdadero monumento a la reflexión sobre los entresijos de la naturaleza humana, un relato que, aunque ambientado en una época convulsa, resuena con una relevancia sorprendente en nuestros días. Desde el primer fotograma, uno se ve inmerso en un mar de sutilezas narrativas e interpretativas que, francamente, solo pueden ser apreciadas por aquellos con un paladar bien educado en las complejidades del cine español.
La interpretación de los actores es, sin lugar a dudas, un deleite para los sentidos. La forma en que encarnan a sus personajes es un ejercicio magistral de arte; el espectador cautivo no puede evitar sentirse deslumbrado por la profundidad y la riqueza emocional que aportan. Cada mirada, cada gesto, es un poema visual que trasciende el simple acto de actuar. Es un lujo ver a intérpretes que no solo dominan el arte de la interpretación, sino que lo elevan a la categoría de arte supremo.
La sutilidad en la interpretación del general, por ejemplo, se podría considerar un asombroso despliegue de versatilidad actoral que demuestra la maestría del actor al capturar la esencia de un individuo atrapado entre el deber y la moralidad. Su torbellino interno es palpable, y cada cambio de tono o decisional es un testimonio de la complejidad de su carácter, que, evidentemente, muchos críticos menosperspectivistas podrían no captar del todo.
La dirección de Armiñán es otro aspecto digno de análisis. Su habilidad para entrelazar los hilos narrativos de una forma tan hábil nos deja sin aliento. La disposición del plano y los detalles meticulosamente cuidados evidencian su erudición en el medio cinematográfico. Uno realmente se siente como un conocedor al desmenuzar cada escena, como un sommelier del cine que aprecia la riqueza de los matices en cada secuencia.
En conclusión, "Mi general" es una película que no solo merece ser vista, sino profundizada y estudiada. Es, indiscutiblemente, una obra que perdura en el tiempo y que, en su esplendor, desafía las convenciones del séptimo arte. No me cabe duda de que aquellos que la contemplen con la debida atención serán premiados con un entendimiento más profundo de la condición humana, algo que, si se me permite decirlo, parece estar reservado solo para los espíritus más refinados. Así que, bienvenidos al templo del cine, donde "Mi general" espera ser adorada y reconocida en toda su grandeza.
La interpretación de los actores es, sin lugar a dudas, un deleite para los sentidos. La forma en que encarnan a sus personajes es un ejercicio magistral de arte; el espectador cautivo no puede evitar sentirse deslumbrado por la profundidad y la riqueza emocional que aportan. Cada mirada, cada gesto, es un poema visual que trasciende el simple acto de actuar. Es un lujo ver a intérpretes que no solo dominan el arte de la interpretación, sino que lo elevan a la categoría de arte supremo.
La sutilidad en la interpretación del general, por ejemplo, se podría considerar un asombroso despliegue de versatilidad actoral que demuestra la maestría del actor al capturar la esencia de un individuo atrapado entre el deber y la moralidad. Su torbellino interno es palpable, y cada cambio de tono o decisional es un testimonio de la complejidad de su carácter, que, evidentemente, muchos críticos menosperspectivistas podrían no captar del todo.
La dirección de Armiñán es otro aspecto digno de análisis. Su habilidad para entrelazar los hilos narrativos de una forma tan hábil nos deja sin aliento. La disposición del plano y los detalles meticulosamente cuidados evidencian su erudición en el medio cinematográfico. Uno realmente se siente como un conocedor al desmenuzar cada escena, como un sommelier del cine que aprecia la riqueza de los matices en cada secuencia.
En conclusión, "Mi general" es una película que no solo merece ser vista, sino profundizada y estudiada. Es, indiscutiblemente, una obra que perdura en el tiempo y que, en su esplendor, desafía las convenciones del séptimo arte. No me cabe duda de que aquellos que la contemplen con la debida atención serán premiados con un entendimiento más profundo de la condición humana, algo que, si se me permite decirlo, parece estar reservado solo para los espíritus más refinados. Así que, bienvenidos al templo del cine, donde "Mi general" espera ser adorada y reconocida en toda su grandeza.
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