Una puesta en escena espectacular, a la altura de la factoría Disney, muy bien elegido el blanco y negro, pero la historia pierde toda su magia paradógicamente, cuando ésta aparece. Este tipo de historias están más que vistas y son más que predecibles. No me parece digna de los Óscar, pero esa es mi opinión.

Cortometraje sobrevalorado con premisa mil veces vista sobre el supuesto amor a primera vista que aquí está decorado con los "chiches" y clichés de la Disney y su eterna curcilería.

Técnicamente irreprochable con un uso sensacional del blanco y negro, y una banda sonora de Christophe Beck magistral.

Mi problema con "Paperman" es que no me llama la atención, no le veo originalidad y encima su premisa me parece ñoña, lo que algunos llaman romanticismo yo lo considero curcilería diabética.

Lo mejor: el B&N.
Lo peor: el argumento.

Un bonito cortometraje lleno de sentimiento, timidez, sonrisas, partes cómicas, dramatismo y amor. ¿Es realmente casualidad? En parte sí, en parte no, realmente nuestros personajes tienen química y el protagonista principal sabe lo que siente y lo que quiere, y lucha por ello. ¿Obtendrá resultado? Déjense llevar mientras vean este corto. No sé si llegará a ganar el Oscar pero es digno de verse. Emana calidad y muchas sensaciones.

Mi primer pensamiento al comenzar el corto fue que iba a ser la típica historia de amor sin nada que aportar, nada extra que hiciera que mereciera la pena. No obstante, poco a poco me fue conquistando. Quizá por su simpleza, pero más probablemente por su pasión y su magia, porque es el reflejo de que hay sentimientos que trascienden todo lo demás, que hacen que el resto de nuestra vida no importe si no podemos disfrutar de ellos, si no podemos dejarnos llevar por la pasión.

Los continuos intentos del protagonista por reencontrarse con esa chica a la que no conoce y que, sin hablar ni hacer nada, le ha robado el corazón; el mágico desarrollo de los acontecimientos; el encanto de una historia narrada sin palabras... son todos elementos que la hacen diferente a lo habitual y que envuelven al espectador, haciéndole partícipe de la búsqueda de estos dos jóvenes e invitándole a soñar.

Años 40, un hombre de camino a su trabajo se cruza con una mujer en la estación; la chica de sus sueños, pero se separan y cree haberla perdido para siempre. Resignado acude a la oficina, hasta que se da cuenta que trabaja en el edificio de enfrente. ¿Casualidad? No os engañéis, nada en esta vida pasa por casualidad. Mi experiencia me dice que cuando se está destinado a algo, ocurrirá, tal como la tierra gira alrededor del sol, tal como lo hace sobre si misma, tal como la luna se mantiene siempre ocultando una de sus caras. Todo esta tejido por la perfección del destino que algunos llaman dios. También el amor. El amor es lo que, en palabras platónicas del mito del carro alado, hace elevarse el alma hasta el mundo de las ideas, de la perfección y la felicidad. Lo que lleva al ser humano a mover montañas, cruzar ríos, emprender travesías físicas o metafísicas… su motivación última (y verdadera) y su anhelado deseo. Sin embargo, el verdadero amor no se busca; el amor llega, con determinismo y sin avisar. Unos lo encuentran, otros no; unos lo convierten en una utopía, otros en una tragedia y algunos, también se equivocan… tal como llega, también se va, pero por razones buenas del caprichoso destino, si algo está escrito, siempre encontrará su camino. Lo cierto es que es bastante complicado hablar de un tema que nos atañe y nos define como entes racionales; como seres humanos, pero Disney lo consigue, en siete minutos de precioso blanco y negro y sin decir una sola palabra, simplemente con usual humor e ingenio en la conquista de la mujer, que se contagia al público.

Innovación y clasicismo caminan paralelos en la forma de ‘Paperman’, corto proyectado como antesala a la estupenda ‘Rompe Ralph’ y que supone un triunfo romántico de la compañía del ratón, que parece por fin haber captado lo mejor de Pixar en una historia entrañable que vuela cual destino en un avión de papel directo al corazón. Una pequeña joya.