John Rambo (Rambo IV)
5.4
28,302
Acción
El ex boina verde John Rambo (Stallone) lleva una solitaria y apacible vida en la jungla del norte de Tailandia, pescando y cazando cobras para venderlas. Todo cambia cuando un grupo de misioneros católicos le proponen que les sirva de guía hasta la frontera con Birmania para suministrar medicinas y alimentos a los refugiados asediados por el ejército birmano, que ha hecho de la tortura y el asesinato una práctica habitual. En estas ... [+]
2 de febrero de 2008
2 de febrero de 2008
62 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stallone ha decidido acabar con los dos iconos cinematográficos que le catapultaron a fama en un intento por enmendar el bache sufrido en los últimos años. Primero fue Rocky y ahora Rambo espera recuperar un terreno que parecía extinto desde hace muchos años. Y claro está, que el tiempo transcurrido hace nos hace ver a este personaje como un anacronismo actual, lejos de los estándares que rigen los parámetros de las producciones actuales. Sin embargo, la propuesta de Stallone está acorde no sólo a los tiempos que corren sino al suyo propio, consciente de sus limitaciones y dispuesto a acabar la saga con toda la dignidad que sea posible. Y esa es la palabra que más se acerca a esta nueva entrega, tan apartada de las dos precedentes y un poco más cercana al “First blood” que lo empezó, en donde observamos a un Rambo taciturno y resignado, al que las motivaciones hace tiempo que le han abandonado. Consciente de los muchos problemas que sufre la sociedad, trata de apartarse de ella al verse desbordado por lo que sucede a su alrededor. Es un grupo de misioneros y no un grupo militar, quienes le piden ayuda para remontar el río para tratar de ayudar a personas necesitadas. Y mejor aún es su dirección, concisa y alejada de los sopores que nos cuentan otras películas en dos horas y pico, “John Rambo” apenas llega a la hora y media, por lo que uno no tarda en ver la realidad del film, es decir ser directos y no andarse por las ramas con valores absurdos o romances innecesarios. “John Rambo” es un punto y final, Stallone agradece a su personaje la linealidad que le ha proporcionado durante tanto tiempo para darle descanso. El film es mucho más violento y explícito que las anteriores películas, está muy bien rodado, demostrando oficio suficiente como para sacar rendimiento a algo en los que pocos confiaban (yo incluido). Luego llegará la crítica fácil y destructiva que la tildará de todo menos de lo que es y pretende, con majaderías como “los diálogos”, “mensajes” y mamarrachadas por el estilo para intentar equivocar al espectador despistado que tiene cierto interés por verla, yo he recuperado una parte de mi adolescencia viéndola, puede que no sea perfecta, ni la película del año, pero es uno de los últimos reductos que a Sly le quedaban por explotar sin que nadie lo esperase, y a fe que lo ha hecho con suma eficacia.
3 de febrero de 2008
3 de febrero de 2008
41 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que todos los que hemos ido a ver John Rambo nos hacíamos una idea de lo que íbamos a ver. Existe el riesgo a la hora de valorar esta cuarta entrega de caer en la nostalgia.
Rambo es un icono, marcado sobre todo por el encasillamiento de su personaje en aquella época dorada del musculoide de los 80. Es difícil sacar algo grande, algo nuevo o algo digno de una saga ya más que enmarcada por ese sello de cine de acción tonto y con violencia injustificada. Qué quede claro que no considero la saga de Rambo como un cine de acción tonto, considero la saga de Rambo como ejemplo estupendo de ritmo, adrenalina, espectacularidad, lenguaje de cómic, rabia contenida y mucho más. Me gusta Rambo, que digo... me encanta.
Y John Rambo al igual que hizo con Rocky Balboa, es un ejemplo estupendo y fresco de poder soportar el tiempo, de poder aguantar el nuevo estilo de acción del siglo XXI (80 planos por segundo para ver una patada). Con una realización de corte clásico, con diálogos ceñidísimos, con una historia bastante simple, con la jungla otra vez como marco de fondo y demás, Stallone sorprende. Sorprende ver a este dinosaurio aguantando y ofreciendo acción por un tubo. Fuera las tonterías hemos venido a ver a Rambo destrozando al personal, gritando como un perro rabioso, soltando toda su rabia.
John Rambo tiene un ritmo estupendo, se pasa volada y lo que más os puedo jurar que me he sentido sorprendido, es por su realismo. Da miedo. No la considero nada gore, que leche!! La guerra asusta, da miedo, produce terror. Jamás había sentido con tanta fuerza los tiros silbando a mí alrededor. En muchos momentos sentía miedo por ver tanto salvajismo y sobre todo por ver a ese Rambo callado, expectante, dispuesto a encontrar el momento para soltar ese asesino que lleva dentro.
Se acabo la imagen cínica de Rambo como un héroe. No, nada eso. Rambo es un amargado, un desterrado, un asesino que solo habla lo justo y que cuando lo hace caen frases lapidarias como muy bien ha dicho otro fans de Rambo.
Stallone con 62 años podía haber dicho ya adiós a su carrera, esta última década fue decadente para él. Podía haberlo asumido y haberlo dejado y a vivir que tiene pasta de sobra para retirarse. Pero no, Stallone no ha querido rendirse, no sin antes intentarlo por última vez. Y lo ha hecho tomando sus personajes más emblemáticos y a su vez encasillados: Rocky y Rambo. Con estos personajes ha querido transmitir el dolor y la frustración de ser olvidado y no poder subirte al tren de la remodelación.
Rambo es un icono, marcado sobre todo por el encasillamiento de su personaje en aquella época dorada del musculoide de los 80. Es difícil sacar algo grande, algo nuevo o algo digno de una saga ya más que enmarcada por ese sello de cine de acción tonto y con violencia injustificada. Qué quede claro que no considero la saga de Rambo como un cine de acción tonto, considero la saga de Rambo como ejemplo estupendo de ritmo, adrenalina, espectacularidad, lenguaje de cómic, rabia contenida y mucho más. Me gusta Rambo, que digo... me encanta.
Y John Rambo al igual que hizo con Rocky Balboa, es un ejemplo estupendo y fresco de poder soportar el tiempo, de poder aguantar el nuevo estilo de acción del siglo XXI (80 planos por segundo para ver una patada). Con una realización de corte clásico, con diálogos ceñidísimos, con una historia bastante simple, con la jungla otra vez como marco de fondo y demás, Stallone sorprende. Sorprende ver a este dinosaurio aguantando y ofreciendo acción por un tubo. Fuera las tonterías hemos venido a ver a Rambo destrozando al personal, gritando como un perro rabioso, soltando toda su rabia.
John Rambo tiene un ritmo estupendo, se pasa volada y lo que más os puedo jurar que me he sentido sorprendido, es por su realismo. Da miedo. No la considero nada gore, que leche!! La guerra asusta, da miedo, produce terror. Jamás había sentido con tanta fuerza los tiros silbando a mí alrededor. En muchos momentos sentía miedo por ver tanto salvajismo y sobre todo por ver a ese Rambo callado, expectante, dispuesto a encontrar el momento para soltar ese asesino que lleva dentro.
Se acabo la imagen cínica de Rambo como un héroe. No, nada eso. Rambo es un amargado, un desterrado, un asesino que solo habla lo justo y que cuando lo hace caen frases lapidarias como muy bien ha dicho otro fans de Rambo.
Stallone con 62 años podía haber dicho ya adiós a su carrera, esta última década fue decadente para él. Podía haberlo asumido y haberlo dejado y a vivir que tiene pasta de sobra para retirarse. Pero no, Stallone no ha querido rendirse, no sin antes intentarlo por última vez. Y lo ha hecho tomando sus personajes más emblemáticos y a su vez encasillados: Rocky y Rambo. Con estos personajes ha querido transmitir el dolor y la frustración de ser olvidado y no poder subirte al tren de la remodelación.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Escenas como la de los piratas son dramáticas e intensas. El ataque al poblado de lo más salvaje y creíble y Rambo apareciendo con su arco matando en un suspiro a 4 o 6 birmanos es increíble. El flashback es sumamente nostálgico y un regalo al igual que hizo con Rocky. Se me puso la piel de gallina cuando despierta de sus recuerdos con la voz del coronel Truman llamándole: John... John Rambo. En ese momento pensé. Jo! Rambo, te has hecho viejo... y yo también he envejecido.
La explosión brutal de la bomba es para cagarse. La forma de matar de Rambo es digna de un premio al salvajismo. Y Stallone está más que creíble, sigue siendo Rambo más que nunca.
El combate final es apoteósico, apocalíptico... es increíble como sientes la rabia de Stallone, de Rambo!!!!
John Rambo esta dirigida sutilmente y con mucho tacto.
Me quedo con la secuencia final y esa partitura del difunto y gran Jerry Goldsmith. Ver a Rambo como al comienzo de 'Acorralado'; caminando hacia el encuentro del pasado. Lo vemos desde atrás y por un momento pensamos que sigue siendo el mismo Stallone joven con 35 años.
Gracias Stallone. Muchas gracias. Y animo!!!!
La explosión brutal de la bomba es para cagarse. La forma de matar de Rambo es digna de un premio al salvajismo. Y Stallone está más que creíble, sigue siendo Rambo más que nunca.
El combate final es apoteósico, apocalíptico... es increíble como sientes la rabia de Stallone, de Rambo!!!!
John Rambo esta dirigida sutilmente y con mucho tacto.
Me quedo con la secuencia final y esa partitura del difunto y gran Jerry Goldsmith. Ver a Rambo como al comienzo de 'Acorralado'; caminando hacia el encuentro del pasado. Lo vemos desde atrás y por un momento pensamos que sigue siendo el mismo Stallone joven con 35 años.
Gracias Stallone. Muchas gracias. Y animo!!!!
2 de marzo de 2008
2 de marzo de 2008
32 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora es fácil encontrar un héroe ficticio en cada película. Los hay para todos los gustos. Y aun así no nos engatusarán; ya estamos muy creciditos para mamonadas. Pero Jhon es de otra promoción; de la vieja escuela como se suele decir. Cuando comenzó su andadura allá por el 82, embadurnado en barro y con un machete en la boca, no había competencia alguna. John era todo un fenómeno. Por aquellos entonces, los que éramos pipiolos, lo teníamos como ejemplo de lo que es un auténtico héroe. ¿Quién no quería ser Rambo?. A esa edad la imaginación volaba con facilidad y se admiraba de corazón. Hoy esos niños somos hombres. Y al ver a Rambo de nuevo en la gran pantalla regresamos atrás en el tiempo desintoxicando nuestra alma. Volvemos a tener esa inocencia; admirando como sólo es capaz de hacerlo un crió. Hoy somos Ramboleños. Fiel a nuestro héroe hasta la muerte. Sin mirar la fotografía, los diálogos o los encuadres. Eso es lo de menos. John está encabronado y eso mola.
Y da lo mismo que la cuarta entrega sea nefasta. Rambo es el rey. Rambo es el "number one".
Sin embargo, la nueva película la encontré muy simple. Parece más el capítulo de una serie de acción; bastante plana en el desarrollo. Reconozco que esperaba más. Pero como he dicho al principio, a John se lo perdono todo. Y los Ramboleños como yo también deberían. Por fidelidad a nuestro héroe de toda la vida.
Aunque no me convenciera del todo, el Dvd adornará mi estantería junto a las otras tres partes.
De nota le pongo a la peli un cinco. Pero al verla lo pasé de diez. Claro, que esto no lo comprenderán los que, por edad, no son Ramboleños como yo.
Y da lo mismo que la cuarta entrega sea nefasta. Rambo es el rey. Rambo es el "number one".
Sin embargo, la nueva película la encontré muy simple. Parece más el capítulo de una serie de acción; bastante plana en el desarrollo. Reconozco que esperaba más. Pero como he dicho al principio, a John se lo perdono todo. Y los Ramboleños como yo también deberían. Por fidelidad a nuestro héroe de toda la vida.
Aunque no me convenciera del todo, el Dvd adornará mi estantería junto a las otras tres partes.
De nota le pongo a la peli un cinco. Pero al verla lo pasé de diez. Claro, que esto no lo comprenderán los que, por edad, no son Ramboleños como yo.
15 de septiembre de 2008
15 de septiembre de 2008
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Puede que la violencia engendre violencia, pero el diálogo tampoco no arregla nada: esa es la idea general que John Rambo intenta inculcar a un grupo de inocentes (y algo imbéciles) misioneros yanquis que han tenido la ocurrencia de ir a predicar a un cuchitril Birmano en plena dictadura. John intenta hacérselo ver de mil y una maneras: la vida es dura y a los bravucones sólo se les para a hostias y no con palabras, pero nada... los misioneros a lo suyo y que si quieres arroz Catalina. Peor para ellos, porque al final tendrán que aprender la lección por las malas.
"John Rambo" es más simple que una piedra pómez, lo cual no es necesariamente malo. Es cierto que no hay el más mínimo intento de perfilar los personajes o de atribuirles cierta psicología, pero a éstas alturas ¿acaso es necesario? ¿necesita John Rambo alguna clase de presentación o de explicación que justifique sus masacres? Yo no lo creo, porque ésta es una de esas raras ocasiones en las que el que va a ver una película sabe perfectamente de antemano lo que se va a encontrar y, en ese sentio, "John Rambo" no decepciona. Las matanzas son espectaculares, sangrientas y bien hechas. Es más, esta vez no hay la más mínima duda de que los malos se merecían su suerte... incluso más dolorosa, si me apuran.
El único motivo de queja, si se han pagado 6 euros en el cine, es que se hace corta... porque ¡es que físicamente es demasiado corta!. Setenta y cinto escasos minutos en los que no han podido meter nada superfluo: "Esté es John, estos son los malos, estos son los buenos, los malos secuestran a los buenos y John masacra sin piedad a los malos". Y fin. Echo de menos un diálogo banal con el coronel Trautman, un chascarrillo gracioso tras una muerte, algún mínimo giro en la historia (vamos, como en las anteriores entregas en las que Rambo liberaba rehenes, lo capturaban, escapaba, lo recapturaban...) o el típico supervillano de fin de fase que le daba algo de guerra.
Con sus muchas carencias es una película que me ha gustado. Me ha parecido actual, bien hecha y por momentos (por momentos, insisto), creíble. Diferente de sus predecesoras pero con su misma esencia... Un buen final para la saga. Otra cosa que recordaré positivamente será el gran esfuerzo de Sylvester para conseguir sacar una mínima expresividad a una cara tan atiborrada de Bótox como la suya.
"John Rambo" es más simple que una piedra pómez, lo cual no es necesariamente malo. Es cierto que no hay el más mínimo intento de perfilar los personajes o de atribuirles cierta psicología, pero a éstas alturas ¿acaso es necesario? ¿necesita John Rambo alguna clase de presentación o de explicación que justifique sus masacres? Yo no lo creo, porque ésta es una de esas raras ocasiones en las que el que va a ver una película sabe perfectamente de antemano lo que se va a encontrar y, en ese sentio, "John Rambo" no decepciona. Las matanzas son espectaculares, sangrientas y bien hechas. Es más, esta vez no hay la más mínima duda de que los malos se merecían su suerte... incluso más dolorosa, si me apuran.
El único motivo de queja, si se han pagado 6 euros en el cine, es que se hace corta... porque ¡es que físicamente es demasiado corta!. Setenta y cinto escasos minutos en los que no han podido meter nada superfluo: "Esté es John, estos son los malos, estos son los buenos, los malos secuestran a los buenos y John masacra sin piedad a los malos". Y fin. Echo de menos un diálogo banal con el coronel Trautman, un chascarrillo gracioso tras una muerte, algún mínimo giro en la historia (vamos, como en las anteriores entregas en las que Rambo liberaba rehenes, lo capturaban, escapaba, lo recapturaban...) o el típico supervillano de fin de fase que le daba algo de guerra.
Con sus muchas carencias es una película que me ha gustado. Me ha parecido actual, bien hecha y por momentos (por momentos, insisto), creíble. Diferente de sus predecesoras pero con su misma esencia... Un buen final para la saga. Otra cosa que recordaré positivamente será el gran esfuerzo de Sylvester para conseguir sacar una mínima expresividad a una cara tan atiborrada de Bótox como la suya.
1 de febrero de 2008
1 de febrero de 2008
27 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguramente los pensamientos de mucha gente que vea esta película (o directamente los que en ningún modo irán a verla) o cualquiera de las tres anteriores, se reduzcan a pensar que sólo estamos viendo una simple película de acción sin argumento alguno, con tiros y mucha sangre (opinión que comparto en lo que respecta a la segunda y tercera parte, que sí considero que no tengan una doble lectura, simplemente relatan dos misiones distintas que encargan a Rambo para continuar con su historia), con violencia gratuita, con nuestro popular personaje haciendo las delicias de nuestros humoristas que han estigmatizado sus gestos y sus palabras (frases tergiversadas como el ya mundialmente famoso para nosotros "no me siento las piernas") hasta la saciedad para que nos echemos unas risas al verlo y al escucharlo; pero para mí no sólo es esto.
Esta cuarta y parece que última película de la saga, nos muestra los horrores de una guerra, contra los cuales intentan luchar un grupo de voluntarios acudiendo al lugar del conflicto, Birmania en este caso, con material y medicinas para salvar la vida de la población civil damnificada (spoiler). Durante el tiempo que transcurre la historia, la película nos muestra el terrible abismo en el que caen las personas que inician una guerra, un callejón sin salida lleno de violencia, de vejaciones, de muertes y más muertes sin sentido que finalmente no conducen a nada. Poco se puede hacer cuando se llega a este extremo, en el que la palabra no cuenta, y en el que sale a relucir la naturaleza más "bajera" del ser humano, que se va convirtiendo en una máquina de matar ("matar es como respirar"); y es esto lo que conoce bien Rambo, puesto que él es el máximo exponente de este comportamiento y es el único que comprende en sí mismo el mundo del que forma parte irremediablemente y del que se ha visto abocado desde que tuvo que combatir en Vietnam y por lo que no obtuvo ninguna recompensa ni reconocimiento de su país por el cuál luchó. Este grupo de personas que se decidían a salvar vidas, ven como la suya es amenazada y terminan por comprender cuán díficil es hacer el bien en un mundo regido por el mal.
Por tanto, creo que éste es un buen final para la muy buena película-Acorralado- que empezó contándonos quién era Rambo y qué era lo que sentía un hombre que ha combatido en una guerra desgraciada. Está claro que nada tiene que ver con las grandes películas bélicas de la historia del cine, ni mucho menos está a altura de las mismas porque tampoco lo pretende, Stallone simplemente nos ha dejado para siempre la historia de un hombre hecho para la guerra que sufre todas las secuelas que la misma puede llegar a dejar en una persona si tienes la suerte de no morir en ella. Ese hombre es John Rambo, al igual que Rocky Balboa, un personaje entrañable que todo el mundo conoce ya que forma parte de la historia del cine y por consiguiente de nuestras vidas; y ése es el mayor mérito que ya nadie le podrá quitar al bueno de Stallone.
Esta cuarta y parece que última película de la saga, nos muestra los horrores de una guerra, contra los cuales intentan luchar un grupo de voluntarios acudiendo al lugar del conflicto, Birmania en este caso, con material y medicinas para salvar la vida de la población civil damnificada (spoiler). Durante el tiempo que transcurre la historia, la película nos muestra el terrible abismo en el que caen las personas que inician una guerra, un callejón sin salida lleno de violencia, de vejaciones, de muertes y más muertes sin sentido que finalmente no conducen a nada. Poco se puede hacer cuando se llega a este extremo, en el que la palabra no cuenta, y en el que sale a relucir la naturaleza más "bajera" del ser humano, que se va convirtiendo en una máquina de matar ("matar es como respirar"); y es esto lo que conoce bien Rambo, puesto que él es el máximo exponente de este comportamiento y es el único que comprende en sí mismo el mundo del que forma parte irremediablemente y del que se ha visto abocado desde que tuvo que combatir en Vietnam y por lo que no obtuvo ninguna recompensa ni reconocimiento de su país por el cuál luchó. Este grupo de personas que se decidían a salvar vidas, ven como la suya es amenazada y terminan por comprender cuán díficil es hacer el bien en un mundo regido por el mal.
Por tanto, creo que éste es un buen final para la muy buena película-Acorralado- que empezó contándonos quién era Rambo y qué era lo que sentía un hombre que ha combatido en una guerra desgraciada. Está claro que nada tiene que ver con las grandes películas bélicas de la historia del cine, ni mucho menos está a altura de las mismas porque tampoco lo pretende, Stallone simplemente nos ha dejado para siempre la historia de un hombre hecho para la guerra que sufre todas las secuelas que la misma puede llegar a dejar en una persona si tienes la suerte de no morir en ella. Ese hombre es John Rambo, al igual que Rocky Balboa, un personaje entrañable que todo el mundo conoce ya que forma parte de la historia del cine y por consiguiente de nuestras vidas; y ése es el mayor mérito que ya nadie le podrá quitar al bueno de Stallone.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Para ello piden a Rambo que les conduzca hacia allí; éste termina accediendo advirtiéndoles del peligro que van a correr. Una vez llegan a su destino y se disponen a prestar esta ayuda, los guerrilleros entran en acción provocando una matanza absoluta y secuestrando a estas personas. Como consecuencia, Rambo acompañado de unos mercenarios se dirige a rescatar a los mismos para salvarles la vida (volver a la crítica de arriba).
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