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Atrapados

Drama. Cine negro Leonora Eames ve colmada su ambición cuando se casa con el multimillonario Smith Ohlrig, un hombre enfermo, neurótico y autoritario. Pero el matrimonio fracasa, y la joven decide separarse. A continuación, encuentra trabajo como secretaria de un médico idealista y con una gran vocación. El marido, sin embargo, no está dispuesto a renunciar a su mujer y trata por todos los medios de mantener su dominio sobre ella. (FILMAFFINITY)
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Críticas 18
Críticas ordenadas por utilidad
26 de julio de 2015
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas americanas de Ophuls han sido subestimadas de alguna forma, destacándose siempre entre ellas “Carta de una desconocida”, una absoluta obra maestra y considerada como la más ophulsiana. No estoy para nada de acuerdo con el desprecio que se ha hecho a muchas de estas películas y después de revisar films como “Atrapados” me reafirmo en la opinión de que esta también es una gran, gran película, película con la que consiguió ejemplificar casi perfectamente su concepción artística. Max Ophuls nunca consiguió acostumbrarse al estilo de vida americano, nunca se sintió realmente integrado, estuvo muchos años sin trabajar, mendigando trabajo y la prueba está en que entre 1941 y 1949 en que llegó exiliado de Europa, apenas firmó unas pocas cintas, en “Atrapados” creo que Ophuls se venga de alguna forma de la industria americana que tantos sinsabores le causó y cuela sus experiencias más personales, más que en ninguna otra de sus películas, Ophuls revela que es un moralista y que se siente conectado con unos ideales y que aborrecía de alguna forma el materialismo americano, donde el dinero y lo comercial priman por encima de todo, especialmente el de Hollywood; todo esto lo muestra en este gran film.

"Atrapados", con toda su negrura y su maldición, es una película visualmente turbadora, claustrofóbica, detrás de las cámaras había un maestro absoluto bajo el nombre de Max Ophüls. La ascensión de una chica que llega al éxito a través de un matrimonio con un excéntrico millonario que va degenerando en su excentricidad hasta llegar a la obsesión es la excusa perfecta para ver cuál es la mirada de este grandísimo director de cine, profesor de continuidad en la escena que pasa de una a otra con la suavidad con la que se concatena la vida. En manos de Ophüls, parece que la cámara cobra vida y que, con nuestras piernas, avanza con discreción y prudencia para enterarnos de unas vidas atrapadas, cogidas sin remisión, con falsas esperanzas de libertad a través de la riqueza, los celos ahogan hasta la extenuación y, cuando eso ocurre, la única salida es la fuga. Desde la primera secuencia, el director nos deleita con su forma de rodar, con sus largos movimientos de cámara, sin cortes, imperceptibles, pero siempre precisos, para encuadrar lo que interesa y dejar en segundo plano aquello que complementa la acción, y es que la planificación de Ophüls es perfecta, los planos secuencia son interminables y la profundidad de campo juega un destacado papel en su barroca forma de proponer una escena.

De todo el conjunto, sobresale la maravillosa interpretación de ese millonario atormentado, que actúa bajo el rostro de Robert Ryan. Más abajo y en un papel que quedó demasiado edulcorado está James Mason, médico de pobres que elige su ética como modelo de vida. Y en el último lugar está Barbara Bel Geddes como hilo conductor de la historia, inocencia interrumpida que cae en la toma de demasiados atajos para que los sueños se vean cumplidos. Bel Geddes seguramente no es la chica ideal para esta historia aunque quizás su elección se debió a que era capaz de transmitir la idea de una muchacha normal que sube como la espuma a pesar de su ingenuidad.

Una gran lección de cine y una historia que, por momentos, llega a rozar los mismos bordes de nuestra intimidad. Que os atrape, merece mucho la pena.
Juan Marey
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7 de junio de 2012
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inteligente e inmejorable film de Max Ophüls, basado en la vulgar novela titulada Wild Calendar de Libbie Block. Una novela que aborda temas como el poder del capital, el matrimonio o el llamado sueño americano, vistos desde los ojos de una mujer y con un poso melodramático.

El film, cargado de romanticismo, posee un clima cetrino y un notable sentido de inclusión psicológica del personaje principal. Aunque no está a la altura de su anterior trabajo Carta de una desconocida, se trata de una interesante historia, con una envolvente puesta en escena que consigue una atmósfera que se va enrareciendo progresivamente y un buen trabajo interpretativo, destacando la interpretación de Robert Ryan en un papel que recuerda mucho a la figura del excéntrico magnate Howard Hughes. El estilo visual tan depurado de Ophüls siempre da ese aire atractivo a todo el conjunto.
Angel Lopez
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9 de mayo de 2010
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de parecer en un primer momento como un mero vehículo para un duelo interpretativo entre James Mason y Robert Ryan, que también lo es, Max Ophüls convierte esta cinta en una potente película, en la que tenemos todas sus constantes, excelente puesta escena, deslumbrantes movimientos de cámara, etc. Una excelente película, que no desmerece en absoluto de otras más afamadas de él. Ophüls es uno de esos genios del cine que convierte el visionado de cada una de sus películas en una experiencia única.
Pablo
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6 de noviembre de 2016
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A cualquiera que vea esta película puede darle la sensación de haber visto esta historia mil veces y quizás no le faltaría razón: una chica ambiciosa se casa con un millonario desequilibrado que le hace la vida imposible. Decide dejarlo y comienza a trabajar en la modesta consulta de un médico en el East Side neoyorquino. El médico es un hombre bueno, de sólidas convicciones morales y pronto llega el amor...

Ophüls no se contenta con rodar un melodrama pegajoso. Su elaborada técnica nos hace disfrutar de un film rodado a la perfección, con sus encuadres, sus travellings....Además, la cinta va en un continuo crescendo, tomando cosas del cine negro y el mejor suspense. Con la protagonista encerrada contra su voluntad en la mansión nos tememos lo peor. Además, el director contrapone los personajes de Ryan y Mason como dos caras opuestas de una sociedad dominada por la codicia: el rico sin escrúpulos y el trabajador honesto y esforzado. Si además los tres protagonista responden, apoyados por unos diálogos sutiles, y envueltos en una fotografía preciosista, tenemos mucho más que un melodrama, tenemos un Ophüls.
capote
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26 de marzo de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es definitivo, los únicos que saben, a ciencia cierta, que una mujer se casa con ellos por lo que son, son los pobres. En cambio, por más que una mujer jure que los ama, los ricos casi siempre tendrán la incertidumbre de si se casaron con ellos por amor o por dinero… ¡y vaya si abundan los casos en los que, lo segundo, es el verdadero y único motivo, incluso aunque la mujer también tenga plata! Esto, claro, sólo lo sabrá el amante de clase media o baja que luego, casi sin falta, ellas conseguirán.

La película que nos ocupa, también tratará de una chica, Leonora Eames, quien, deseosa de salir adelante, ingresa a una academia de atractivo femenino y allí la preparan en modales, elegancia, etiqueta y todo aquello que la hace atractiva ante un hombre con “clase”. ¿Pero tendrá, la joven, amor y felicidad cuando la vida le conceda al hombre que anhelaba?

De estas cosas, nos hablará el director alemán, Max Ophüls, en su tercera película hollywoodense y, un nuevo alegato contra las relaciones de pareja donde el dinero se antepone al amor, quedará bien sembrado dando cuenta de que, el dinero puede asegurar el futuro, pero, no siempre la trascendencia. También puede ofrecer abundancia al tiempo que escasea la felicidad; y puede hacerte sentir importante, mientras no logras sentirte valorada.

Amor y desamor, estancamiento y prosperidad, éxito y fracaso… se darán espacio en este drama con toques de film noir que, en cierto momento, nos recordará a, “The Little Foxes” (William Wyler 1941), y ya ustedes sabrán por qué.

Barbara Bel Geddes (“The Long Night”, “I Remember Mama”…), tiene aquí el que podría ser el mejor rol cinematográfico de su vida, aunque luego obtendría varios reconocimientos por la muy popular serie de televisión, “Dallas”. James Mason, es el pediatra que descubre el lado humano de su asistente; y Robert Ryan, tendrá sobre sí el peso de un ser enfermo y prepotente que, cuanto más se empeña en tener el mundo a sus pies, más infelicidad atrae hacia su vida.

Se ha dicho que, la novela, “Wild Calendar” (1946) de Libbie Block (1910-1972), preserva momentos autobiográficos y también que, el guion de Arthur Laurents, contiene cierta inspiración en el controvertido magnate y productor, Howard Hughes; y también se afirma que, Robert Aldrich y John Berry, dirigieron algunas escenas para satisfacer particulares caprichos de los productores quienes, se interpusieron tanto, que hasta hicieron llorar al director, según afirmara Mason.

Título para Latinoamérica: <<ATRAPADA>>
Luis Guillermo Cardona
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