Verano y humo
6.4
321
Drama
Adaptación del drama homónimo de Tennessee Williams, ambientado en una pequeña población de Mississippi. Desde siempre, Alma (Geraldine Page), una joven tímida y muy espiritual, ha estado enamorada de John Buchanan (Laurence Harvey), un médico de ideas materialistas que sólo tiene ojos para Rosa Zacharias (Rita Moreno), la apasionada y desenvuelta hija del dueño del casino. (FILMAFFINITY)
17 de febrero de 2022
17 de febrero de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Una anti historia de amor? Si el objetivo era esperar que Alma y John quedaran juntos fracasaran estrepitosamente, porque por lo menos yo en ningún momento lo quise o espere, eran personas totalmente incompatibles que solo se habrían arruinado la vida el uno al otro. De paso nunca me creí el amor de Alma, bueno, eso no era amor, sino obsesión, algo a lo que aferrarse para no pensar en su madre enferma y su rígido padre. Quizás el conflicto con sus padres y lo asfixiados que se sienten por estos sea lo único que ambos tienen en común además de haber criado en la misma cuadra. Pero en lo demás ambos ven la vida y el mundo de forma diferente y no hay forma de que logren llegar a ser compatibles, de paso es obvio que John nunca estuvo ni cerca de enamorarse de Alma, más allá de las circunstancias y el carácter antagónico de cada uno,
En lo demás como todas las obras menores de TW terminaron cayendo en el folletín, su historia con Rosa parece trama de una mala telenovela.
Lo peor: que no aprovechan todo lo que afectará al personaje de Alma, y en muchos casos caen en los clichés sobre una solterona, no lo reformulan ni le aportan nada.
El de John directamente es solo cliché, no hay nada interesante en él, es como un personaje sacado de una novela del siglo 19, el joven burgués díscolo que después de una tragedia recapacita.
La producción es muy mala, comenzando por los exteriores de utilería y siguiendo con la fotografía opaca y lúgubre, hace que todo se vea barato. No supieron entender el concepto de la obra y tomaron demasiado literal el título.
No supieron aprovechar el potencial de la obra, ni los mejores personajes como el de Mrs. Winemiller y la relación de esta con su hija.
Lo mejor: Geraldine Page, hace un excelente trabajo, igual a Una Merkel.
El final.
En lo demás como todas las obras menores de TW terminaron cayendo en el folletín, su historia con Rosa parece trama de una mala telenovela.
Lo peor: que no aprovechan todo lo que afectará al personaje de Alma, y en muchos casos caen en los clichés sobre una solterona, no lo reformulan ni le aportan nada.
El de John directamente es solo cliché, no hay nada interesante en él, es como un personaje sacado de una novela del siglo 19, el joven burgués díscolo que después de una tragedia recapacita.
La producción es muy mala, comenzando por los exteriores de utilería y siguiendo con la fotografía opaca y lúgubre, hace que todo se vea barato. No supieron entender el concepto de la obra y tomaron demasiado literal el título.
No supieron aprovechar el potencial de la obra, ni los mejores personajes como el de Mrs. Winemiller y la relación de esta con su hija.
Lo mejor: Geraldine Page, hace un excelente trabajo, igual a Una Merkel.
El final.
13 de noviembre de 2022
13 de noviembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena adaptación al cine de la novela de Tennesse Williams, que tiene todos sus elementos más característicos: sentimientos sexuales oprimidos, oposición entre el materialismo dirigido al libertinaje, autocastración para conseguir la felicidad siendo uno/a misma/o...
Todo ello narrado de forma ágil, con un argumento sencillo y claro, gracias al estupendo guión de James Poe y Meade Roberts, que consiguen transmitir la esencia de una, en un principio, difícil obra, para conseguir entretener y hacer reflexionar.
Lo mejor, sin duda, amén de la perfecta dirección artística, son las interpretaciones, destacando las féminas Geraldine Page y Una Merkel, aunque esta vez (no siempre lo consigue) está excelente Laurence Harvey.
Lo cierto que, pese a creer yo, antes de verla, que sería una película envarada, muy académica, no lo es en absoluto y mantiene el interés sin dificultad durante todo el metraje.
Gusta bastante.
https://filmsencajatonta.blogspot.com/
Todo ello narrado de forma ágil, con un argumento sencillo y claro, gracias al estupendo guión de James Poe y Meade Roberts, que consiguen transmitir la esencia de una, en un principio, difícil obra, para conseguir entretener y hacer reflexionar.
Lo mejor, sin duda, amén de la perfecta dirección artística, son las interpretaciones, destacando las féminas Geraldine Page y Una Merkel, aunque esta vez (no siempre lo consigue) está excelente Laurence Harvey.
Lo cierto que, pese a creer yo, antes de verla, que sería una película envarada, muy académica, no lo es en absoluto y mantiene el interés sin dificultad durante todo el metraje.
Gusta bastante.
https://filmsencajatonta.blogspot.com/
16 de julio de 2024
16 de julio de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El universo de Tennesse Williams no es fácil de llevar a la pantalla. Sin embargo, directores como Elia Kazan o Richard Brooks nos han regalado verdaderas obras maestras de la mano de sus adaptaciones. ¿Quién no se estremece con la soberbia "Un tranvía llamado deseo" y con el grito de "!Estellaaaaaaa! de un Marlon Brando desesperado y desgarrado. O con Paul Newman aferrado a su muleta y a su vaso oyendo y dando la espalda a las recriminaciones de su esposa, la bella y abandonada Liz Taylor en "La gata sobre el tejado de zinc".
Desgraciadamente, "Verano y humo" no alcanza la categoría de aquellas ni de lejos, primero, porque su director Peter Glenville no acierta a despejar la oprimente sensación soporífera, sosa (¿una obra de Tennesse puede recibir este calificativo???), estática y teatral de la obra y segundo porque los dos personajes principales (Geraldine Page y Laurence Harvey) no poseen la suficiente química entre ellos para conseguir embelesarnos con su historia.
Una atracción (yo no lo llamaría enamoramiento) que parece constituir una obsesión o una válvula de escape para la protagonista femenina. Hija de un reverendo y con una madre perturbada, la muchacha educada en altos principios morales y en un entorno muy estricto, ha asumido desde muy temprano las responsabilidades que debieran corresponder a su madre enferma, en una inversión de roles que le ha robado la juventud y la ha alejado del mundo terrenal. Ama en silencio y se siente atraída (¿morbosamente o platónicamente?) por el más pecaminoso y crápula de sus vecinos, el hijo del doctor (Harvey), un chico hedonista, amante de los placeres terrenales, juerguista, vividor, libertino, al que ella censura pero está deseando redimir. Una fantasía femenina inmemorial desde el principio de los tiempos. La dama se enamora del malote al que espera corregir.
Los sentimientos del personaje de Harvey no están tan claros. Parece en cierto modo atraído por Page pero también asustado por la fortaleza espiritual que emana de ella y la ausencia de apego terrenal que muestra. En algunos momentos parece simplemente que la compadece y prefiere la compañía más mundana de muchachas de su estilo y condición (Rita Moreno en un papel de chica fácil) con la cual se divierte.
Una relación así está condenada a no prosperar. Espiritualidad frente a materialismo. Hedonismo frente a mortificación. La película prácticamente se desarrolla en base a los intentos de acercamiento que se producen entre dos seres antagónicos, todo ello aderezado con las cuotas de sexo reprimido, obsesión, conflictos familiares, incomprensión y tragedia propias de las obras de Tennesse pero sin que Glenville consiga imprimir la exaltada emoción en los momentos cumbre. Y es que, a pesar de los valiosos diálogos filosóficos de sus textos, el cine no es teatro, es algo más y ese algo más falla en esta historia, la narración no deja de ser, por muy bien alimentada que esté de diálogos mágicos, un relato bastante soporífero y plomizo. A mí me ha costado llegar a su final.
Por otra parte, el giro radical que toma la película también es torpe y no está bien justificado. Te lo tienes que creer porque sí, porque lo dicen ellos. Yo no me lo creo y me resulta truco facilón e impropio de un gran autor como Tennesse. ¿Tenemos que llorar por la imprevisible decisión que toman los afectados?. No hay por dónde cogerlo. No soporto que metan cortes en momentos clave de cambio en los personajes sin más razones que las que nos muestran aquí. Me sacan por completo de la película. Se convierte en humo.
Los personajes secundarios son de postín y podrían haber hecho mucho por agilizar y dinamizar la obra si se les hubiera otorgado algo más de profundidad o interacción en la trama. No es así. Sólo están para justificar el desarrollo del conflicto de los protagonistas y tal como vienen, se van.
En conclusión, una obra menor de Tennesse y una película aburridilla de Glenville. No es, ni mucho menos, una obra a rescatar. Historias de este mismo estilo las hemos visto a patadas y mejor.
Desgraciadamente, "Verano y humo" no alcanza la categoría de aquellas ni de lejos, primero, porque su director Peter Glenville no acierta a despejar la oprimente sensación soporífera, sosa (¿una obra de Tennesse puede recibir este calificativo???), estática y teatral de la obra y segundo porque los dos personajes principales (Geraldine Page y Laurence Harvey) no poseen la suficiente química entre ellos para conseguir embelesarnos con su historia.
Una atracción (yo no lo llamaría enamoramiento) que parece constituir una obsesión o una válvula de escape para la protagonista femenina. Hija de un reverendo y con una madre perturbada, la muchacha educada en altos principios morales y en un entorno muy estricto, ha asumido desde muy temprano las responsabilidades que debieran corresponder a su madre enferma, en una inversión de roles que le ha robado la juventud y la ha alejado del mundo terrenal. Ama en silencio y se siente atraída (¿morbosamente o platónicamente?) por el más pecaminoso y crápula de sus vecinos, el hijo del doctor (Harvey), un chico hedonista, amante de los placeres terrenales, juerguista, vividor, libertino, al que ella censura pero está deseando redimir. Una fantasía femenina inmemorial desde el principio de los tiempos. La dama se enamora del malote al que espera corregir.
Los sentimientos del personaje de Harvey no están tan claros. Parece en cierto modo atraído por Page pero también asustado por la fortaleza espiritual que emana de ella y la ausencia de apego terrenal que muestra. En algunos momentos parece simplemente que la compadece y prefiere la compañía más mundana de muchachas de su estilo y condición (Rita Moreno en un papel de chica fácil) con la cual se divierte.
Una relación así está condenada a no prosperar. Espiritualidad frente a materialismo. Hedonismo frente a mortificación. La película prácticamente se desarrolla en base a los intentos de acercamiento que se producen entre dos seres antagónicos, todo ello aderezado con las cuotas de sexo reprimido, obsesión, conflictos familiares, incomprensión y tragedia propias de las obras de Tennesse pero sin que Glenville consiga imprimir la exaltada emoción en los momentos cumbre. Y es que, a pesar de los valiosos diálogos filosóficos de sus textos, el cine no es teatro, es algo más y ese algo más falla en esta historia, la narración no deja de ser, por muy bien alimentada que esté de diálogos mágicos, un relato bastante soporífero y plomizo. A mí me ha costado llegar a su final.
Por otra parte, el giro radical que toma la película también es torpe y no está bien justificado. Te lo tienes que creer porque sí, porque lo dicen ellos. Yo no me lo creo y me resulta truco facilón e impropio de un gran autor como Tennesse. ¿Tenemos que llorar por la imprevisible decisión que toman los afectados?. No hay por dónde cogerlo. No soporto que metan cortes en momentos clave de cambio en los personajes sin más razones que las que nos muestran aquí. Me sacan por completo de la película. Se convierte en humo.
Los personajes secundarios son de postín y podrían haber hecho mucho por agilizar y dinamizar la obra si se les hubiera otorgado algo más de profundidad o interacción en la trama. No es así. Sólo están para justificar el desarrollo del conflicto de los protagonistas y tal como vienen, se van.
En conclusión, una obra menor de Tennesse y una película aburridilla de Glenville. No es, ni mucho menos, una obra a rescatar. Historias de este mismo estilo las hemos visto a patadas y mejor.
18 de octubre de 2018
18 de octubre de 2018
4 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fracasado intento de adaptar la obra del mismo título del genial autor sureño. La película sólo mantiene un interés que decae en repetidas ocasiones, gracias a lo poderoso de la historia original, la correcta ambientación, la buena banda sonora de Elmer Bernstein y la actuación del protagonista.
La única interpretación por cierto que está a la altura, junto con la de los progenitores de ambos protagonistas. El resto es verdaderamente mediocre.
Especialmente desastrosa resulta la elección de la protagonista femenina, cogida directamente de los escenarios en los cuales representaba la misma obra, con éxito en la época para fracasar estrepitosamente en su defensa del papel en su paso al cine.
Rita Moreno siempre ha sido una "actriz" pésima y parece increíble que alcanzara cierta fama de no ser por los particulares cánones del exotismo de aquel tiempo.
Una lástima. Pero para encararse con Williams además de un buen guión, es necesario un plantel de buenos actores en estado de gracia, y una férrea dirección de actores que huya de lo teatral. Pues a pesar que ese sea su origen, su plasmación en pantalla requiere de una explosión de expresividad, sinceridad, pasión, veracidad y sentimiento que los convencionalismos académicos, tanto teatrales como cinematográficos no pueden expresar. Esta película es buena muestra de ello.
La única interpretación por cierto que está a la altura, junto con la de los progenitores de ambos protagonistas. El resto es verdaderamente mediocre.
Especialmente desastrosa resulta la elección de la protagonista femenina, cogida directamente de los escenarios en los cuales representaba la misma obra, con éxito en la época para fracasar estrepitosamente en su defensa del papel en su paso al cine.
Rita Moreno siempre ha sido una "actriz" pésima y parece increíble que alcanzara cierta fama de no ser por los particulares cánones del exotismo de aquel tiempo.
Una lástima. Pero para encararse con Williams además de un buen guión, es necesario un plantel de buenos actores en estado de gracia, y una férrea dirección de actores que huya de lo teatral. Pues a pesar que ese sea su origen, su plasmación en pantalla requiere de una explosión de expresividad, sinceridad, pasión, veracidad y sentimiento que los convencionalismos académicos, tanto teatrales como cinematográficos no pueden expresar. Esta película es buena muestra de ello.
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