En los tiempos que corren tanto la banda de Ben Stiller anteriormente como el boom de la "Factoría" Appatow han remodelado un tanto el perfil de las comedias norteamericanas. Y Mike Myers se ha convertido en una de esas víctimas descolocadas o directamente desaparecidas del firmamento cinematográfico. Con "The love guru" Myers parece querer recordar que sigue por allí aunque si uno atiende a su filmografía todo lo más que viene haciendo y que hará próximamente será poner voz a "Shrek". El humor de Myers sigue fiel a sus principios, vuelve a la filosofía del gag esperpéntico de "Austin Powers", al humor por saturación, hay tantos momentos susceptibles de provocar la risa que una vez más queda alguna que otra carcajada y la sensación de que la película se desmorona entre tanta ocurrencia cómica de "dudosa" calidad. El guión es fagocitado por el ente "Myers", es la historia de un personaje, este gurú estrambótico y lo demás está de más. Coloca a un viejo conocido de la saga Powers tras la cámara para su debut, Schnabel, que cede todo lo que haga falta para hacer un producto "Mike Myers" y punto. Ben Kingsley se habrá entrenido y se habrá llevado un dinerito, Alba no debe encontrar nada mejor que hacer en tanto que Timberlake echa un tanto por tierra ese crescendo de sorprendente talento interpretativo que demostrara en "Alpha Dog".
En definitiva un producto para los fieles de su actor protagonista que estaba un tanto olvidado y perdido y poca huella, alguna que otra risa y nada más.

La trilogía de Austin Powers, escrita e interpretada por Mike Myers, demostró como una idea medianamente buena, en su reiteración y exageración, podía acabar agotándose como así sucedió. Con el "Guru del buen rollo" queda totalmente claro lo anterior. Deudora de los modos cómicos de la saga de Austin Powers, la película dirigida por Schnabel intenta lanzar una mirada irónica alrededor de las modas pseudo-religiosas made in Hollywood, del mundo del espectáculo en general y, en alguna ocasión, también de las producciones bollywoodienses. Pero todo queda ahí, en unas intenciones que acaban naufragando en una película sin pizca de gracia,al menos para la que escribe estas líneas, que en cuestión de comedias cada cual tiene su sentido del humor.
No obstante, una tiene que ser justa y alabar las virtudes del "gurú del buen rollo", que las tiene, aunque sean un tanto sui generis. A saber: la capacidad en escasa hora y media para agrupar todo tipo de chistes sobre penes habidos y por haber; enlazar secuencias sin sentido con naturalidad y despreocupación insólita; tratar la sexualidad con tal infantilismo que produce que uno sufra un retroceso mental a los tiempos de escuela cuando todo hacía gracia; constatar que si Jessica Alba tiene problemas en películas dramáticas, en comedias lo pasa aún peor; que Mike Myers es el típico cómico que puede acabar saturando, que consigue con esta película en sucesión interminable de gestos, muecas y expresiones, dejándo claro que posee un registro cómico amplio y con muchas posibilidades pero que, como en este caso, puede no acabar encontrando su lugar; y, sobre todo, enseñar cómo Ben Kingsley se ha convertido en el clásico áctor que pulula de producción en producción interpretando los más extraños personajes. En definitiva, pequeños detalles que hacen de esta película toda una experiencia, aunque el problema es que aún no tengo demasiado claro de qué tipo se trata.

Lo primero de todo, vean la película en V.O. porque al igual de las de la serie "Austin Powers", es ver dos películas diferentes. Myers sigue el mismo estilo de su parodia de 007, ahora le toca darle un poco a los gurús.
Aquí es España todo esto nos suena a chino, es cierto, pero por allí por la costa oeste tienen bastante éxito. Por eso a la mayoría de gente la película no les hará ni pizca de gracia, y eso en una comedia es algo difícil de superar.
A pesar de todo, la película es graciosa, tampoco es para soltar carcajadas pero es bastante divertida. El humor de Myers es una mezcla entre el inglés de 'Monty Pithon' y los 'little britain', y creo que funciona bien, también tiene el inconveniente que si no le coges la gracia lo acabas odiando (como yo a Florentino por las traducciones de Austin Powers)
Denle una oportunidad, que Timberlake hace un papel muy decente, y Myers es un artista de la interpretación.

Una porquería de cinta, una birria, una mierda totalmente vomitiva y aburrida. Esperé que a pesar de la mala nota que tiene, pues a lo mejor podría pasar un buen rato, o como mínimo, reirme un poco. Me equivoque, espero no volver a hacer lo mismo porque la verdad es que me he llevado una decepción muy grande, y además, he perdido estúpidamente mi tiempo.
El gurú del buen Rollo, The Love Guru, es una cinta realmente mala. Solamente le pongo tres puntos porque hubieron un par de puntos graciosos bastantes divertidos, pero en lo general, es una cinta realmente pésima y absurda, sin ningún sentido.
Mike Myers intenta hacerse el gracioso, sin hacer eso sí, ni pizca de gracia. Para lo único que sirve este actor es simplemente para ponerle la voz en versión original a el ogro verde, pero para nada más. Jessica Alba, en lugar de hacer una cinta bastante buena como siempre, aquí da penita.
Historia pésima, guión pésimo, actuaciones pésimas... Resumiendo, un Film pésimo. No lo vean. Un saludo

Esta es una estúpida película de cabo a rabo, pero dado que sabe de su condición y que casi lo lleva a gala, resulta que chorrada tras chorrada, en una zanganada sin respiro, acaba resultando moderadamente simpática y con algún momento afortunado. Myers es bastante mejor que otros haciendo el canelo, y el humor absurdo, picaresco e irónico gracias a él no queda del todo desteñido.
Está claro que es una película mediocre y que amontonar una tontería tras otra sin pausa conduce a una pérdida evidente en la efectividad final a conseguir, pero es preferible a otras que cargan con más fama y presuntamente más inteligencia.
Paz y amor, amigos.