El hijo del mal (Joshua)
4.7
1,678
Thriller. Intriga. Terror
Brad y Abby Cairn, aparentemente los padres perfectos, están celebrando el nacimiento de su segundo retoño, Lily. Su primer hijo, Joshua, no es un niño corriente. Tiene una inteligencia excepcional y una precocidad que asusta. Es un ángel de buena educación y demuestra una tranquila serenidad que desdice con sus pocos años. Y ahora, parece cada vez más infeliz con su nueva vida, en la que sus padres adoran a Lily mientras que él, ... [+]
27 de agosto de 2009
27 de agosto de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más que con La profecía (algo que he leído mucho por aquí), Joshua está emparentada con El buen hijo, thriller tirando a convencional de Joseph Ruben. La diferencia la marca el enfoque de Ratliff, una apuesta por la sobriedad y el hiperrealismo que funciona, en última instancia, como desconcertante cortina de humo: la distinción, en otras palabras, nace de las formas, no del contenido. De ahí que la sensación que prevalece cuando terminamos de verla sea amarga, de oportunidad perdida.
Joshua narra la historia de un niño que decide buscar un orden familiar ideal a través del caos, siguiendo el modelo del dios egipcio Seth. Una estrategia complejísima cuyo objetivo último será ocultado al espectador hasta el mismo desenlace, momento en el que la película se explica a sí misma (de forma un tanto burda) a través de un instante musical digamos, ejem, cuestionable. Es entonces cuando la premisa de la película se hunde bajo el peso de la inverosimilitud, cuando su traca final de excesos se descubre sostenida sobre una complicada y cerebral telaraña de perversidad que cuesta adjudicar a un chaval de apenas 10 años, por mucho cociente intelectual que tenga.
Así, las virtudes del conjunto (un clima muy enrarecido, detalles inquietantes que rehuyen la obviedad, ajustadas interpretaciones...) se diluyen ante la aparatosidad conceptual de una cinta que quiere ser lo que no es, un estudio sobre las sombras de la comunicación afectiva paterno-filial y sobre el despertar, racional, a un mundo adulto donde la manipulación psicológica, la religión y la sugestión mental centran un discurso tan fascinante como terrorífico (conectando, de paso, con el debut de su director, Hell House).
El resultado es algo así como El otro (la amenaza cerniéndose sobre el bebé) sin el componente gótico, o como jugar con el reverso tenebroso de Carlos Blanco sin otra finalidad que la de aportar otra improbable peli con niño diabólico en su centro dispuesta a hacernos pasar un mal rato. Al menos esta acomete el reto armándose de elegancia, nervio y cierto sello autoral.
Lo mejor: una medida progresión dramática...
Lo peor: ...que acaba decantando la balanza del lado de la exageración, de la ausencia de credibilidad.
Joshua narra la historia de un niño que decide buscar un orden familiar ideal a través del caos, siguiendo el modelo del dios egipcio Seth. Una estrategia complejísima cuyo objetivo último será ocultado al espectador hasta el mismo desenlace, momento en el que la película se explica a sí misma (de forma un tanto burda) a través de un instante musical digamos, ejem, cuestionable. Es entonces cuando la premisa de la película se hunde bajo el peso de la inverosimilitud, cuando su traca final de excesos se descubre sostenida sobre una complicada y cerebral telaraña de perversidad que cuesta adjudicar a un chaval de apenas 10 años, por mucho cociente intelectual que tenga.
Así, las virtudes del conjunto (un clima muy enrarecido, detalles inquietantes que rehuyen la obviedad, ajustadas interpretaciones...) se diluyen ante la aparatosidad conceptual de una cinta que quiere ser lo que no es, un estudio sobre las sombras de la comunicación afectiva paterno-filial y sobre el despertar, racional, a un mundo adulto donde la manipulación psicológica, la religión y la sugestión mental centran un discurso tan fascinante como terrorífico (conectando, de paso, con el debut de su director, Hell House).
El resultado es algo así como El otro (la amenaza cerniéndose sobre el bebé) sin el componente gótico, o como jugar con el reverso tenebroso de Carlos Blanco sin otra finalidad que la de aportar otra improbable peli con niño diabólico en su centro dispuesta a hacernos pasar un mal rato. Al menos esta acomete el reto armándose de elegancia, nervio y cierto sello autoral.
Lo mejor: una medida progresión dramática...
Lo peor: ...que acaba decantando la balanza del lado de la exageración, de la ausencia de credibilidad.
9 de diciembre de 2011
9 de diciembre de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo voy a defender al niño protagonista; su actuación. El hieratismo que demuestra es buscado, forma parte de su personaje. Hay una escena bastante original en que, en uno de esas típicas representaciones escolares infantiles donde los padres lucen niño ante el resto de padres de su colegio, el protagonista, hábil pianista, comienza a deformar una pieza clásica con disonancias intencionadas (ya ha estado tocando con su tío "a lo Bartok"). El niño muestra su desprecio por la representación escolar con una tranquilidad aristocrática. No le importa nada que los demás piensen que está tocando mal; él sigue con su interpretación con una perfecta indiferencia. No hay tensión en su desprecio, sino una distancia autosuficiente que es lo que realmente repele de su carácter.
El hijo del mal es una película sobre la fragilidad de las relaciones en que se basa eso que se llama "clase media". Retrata a un niño egoísta que planea con una exagerada precisión la destrucción de las personas que le decepcionan o le incomodan; en este caso, sus propios padres. Lo poco creíble de un planteamiento así es esa misma seguridad del niño; la situación real de cualquier niño es demasiado dependiente, está demasiado condicionada por la atención de sus mayores como para que tanta seguridad en uno mismo sea creíble. Pero esto es una película. De hecho, por momentos, consigue hacer convincente un planteamiento tan difícil. No es poco.
Joshua no perdona; cuando alguien le decepciona una vez, lo excluye de su vida sin compasión. Su egoísmo es perfecto, pero quizás demasiado perfecto.
Sam Rockwell (premio al mejor actor en Sitges) y vera Farmiga, están muy bien.
El hijo del mal es una película sobre la fragilidad de las relaciones en que se basa eso que se llama "clase media". Retrata a un niño egoísta que planea con una exagerada precisión la destrucción de las personas que le decepcionan o le incomodan; en este caso, sus propios padres. Lo poco creíble de un planteamiento así es esa misma seguridad del niño; la situación real de cualquier niño es demasiado dependiente, está demasiado condicionada por la atención de sus mayores como para que tanta seguridad en uno mismo sea creíble. Pero esto es una película. De hecho, por momentos, consigue hacer convincente un planteamiento tan difícil. No es poco.
Joshua no perdona; cuando alguien le decepciona una vez, lo excluye de su vida sin compasión. Su egoísmo es perfecto, pero quizás demasiado perfecto.
Sam Rockwell (premio al mejor actor en Sitges) y vera Farmiga, están muy bien.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No es que el niño se deshaga de sus padres para vivir con su tío, es que se va deshaciendo de las personas que lo decepcionan. En la imagen final, un congelado sobre el último fotograma de la peli, de alguna forma creo que se busca insinuar eso; el tío es el refugio temporal del niño, pero no tardará en decepcionarle también. La expresión del adulto mirando al niño es algo como: "¿de verdad está cantando eso? ¿es posible tanta frialdad?". La letra de la canción que ¿improvisa?, no tiene desperdicio, aunque quizás es demasiado explícita y no sé si funciona como pretende. Pero por lo menos es una idea distinta.
El título español es desafortunado. El "mal" es un concepto moral. El bien y el mal, en el mundo, sólo existen en las cabezas de los moralistas, y esta película no es especialmente moralista. Yo vería más bien la actitud del niño como un problema de egoísmo y manipulación. Bien y mal son conceptos totalmente manipulables, son absolutamente relativos. Es evidente que el argumento es exagerado, como el del 90% de las películas fantásticas, pero es una exageración bien disimulada. Digamos que lo exagerado de la trama está compensado con la tibieza de la puesta en escena; en este caso, algo intencionado.
De alguna forma Joshua está condenado a destruir a los que le rodean porque todos acabarán por decepcionarle. Es demasiado exigente e intolerante en su callada pero enorme demanda de atención. Sin embargo en ese final no hay un "pobre, al final darás con tu horma". El niño es demasiado frío. Por eso insisto en que no es una película especialmente moralista. Sólo una especie de cuento negro, un poco frío y bastante pesimista.
El título español es desafortunado. El "mal" es un concepto moral. El bien y el mal, en el mundo, sólo existen en las cabezas de los moralistas, y esta película no es especialmente moralista. Yo vería más bien la actitud del niño como un problema de egoísmo y manipulación. Bien y mal son conceptos totalmente manipulables, son absolutamente relativos. Es evidente que el argumento es exagerado, como el del 90% de las películas fantásticas, pero es una exageración bien disimulada. Digamos que lo exagerado de la trama está compensado con la tibieza de la puesta en escena; en este caso, algo intencionado.
De alguna forma Joshua está condenado a destruir a los que le rodean porque todos acabarán por decepcionarle. Es demasiado exigente e intolerante en su callada pero enorme demanda de atención. Sin embargo en ese final no hay un "pobre, al final darás con tu horma". El niño es demasiado frío. Por eso insisto en que no es una película especialmente moralista. Sólo una especie de cuento negro, un poco frío y bastante pesimista.
16 de agosto de 2012
16 de agosto de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dejando la falta de originalidad aparte, estamos ante una película muy lenta por momentos, llega a hacerse en ratos aburrida, pero al final consigue entretener lo suyo. Una versión más del típico hijo desequilibrado, carente por completo de originalidad y sin ninguna sorpresa ni giro de guión que a mi personalmente tanto me gustan. Y el final es un tanto decepcionante, y de terror más bien poco, pero bueno entretenida sin más.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo mejor: Sam Rockwell.
Lo peor: el piano y los lloros del bebé llegan a desquiciar.
Lo peor: el piano y los lloros del bebé llegan a desquiciar.
16 de enero de 2008
16 de enero de 2008
12 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha sorprendido, se puede describir como una "profecia" independiente, con buenos actores y situaciones desconcertantes. El niño saca de quicio, pero no por razones paranormales puramente comerciales como en otros films de género, sino por lo raro, diferente y desconcertante del personaje. Rockwell realiza una gran interpretación y la película en conjunto no decepciones, pone de los nervios y en ciertas escenas asusta por su visión a lo desconocido. La recomiendo para los que buscais un film independiente con tintes terroríficos pero sin caer en tópicos y con cierta calidad.
18 de febrero de 2008
18 de febrero de 2008
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un niño apacible y un poco serio, pero con un cociente intelectual alto tiene celos de su hermana recién nacida, hasta aquí todo es normal, pero este niño es mucho más rencoroso y malvado (hasta aquí puedo leer).
Pensé, otra más de Damian pero sin la calidad de la Profecía, no se parece, ya que esta bien podía estar basada en hechos reales, pues, se apoya en los fallos de la Ley y en la credibilidad del menor, cosa que no siempre es bueno ni acertado, como nos indican lo pronto que delinquen hoy en día los jóvenes y lo violentos que son algunos.
Como un padre Sam Rockwell (magnífica y creíble interpretación) tiene que luchar en el trabajo, con su mujer, que llega a sacar de los nervios y muy bien interpretado por Vera Farmiga, (que vimos recientemente en la Oscarizada Infiltrados) con una niña llorona, una madre pesada y cristiana, pero sobre todo un hijo con talento, mucho talento (aunque no interpretativamente) y muy mala leche. Todo esto nos lo encontramos en El hijo del mal, que se deja ver sin llegar a ser algo extraordinario, un pasable y está bien valorado, ya que tarda mucho hasta que nos introducen de veras en la verdadera historia, si no la has visto recupérala en DVD, pasas el rato y en momentos el crío es muy inquietante.
Pensé, otra más de Damian pero sin la calidad de la Profecía, no se parece, ya que esta bien podía estar basada en hechos reales, pues, se apoya en los fallos de la Ley y en la credibilidad del menor, cosa que no siempre es bueno ni acertado, como nos indican lo pronto que delinquen hoy en día los jóvenes y lo violentos que son algunos.
Como un padre Sam Rockwell (magnífica y creíble interpretación) tiene que luchar en el trabajo, con su mujer, que llega a sacar de los nervios y muy bien interpretado por Vera Farmiga, (que vimos recientemente en la Oscarizada Infiltrados) con una niña llorona, una madre pesada y cristiana, pero sobre todo un hijo con talento, mucho talento (aunque no interpretativamente) y muy mala leche. Todo esto nos lo encontramos en El hijo del mal, que se deja ver sin llegar a ser algo extraordinario, un pasable y está bien valorado, ya que tarda mucho hasta que nos introducen de veras en la verdadera historia, si no la has visto recupérala en DVD, pasas el rato y en momentos el crío es muy inquietante.
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