Las cicatrices de Drácula
1970 

5.4
929
Terror
Cuando un chico (Dennis Waternan) y su novia (Jenny Hanley) van en busca de su mujeriego hermano (Christopher Matthews), terminan en el castillo de Drácula (Christopher Lee). Naturalmente el Conde codicia a la joven y, a medida que aumentan las víctimas, y los sirvientes son torturados, el heroico novio trata desesperadamente de rescatar a su dama en apuros... (FILMAFFINITY)
17 de febrero de 2020
17 de febrero de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es la mejor interpretación de Christopher Lee como Drácula, pero tiene ese encanto particular británico del terror setentero que ha madurado con cierto interés.
El verdadero problema de la película es que Roy Ward Baker no consigue ofrecer algo distinto, algo que aporte sustancia al mito de Drácula, y se queda en casi una especie de reboot que repite casi 1:1 situaciones y escenas ya vistas en demasiadas ocasiones. Es una película conformista, poco valiente y poco ambiciosa, que tiene como atractivo la propia historia contextual de Drácula pero nada más, y que parece simplemente querer salir del paso.
El verdadero problema de la película es que Roy Ward Baker no consigue ofrecer algo distinto, algo que aporte sustancia al mito de Drácula, y se queda en casi una especie de reboot que repite casi 1:1 situaciones y escenas ya vistas en demasiadas ocasiones. Es una película conformista, poco valiente y poco ambiciosa, que tiene como atractivo la propia historia contextual de Drácula pero nada más, y que parece simplemente querer salir del paso.
1 de noviembre de 2023
1 de noviembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para mí, es una entrega interesante de la saga de Drácula protagonizada por Christopher Lee y producida por Hammer Films. Cuenta con los elementos habituales en el cine de vampiros de esos años: carruajes que se mueven sin cochero, paletos hostiles, eróticos y rotundos escotes femeninos, murciélagos, un barranco sin fondo, una vampira, muchas idas y venidas de los personajes, un medio rural de un indefinido país centroeuropeo...
En este caso concreto, Drácula (Christopher Lee) se sirve de un ejército de murciélagos para que le hagan el trabajo sucio, y tanto él como su desaliñado criado (Patrick Troughton) se enamoran de la misma chica (Jenny Hanley). Los personajes más interesantes son los de los ya citados Lee y Troughton, es decir, los malos, mientras que los buenos de la película tienen menos personalidad.
Cabe destacar la secuencia inicial en la que los vecinos de Drácula se arman de valor y queman el castillo del vampiro; en un irónico giro de la trama, cuando vuelven al pueblo y entran en la iglesia, creyéndose vencedores del mal, se encuentran con una horrible masacre. Ese giro impredecible es un indicio de la calidad del film y de la valía de su director, el genial Roy Ward Baker.
En este caso concreto, Drácula (Christopher Lee) se sirve de un ejército de murciélagos para que le hagan el trabajo sucio, y tanto él como su desaliñado criado (Patrick Troughton) se enamoran de la misma chica (Jenny Hanley). Los personajes más interesantes son los de los ya citados Lee y Troughton, es decir, los malos, mientras que los buenos de la película tienen menos personalidad.
Cabe destacar la secuencia inicial en la que los vecinos de Drácula se arman de valor y queman el castillo del vampiro; en un irónico giro de la trama, cuando vuelven al pueblo y entran en la iglesia, creyéndose vencedores del mal, se encuentran con una horrible masacre. Ese giro impredecible es un indicio de la calidad del film y de la valía de su director, el genial Roy Ward Baker.
22 de marzo de 2024
22 de marzo de 2024
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El mismo año que El Poder de la Sangre de Drácula (Peter Sasdy, 1970), se estrena la siguiente entrega del prolífico Drácula de la Hammer. En este caso la película está dirigida por el mismo que firma films como El Asilo del Terror (1972). El reparto está formado por el archiconocido Christopher Lee (La Novia del Diablo, 1968), al que se le unen nombres como Dennis Waterman (El Hombre de Una Tierra Salvaje, 1971) o Jenny Hanley (La Viuda del Diablo, 1970).
Cuando un chico (Dennis Waternan) y su novia (Jenny Hanley) van en busca de su mujeriego hermano (Christopher Matthews), terminan en el castillo de Drácula (Christopher Lee). Naturalmente el Conde codicia a la joven y, a medida que aumentan las víctimas, y los sirvientes son torturados, el heroico novio trata desesperadamente de rescatar a su dama en apuros...(FilmAffinity)
Estamos ante la peor película del Drácula de Christopher Lee, con unos murciélagos que parecen de feria de pueblo, una historia que parece querer imitar las primeras películas y solo consigue resultar aburrida y reiterativa, y un final para Drácula de comedia involuntaria. El Drácula de Lee está, como siempre, intimidante y resultón, pero los secundarios son bastante flojos, desde un ayudante para el vampiro con una estética risible, hasta unos personajes femeninos utilizados para poco más que exhibirse. Las muertes cumplen con lo que se espera, aunque se echa de menos algo más de originalidad y cantidad.
Las Cicatrices de Drácula es una entrega que pierde con respecto a la saga hasta el momento, mostrando claros síntomas de agotamiento de la formula original, aún así, aquellos que han disfrutado hasta el momento de las aventuras del mítico vampiro, encontrarán los suficientes elementos en ella como para que su visionado merezca la pena.
Nota personal 5/10
Cuando un chico (Dennis Waternan) y su novia (Jenny Hanley) van en busca de su mujeriego hermano (Christopher Matthews), terminan en el castillo de Drácula (Christopher Lee). Naturalmente el Conde codicia a la joven y, a medida que aumentan las víctimas, y los sirvientes son torturados, el heroico novio trata desesperadamente de rescatar a su dama en apuros...(FilmAffinity)
Estamos ante la peor película del Drácula de Christopher Lee, con unos murciélagos que parecen de feria de pueblo, una historia que parece querer imitar las primeras películas y solo consigue resultar aburrida y reiterativa, y un final para Drácula de comedia involuntaria. El Drácula de Lee está, como siempre, intimidante y resultón, pero los secundarios son bastante flojos, desde un ayudante para el vampiro con una estética risible, hasta unos personajes femeninos utilizados para poco más que exhibirse. Las muertes cumplen con lo que se espera, aunque se echa de menos algo más de originalidad y cantidad.
Las Cicatrices de Drácula es una entrega que pierde con respecto a la saga hasta el momento, mostrando claros síntomas de agotamiento de la formula original, aún así, aquellos que han disfrutado hasta el momento de las aventuras del mítico vampiro, encontrarán los suficientes elementos en ella como para que su visionado merezca la pena.
Nota personal 5/10
4 de noviembre de 2024
4 de noviembre de 2024
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Otra película más de Drácula, que empiezan a ser demasiado repetitivas, si es verdad que esta es algo más entretenida que algunas otras y tiene un buen ritmo, pero es que los años van pasando y sigue habiendo actuaciones exageradas y efectos especiales muy cutres.
Seguramente si la hubiese visto en otro momento es posible que hubiese llegado la nota al aprobado, pero a día de hoy después de verme más de 20 películas de Drácula, ya pido un poquito más de exigencia a las mismas.
Seguramente si la hubiese visto en otro momento es posible que hubiese llegado la nota al aprobado, pero a día de hoy después de verme más de 20 películas de Drácula, ya pido un poquito más de exigencia a las mismas.
21 de diciembre de 2020
21 de diciembre de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sexta película de la saga del conde Drácula realizada por la productora Hammer. El mayor aliciente es ver de nuevo Christopher Lee. Aunque la verdad es que el guión es flojo e inconsistente. Está hecha como si hubiera prisas por estrenarla. Se hace un uso recurrente de los escotes de las actrices, especialmente de la bellísima Jenny Hanley, supongo que como cierto gancho de la época (1970).
Es notorio que la película no cuenta con grandes medios técnicos. La ambientación del castillo y la recreación sí que están bastante logrados a pesar de sus limitaciones, así como el vestuario de época. No falta el color rojizo fuerte de la sangre, muy cromático, a tono con el estilo un tanto gore de la película.
La fotografía en ambientes oscuros es bastante destacable, así como en los poquísimos exteriores en el bosque, luminosos, bien filmados.
Los efectos especiales no parecen lo mejor, están cogidos con pinzas, muy artesanales pero realmente mediocres, vistos hoy han quedado muy desfasados. El murciélago que aparece es bastante cutre, parece de juguete. A mi, personalmente lo que más me gusta son los ojos rojizos de Christopher Lee, hipnóticos.
Respecto a las actuaciones, son también bastante flojitas. El actor más serio y que parece más asentado, aparte de Lee, es el sacerdote, Michael Gwyn. Se podría salvar también a Patrick Thompson, algo sobreactuado, pero bien caracterizado como el sirviente del castillo del conde.
Los hermanos protagonistas dejan mucho que desear en sus actuaciones. La trama de uno de ellos, un mujeriego, parece una excusa como elemento introductorio del erotismo sugerente. Casi parece más una estrella del rock tipo John Lennon o McCartney que un estudiante.
El director, al que se le suele encasillar como artesano, hace lo que puede. En su haber tiene el Globo de Oro por “La última noche del Titanic”, pero aquí, con la escasez de medios técnicos y humanos se encuentra realmente limitado. Fue un rotundo fracaso de crítica.
El film rezuma decadencia por los cuatro costados. La precariedad de medios de la Hammer y su agotamiento de una fórmula que antaño le dio éxito es palpable. Lo bueno: son apenas 94 minutos.
Es notorio que la película no cuenta con grandes medios técnicos. La ambientación del castillo y la recreación sí que están bastante logrados a pesar de sus limitaciones, así como el vestuario de época. No falta el color rojizo fuerte de la sangre, muy cromático, a tono con el estilo un tanto gore de la película.
La fotografía en ambientes oscuros es bastante destacable, así como en los poquísimos exteriores en el bosque, luminosos, bien filmados.
Los efectos especiales no parecen lo mejor, están cogidos con pinzas, muy artesanales pero realmente mediocres, vistos hoy han quedado muy desfasados. El murciélago que aparece es bastante cutre, parece de juguete. A mi, personalmente lo que más me gusta son los ojos rojizos de Christopher Lee, hipnóticos.
Respecto a las actuaciones, son también bastante flojitas. El actor más serio y que parece más asentado, aparte de Lee, es el sacerdote, Michael Gwyn. Se podría salvar también a Patrick Thompson, algo sobreactuado, pero bien caracterizado como el sirviente del castillo del conde.
Los hermanos protagonistas dejan mucho que desear en sus actuaciones. La trama de uno de ellos, un mujeriego, parece una excusa como elemento introductorio del erotismo sugerente. Casi parece más una estrella del rock tipo John Lennon o McCartney que un estudiante.
El director, al que se le suele encasillar como artesano, hace lo que puede. En su haber tiene el Globo de Oro por “La última noche del Titanic”, pero aquí, con la escasez de medios técnicos y humanos se encuentra realmente limitado. Fue un rotundo fracaso de crítica.
El film rezuma decadencia por los cuatro costados. La precariedad de medios de la Hammer y su agotamiento de una fórmula que antaño le dio éxito es palpable. Lo bueno: son apenas 94 minutos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Una pena que el film esté tan poco trabajado. Un rayo que cae sobre un hierro largo que sostiene Drácula a modo de arma parece un epitafio demasiado infantil para un personaje como Drácula. Personalmente me rompe los esquemas y hunde de alguna manera aún más la película, arrastrándola definitivamente hacia una valoración general negativa.
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