El Karate Kid 4 - La nueva aventura
1994 

3.5
8,538
Drama. Acción
Julie (Hilary Swank) perdió a sus padres cuando solo era una niña. Ahora, a sus diecisiete años, se ha convertido en una adolescente difícil, por lo que su abuela decide dejarla unas semanas bajo la tutela del señor Miyagi (Pat Morita), un antiguo amigo, con el fin de corregir su actitud. Por si fuera poco, la joven se convierte en el objetivo de Alpha Elite, un grupo de disciplina militar de su instituto al que deberá aprender a hacer frente. (FILMAFFINITY) [+]
24 de noviembre de 2012
24 de noviembre de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
De las cinco películas que se hicierón de Karate Kid, esta es sin la más regular, por no decir la peor, pues no tiene la espectacularidad, ni el entretenimiento de las otras. El caso es que el protagonista no es el querido Daniel, sino una muchacha llamada Julie, que tiene problemas con una banda del instituto, y esta tiene que aprender karate para derrotarles.
La verdad es que yo personalmente prefiero las anteriores, pues me parecen mejores que esta peli, por ser más divertidas que esta, y no es porque el personaje sea una chica, no, no es eso, es que el film no es tan interesante como los anteriores, ya que de lo contrario sería más guay y me gustaría más, como es lógico.
Una lástima del error cometido en esta película, porque podía haber salido un film muy interesante, ya que el director Christopher Cain lo sabe hacer mejor, como ya lo hiciera con la estupenda El Rector.
La verdad es que yo personalmente prefiero las anteriores, pues me parecen mejores que esta peli, por ser más divertidas que esta, y no es porque el personaje sea una chica, no, no es eso, es que el film no es tan interesante como los anteriores, ya que de lo contrario sería más guay y me gustaría más, como es lógico.
Una lástima del error cometido en esta película, porque podía haber salido un film muy interesante, ya que el director Christopher Cain lo sabe hacer mejor, como ya lo hiciera con la estupenda El Rector.
3 de septiembre de 2010
3 de septiembre de 2010
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cinco años después de la mediocre Karate Kid III, la cual todavía mantuvo una buena recaudación en taquilla, los productores de la saga quisieron estirar el producto con una cuarta parte, que resultó un desastre. Quizá el bajón de la tercera agotó la paciencia del público o a lo mejor en los noventa el espectador tenía una disposición diferente a los ochenta, el caso es que esta cuarta parte obtuvo unos irrisorios ocho millones de dólares en Estados Unidos, lo cual hundió definitivamente la saga (ya que el remake que se estrena estos días no puede considerarse parte de la misma).
Para empezar, hubo un cambio de director, ya que John G. Avildsen se encontraba rodando otros proyectos (curiosamente otro drama deportivo: 8 segundos). Tampoco se pudo contar con Ralph Macchio, que tras intervenir con relativo éxito en Desnudos en Nueva York, no quería encasillarse en el papel de Daniel San. Y algo parecido sucedió con los guionistas originales, que tampoco quisieron acometer el nuevo proyecto.
Así las cosas, El nuevo Karate Kid fue dirigido por el director de Arma Joven y El rector, Christopher Cain (padre de Dean Cain, el Superman de y no precisamente un primer espada), escrito por el inexperto Las aventuras de Lois y Clark) escrito por el inexperto Mark Lee (hasta la fecha sólo ha elaborado tres guiones en toda su carrera) y protagonizado sólo por una parte de la pareja que tanto éxito había dado a la saga: Pat Morita.
Ante este panorama, quienes pensaron que el asunto no pintaba bien acertaron de pleno, ya que el relato es tan predecible como poco adictivo. El señor Miyagi se encuentra en una ceremonia por los héroes de guerra y allí descubre a Julie, una chica problemática cuyo abuelo salvó la vida, en su día, al anciano maestro. Miyagi la recoge bajo su tutela y trata de poner orden en su vida mediante el karate. Es decir: más de lo mismo sólo que cambiando los personajes y perdiendo por completo el encanto y la frescura del primer Karate Kid.
Dentro del elenco destacaremos la incursión de una, por aquel entonces desconocida, Hilary Swank (que después ganaría dos Oscars por Boys don't cry y Million dollar baby) y Michael Ironside (V, Desafío total, Top Gun...) un actor que siempre ha mostrado gran solvencia en los roles de villano. Sin embargo, ante el descalabro de guión que les pusieron enfrente, poco pudieron hacer para salvar esta lamentable película.
El desastre en taquilla mencionado al principio, supuso que se diera carpetazo final a la serie, retomada actualmente por Will Smith, esposa e hijo, en el remake que acaba de estrenarse en España, el cual, si bien no logra superar al film original de 1984, desde luego es mucho mejor que cualquiera de sus tres secuelas.
Para empezar, hubo un cambio de director, ya que John G. Avildsen se encontraba rodando otros proyectos (curiosamente otro drama deportivo: 8 segundos). Tampoco se pudo contar con Ralph Macchio, que tras intervenir con relativo éxito en Desnudos en Nueva York, no quería encasillarse en el papel de Daniel San. Y algo parecido sucedió con los guionistas originales, que tampoco quisieron acometer el nuevo proyecto.
Así las cosas, El nuevo Karate Kid fue dirigido por el director de Arma Joven y El rector, Christopher Cain (padre de Dean Cain, el Superman de y no precisamente un primer espada), escrito por el inexperto Las aventuras de Lois y Clark) escrito por el inexperto Mark Lee (hasta la fecha sólo ha elaborado tres guiones en toda su carrera) y protagonizado sólo por una parte de la pareja que tanto éxito había dado a la saga: Pat Morita.
Ante este panorama, quienes pensaron que el asunto no pintaba bien acertaron de pleno, ya que el relato es tan predecible como poco adictivo. El señor Miyagi se encuentra en una ceremonia por los héroes de guerra y allí descubre a Julie, una chica problemática cuyo abuelo salvó la vida, en su día, al anciano maestro. Miyagi la recoge bajo su tutela y trata de poner orden en su vida mediante el karate. Es decir: más de lo mismo sólo que cambiando los personajes y perdiendo por completo el encanto y la frescura del primer Karate Kid.
Dentro del elenco destacaremos la incursión de una, por aquel entonces desconocida, Hilary Swank (que después ganaría dos Oscars por Boys don't cry y Million dollar baby) y Michael Ironside (V, Desafío total, Top Gun...) un actor que siempre ha mostrado gran solvencia en los roles de villano. Sin embargo, ante el descalabro de guión que les pusieron enfrente, poco pudieron hacer para salvar esta lamentable película.
El desastre en taquilla mencionado al principio, supuso que se diera carpetazo final a la serie, retomada actualmente por Will Smith, esposa e hijo, en el remake que acaba de estrenarse en España, el cual, si bien no logra superar al film original de 1984, desde luego es mucho mejor que cualquiera de sus tres secuelas.
1 de diciembre de 2023
1 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
De la saga de "Karate Kid" creada por Robert Mark Kamen que comenzó con el que es hasta la fecha su mejor producto (la película original de 1984), hemos tenido varias continuaciones para pantalla grande ("The Karate Kid 2" (1986), "The Karate Kid 3" (1989), "El nuevo Karate Kid" (1994), "The Karate Kid" (2010)) que he tenido el gusto o el disgusto de visionar) y dos series para la pequeña pantalla (una de animación en 1989 y la web series "Cobra Kai" (2018-), de las que admito no haber visionado por bastante falta de interés en ellas).
La película original dio con las teclas clave para ofrecer una aventura notable de aprendizaje. Un Pat Morita que encajaba como un guante en su rol de mentor atribulado a la par que carismático y equilibrado, un guion que le acompañaba, un desarrollo argumental perspicaz, y una puesta en escena con composición de elementos iluminada (¡cómo olvidar esos entrenamientos en la playa o esa imagen congelada de su conclusión). Sin embargo las continuaciones ya fueron dando signos de flaqueza... y solo lograban apoyarse en la agudeza, ternura y complicidad que Morita siempre imprimió a su rol (pero ni siquiera él pudo levantar del todo el desastre deslavazado que fue "The Karate Kid 3").
Y a "El nuevo Karate Kid" le sucede lo mismo que en aquellas continuaciones (del remake de 2010 merece hablarse de otra forma, pues su tono y su reparto es muy diferente (que no mejor, aunque tampoco mucho peor) a la serie de films protagonizadas por Morita que nos ocupa). Con una propuesta que siempre es la misma, un señor Miyagi (Morita) tranquilo y jubilado que se topa por casualidad con una adolescente con potencial en las artes marciales (Hilary Swank) que es acosada por sus compañeros. Como sucede en esta saga, ambos entablan una relación alumna/o/maestro en la que ambos aprenderán del otro (en esta ocasión es más la alumna la que aprende, eso en el film de 84 está más equilibrado y elaborado) y que se concluirá con el más que previsible y estandarizado final. No se engañen, el desarrollo argumental de "El nuevo Karate Kid" es tremendamente pueril y simplón, de una cinta para un público de 7 años (o 10 como mucho), pero cuenta con la suerte de llevarse con un progreso narrativo ajustado (que no sobresaliente) para no aburrir nunca a pesar de que lo que nos cuentan es tan pronosticable y trillado como ingenuo y simplón. Y cuenta además con las bazas de sus dos protagonistas (Morita sigue en su línea tan habilidosa y sólida en el rol que conoce al dedillo y con el que conecta de forma mágica, y eso que esta vez no guarda tantas escenas de categoría, nos deja un par de leches muy agradecidas, pero adiós a su satisfacción a la hora de ver los resultados de sus enseñanzas o adiós a sus fantasmas desgraciados del pasado. Mientras que Swank, a pesar de estar muy verde todavía y de no contar con los registros y la potencia actoral de sus años venideros (no podemos pedir que esta actuación suya sea la de "Million Dollar Baby" (2004) o la de "55 pasos" (2017)), sigue siendo en éste uno de sus primeros trabajos (su segundo largometraje) una presencia natural y desenvuelta). Hay además en "El nuevo Karate Kid" unos escenarios muy hermosos en varios puntos del relato (me refiero al templo budista y todo lo que lo envuelve), y una banda sonora delicada y pertinente siempre (no es una obra maestra musical, pero imprime al film un tono confortable que la realza). Mientras que la realización de Christopher Cain es correcta sin más (no erra en ningún plano, pero todos son tan usuales como automáticos) y las coreografías de acción son resultonas sin más (esto no es la saga de "John Wick", aquí hay mucho trucaje y el cinéfilo más avezado se dará cuenta de los engaños en los planos/contraplanos. Pero el que lo quiera pasar por alto y disfrutar de las figuras actorales y su envoltura en el film... lo puede pasar por alto perfectamente sin mayor incomodidad).
Así pues tenemos un largo superficial y revisto, que se compensa en su dejadez a nivel de guion en mayor medida (y a nivel de puesta en escena en menor medida y en ciertos momentos) por las presencias de los siempre eficientes Morita y Swank. Digamos que en su conjunto "El nuevo Karate Kid" es un largo de aventuras y artes marciales equiparable a "Power Rangers: La película" (1995), un producto tan tontorrón como placer culpable si se gusta de este tipo de género comercial y familiar con toques pseudo-orientales. Y respecto a la saga, "El nuevo Karate Kid" supera con facilidad a "The Karate Kid 3" (1989) pero está a años luz de "The Karate Kid" (1984), más bien se pone en el nivel de "The Karate Kid 2" (1986) y "The Karate Kid" (2010).
Lo mejor: Pat Morita y su asentada y cómplice actuación (que además se despedía aquí de su rol con total dignidad).
Lo peor: La falta de ambición en el libreto de Mark Lee.
La película original dio con las teclas clave para ofrecer una aventura notable de aprendizaje. Un Pat Morita que encajaba como un guante en su rol de mentor atribulado a la par que carismático y equilibrado, un guion que le acompañaba, un desarrollo argumental perspicaz, y una puesta en escena con composición de elementos iluminada (¡cómo olvidar esos entrenamientos en la playa o esa imagen congelada de su conclusión). Sin embargo las continuaciones ya fueron dando signos de flaqueza... y solo lograban apoyarse en la agudeza, ternura y complicidad que Morita siempre imprimió a su rol (pero ni siquiera él pudo levantar del todo el desastre deslavazado que fue "The Karate Kid 3").
Y a "El nuevo Karate Kid" le sucede lo mismo que en aquellas continuaciones (del remake de 2010 merece hablarse de otra forma, pues su tono y su reparto es muy diferente (que no mejor, aunque tampoco mucho peor) a la serie de films protagonizadas por Morita que nos ocupa). Con una propuesta que siempre es la misma, un señor Miyagi (Morita) tranquilo y jubilado que se topa por casualidad con una adolescente con potencial en las artes marciales (Hilary Swank) que es acosada por sus compañeros. Como sucede en esta saga, ambos entablan una relación alumna/o/maestro en la que ambos aprenderán del otro (en esta ocasión es más la alumna la que aprende, eso en el film de 84 está más equilibrado y elaborado) y que se concluirá con el más que previsible y estandarizado final. No se engañen, el desarrollo argumental de "El nuevo Karate Kid" es tremendamente pueril y simplón, de una cinta para un público de 7 años (o 10 como mucho), pero cuenta con la suerte de llevarse con un progreso narrativo ajustado (que no sobresaliente) para no aburrir nunca a pesar de que lo que nos cuentan es tan pronosticable y trillado como ingenuo y simplón. Y cuenta además con las bazas de sus dos protagonistas (Morita sigue en su línea tan habilidosa y sólida en el rol que conoce al dedillo y con el que conecta de forma mágica, y eso que esta vez no guarda tantas escenas de categoría, nos deja un par de leches muy agradecidas, pero adiós a su satisfacción a la hora de ver los resultados de sus enseñanzas o adiós a sus fantasmas desgraciados del pasado. Mientras que Swank, a pesar de estar muy verde todavía y de no contar con los registros y la potencia actoral de sus años venideros (no podemos pedir que esta actuación suya sea la de "Million Dollar Baby" (2004) o la de "55 pasos" (2017)), sigue siendo en éste uno de sus primeros trabajos (su segundo largometraje) una presencia natural y desenvuelta). Hay además en "El nuevo Karate Kid" unos escenarios muy hermosos en varios puntos del relato (me refiero al templo budista y todo lo que lo envuelve), y una banda sonora delicada y pertinente siempre (no es una obra maestra musical, pero imprime al film un tono confortable que la realza). Mientras que la realización de Christopher Cain es correcta sin más (no erra en ningún plano, pero todos son tan usuales como automáticos) y las coreografías de acción son resultonas sin más (esto no es la saga de "John Wick", aquí hay mucho trucaje y el cinéfilo más avezado se dará cuenta de los engaños en los planos/contraplanos. Pero el que lo quiera pasar por alto y disfrutar de las figuras actorales y su envoltura en el film... lo puede pasar por alto perfectamente sin mayor incomodidad).
Así pues tenemos un largo superficial y revisto, que se compensa en su dejadez a nivel de guion en mayor medida (y a nivel de puesta en escena en menor medida y en ciertos momentos) por las presencias de los siempre eficientes Morita y Swank. Digamos que en su conjunto "El nuevo Karate Kid" es un largo de aventuras y artes marciales equiparable a "Power Rangers: La película" (1995), un producto tan tontorrón como placer culpable si se gusta de este tipo de género comercial y familiar con toques pseudo-orientales. Y respecto a la saga, "El nuevo Karate Kid" supera con facilidad a "The Karate Kid 3" (1989) pero está a años luz de "The Karate Kid" (1984), más bien se pone en el nivel de "The Karate Kid 2" (1986) y "The Karate Kid" (2010).
Lo mejor: Pat Morita y su asentada y cómplice actuación (que además se despedía aquí de su rol con total dignidad).
Lo peor: La falta de ambición en el libreto de Mark Lee.
13 de junio de 2021
13 de junio de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Ante un re visión de esta cinta, mis ojos, más críticos y menos emocionales fueron muy duros.
Lo único que me dejo positivo fue:
La música ochentosa
La juvenil belleza de Hilary...
y la gran actuación del halcón!!
¿Seguro que esta cinta no se comió una demanda de los monjes budistas?
Me parece flojo el guion y el diseño de la escuela con demasiadas licencias para mi gusto.
Lo único que me dejo positivo fue:
La música ochentosa
La juvenil belleza de Hilary...
y la gran actuación del halcón!!
¿Seguro que esta cinta no se comió una demanda de los monjes budistas?
Me parece flojo el guion y el diseño de la escuela con demasiadas licencias para mi gusto.
6 de abril de 2025
6 de abril de 2025
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Te resumiré la trama de Karate Kid 4, también conocida como El Nuevo Karate Kid: Reemplazan a Daniel como protagonista, y meten a una random cualquiera, así como si nada. El señor Miyagi decide entrenarla. Y al final, la prota usa su karate recién adquirido para enfrentar a unos chicos que la molestan. Es que, el final ni siquiera es un torneo como en las anteriores películas, sino una pelea callejera entre la prota y unos matones que la acosaban en la escuela. Que anticlimático fue eso. El mismo caso absurdo sucedió en Rocky 5 (decidieron cambiar la típica pero funcional pelea en el ring, por una pelea callejera entre Rocky y una joven promesa del boxeo, que anteriormente era discípulo de este). Casualmente ambas películas fueron criticadas, y ambas son consideradas las "ovejas negras" de sus respectivas franquicias. Eso demuestra que cambiar la fórmula de la saga, no todo el tiempo es bueno. En fin, Karate Kid 4 es completamente salteable, si no la ves, no te perderás de nada, se los aseguro. Lo único bueno de la película, es el señor Miyagi, que como dije en otra crítica, siempre será un buen personaje, a pesar de la calidad cuestionable de sus películas.
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