A War (Una guerra)
6.4
1,982
12 de diciembre de 2017
12 de diciembre de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Casi dos décadas después de los atentados del 11 de septiembre, es difícil creer que haya historias o matices que no se hayan visto reflejados en la gran pantalla. Con A War (Una guerra), Tobias Lindholm lo consigue. El ya célebre guionista y director danés se carga de sus diálogos sorkinianos y de sus actores insignia en Borgen para ofrecernos un relato dramático sobre un soldado forzado a decidir bajo presión. Krigen (batalla, pero en su acepción más ambigua), que así se llama el filme en danés, es una reflexión grave sobre la ética, la moral y cómo estas se entrelazan en momentos de tensión.
Todas las cartas de presentación sobran cuando hablamos de una película que fue nominada en 2016 al Oscar a Mejor Película en Lengua Extranjera y que arrasó en los premios de su Academia nacional. A War (Una guerra) llega ahora a los cines españoles como un fiel reflejo del estado del bienestar danés, en el que se mantienen debates morales que en otros países se calificarían de absurdos. La película intenta mantenerse firme en su empeño de mero espejo, y su altura filosófica deja en pañales los acercamientos de Kathryn Bigelow o Stephen Daldry al subgénero de la lucha con las consecuencias de los conflictos.
Pilou Asbæk destaca, sin lugar a dudas, como el próximo gran titán escandinavo de la interpretación. No en vano, esta película disfruta ahora de una segunda vida gracias a su papel como Euron Greyjoy en Juego de tronos. Más allá de esto, merece un comentario especial el papel de Dar Salim. El que interpretara al ministro más ecologista del mundo en Borgen se transforma en la oscura voz de la ética profesional, con una actuación contenida que alcanza cotas de magnificencia durante el último tramo de la cinta, el del juicio.
as virtudes de A War (Una guerra) pasan más por el contenido que por el continente, como todo lo que ha hecho Lindholm. El director que en 2012 maravilló al mundo con el guion de La caza se centra otra vez en lo que subyace en las mentiras, en su contexto y en sus implicaciones. Visualmente no inventa nada, y una mezcla de sonido más decente hubiera mejorado mucho el clima de tensión en las escenas de combate, pero todo ello se pone al servicio de un guion escrito a la perfección. Obsesionado en todos sus trabajos con la explotación de las diferencias entre lo que ocurrió y cómo se contó, Lindholm logra mantener la atención del espectador durante un metraje más que generoso pero al que no le sobra un solo minuto (si acaso algún “diálogo de besugos”). Por debajo del tono general de la película está la historia del primer tramo, en el que vemos como la mujer del protagonista lo pasa realmente mal teniendo que criar a sus hijos sola. Pero, otra vez, el guion se autocorrige y rompe con este cauce de raíz justo antes de volverse tedioso.
A War (Una guerra) es una película altamente recomendable. Consigue aunar de manera extraordinaria los géneros bélico, familiar y judicial en tres actos casi perfectos. Por otro lado, en ningún caso peca de la pedantería habitual que suele inundar las películas que intentan invitar a la reflexión, sino que logra que el espectador abandone la sala con un debate interno que es puro cine de altura.
Todas las cartas de presentación sobran cuando hablamos de una película que fue nominada en 2016 al Oscar a Mejor Película en Lengua Extranjera y que arrasó en los premios de su Academia nacional. A War (Una guerra) llega ahora a los cines españoles como un fiel reflejo del estado del bienestar danés, en el que se mantienen debates morales que en otros países se calificarían de absurdos. La película intenta mantenerse firme en su empeño de mero espejo, y su altura filosófica deja en pañales los acercamientos de Kathryn Bigelow o Stephen Daldry al subgénero de la lucha con las consecuencias de los conflictos.
Pilou Asbæk destaca, sin lugar a dudas, como el próximo gran titán escandinavo de la interpretación. No en vano, esta película disfruta ahora de una segunda vida gracias a su papel como Euron Greyjoy en Juego de tronos. Más allá de esto, merece un comentario especial el papel de Dar Salim. El que interpretara al ministro más ecologista del mundo en Borgen se transforma en la oscura voz de la ética profesional, con una actuación contenida que alcanza cotas de magnificencia durante el último tramo de la cinta, el del juicio.
as virtudes de A War (Una guerra) pasan más por el contenido que por el continente, como todo lo que ha hecho Lindholm. El director que en 2012 maravilló al mundo con el guion de La caza se centra otra vez en lo que subyace en las mentiras, en su contexto y en sus implicaciones. Visualmente no inventa nada, y una mezcla de sonido más decente hubiera mejorado mucho el clima de tensión en las escenas de combate, pero todo ello se pone al servicio de un guion escrito a la perfección. Obsesionado en todos sus trabajos con la explotación de las diferencias entre lo que ocurrió y cómo se contó, Lindholm logra mantener la atención del espectador durante un metraje más que generoso pero al que no le sobra un solo minuto (si acaso algún “diálogo de besugos”). Por debajo del tono general de la película está la historia del primer tramo, en el que vemos como la mujer del protagonista lo pasa realmente mal teniendo que criar a sus hijos sola. Pero, otra vez, el guion se autocorrige y rompe con este cauce de raíz justo antes de volverse tedioso.
A War (Una guerra) es una película altamente recomendable. Consigue aunar de manera extraordinaria los géneros bélico, familiar y judicial en tres actos casi perfectos. Por otro lado, en ningún caso peca de la pedantería habitual que suele inundar las películas que intentan invitar a la reflexión, sino que logra que el espectador abandone la sala con un debate interno que es puro cine de altura.
23 de marzo de 2019
23 de marzo de 2019
11 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un film que debería enmarcarse y llevarse a un museo, como muestra impagable de cómo la ideología prejuiciosa ha sustituido al arte en el cine. Los militares son más jóvenes, más guapos, más solidarios, más sensibles y vulnerables… pero si estás en el ejército acabas mal sí o sí: si sobrevives, acabarás dejando de ayudar –por el reglamento- a quien lo necesita, acabarás perjudicando a inocentes por la tensión del combate y, si te libras de la ley, tu conciencia te remorderá por siempre. Que las intenciones de la película son estas y no otras queda demostrado palpablemente por el hecho de esconder a los talibanes: si no se muestra a quienes asesinan a inocentes y a quienes provocan los combates, ¿a quién se le atribuyen todas las responsabilidades? Al ejército. Ah, y los roles distribuidos como el feminismo dicta: niño problemático, niña responsable; abogado tramposo, fiscal honesta; hombre débil, mujer fuerte; la aventura y camaradería militar, frente a la dureza de la vida doméstica con tres niños… y, de propina, la maternidad asociada a la mentira protectora. Más de la mitad de la película es un aburrido cámara en mano; solo interesa durante el juicio, rodado como desde La pasión de Juana de Arco quedó sentado que debe rodarse un juicio.
29 de septiembre de 2017
29 de septiembre de 2017
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras dos años vagando por el desierto por fin se estrena en España la última obra de Tobias Lindholm, "A war (una guerra)". Esperada no sólo por su belicosa trama sino también por sus nominaciones a los "Oscars" y "Premios del cine Europeo". Con esta obra, su director parece asentarse en el circuito europeo a la vez que encuentra complicado estrenar en las salas de cine más comerciales. Es triste que una cinta tan honesta e interesante no encuentre su sitio entre tanto blockbuster o comedieta de usar y tirar.
Porque "Krigen" nos muestra la difícil realidad de un jefe de escuadrón en la Guerra de Afganistán, la encrucijada la completan tres patas: por una parte desea volver con su familia a Dinamarca, por otra tiene el deber de poner a salvo a todo su escuadrón, y por último debe proteger a los civiles afganos de los terribles talibanes. La trama nos muestra cómo Pedersen intenta —sin éxito— hallar el equilibrio entre estos tres elementos, centrando sus esfuerzos en meternos de lleno en esa hazaña de supervivencia, y, gracias a una dirección de planos tipo documental, lograr que percibamos las dudas existenciales de este. La puesta en escena recrea una veraz y angustiante atmósfera; porque a Tobias Lindholm no le interesa aleccionar ni instruir idea alguna, sus pretenciones no van más allá de mostrarnos la dudas que tiene un ser humano en un contexto amoral e inestable.
En la guerra de Afganistán los valores morales son distintos a los de una sociedad en paz, siendo incluso antagónicos a esta. Allí un soldado y sus respectivas armas representan la paz y el desarrollo en una sociedad que está continuamente amenazada por los talibanes. Allí lo democrático es, paradójicamente, la jerarquía militar, ellos son los que construyen escuelas e infraestructuras sociales para los más débiles, ellos son los defensores de los derechos civiles y humanos. Allí más ejército significa más esperanza para los malogrados afganos, y menos ejército significa morir a manos de los talibanes. En un mundo sin esperanza el único camino es la huida.
Más en http://www.criticasen8mm.com/2017/09/a-war-una-guerra-Krigen-pelicula.html#more
Porque "Krigen" nos muestra la difícil realidad de un jefe de escuadrón en la Guerra de Afganistán, la encrucijada la completan tres patas: por una parte desea volver con su familia a Dinamarca, por otra tiene el deber de poner a salvo a todo su escuadrón, y por último debe proteger a los civiles afganos de los terribles talibanes. La trama nos muestra cómo Pedersen intenta —sin éxito— hallar el equilibrio entre estos tres elementos, centrando sus esfuerzos en meternos de lleno en esa hazaña de supervivencia, y, gracias a una dirección de planos tipo documental, lograr que percibamos las dudas existenciales de este. La puesta en escena recrea una veraz y angustiante atmósfera; porque a Tobias Lindholm no le interesa aleccionar ni instruir idea alguna, sus pretenciones no van más allá de mostrarnos la dudas que tiene un ser humano en un contexto amoral e inestable.
En la guerra de Afganistán los valores morales son distintos a los de una sociedad en paz, siendo incluso antagónicos a esta. Allí un soldado y sus respectivas armas representan la paz y el desarrollo en una sociedad que está continuamente amenazada por los talibanes. Allí lo democrático es, paradójicamente, la jerarquía militar, ellos son los que construyen escuelas e infraestructuras sociales para los más débiles, ellos son los defensores de los derechos civiles y humanos. Allí más ejército significa más esperanza para los malogrados afganos, y menos ejército significa morir a manos de los talibanes. En un mundo sin esperanza el único camino es la huida.
Más en http://www.criticasen8mm.com/2017/09/a-war-una-guerra-Krigen-pelicula.html#more
29 de julio de 2016
29 de julio de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable película danesa donde nos presenta el conflicto de Afganistán de una manera diferente.
Como en una situación tensa el filo de la navaja del respeto a la vida de los civiles en un conflicto puede ser traspasado sin una voluntad plena de hacerlo.
Como en una situación tensa el filo de la navaja del respeto a la vida de los civiles en un conflicto puede ser traspasado sin una voluntad plena de hacerlo.
27 de diciembre de 2020
27 de diciembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy conmovedora y reflexiva película que combina la vida profesional y familiar de un comandante destinado en Afganistán que tiene que tomar una decisión crítica para salvar su vida y la de su equipo en combate.
Lo bueno es que te hace reflexionar sobre si la justicia es realmente ciega como realmente dicen. Buena dirección e interpretaciones muy notables. Cine social muy recomendable
Lo bueno es que te hace reflexionar sobre si la justicia es realmente ciega como realmente dicen. Buena dirección e interpretaciones muy notables. Cine social muy recomendable
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La parte mas emotiva me ha parecido la del juicio, sea culpable o no depende del punto de vista de cada uno.
Un subordinado miente para salvarle y el jurado tiende a empatizar con él y le exculpa a pesar de que su decisión costó vidas inocentes.
Cada uno puede pensar de un modo u otro, pero la culpabilidad no se acaba cuando te declaran inocente sino que perdonarse uno mismo ya es algo mas difícil. Y el detalle de arropar los pies de su hijo y recordar los pies de los niños asesinados es muy acertado
Un subordinado miente para salvarle y el jurado tiende a empatizar con él y le exculpa a pesar de que su decisión costó vidas inocentes.
Cada uno puede pensar de un modo u otro, pero la culpabilidad no se acaba cuando te declaran inocente sino que perdonarse uno mismo ya es algo mas difícil. Y el detalle de arropar los pies de su hijo y recordar los pies de los niños asesinados es muy acertado
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