Cóctel pasado-presente que trata de introducirnos en los complejos, temores, miedos, recuerdos, traumas y sentimientos de un padre y un hijo y de como, se puede ser capaz de perdonar y comenzar desde un nuevo punto de partida. "En todas las casas cuecen habas" sería un resumen que se ajusta a esta cinta y, a la realidad cotidiana, más o menos trágica pero que tras pasar por lo cotidiano de nuestras existencias se acaba conviertiendo en un pesado lastre con efecto rebote en el futuro del que debemos tratar de zafarnos, por nuestro propio bien y por el común. Es difícil, no siempre se puede, quizás hay que esperar a que una catarsis nos haga replantearnos nuestras posturas y actitudes pero, más vale tarde que nunca. A pesar de todo, si nos empeñamos, hasta de las experiencias y vivencias más traumáticas, se pude quizás sacar algo positivo que nos haga la vida y a nosotros mismos, menos radicales.
Roza lo sentimentaloide pero no llega a convertirse en un pastel de melaza. Es correcta para reflexionar y pasar un rato, sobre todo: AGRADABLE

La película, a priori, parecía interesante, sin embargo, se va haciendo repetitiva, se van repitiendo situaciones y escenarios una y otra vez, y al final se te acaba haciendo anodina y te aburres.
A destacar la interpretación de Ryan Reynolds y la de la siempre magistral Julia Roberts, que da un recital a pesar de aparecer más bien poco en pantalla.
Un dramón familiar de tomo y lomo, agradable en un principio pero aburrido según va avanzando, por repetitivo y por no tener ritmo.

Mi nota: 5

Los secretos de familia, si están bien interpretados, siempre merecen una visión. Cualquier película que cuente con un elenco en condiciones y verse acerca de aquellos cánceres establecidos en todas las familias en forma de rencores, conflictos, todo lo que nunca se ha dicho y relaciones tan cercanas como defectuosas, será una película interesante, por el sencillo echo de que será un placer disfrutar de un trabajo actoral basado en las emociones, relaciones, y los subtextos de éstas.

Otra cosa es que dicha película cuente con más alicientes que le puedan otorgar consistencia y trascendencia en el mejor sentido de la palabra. Películas tan distintas como Little Children, American Beauty o Hace Mucho que te Quiero contaban con los elementos comentados en el primer párrafo, pero además sus dramas familiares estaban aderezados con elementos universales (la protección y corrupción infantil, la pérdida de la ilusión por la vida o el peso de el pasado en la existencia) que las hacían magistrales.

Luciérnagas en el Jardín, más allá de un sólido reparto que consigue emocionar con su duro drama, carece de otros elementos que la hagan grande. Su ritmo es cansino, pues se apoya únicamente en los intérpretes, que por otra parte se encuentran desprotegidos por un guión que no desarrolla sus conflictos (la culpabilidad del hijo de Emily Watson, el aguante del personaje de Julia Roberts, el pasado con la mujer Ryan Reynolds, la relación entre Reynolds y Watson, el rencor y reconversión de Willem Dafoe) y que reitera en las -pocas- pericias que su director hace con la cámara.

Por ello lo mejor y más destacable de esta pequeña película es ese grupo de actores que consigue hacer veraz a esa herida y torturada familia aportándoles un carácter realista y cercano a sus personajes que nunca se ve apoyado por el guión o la puesta en escena. Una pena.

Interesante historia sobre los problemas de incomprensión sufridos por muchos hijos y padres, dirigida de una manera clara y sin sobresaltos la película eso sí no llega en ningún momento a ser algo más que correcta. Flashbacks bien utilizados para ayudarnos a comprender y a dimensionar el odio que el hijo ya adulto siente hacia su padre; un ritmo narrativo que a ratos se torna demasiado lento y hace que el espectador pierda un poco de interés.

En el plano interpretativo, actuaciones correctas de todo el elenco aunque la Roberts me queda debiendo dado su potencial pues no le podemos exigir lo mismo al Getafe que al Real Madrid verdad?


En mi humilde opinión la historia en manos de otro director se hubiese convertido en un mejor producto final y con esto no estoy diciendo que el film sea malo pero sí que pudo ser mucho mejor. En fin una peli bonita de ver pero que seguramente olvidarás muy pronto.

A raiz de un suceso trágico una familia tendrá que enfrentarse a los fantasmas del pasado para pasar página.

La película tiene una reparto más que aceptable, pero en mi opinión muy desaprovechado. Julia Roberts desempeña un papel sólo correcto, mientras que Willem Dafoe está demasiado sobreactuado. En mi opinión salvo la actuación de los más pequeños y la de Ryan Reynolds, el resto pasan muy desapercibidos.

La película comienza con fuerza que se va evaporando con los minutos, creando una acción demasiado lenta, con tramas demasiado vagas. Te quedas hasta el final viéndola esperando que al final levante cabeza, pero te encuentras con un final increiblemente anodino.

Una buena historia con buenos personajes y actores a los que no se les saca el jugo y te deja con muchas preguntas sin resolver. Lo único destacable como ya he mencionado la actuación de Ryan Reynolds y el joven Cayden Boyd.