Amor a la siciliana
29 de octubre de 2017
29 de octubre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pierfrancesco Diliberto nos presenta su segundo largometraje, tras ganar el premio a la mejor comedia, en los premios del cine europeo en 2014, con su opera prima “La mafia solo mata en verano” donde se reflejaba en tono de comedia la mafia y el crimen de los años 70 en Italia.
En esta ocasión nos cuenta una especie de precuela de su película debut, la historia de desarrolla en casi todo su contexto en Sicilia durante el año 1943, año en que los americanos delvolvierón el poder a la mafia a cambio de que les allanasen el terreno durante su lucha contra Mussolini.
La pareja protagonista que viven su noviazgo en Nueva York, pero este se ve claramente en peligro cuando el tío de ella decide casarla con otro hombre. El único que puede poner freno a ese matrimonio es el padre de la chica. Por ese motivo Arturo el protagonista se alistará en el ejército americano para viajar a la isla e intentan conocer al padre.
La película la verdad es que tienes buenas ideas, pero a la hora de desarrollarlas no consigue enlazar todo el conjunto. Hay un personaje cómico enfrentado a situaciones dramáticas pero en un contexto bélico, todo eso hay que saber manejarlo muy bien para que de buen resultado.
La película según su directo esta dedica a Ettore Scola y se eso se nota en todo momento ya que baraja elementos genéricos diversos como lo hacía el director.
Este tipo de comedias italianas, que es su país suelen triunfar casi siempre, cuando se proyectan en nuestro país pierden bastanta, quizás porque no estemos acostumbrados a ese tipo de humor, yo suele disfrutar mucho con este tipo de cine, pero en esta ocasión tengo que reconocer que no fue el caso, quitando alguna escena en concreto, no me hizo mucha gracia.
Lo mejor: El bonito pueblo donde se desarrolla la película.
Lo peor: El guión y el conjuntos de los actores protagonistas.
En esta ocasión nos cuenta una especie de precuela de su película debut, la historia de desarrolla en casi todo su contexto en Sicilia durante el año 1943, año en que los americanos delvolvierón el poder a la mafia a cambio de que les allanasen el terreno durante su lucha contra Mussolini.
La pareja protagonista que viven su noviazgo en Nueva York, pero este se ve claramente en peligro cuando el tío de ella decide casarla con otro hombre. El único que puede poner freno a ese matrimonio es el padre de la chica. Por ese motivo Arturo el protagonista se alistará en el ejército americano para viajar a la isla e intentan conocer al padre.
La película la verdad es que tienes buenas ideas, pero a la hora de desarrollarlas no consigue enlazar todo el conjunto. Hay un personaje cómico enfrentado a situaciones dramáticas pero en un contexto bélico, todo eso hay que saber manejarlo muy bien para que de buen resultado.
La película según su directo esta dedica a Ettore Scola y se eso se nota en todo momento ya que baraja elementos genéricos diversos como lo hacía el director.
Este tipo de comedias italianas, que es su país suelen triunfar casi siempre, cuando se proyectan en nuestro país pierden bastanta, quizás porque no estemos acostumbrados a ese tipo de humor, yo suele disfrutar mucho con este tipo de cine, pero en esta ocasión tengo que reconocer que no fue el caso, quitando alguna escena en concreto, no me hizo mucha gracia.
Lo mejor: El bonito pueblo donde se desarrolla la película.
Lo peor: El guión y el conjuntos de los actores protagonistas.
29 de mayo de 2018
29 de mayo de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pif, seudónimo de su director aborda su segundo trabajo sin abandonar su Sicilia natal ni su producto más internacional: La Mafia. No conozco su anterior film pero a este se le puede aplicar el dicho de "quien mucho abarca poco aprieta". Comedia, drama y denuncia política en un revuelto que no cuaja como debiera. Sus referentes del cine italiano como Benigni o incluso Fellini asoman la "patita" pero la distancia es infinita. Tampoco ayuda la escasa vis cómica de Pif, al menos en este personaje y los desangelados gags de una sátira que no encuentra su acomodo. La producción es aseada con una estupenda fotografía de Roberto Forza y esforzados secundarios.
Dicen que en la guerra y el amor todo vale. No tuvieron que pensárselo mucho los norteamericanos al ponerse en connivencia con la Mafia para que les ayudaran en su desembarco en Sicilia y ya de paso ir dejando cortafuegos anticomunistas, aunque el precio fuese la propio democracia. Un buen ensayo para lo que vendría después en España y Latinoamerica. "América first", ¿les suena?.
cineziete.wordpress.com
Dicen que en la guerra y el amor todo vale. No tuvieron que pensárselo mucho los norteamericanos al ponerse en connivencia con la Mafia para que les ayudaran en su desembarco en Sicilia y ya de paso ir dejando cortafuegos anticomunistas, aunque el precio fuese la propio democracia. Un buen ensayo para lo que vendría después en España y Latinoamerica. "América first", ¿les suena?.
cineziete.wordpress.com
4 de noviembre de 2017
4 de noviembre de 2017
8 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
El argumento se mueve entre la parodia, el sainete, el romance, el drama y la crítica política, y no acierta con ninguno, ni consigue encajarlos entre sí, como si fueran piezas de distintos puzzles. Los chistes son planos y poco originales, los personajes son de carton piedra, y hay más tópicos que minutos de metraje. El resultado es una película aburrida y sin interés. Ni siquiera la denuncia final basada en la realidad histórica, tiene mucha sustancia.
1 de noviembre de 2017
1 de noviembre de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
In guerra per amore nos sitúa junto a Arturo (Pierfrancesco Diliberto), actor que también dirige la película, y que decide alistarse al ejército americano para poder llegar a Sicilia a pedir al padre de su amada Flora (Miriam Leone) la mano de su hija, atrapada en un matrimonio de conveniencia que ha pactado ya su tío. El bobalicón protagonista mostrará al espectador el particular mundo siciliano de la época, dirigiendo una feroz crítica a la reinstauración de la democracia mediante la ayuda que la mafia prestó al ejército estadounidense. Yo te ayudo y tú me dejas los puestos de confianza, ya sabéis.
AMOR A LA SICILIANA, sin embargo, mezcla demasiados géneros y su vis cómica no acaba de explotarse salvo en contados gags; a veces ni siquiera funcionan y el humor no es muy a la española. El filme se va tornando cada vez más serio y el espectador ya no sabe si se trata de un drama o de una comedia, algo que su director, Pierfrancesco Diliberto, no ha sabido manejar adecuadamente. Al final, cuando el espectador abandona la sala no está demasiado seguro de si se ha divertido con una comedia o ha asistido a una película de época con ciertos tintes dramáticos. En todo caso, el propio protagonista se muestra pasivo y ajeno a todo lo que sucede a su alrededor, como si no fuera con él la cosa, algo que el espectador sin duda notará.
En definitiva, AMOR A LA SICILIANA comienza haciendo reír, de vez en cuando, pero poco a poco va mutando hacia una mezcla de géneros que no acaban de sentarle del todo bien. En todo caso, cuando funciona bien es precisamente cuando toca elementos más serios, como la influencia de la mafia en la sociedad italiana del momento y el impacto sobre el país. En todo caso, es una película entretenida y amena, pero no tan exitosa por estas tierras como lo ha sido en su país.
AMOR A LA SICILIANA, sin embargo, mezcla demasiados géneros y su vis cómica no acaba de explotarse salvo en contados gags; a veces ni siquiera funcionan y el humor no es muy a la española. El filme se va tornando cada vez más serio y el espectador ya no sabe si se trata de un drama o de una comedia, algo que su director, Pierfrancesco Diliberto, no ha sabido manejar adecuadamente. Al final, cuando el espectador abandona la sala no está demasiado seguro de si se ha divertido con una comedia o ha asistido a una película de época con ciertos tintes dramáticos. En todo caso, el propio protagonista se muestra pasivo y ajeno a todo lo que sucede a su alrededor, como si no fuera con él la cosa, algo que el espectador sin duda notará.
En definitiva, AMOR A LA SICILIANA comienza haciendo reír, de vez en cuando, pero poco a poco va mutando hacia una mezcla de géneros que no acaban de sentarle del todo bien. En todo caso, cuando funciona bien es precisamente cuando toca elementos más serios, como la influencia de la mafia en la sociedad italiana del momento y el impacto sobre el país. En todo caso, es una película entretenida y amena, pero no tan exitosa por estas tierras como lo ha sido en su país.
19 de abril de 2018
19 de abril de 2018
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Esta película la han titulado en España como Amor a la siciliana, pero su título original, más acorde es, “En guerra por amor” (“In guerra per amore”). Es la segunda película dirigida por Pierfrancesco Dilioberto (nombre artístico: Pif). Resulta ser una mezcla de comedia, romance, peli de guerra y film-denuncia llevada a buen puerto por un polivalente Pif, técnicamente impoluta y muy apropiada para pasar un rato con risa o con sonrisa, según a cada cual le permita su doctrina.
El director Pierfrancesco Dilioberto (Pif), a la manera de Benigni encarna la figura un infortunado que por males de amor se ve impulsado, cual modesto peón, en turbulencias históricas y sociales reales, capítulos históricos que sucedieron, para desgracia de Italia. Pif es la síntesis del italiano recluta y sin mando que sabe resignificar su pequeño papel histórico en aquella Sicilia de 1943 que vino a ser un punto trascendental durante la Segunda Guerra Mundial. Pif es protagonista, guionista y director, todo un cómico con un discurso que ofrecer; con un proyecto.
Tiene un guión trabado, interesante y a la vez humorístico de Pierfrancesco Diliberto, Michele Astori y Marco Martani en que la trama colorea de afección la segunda gran Guerra mezclando los dos terrenos de juego en los que todo vale: la guerra y el amor. Diálogos ocurrentes, análisis social y antropológico con gracia pues compara la idiosincrasia siciliana con la americana, y otros. Además, da rienda al actor Pif para que muestre su siempre ‘discutible’ vis cómica.
Bonita música de Santi Pulvirenti, magnífica fotografía de Roberto Forza y una muy buena puesta en escena.
En el reparto sobresale Pierfranceso Diliberto que en la generalidad de su trabajo acierta a desarrollar un papel en que confluyen hilos diferentes como el amor, el humor, la perspicacia y otros a los que dota de credibilidad. Miriam Leone, muy hermosa, está estupenda.
El film narra la historia siguiendo unos patrones conservadores nada predecibles ni mansos, con cierta exuberancia formal en la que el pueblo siciliano de Crisafullo cobra vida. Pero nada comparable a la sagacidad política de la resolución, que puede fácilmente trasladarse al momento actual.
Es una película que ha tenido enorme éxito en Italia con más de cuatro millones de espectadores y siete candidaturas en los David di Donatello, una obra en la que se pueden reconocer fácilmente imágenes fellinianas (soldado descendiendo en paracaídas sobre los lomos de un burro, y otras) y que tiene ideas buenas como un llamativo 'pre-selfi'.
Creo que es una película para pasar un buen rato: amor, el sueño americano, nostalgia con un punto de ironía donde lo heroico y lo cobarde se dan la mano para bailar, donde el 'chico encuentra chica' posee más fuerza que la liberación y donde la comedia italiana hace de la Historia un sainete aceptable.
El director Pierfrancesco Dilioberto (Pif), a la manera de Benigni encarna la figura un infortunado que por males de amor se ve impulsado, cual modesto peón, en turbulencias históricas y sociales reales, capítulos históricos que sucedieron, para desgracia de Italia. Pif es la síntesis del italiano recluta y sin mando que sabe resignificar su pequeño papel histórico en aquella Sicilia de 1943 que vino a ser un punto trascendental durante la Segunda Guerra Mundial. Pif es protagonista, guionista y director, todo un cómico con un discurso que ofrecer; con un proyecto.
Tiene un guión trabado, interesante y a la vez humorístico de Pierfrancesco Diliberto, Michele Astori y Marco Martani en que la trama colorea de afección la segunda gran Guerra mezclando los dos terrenos de juego en los que todo vale: la guerra y el amor. Diálogos ocurrentes, análisis social y antropológico con gracia pues compara la idiosincrasia siciliana con la americana, y otros. Además, da rienda al actor Pif para que muestre su siempre ‘discutible’ vis cómica.
Bonita música de Santi Pulvirenti, magnífica fotografía de Roberto Forza y una muy buena puesta en escena.
En el reparto sobresale Pierfranceso Diliberto que en la generalidad de su trabajo acierta a desarrollar un papel en que confluyen hilos diferentes como el amor, el humor, la perspicacia y otros a los que dota de credibilidad. Miriam Leone, muy hermosa, está estupenda.
El film narra la historia siguiendo unos patrones conservadores nada predecibles ni mansos, con cierta exuberancia formal en la que el pueblo siciliano de Crisafullo cobra vida. Pero nada comparable a la sagacidad política de la resolución, que puede fácilmente trasladarse al momento actual.
Es una película que ha tenido enorme éxito en Italia con más de cuatro millones de espectadores y siete candidaturas en los David di Donatello, una obra en la que se pueden reconocer fácilmente imágenes fellinianas (soldado descendiendo en paracaídas sobre los lomos de un burro, y otras) y que tiene ideas buenas como un llamativo 'pre-selfi'.
Creo que es una película para pasar un buen rato: amor, el sueño americano, nostalgia con un punto de ironía donde lo heroico y lo cobarde se dan la mano para bailar, donde el 'chico encuentra chica' posee más fuerza que la liberación y donde la comedia italiana hace de la Historia un sainete aceptable.
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