Anfibilandia (Serie de TV)

Desde que tuve una hija, no es nada fácil librarse de ver alguna serie animada, o quizá poco animada, depende de qué toque. Anfibilandia la he ido viendo a saltos, sin seguir el orden de capítulos, pasando de la tercera temporada a la primera, según la emitieran... pero que finalmente me enganchó. Al principio parecía la típica serie sin mucha chicha, aunque bien realizada, unas aventurillas en un mundo extraño poblado por batracios. Pero poco a poco el argumento se fue centrando en lo que verdaderamente quería contar, y por primera vez en bastante tiempo, tratándose de unos dibujos made in USA y de Disney, nada menos, comprobé que se tomaba en serio a sí misma, que creía en lo que contaba, que trataba a sus personajes (y a sus espectadores) con mimo, con respeto.
El último episodio es muy emocionante. No diré cómo termina la serie, pero sí que la vida tiene aristas, y que aquí no se pulen. En definitiva, una serie moderna, que no posmoderna. Una serie con principio, desarrollo y final, y no un cúmulo de mil episodios sin conexión con nada. Y una suerte para los niños de hoy, el que aún se hagan cosas así.