Identidad desconocida
7.2
108,463
Acción. Intriga. Thriller
Un hombre amnésico es rescatado por la tripulación de un barco pesquero italiano cuando flota a la deriva en el mar. No lleva nada consigo. Sólo las balas que lleva clavadas en la espalda y un número de cuenta de un banco suizo que lleva adherido a la cadera. Carece de identidad y de pasado, pero posee unas serie de talentos extraordinarios en artes lingüísticas, marciales y de autodefensa que sugieren una profesión de riesgo. Confuso y ... [+]
5 de junio de 2015
5 de junio de 2015
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estupenda película muy bien estructurada con un guión sin concesiones que transporta al espectador de una a otra escena, logrando que se meta en la trama y pase a formar parte del propio elenco.
Después de visionar todas, excepto la última, debo reconocer que ninguna de ellas me ha defraudado, pero sí destacar, que todas las secuelas, sin excepción, se alimentaron de la primera sin aportar nada original, limitándose a repetir las claves que llevaron al éxito, a "EL CASO BOURNE"
Después de visionar todas, excepto la última, debo reconocer que ninguna de ellas me ha defraudado, pero sí destacar, que todas las secuelas, sin excepción, se alimentaron de la primera sin aportar nada original, limitándose a repetir las claves que llevaron al éxito, a "EL CASO BOURNE"
18 de julio de 2005
18 de julio de 2005
23 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo bueno es que lo plantean todo de forma que presentan una excusa perfecta para que se sucedan las escenas de acción (espectaculares todas), no resultando forzadas en ningún momento.
Además, una banda sonora con el adecuado estilo de John Powell y un sofisticado y trepidante montaje elevan la tensión y la intriga hasta altas cotas.
Franka Potente está fantástica. Matt Damon nunca me ha parecido buen actor, pero hay que reconocer que sabe elegir los papeles que más le van.
Además, una banda sonora con el adecuado estilo de John Powell y un sofisticado y trepidante montaje elevan la tensión y la intriga hasta altas cotas.
Franka Potente está fantástica. Matt Damon nunca me ha parecido buen actor, pero hay que reconocer que sabe elegir los papeles que más le van.
11 de diciembre de 2008
11 de diciembre de 2008
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchos lectores conocen a Jason Bourne, el enigmático héroe que protagoniza los tres best sellers escritos por Robert Ludlum, que sin duda era uno de los escritores más populares del mundo y que escribió su primer libro "The Bourne inentity" en plena Guerra Fria. Casi dos decadas despues el director Doug Liman inspirado por la novela de Ludlum decidió enfrentarse a la tarea de preservar el espíritu de la novela para crear una película de personajes y no una pelicula de acción de puro género, aprovechandose de la ventaja de haber vivido una experiencia real ya que su padre trabajó en Washington en casos del Irán y la Contra, lo que le permitió ver espias auténticos en acción. Por mucho que suene esto ha ciencia ficción es cierto y quizás ahí esta el secreto de su enorme exito. Aunque sin duda parte de la culpa la tienen los personajes de Bourne que es interpretado por el gran Matt Damon, a que podemos ver en "El Indomable Will Hunting" junto a Ben Affleck donde hace una de sus mejores interpretaciones de su carrera cinematografica y que acepto el papel con gran entusiasmo en un abrir y cerrar de ojos y Merie, interpretada por la actriz alemana Franka Potente la que nos dejo boquiabiertos con su trabajo en "Corre Lola corre". En conclusión, un guion perfecto, un director perfecto y un reparto de cine hacen de "El caso Bourne" una película que ha sabido recoger, rejuvenecer y actualizar el espíritu de la saga de James Bond, con un trama mas complejo y menos predecible de lo normal y con secuencias de acción, repletas de encantadores clichés (desde la persecución con coches por las calles de París que nos retrotrae a los mejores momentos del género, hasta los tiroteos y peleas constantes), desprenden adrenalina y buenas maneras y un final que hace reflexionar.
19 de agosto de 2007
19 de agosto de 2007
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
A la espera de ver esta próxima semana "El ultimatum de Bourne", he querido revisar las dos anteriores películas de la saga esta "bourniana", de la que no tenía una mirada demasiado positiva, precisamente, y lo cierto es que han sido un redescubrimiento.
Al margen de detalles que no me suelen gustar en el cine como el enmarañamiento de tramas conspiratorias, políticas y detectivescas tan típicas del cine de espionaje, he disfrutado mucho más que la primera vez de dos cintas de acción entretenídisimas y muy bien planificadas y ejecutadas en todos los ámbitos de la producción, con un perfecto montaje y guiones muy efectivos aun con las típicas licencias que tienes que estar dispuesto a tragarte cuando ves productos de este género.
En cualquier caso, me quedo con la primera entrega, que me parece superior a la segunda, dirigida por Paul Greengrass, por que es más entretenida, al presentar al personaje e iniciar la historia, y porque la cámara en ocasiones excesivamente histérica de Greengrass es un tanto mareante, aunque haya que reconocer que las escenas de persecuciones callejero-automovilísticas por diversas ciudades europeas están a una gran altura.
Así que tras, como digo, redescubrir estas dos en ocasiones estupendas cintas de acción e intriga, me dispongo a ver con muchas mayores ganas de las que tenía hace unos días la tercera y al parecer última entrega de las aventuras y vicisitudes de la máquina perfectamente entrenada para matar que es Jason Bourne. Su problema es que también fue entrenado para no sentir, y eso al parecer no salió tan bien...
Al margen de detalles que no me suelen gustar en el cine como el enmarañamiento de tramas conspiratorias, políticas y detectivescas tan típicas del cine de espionaje, he disfrutado mucho más que la primera vez de dos cintas de acción entretenídisimas y muy bien planificadas y ejecutadas en todos los ámbitos de la producción, con un perfecto montaje y guiones muy efectivos aun con las típicas licencias que tienes que estar dispuesto a tragarte cuando ves productos de este género.
En cualquier caso, me quedo con la primera entrega, que me parece superior a la segunda, dirigida por Paul Greengrass, por que es más entretenida, al presentar al personaje e iniciar la historia, y porque la cámara en ocasiones excesivamente histérica de Greengrass es un tanto mareante, aunque haya que reconocer que las escenas de persecuciones callejero-automovilísticas por diversas ciudades europeas están a una gran altura.
Así que tras, como digo, redescubrir estas dos en ocasiones estupendas cintas de acción e intriga, me dispongo a ver con muchas mayores ganas de las que tenía hace unos días la tercera y al parecer última entrega de las aventuras y vicisitudes de la máquina perfectamente entrenada para matar que es Jason Bourne. Su problema es que también fue entrenado para no sentir, y eso al parecer no salió tan bien...
16 de julio de 2012
16 de julio de 2012
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quiero dar ostias como Jason.
Quiero ser agente secreto y tener una cuenta en Suiza.
Quiero que se enamore de mí la buena de la película.
Quiero ser la pesadilla de los burócratas de Washington.
Quiero entrar a una cafetería y saber cuanta gente hay y cuáles son mis salidas en caso de emergencia antes de que me llegue el café a la mesa.
Quiero pasarme la vida huyendo de alguien que me persigue o persiguiendo a alguien que huye.
Pero sobre todo, quiero darme una ostia en la cabeza tan fuerte como la que se dio Jason y así olvidarme de toda la mierda que veo cada día, cada momento. Sería algo bueno, empezar de nuevo.
Pero, ¿se puede hacer de verdad? ¿O sólo pasa en las películas?
Quiero ser agente secreto y tener una cuenta en Suiza.
Quiero que se enamore de mí la buena de la película.
Quiero ser la pesadilla de los burócratas de Washington.
Quiero entrar a una cafetería y saber cuanta gente hay y cuáles son mis salidas en caso de emergencia antes de que me llegue el café a la mesa.
Quiero pasarme la vida huyendo de alguien que me persigue o persiguiendo a alguien que huye.
Pero sobre todo, quiero darme una ostia en la cabeza tan fuerte como la que se dio Jason y así olvidarme de toda la mierda que veo cada día, cada momento. Sería algo bueno, empezar de nuevo.
Pero, ¿se puede hacer de verdad? ¿O sólo pasa en las películas?
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