Tres anuncios por un crimen
2017 

7.6
54,917
Thriller. Drama
Mildred Hayes (Frances McDormand), una mujer de 50 años cuya hija adolescente ha sido violada y asesinada, decide iniciar por su cuenta una guerra contra la Policía de su pueblo, Ebbing, al considerar que no hacen lo suficiente para resolver el caso y que se haga justicia. Su primer paso será contratar unas vallas publicitarias denunciando la situación y señalando al jefe de policía, William Willoughby (Woody Harrelson), como ... [+]
31 de enero de 2018
31 de enero de 2018
113 de 166 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es increíble que una película como ésta pueda ser rechazada por comentarios destructivos. La película es excepcional en su montaje, en sus actuaciones, en su dirección, en sus localizaciones, en el tratamiento del guion y en todos los aspectos, la brutalidad que exhibe el inmenso Sam Rockwell es más común de lo que uno piensa y no se ha entendido. Es impepinable que la película se limita a las circunstancias y no puede ir explicando cada secuencia y entretenerse en lo que sería lo cotidiano e insustancial de lo que uno hace o no hace cuando no hace nada, por ejemplo. Es alucinante que alguien se queje de que al sheriff no le pegue la mujer que tiene, seguro que esa persona luego se definirá en sus círculos como persona de mente abierta y libre de prejuicios. Se queda uno nota.
La película es, en todos los aspectos, una bocanada de aire renovado, enclavada en esa América que de profunda no tiene un pelo, es la América de los Coen, de las buddy movie de cachondeo, tan reconocible que te hace sentirte como en casa, mientras te mete en el asunto sin explicaciones y desde el minuto uno en el que ya estás absorto, enganchado. Quién no lo esté no se entiende.
Sam Rockwell está inmenso, es difícil pensar en alguien que pudiera superarle a la hora de meterse en el papel de un poli con tal gama de psicopatías, brutalidad y encima llegar a entenderlo y reconocerlo, que es más difícil todavía. Lo mismo que todos los demás que ya es decir, incluyendo el racimo de barbaridades con las que nos deleita la señora Frances. En fin, no sé qué se puede achacar en contra de la escena en la que Woody tose sin querer cuando es una secuencia acojonante de un realismo tal que hasta tú mismo le disculpas al tío. Bueno, la película es excepcional, con personajes de alta gama incluyendo a Peter Dinklage, inmenso, cómo pasea y representa el peso de todos los que son cómo él, de toda una vida vivida siendo diferente y la protesta terrenal que clama de continuo. Es acojonante, ya nos lo demostró en Vías cruzadas, algo fuera de serie, cada minuto es aprovechable y para reflexionar profundamente. Pienso que hay gente muy enclaustrada en sus ideas, y en vez de aceptar unos hechos expuestos de forma peliculera pero con ganas y eficacia, no lo olvidemos, buscan razones para seguir con sus verdades y les cuesta respetar las que no comulgan con las suyas y te quieren convencer de ideas absurdas muy lejos de la realidad de esta película.
La película es, en todos los aspectos, una bocanada de aire renovado, enclavada en esa América que de profunda no tiene un pelo, es la América de los Coen, de las buddy movie de cachondeo, tan reconocible que te hace sentirte como en casa, mientras te mete en el asunto sin explicaciones y desde el minuto uno en el que ya estás absorto, enganchado. Quién no lo esté no se entiende.
Sam Rockwell está inmenso, es difícil pensar en alguien que pudiera superarle a la hora de meterse en el papel de un poli con tal gama de psicopatías, brutalidad y encima llegar a entenderlo y reconocerlo, que es más difícil todavía. Lo mismo que todos los demás que ya es decir, incluyendo el racimo de barbaridades con las que nos deleita la señora Frances. En fin, no sé qué se puede achacar en contra de la escena en la que Woody tose sin querer cuando es una secuencia acojonante de un realismo tal que hasta tú mismo le disculpas al tío. Bueno, la película es excepcional, con personajes de alta gama incluyendo a Peter Dinklage, inmenso, cómo pasea y representa el peso de todos los que son cómo él, de toda una vida vivida siendo diferente y la protesta terrenal que clama de continuo. Es acojonante, ya nos lo demostró en Vías cruzadas, algo fuera de serie, cada minuto es aprovechable y para reflexionar profundamente. Pienso que hay gente muy enclaustrada en sus ideas, y en vez de aceptar unos hechos expuestos de forma peliculera pero con ganas y eficacia, no lo olvidemos, buscan razones para seguir con sus verdades y les cuesta respetar las que no comulgan con las suyas y te quieren convencer de ideas absurdas muy lejos de la realidad de esta película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El poli interpretado por Sam Rockwell sí cambia al final, es porque en realidad carece de un modelo de personalidad, porque es un homófobo con tendencias homosexuales y no tiene ni idea de qué va el mismo por la vida porque su madre lo envenenado, como se hace, día a día, pero una carta del sheriff le llega al corazón porque eso era lo que necesitaba, comprensión por parte de alguien, en definitiva, cariño. Hay gente que les sobra el cariño es dichosa y mema, pero hay quien no lo tiene nunca, joder, que no lo sabemos, por eso decir que porque el sheriff le escriba no debe hacerlo cambiar, es no saber de qué va la cosa. Pero ni idea ni de lejos.
Y cuando tira por la ventana al menda de los anuncios, uno se escandaliza de que inmediatamente no se arme un revuelo y sea detenido. Vamos a ver ¿de qué va la película? ¿quién te dice que no? El tío es atendido, y lo será después de que a todos se les pase el susto, porque si alguien dice algo están tan acojonados que se temen que el poli vaya a por él, le haga subir las escaleras y le tire también por la ventana. Es lo que pasa, la gente se acojona. El único que tiene huevos es el poli negro, el nuevo sheriff, y lo hace de puta madre, con estilo, porque le sale así de los huevos y le echa del Cuerpo ipso facto.
Y si la mujer le pega dos patadas a los alumnos porque le han tirado una lata al cristal de coche, por supuesto que se las puede ver con la justicia luego, lo que pasa es que no se van a entretener en explicar cómo va la cosa luego cuando le llegue la denuncia. Es de cajón. Ya recibirá la citación del juez, no os preocupéis, igual que la del dentista, así funcionan las cosas, no hay más que verlo, que te peguen una hostia por la calle a ver quién te defiende, tío.
Lo que cuenta es la historia tan redonda sobre el poli que termina con la madre, Frances MacDormant, unidos de una forma bárbara que dice mucho de la esperanza del ser humano para terminar comprendiendo a los demás, una vez aceptándose el uno al otro, genial, y así al final justo podemos también comprender esta película. Encima la justicia que clama la madre, terminan cuestionándosela los dos, luego el final es ciertamente de alucine, te llevas la decepción de que no se trata del asesino de la niña pero a cambio, ganas en una explicación redonda, no del perdón mierdero, si no de la salvación de uno mismo para no convertirse en lo que uno tanto odia.
Que no te gusta la película, ok, es comprensible, pero no cuentes historias. NO te gusta y punto, pero la película es cojonuda te pongas a poner anuncios o lo que quieras.
Y cuando tira por la ventana al menda de los anuncios, uno se escandaliza de que inmediatamente no se arme un revuelo y sea detenido. Vamos a ver ¿de qué va la película? ¿quién te dice que no? El tío es atendido, y lo será después de que a todos se les pase el susto, porque si alguien dice algo están tan acojonados que se temen que el poli vaya a por él, le haga subir las escaleras y le tire también por la ventana. Es lo que pasa, la gente se acojona. El único que tiene huevos es el poli negro, el nuevo sheriff, y lo hace de puta madre, con estilo, porque le sale así de los huevos y le echa del Cuerpo ipso facto.
Y si la mujer le pega dos patadas a los alumnos porque le han tirado una lata al cristal de coche, por supuesto que se las puede ver con la justicia luego, lo que pasa es que no se van a entretener en explicar cómo va la cosa luego cuando le llegue la denuncia. Es de cajón. Ya recibirá la citación del juez, no os preocupéis, igual que la del dentista, así funcionan las cosas, no hay más que verlo, que te peguen una hostia por la calle a ver quién te defiende, tío.
Lo que cuenta es la historia tan redonda sobre el poli que termina con la madre, Frances MacDormant, unidos de una forma bárbara que dice mucho de la esperanza del ser humano para terminar comprendiendo a los demás, una vez aceptándose el uno al otro, genial, y así al final justo podemos también comprender esta película. Encima la justicia que clama la madre, terminan cuestionándosela los dos, luego el final es ciertamente de alucine, te llevas la decepción de que no se trata del asesino de la niña pero a cambio, ganas en una explicación redonda, no del perdón mierdero, si no de la salvación de uno mismo para no convertirse en lo que uno tanto odia.
Que no te gusta la película, ok, es comprensible, pero no cuentes historias. NO te gusta y punto, pero la película es cojonuda te pongas a poner anuncios o lo que quieras.
18 de febrero de 2018
18 de febrero de 2018
59 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras ‘Escondidos en Brujas’ y ‘Siete psicópatas’ Martin McDonagh firma su película más redonda con la magnífica ‘Tres anuncios a las afueras’. El mejor guion sin duda del año. Una tragedia con mucho sentido del humor y con un agradable sabor a los Hermanos Coen.
Todo comienza con la imagen de tres vallas publicitarias que poco después se convertirán en el desencadenante de un vendaval de ira, odio y venganza, con terribles consecuencias para todos.
Con un personaje protagonista en busca de justicia, Mildred (sublime Frances McDormand) que cada vez que abre la boca deja una frase antológica.
Y un personaje antagonista, el policía Dixon interpretado de manera magistral por Sam Rockwell, que sufre una auténtica transformación.
2 personajes tan bien escritos y con diálogos tan brillantes, que deberían añadirlos a la asignatura de guion. (“- ¿Cómo va el negocio de torturar negros, Dixon?” “- Se dice “Negocio de Torturar a Personas de Color” ahora.”)
Un GUION con mayúsculas donde todo fluye. Donde temas como el racismo o el machismo surgen a partir de la confrontación de los personajes. Al igual que el humor, que permanece al acecho, para dar luz a los momentos más sombríos y no permitir, en cierta medida, que nos quedemos a oscuras.
“Supongo que debemos decidirlo por el camino” es un buen ejemplo de ello.
Todo comienza con la imagen de tres vallas publicitarias que poco después se convertirán en el desencadenante de un vendaval de ira, odio y venganza, con terribles consecuencias para todos.
Con un personaje protagonista en busca de justicia, Mildred (sublime Frances McDormand) que cada vez que abre la boca deja una frase antológica.
Y un personaje antagonista, el policía Dixon interpretado de manera magistral por Sam Rockwell, que sufre una auténtica transformación.
2 personajes tan bien escritos y con diálogos tan brillantes, que deberían añadirlos a la asignatura de guion. (“- ¿Cómo va el negocio de torturar negros, Dixon?” “- Se dice “Negocio de Torturar a Personas de Color” ahora.”)
Un GUION con mayúsculas donde todo fluye. Donde temas como el racismo o el machismo surgen a partir de la confrontación de los personajes. Al igual que el humor, que permanece al acecho, para dar luz a los momentos más sombríos y no permitir, en cierta medida, que nos quedemos a oscuras.
“Supongo que debemos decidirlo por el camino” es un buen ejemplo de ello.
17 de enero de 2018
17 de enero de 2018
121 de 202 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco no haber conectado con la película de McDonagah en ningún momento y visto el caluroso entusiasmo con el que ha sido recibida pienso que igual es cosa mía y el problema radica en que, tal vez, no he sido capaz de apreciar todas sus virtudes. Aún así trataré de exponer porque me parece un film mediocre e impostado.
La película me parece que cuenta una historia a todas luces creible pero la manera que tiene de mostrar sus cartas me parece falsa, llena de clichés y tosquedades por culpa, a mí parecer, de un guión que no entiende de matices o tonos grises. Abusa de subrayados y de reiteraciones.
Enumero en spoiler algunas de las incongruencias que me pareció percibir en la cinta. Lo hago en spoiler para no molestar a quien no la haya visto.
La película me parece que cuenta una historia a todas luces creible pero la manera que tiene de mostrar sus cartas me parece falsa, llena de clichés y tosquedades por culpa, a mí parecer, de un guión que no entiende de matices o tonos grises. Abusa de subrayados y de reiteraciones.
Enumero en spoiler algunas de las incongruencias que me pareció percibir en la cinta. Lo hago en spoiler para no molestar a quien no la haya visto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-¿Es creible la pareja formada por Harrelson y su mujer? A él no me le creo con ella ni a ella con él sin ningún tipo de dato o explicación que lo justifique.
-¿Por qué es como es la escena en la que el ex marido de la protagonista se encara a ella y el chico le pone un cuchillo en la garganta? Siendo el hombre un maltratador me extraña la normalidad de ese encuentro en un principio pero más me descoloca que después del momento del cuchillito, acto seguido el chico retira el cubierto (sin respuesta del padre ni reacción alguna) y recoge, con su padre, la mesa del suelo como si no hubiese pasado nada.
-¿Por qué cuando el «poli tonto» machaca a dos personas tirando a una de ellas por la ventana no solo hay impunidad sino que nadie valora o cuestiona consecuencias legales de tal acto? Sucede algo similar cuando la señora Frances agrede a dos chicos en la puerta del instituto (delante de todos los compañeros) o cuando el sospechoso apalea a Rockwell.
-¿Alguien puede creerse que ese «poli tonto» se rebele automáticamente contra sí mismo y cambie con una radicalidad pasmosa al leer la carta de su amigo y pase, en cuestión de minutos, de ser un ser asqueroso y repulsivo a convertirse en el héroe absoluto de la película y el gran aliado de la protagonista? Además, para colmo, según revela al final, ya sabía quién incendió la comisaría con él dentro y eso no le impidió jugarse la vida por ella sin dudas de ninguna clase cuando el director se ha empeñado durante toda la película en remarcar lo soberbio e imbécil que es.
-¿Por qué es como es la escena en la que el ex marido de la protagonista se encara a ella y el chico le pone un cuchillo en la garganta? Siendo el hombre un maltratador me extraña la normalidad de ese encuentro en un principio pero más me descoloca que después del momento del cuchillito, acto seguido el chico retira el cubierto (sin respuesta del padre ni reacción alguna) y recoge, con su padre, la mesa del suelo como si no hubiese pasado nada.
-¿Por qué cuando el «poli tonto» machaca a dos personas tirando a una de ellas por la ventana no solo hay impunidad sino que nadie valora o cuestiona consecuencias legales de tal acto? Sucede algo similar cuando la señora Frances agrede a dos chicos en la puerta del instituto (delante de todos los compañeros) o cuando el sospechoso apalea a Rockwell.
-¿Alguien puede creerse que ese «poli tonto» se rebele automáticamente contra sí mismo y cambie con una radicalidad pasmosa al leer la carta de su amigo y pase, en cuestión de minutos, de ser un ser asqueroso y repulsivo a convertirse en el héroe absoluto de la película y el gran aliado de la protagonista? Además, para colmo, según revela al final, ya sabía quién incendió la comisaría con él dentro y eso no le impidió jugarse la vida por ella sin dudas de ninguna clase cuando el director se ha empeñado durante toda la película en remarcar lo soberbio e imbécil que es.
6 de enero de 2018
6 de enero de 2018
51 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
02/02(02/01/18) Brillante tercer largometraje del irlandés Martin McDonagh (producida, escrita y dirigida por él), ha pulido su obra más madura y equilibrada, mordaz dramedia que se te quedará por siempre, comedia negra, o drama sobre el dolor y la ira con mucho humor, todo se mezcla en simbiosis fabulosa, deriva en un fresco punzante de la América profunda, con notorios efluvios a los Coen, en que se puede ver como una especie de tríptico con las recientes del año pasado “Hell or high water” y “Manchester by the sea”, donde se tratan temas similares, una ácida reflexión sobre nuestras ansias de justicia vengativa, una radiografía que deconstruye los mitos de la América rural, la de “rednecks” y “trash White”, muestra personajes en su escaparate típicos del entorno, tallados geosocialmente en un entorno donde reina la “tiranía” (o sea, violencia) policial, el racismo, la homofobia, el machismo, el alcoholismo, y toda intolerancia posible (también a los enanos), pero que al escarbar en ellos el realizador los dota de alma, de debilidades, de virtudes, de capacidad de evolucionar, de sobre todo dimensión humana, haciéndonoslos cercanos en sus tonalidades grises. En su superficie un relato sobre una tragedia que a través de una “madre coraje” se hace un lienzo de con varias capas de análisis, donde la profundidad nos hace calarnos un relato poliédrico. Argumento que hunde sus fauces en los sentimientos de culpa que nos hacen buscar chivos expiatorios a nuestros errores. Desarrollando una cinta que desborda agilidad, con diálogos procaces, frescos, réplicas y contrarréplicas vibrantes, donde los tacos son tsunami, y con un monólogo abrasador de la “heroína” contras la Iglesia Apoteósico.
Film que con gran inteligencia navega entre la crudeza de violaciones, palizas brutales, cáncer, maltrato machista, rostros quemados, con mucha sangre, con racismo, venganzas, y ello entrelazado a un nihilismo humorístico turbador que delinea un micromundo de personajes imperfectos, donde los buenos y malos no existen, es la complejidad y ambigüedad humana la que sobresale, se expresan entre diálogos más afilados que una Katana Hattori Hanzo, y con sus acciones viscerales, las que salen del fondo del corazón (sin filtros), llegando en el desarrollo a emocionar, pero sin caer en sensiblerías, los protagonistas se muestran como personas duras que deben (todos) convivir con el dolor.
Un libreto excelentemente estructurado, sabiendo sorprender, cogiendo estereotipos y sabiendo retorcerlos, al principio creemos que Mildred es una Madre Coraje víctima de un entorno rural amodorrado, pero las cosas conforme avanzan nunca son lo que parecen, el sheriff a priori es un tipo rudo, el ayudante un racista violento redneck, pero nada es lo que parece, no hay blanco o negro, la vida se mueve en grises y hay el realizador es un cirujano consumado proyectando las contradicciones, para ello está fenomenal el uso que hace de la bandera USA como fondo paradójico en algunas secuencias, queriendo enraizarnos en este mundo cerrado tan montañés estadounidense.
Es un retrato de personalidades poliédricas, con sus virtudes y sus enormes aristas: Destaca por supuesto la “heroína” Mildred Hayes, una guerrera, una estoica Madre Coraje, lenguaraz en su obsceno lenguaje, decidida, autosuficiente, una especie de pistolero en el oeste luchando contra el sistema, moviéndose entre lo conmovedor y lo repelente, y siempre hacia adelante, siempre creyendo en sus convicciones, nada le tuerce. Y todo ello encarnándolo con un brío y electricidad majestuoso por Frances McDormand, su mejor actuación en su exitosa filmografía, sublime el modo de modular dolor y causticismo nihilista, con una mirada penetrante, con una oralidad ametralladora, utilizando los insultos cual cowboy en el wild west, mujer dura que deja traslucir grietas de fragilidad(es bello momento en que habla con un ciervo). Le ayuda su imagen sin aparente maquillaje, siempre con un mono de trabajo y un pañuelo en badana en la cabeza, cual uniforme de batalla, emitiendo poderío y seguridad en sí misma, su pose imperturbable es el espejo de su dolor, y ello en una evolución sutil, remarcada en su sonrisa final. Una fuerza desatada de la naturaleza que arrolla la pantalla en el soliloquio (jaque mate) al cura que pretende reprenderla. Supongo que el Oscar de este año tiene ya su nombre (y aún no la han nominado), cuidado miembros de la Academia si no queréis carteles a las puertas de vuestras casas; Como antagonista está el ayudante del sheriff, Jason Dixon, tipo zafio, inculto, odioso, homófobo, racista, violento, un clásico redneck, un perdedor que aún vive con su madre, tipo que en su ignorancia cree defender a su jefe con sus impulsos básicos. Encarnado por un titánico Sam Rockwell, dotando a su rol de patetismo, de ira, de energía constante, de ira, de instintos primarios, moviéndose entre lo jocoso y lo deplorable, el actor (en su mejor actuación hasta la fecha) sabe dosificarlo con rayos de humanidad, con una transformación muy bien llevada, maravillosa interpretación teniendo una fascinante y perturbadora química con McDormand (Mildred “Sigues en el negocio de torturar negros”, la respuesta de Dixon es impresionante “No es políticamente correcto decir eso. Se dice negocio de torturar gente de color”), siendo el culmen esa última charla en el coche (spoiler); El jefe de Policía Willoughby que en principio lo esperas como un facha despótico, nos hace un zasca a exponerlo como un tipo comprensivo, atento, cariñoso con su familia, y que sabe convivir dignamente con un cáncer. Woody Harrelson está notable emitiendo tolerancia, sabiduría, incluso en su tramo final ternura, convirtiéndose con el devenir del relato en la brújula moral de la historia, con narración omnisciente añadida; Del poder en la delineación de personajes habla el modo en que sabe dar a secundarios su minuto de gloria que aprovechan luciéndose (no puedo extenderme por falta el límite de caracteres).
Film que con gran inteligencia navega entre la crudeza de violaciones, palizas brutales, cáncer, maltrato machista, rostros quemados, con mucha sangre, con racismo, venganzas, y ello entrelazado a un nihilismo humorístico turbador que delinea un micromundo de personajes imperfectos, donde los buenos y malos no existen, es la complejidad y ambigüedad humana la que sobresale, se expresan entre diálogos más afilados que una Katana Hattori Hanzo, y con sus acciones viscerales, las que salen del fondo del corazón (sin filtros), llegando en el desarrollo a emocionar, pero sin caer en sensiblerías, los protagonistas se muestran como personas duras que deben (todos) convivir con el dolor.
Un libreto excelentemente estructurado, sabiendo sorprender, cogiendo estereotipos y sabiendo retorcerlos, al principio creemos que Mildred es una Madre Coraje víctima de un entorno rural amodorrado, pero las cosas conforme avanzan nunca son lo que parecen, el sheriff a priori es un tipo rudo, el ayudante un racista violento redneck, pero nada es lo que parece, no hay blanco o negro, la vida se mueve en grises y hay el realizador es un cirujano consumado proyectando las contradicciones, para ello está fenomenal el uso que hace de la bandera USA como fondo paradójico en algunas secuencias, queriendo enraizarnos en este mundo cerrado tan montañés estadounidense.
Es un retrato de personalidades poliédricas, con sus virtudes y sus enormes aristas: Destaca por supuesto la “heroína” Mildred Hayes, una guerrera, una estoica Madre Coraje, lenguaraz en su obsceno lenguaje, decidida, autosuficiente, una especie de pistolero en el oeste luchando contra el sistema, moviéndose entre lo conmovedor y lo repelente, y siempre hacia adelante, siempre creyendo en sus convicciones, nada le tuerce. Y todo ello encarnándolo con un brío y electricidad majestuoso por Frances McDormand, su mejor actuación en su exitosa filmografía, sublime el modo de modular dolor y causticismo nihilista, con una mirada penetrante, con una oralidad ametralladora, utilizando los insultos cual cowboy en el wild west, mujer dura que deja traslucir grietas de fragilidad(es bello momento en que habla con un ciervo). Le ayuda su imagen sin aparente maquillaje, siempre con un mono de trabajo y un pañuelo en badana en la cabeza, cual uniforme de batalla, emitiendo poderío y seguridad en sí misma, su pose imperturbable es el espejo de su dolor, y ello en una evolución sutil, remarcada en su sonrisa final. Una fuerza desatada de la naturaleza que arrolla la pantalla en el soliloquio (jaque mate) al cura que pretende reprenderla. Supongo que el Oscar de este año tiene ya su nombre (y aún no la han nominado), cuidado miembros de la Academia si no queréis carteles a las puertas de vuestras casas; Como antagonista está el ayudante del sheriff, Jason Dixon, tipo zafio, inculto, odioso, homófobo, racista, violento, un clásico redneck, un perdedor que aún vive con su madre, tipo que en su ignorancia cree defender a su jefe con sus impulsos básicos. Encarnado por un titánico Sam Rockwell, dotando a su rol de patetismo, de ira, de energía constante, de ira, de instintos primarios, moviéndose entre lo jocoso y lo deplorable, el actor (en su mejor actuación hasta la fecha) sabe dosificarlo con rayos de humanidad, con una transformación muy bien llevada, maravillosa interpretación teniendo una fascinante y perturbadora química con McDormand (Mildred “Sigues en el negocio de torturar negros”, la respuesta de Dixon es impresionante “No es políticamente correcto decir eso. Se dice negocio de torturar gente de color”), siendo el culmen esa última charla en el coche (spoiler); El jefe de Policía Willoughby que en principio lo esperas como un facha despótico, nos hace un zasca a exponerlo como un tipo comprensivo, atento, cariñoso con su familia, y que sabe convivir dignamente con un cáncer. Woody Harrelson está notable emitiendo tolerancia, sabiduría, incluso en su tramo final ternura, convirtiéndose con el devenir del relato en la brújula moral de la historia, con narración omnisciente añadida; Del poder en la delineación de personajes habla el modo en que sabe dar a secundarios su minuto de gloria que aprovechan luciéndose (no puedo extenderme por falta el límite de caracteres).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La puesta en escena es de marcado sentido dramático, destinada con punción en la misión de trasladarnos el estado de ánimo adecuado en cada situación, empezando por un buen diseño de producción Inbal Weinberg (“Cruce de caminos” o “Las ventajas de ser un marginado”), recreando este rural y ficticio pueblo de Ebbing (Missouri) en North Carolina-USA (Sylva, Asheville, Black Mountain), esto enaltecido por la excelente fotografía de Ben Davis (“Guardianes de la Galaxia” o “Doctor Strange”), proyectando un lugar anclado en el tiempo en medio de la nada, con escasa población, jugando con los cromatismos para expresar emociones de calma, añadiendo subjetivos emocionales (el de Dixon vendado en el hospital observando a Red), con un magnífico plano-secuencia (el de Jason iracundo cruzando la calle para dar una paliza a Red), sabiendo explotar lo mejor de las fascinantes actuaciones; La penetrante y melancólica música es obra del maestro Carter Burwell (“Miller’s Crossing” o “Rob Roy”), nada intrusiva, utilizada en pocas ocasiones para acentuar las sensaciones lánguidas, se añaden varios temas cantados, “Walk Away Renée” de los The Four Tops, “The Night They Drove Old Dixie Down” interpretada por Loan Baez, “Buckskin Stallion Blues” cantada por Amy Annelle, y con el nostálgico tema celta “The Last Rose of Summer”, del poeta irlandés Thomas Moore, cantada por la deliciosa voz de Renée Fleming and the English Chamber Orchestra, con el que comienza de modo vibrante el relato, con esas primeras imágenes de los carteles ruinosos sobre un prado verde.
Spoiler:
Por ser un puntilloso pejigueras le puedo buscar algunos defecto-incoherencias; No me creo que el policía Dixon de una paliza a plena luz del día a Red, lo tire por la ventana un piso de altura, caiga en medio de la calle, le dé un puñetazo a la secretaria de este, baje a la calle siga golpeando a Red, y nadie le denuncia? Lo más que hacen es despedirlo? Me chirría; Tampoco me es coherente que Dixon vaya a la comisaria de noche a recoger la cartay el lugar esté vacío, es que no hay alguien de emergencias por si algo pasa en Ebbing? Es que los delitos tienen allí horario de oficina?; Luego incendian con cocteles molotov la entrada de la comisaria y esta no tiene una puerta trasera? Son elementos que sin demasiado esfuerzo se deberían haber pulido y que a la postre me impiden darle un 10, pues para esto debe ser perfecta, y estas taras le lastran.
Enorme tino el guión en el rush final, todo un alarde de giros inesperados epicúreamente engarzados: primero como Jason Dixon es testigo involuntario en un bar de alguien que dice haber violado a una mujer, entonces piensa la víctima es Angela (hija de Mildred), y provoca una pelea contra el sospechoso para obtener ADN de él; Esto presagia un final acomodaticio, en el que se detenga a los culpables, pero MacDonagh no es así de burdo, y sabe dar un giro valiente para dejar el crimen abierto, y hacer un bello epílogo entre dos supuestos némesis, Mildred y Jason, viajando unidos en coche hacia una venganza cual válvula de escape a sus frustraciones, y con esa última confesión conmovedora de ella, que termina rebotándole su única sonrisa.
En conjunto es una película que rezuma frescura, hondura, mordacidad, y sobre toda una humanidad que brota de las debilidades y frustraciones de un grupo de perdedores que buscan su horizonte en el mundo. Fruto de un guión prodigioso y unas actuaciones sublimes. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2018/01/tres-anuncios-enlas-afueras.html
Spoiler:
Por ser un puntilloso pejigueras le puedo buscar algunos defecto-incoherencias; No me creo que el policía Dixon de una paliza a plena luz del día a Red, lo tire por la ventana un piso de altura, caiga en medio de la calle, le dé un puñetazo a la secretaria de este, baje a la calle siga golpeando a Red, y nadie le denuncia? Lo más que hacen es despedirlo? Me chirría; Tampoco me es coherente que Dixon vaya a la comisaria de noche a recoger la cartay el lugar esté vacío, es que no hay alguien de emergencias por si algo pasa en Ebbing? Es que los delitos tienen allí horario de oficina?; Luego incendian con cocteles molotov la entrada de la comisaria y esta no tiene una puerta trasera? Son elementos que sin demasiado esfuerzo se deberían haber pulido y que a la postre me impiden darle un 10, pues para esto debe ser perfecta, y estas taras le lastran.
Enorme tino el guión en el rush final, todo un alarde de giros inesperados epicúreamente engarzados: primero como Jason Dixon es testigo involuntario en un bar de alguien que dice haber violado a una mujer, entonces piensa la víctima es Angela (hija de Mildred), y provoca una pelea contra el sospechoso para obtener ADN de él; Esto presagia un final acomodaticio, en el que se detenga a los culpables, pero MacDonagh no es así de burdo, y sabe dar un giro valiente para dejar el crimen abierto, y hacer un bello epílogo entre dos supuestos némesis, Mildred y Jason, viajando unidos en coche hacia una venganza cual válvula de escape a sus frustraciones, y con esa última confesión conmovedora de ella, que termina rebotándole su única sonrisa.
En conjunto es una película que rezuma frescura, hondura, mordacidad, y sobre toda una humanidad que brota de las debilidades y frustraciones de un grupo de perdedores que buscan su horizonte en el mundo. Fruto de un guión prodigioso y unas actuaciones sublimes. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2018/01/tres-anuncios-enlas-afueras.html
15 de enero de 2018
15 de enero de 2018
44 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ese sentimiento de ira, de odio y deseo de venganza, de que se haga justicia en un mundo injusto y vil. Ese sentimiento poderoso es lo que mueve a Mildred Hayes a comenzar una guerra contra el departamento de policía de Ebbing. ¿La razón?, la muerte de su hija y el amargo sentimiento del no poder hacer nada, siempre se busca alguien a quien poder culpar, la policía por no hacer más de lo que hace, el pueblo por su conducta y a ella misma por no tener palabras de apoyo y comprensión para con su hija. Sí, el personaje de Mildred es tan sumamente complejo que solo una actriz de un talento tan descomunal como Frances McDormand puede bordar, hacer suyo y convertirlo en un referente ya no solo del cine, sino de lo que un personaje femenino debe ser.
Su comportamiento y su fiereza para hacer lo que hace a sabiendas de las repercusiones que conllevará poner esos tres carteles.
La réplica la dan un Woody Harrelson como el sheriff William Willoughby, un buen policía que goza de la simpatía del pueblo, un personaje bueno y afable y para terminar un inconmensurable Sam Rockwell como el agente Dixon, un personaje de lo más desagradable, inculto, por momento estúpido y racista, influenciado por una madre que es el eje de su patética vida. Un personaje que pasa del odio a la lastima con una facilidad pasmosa gracias al buen hacer de Rockwell.
El guión es sencillamente una maravilla. Las situaciones de drama y miseria se reproducen bajo ese manto de humor negro tan hermanos Coen que dota a la película de ese toque especial y que deja al espectador tocado por lo que ve, pero a su vez riendo a carcajadas. Como he dicho, una delicia.
La dirección de Martin McDonagh es una vez más sobresaliente con ese ambiente tan de western y esas fotografía y BSO que ponen la guinda a esta pequeña maravilla.
De lo mejor que se puede ver este año en el cine. Veo muchas y merecidas nominaciones a los premios de la academia.
Su comportamiento y su fiereza para hacer lo que hace a sabiendas de las repercusiones que conllevará poner esos tres carteles.
La réplica la dan un Woody Harrelson como el sheriff William Willoughby, un buen policía que goza de la simpatía del pueblo, un personaje bueno y afable y para terminar un inconmensurable Sam Rockwell como el agente Dixon, un personaje de lo más desagradable, inculto, por momento estúpido y racista, influenciado por una madre que es el eje de su patética vida. Un personaje que pasa del odio a la lastima con una facilidad pasmosa gracias al buen hacer de Rockwell.
El guión es sencillamente una maravilla. Las situaciones de drama y miseria se reproducen bajo ese manto de humor negro tan hermanos Coen que dota a la película de ese toque especial y que deja al espectador tocado por lo que ve, pero a su vez riendo a carcajadas. Como he dicho, una delicia.
La dirección de Martin McDonagh es una vez más sobresaliente con ese ambiente tan de western y esas fotografía y BSO que ponen la guinda a esta pequeña maravilla.
De lo mejor que se puede ver este año en el cine. Veo muchas y merecidas nominaciones a los premios de la academia.
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spoiler:
El final es como toda la película, amargo y realista. Nada de final feliz. Quizá ese atisbo de redención de los personajes de McDormand y Rockwell. Se hará justicia sí, aunque sea con una amarga y trágica resolución. Lo que es la vida muchas veces.
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