Una noche en el museo 3: El secreto de la tumba
2014 

4.9
5,884
Comedia. Aventuras. Fantástico
En esta tercera entrega de 'Noche en el museo', el guarda del museo Larry Daley, interpretado de nuevo por Ben Stiller, emprenderá una aventura épica para evitar que la magia desaparezca para siempre. (FILMAFFINITY)
21 de abril de 2015
21 de abril de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tercera y, presumiblemente, última entrega de ''Noche en el museo''. Cuando una franquicia, la que sea, lleva muchas entregas a sus espaldas ya empiezan a notarse los primeros síntomas de agotamiento. A algunas les sucede cuando llevan 4, otras 5 o incluso más. En esta ocasión que hoy nos ocupa ha sucedido a la tercera, es decir, con esta. Bien es cierto que sigue manteniendo la idea original y el mismo patrón, pero las novedades que intenta meter o incluso los personajes nuevos o la trama se empiezan a notar fatigados, como dando una sensación de agotamiento tanto a la saga como al espectador.
He seguido estas noches desde la primera y a medida que salía una nueva secuela mi mente no paraba de pensar: ''Estamos viendo lo mismo otra vez.'' Por muchos personajes nuevos que metan la idea no cambia, sigue siendo lo mismo y si a eso le sumamos un apartado cómico que rinde como rinde nos acaba saliendo lo mismo de nuevo. Con esta tercera entrega han querido darle un enfoque un poco distinto, pero conservando la idea de siempre. Nos ponen en entredicho que la magia de la tabla, la que hace que todo el museo cobre vida, se le acaba la magia para siempre y, con ella, la chicha de estas películas.
La historia, desde su sinopsis hasta el mismo tráiler, ya sonaba a despedida. Al final así fue, tiene toda la pinta de ser el punto y final a una franquicia aceptable y entretenida, aunque también mejorable. Parece que, esta vez sí, se han dado cuenta de que era el momento de terminar, de colgar el cartel de cerrado a un museo que, bueno, no estaba del todo mal. Su desarrollo es el mismo que en las dos anteriores, con los mismos intentos de giro de guión, con una trama previsible y enfocada para toda la familia y con algunos tópicos más que esperados. Repiten los personajes de las anteriores, al menos los más reconocidos o los que más protagonismo podían albergar. En esta ocasión la acción se desarrolla en el museo de Londres, con sus respectivos personajes nuevos y la idea de cobrar vida por primera vez. Ya os podéis imaginar el resto.
El reparto repite una vez más, como era obvio. Ben Stiller sigue teniendo esa chispa innata para esto de la comedia, pero aquí parece que le han cohibido un poco, como si no le hubiesen dejado explotar la faceta que mejor se le da, la de hacer reír. Aun así cumple de nuevo (y por última vez, parece) en el papel de guarda nocturno. Junto a él vemos a Robin Williams, un actor que me encantaba, con carisma y que hacía sonreír a todo el mundo. Cuando se supo de su triste fallecimiento gran parte de las risas dentro del séptimo arte murieron con él. Una auténtica lástima. Aquí le vemos por última vez, recordando esa sonrisa que tanto le caracterizaba. Los demás ni fu ni fa, más de lo mismo, olvidadizos y pasables sin más. Nada destacable.
Como comedia está muy cogida con pinzas. No es brillante, no tiene chispa y tampoco provoca carcajadas. Lo máximo que consigue es dibujarnos un par de sonrisas aisladas a lo largo de la hora y media que dura. Esto, obviamente, es insuficiente como para tacharla de buena comedia. Si en todo ese tiempo solo provoca un par de sonrisas, que no carcajadas, es que algo falla. Luego está el factor de poner en el tráiler casi todos los momentos ''graciosos'', porque tampoco son gran cosa, pero esto le resta puntos a dicho apartado. El aspecto cómico es bastante malo, las cosas como son.
En resumen ''Noche en el museo 3'' es una secuela que cierra el círculo de una trilogía bastante potable en general. La idea de cumplir un ciclo es quizás su punto fuerte, a modo de despedida, y eso hace que no le ponga el 4, que es la nota que probablemente se merezca. Como película independiente y como comedia deja bastante que desear, pero como cumplinación a la franquicia creo que aprueba. Está muy lejos de la calidad de la primera, pero al mismo nivel que la segunda. ¿La recomendaría? Solo si has seguido las anteriores o para aliviar un aburrimiento demasiado alto. Para mucho más no sirve.
Lo mejor: A niveles generales entretiene y un par de momentos contados.
Lo peor: Le faltan más gags graciosos, no hace que nos partamos de risa en ningún momento y la fórmula ya se nota muy desgastada.
* Un 5 muy raspado *
He seguido estas noches desde la primera y a medida que salía una nueva secuela mi mente no paraba de pensar: ''Estamos viendo lo mismo otra vez.'' Por muchos personajes nuevos que metan la idea no cambia, sigue siendo lo mismo y si a eso le sumamos un apartado cómico que rinde como rinde nos acaba saliendo lo mismo de nuevo. Con esta tercera entrega han querido darle un enfoque un poco distinto, pero conservando la idea de siempre. Nos ponen en entredicho que la magia de la tabla, la que hace que todo el museo cobre vida, se le acaba la magia para siempre y, con ella, la chicha de estas películas.
La historia, desde su sinopsis hasta el mismo tráiler, ya sonaba a despedida. Al final así fue, tiene toda la pinta de ser el punto y final a una franquicia aceptable y entretenida, aunque también mejorable. Parece que, esta vez sí, se han dado cuenta de que era el momento de terminar, de colgar el cartel de cerrado a un museo que, bueno, no estaba del todo mal. Su desarrollo es el mismo que en las dos anteriores, con los mismos intentos de giro de guión, con una trama previsible y enfocada para toda la familia y con algunos tópicos más que esperados. Repiten los personajes de las anteriores, al menos los más reconocidos o los que más protagonismo podían albergar. En esta ocasión la acción se desarrolla en el museo de Londres, con sus respectivos personajes nuevos y la idea de cobrar vida por primera vez. Ya os podéis imaginar el resto.
El reparto repite una vez más, como era obvio. Ben Stiller sigue teniendo esa chispa innata para esto de la comedia, pero aquí parece que le han cohibido un poco, como si no le hubiesen dejado explotar la faceta que mejor se le da, la de hacer reír. Aun así cumple de nuevo (y por última vez, parece) en el papel de guarda nocturno. Junto a él vemos a Robin Williams, un actor que me encantaba, con carisma y que hacía sonreír a todo el mundo. Cuando se supo de su triste fallecimiento gran parte de las risas dentro del séptimo arte murieron con él. Una auténtica lástima. Aquí le vemos por última vez, recordando esa sonrisa que tanto le caracterizaba. Los demás ni fu ni fa, más de lo mismo, olvidadizos y pasables sin más. Nada destacable.
Como comedia está muy cogida con pinzas. No es brillante, no tiene chispa y tampoco provoca carcajadas. Lo máximo que consigue es dibujarnos un par de sonrisas aisladas a lo largo de la hora y media que dura. Esto, obviamente, es insuficiente como para tacharla de buena comedia. Si en todo ese tiempo solo provoca un par de sonrisas, que no carcajadas, es que algo falla. Luego está el factor de poner en el tráiler casi todos los momentos ''graciosos'', porque tampoco son gran cosa, pero esto le resta puntos a dicho apartado. El aspecto cómico es bastante malo, las cosas como son.
En resumen ''Noche en el museo 3'' es una secuela que cierra el círculo de una trilogía bastante potable en general. La idea de cumplir un ciclo es quizás su punto fuerte, a modo de despedida, y eso hace que no le ponga el 4, que es la nota que probablemente se merezca. Como película independiente y como comedia deja bastante que desear, pero como cumplinación a la franquicia creo que aprueba. Está muy lejos de la calidad de la primera, pero al mismo nivel que la segunda. ¿La recomendaría? Solo si has seguido las anteriores o para aliviar un aburrimiento demasiado alto. Para mucho más no sirve.
Lo mejor: A niveles generales entretiene y un par de momentos contados.
Lo peor: Le faltan más gags graciosos, no hace que nos partamos de risa en ningún momento y la fórmula ya se nota muy desgastada.
* Un 5 muy raspado *
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Bajo mi punto de vista creo que los últimos minutos sobraban, y no hacen otra cosa que estropear un poco el cierre de la franquicia. Estoy hablando de ese último instante, cuando nos ponen varios años después, juntando ambos museos en uno solo con esa función de baile conjunta. Para mí esto ha sido un error, porque ya quedaba muy emotivo todo. Algo que sí me ha gustado es el momento del final, cuando vemos a Stiller observando el museo desde fuera, dejando claro que todo se acabó. Eso ha estado bien, lo otro sobraba.
2 de enero de 2015
2 de enero de 2015
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Está claro que Ben Stiller y su trilogía "Noche en el museo" no levanta las pasiones ni el interés de los seguidores de Filmaffinity. Tán solo 5 críticas. Intestellar lleva 493 y la tercera de El Hobbit 163. Francamente, estamos en familia.
La trilogía del museo recaudó en su primera entrega 574 millones de $, 413 millones de $ en su segunda, pinchando en esta, que lleva 124 millones de $ y que quizás no recupere el coste. En conjunto, hablamos de una trilogía que ha recaudado o recaudará unos 1200 millones de $. No es como para ignorarla.
En esta su tercera parte, Stiller nos lleva al British Museum. Un museo tan magnífico, con tantas salas y objetos, saqueados por los pacientes británicos en todo el mundo durante siglos, no tienen, sin embargo, su traslado al celuloide. Aparecen, efectivamente, nuevos objetos y personajes, pero quizás demasiado escasos. De hecho, tan solo dialogan con Lancelot y con nadie más. Lo que aporta el British son los peligros de la aventura. En casa sala deben superar un peligro y proseguir su camino hasta la siguiente sala y el nuevo peligro. Sin embargo la película se ciñe más a la relación con los personajes de las otras películas: la chica india Sacajavea, Akmenrah, Teddy Roosevelt, Atila, Jedediah, el mono, Octavius, junto a su hijo y al nuevo fichaje Laa, no en vano es la despedida de la serie; así el joven faraón y los demás tienen más minutos y diálogos que en las anteriores, lo que es de agradecer. La mayoría de los actores repiten. Un detalle de Stiller. Son personajes a los que les coges cariño, como a la película.
La historia no es demasiado esforzada. Da igual. Te permite pasar un buen rato con los personajes. Humor y drama, diálogos sobre cerrar capítulos en la vida, se mezclan de manera inteligente. Asimismo hay claros homenajes a actores (Van Dyke, Rooney, Hugh Jackman) y a personajes de otras películas (el hijo del arqueólogo en Egipto se llama Dakota).
Me gusta la trilogía. Mis hijos han crecido con ella y les resulta muy entretenida. Como Jumanji y Zathura. Como Los Goonies. Son películas para gustar a todos y dejar un buen sabor de boca y una sonrisa. Familias y aficcionados al cine en general son sus destinatarios. Quizás es la más floja de las tres. Pero me gusta.
Cierto es que deja un sabor agridulce. Por Williams y por el fin de la saga. Un fin que no puede tener continuación, al menos para Stiller, que cierra la película con un magnífico plano final.
La trilogía del museo recaudó en su primera entrega 574 millones de $, 413 millones de $ en su segunda, pinchando en esta, que lleva 124 millones de $ y que quizás no recupere el coste. En conjunto, hablamos de una trilogía que ha recaudado o recaudará unos 1200 millones de $. No es como para ignorarla.
En esta su tercera parte, Stiller nos lleva al British Museum. Un museo tan magnífico, con tantas salas y objetos, saqueados por los pacientes británicos en todo el mundo durante siglos, no tienen, sin embargo, su traslado al celuloide. Aparecen, efectivamente, nuevos objetos y personajes, pero quizás demasiado escasos. De hecho, tan solo dialogan con Lancelot y con nadie más. Lo que aporta el British son los peligros de la aventura. En casa sala deben superar un peligro y proseguir su camino hasta la siguiente sala y el nuevo peligro. Sin embargo la película se ciñe más a la relación con los personajes de las otras películas: la chica india Sacajavea, Akmenrah, Teddy Roosevelt, Atila, Jedediah, el mono, Octavius, junto a su hijo y al nuevo fichaje Laa, no en vano es la despedida de la serie; así el joven faraón y los demás tienen más minutos y diálogos que en las anteriores, lo que es de agradecer. La mayoría de los actores repiten. Un detalle de Stiller. Son personajes a los que les coges cariño, como a la película.
La historia no es demasiado esforzada. Da igual. Te permite pasar un buen rato con los personajes. Humor y drama, diálogos sobre cerrar capítulos en la vida, se mezclan de manera inteligente. Asimismo hay claros homenajes a actores (Van Dyke, Rooney, Hugh Jackman) y a personajes de otras películas (el hijo del arqueólogo en Egipto se llama Dakota).
Me gusta la trilogía. Mis hijos han crecido con ella y les resulta muy entretenida. Como Jumanji y Zathura. Como Los Goonies. Son películas para gustar a todos y dejar un buen sabor de boca y una sonrisa. Familias y aficcionados al cine en general son sus destinatarios. Quizás es la más floja de las tres. Pero me gusta.
Cierto es que deja un sabor agridulce. Por Williams y por el fin de la saga. Un fin que no puede tener continuación, al menos para Stiller, que cierra la película con un magnífico plano final.
9 de marzo de 2015
9 de marzo de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algo más sosilla que las anteriores, pero todavía mantiene una exitosa fórmula que a priori era difícil de esperar. Shawn Levy cierra una de las mejores trilogías de cine familiar que aúna diversión con calidad. Una de las mejores opciones para tener contentos a padres e hijos ante una película que incluso tiene un pequeño componente didáctico para los más pequeños con su propuesta a lo Toy Story, capaz de conseguir que vean los museos con mucho más interés. Para los más creciditos, bueno, siempre viene bien para poder combatir el quesito amarillo del Trivial.
Se repite la mayor parte del reparto con éxito. A mitad de película vuelves a preguntarte qué es lo que funciona tan bien, a pesar de que en ningún momento me pareció que superara a la segunda entrega, para mí la mejor de todas aunque es una mera cuestión de gustos (quizá es porque prefiero los museos de ciencia a los de historia). La mala noticia es que a partir de esa primera hora la película acaba, y todo lo demás no es más que una despedida un poco desangelada que se acerca más a lo triste que a lo melancólico por mucho que al final contemos con un epílogo optimista.
Un quizá mejorable cierre, pero a la misma vez muy posiblemente en el mejor momento, ya que haber forzado más la saga hubiera empezado a dar películas de una calidad cada vez más inferior. Tres está bien, sobre todo si son tan aceptables. Como si hubieras ido a un mismo museo por tercera vez y te siguiera gustando, pero no quieres ir una cuarta porque sabes que ya no te aportará nada.
Se repite la mayor parte del reparto con éxito. A mitad de película vuelves a preguntarte qué es lo que funciona tan bien, a pesar de que en ningún momento me pareció que superara a la segunda entrega, para mí la mejor de todas aunque es una mera cuestión de gustos (quizá es porque prefiero los museos de ciencia a los de historia). La mala noticia es que a partir de esa primera hora la película acaba, y todo lo demás no es más que una despedida un poco desangelada que se acerca más a lo triste que a lo melancólico por mucho que al final contemos con un epílogo optimista.
Un quizá mejorable cierre, pero a la misma vez muy posiblemente en el mejor momento, ya que haber forzado más la saga hubiera empezado a dar películas de una calidad cada vez más inferior. Tres está bien, sobre todo si son tan aceptables. Como si hubieras ido a un mismo museo por tercera vez y te siguiera gustando, pero no quieres ir una cuarta porque sabes que ya no te aportará nada.
9 de mayo de 2015
9 de mayo de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stiller ha sabido con el tiempo encontrar esa saga de películas en las que se encuentra cómodo a la vez que engorda su cuenta corriente. Esta serie de películas le facilita participar en otros proyectos mientras prepara su siguiente aventura de la mano de su amigo, el director Shawn Levy. Ambos han creado un universo propio que les entretiene y de paso a nosotros.
Poco a poco, la franquicia ha ido perdiendo la frescura de su primera entrega, la capacidad de sorpresa ante una aventura diferente, para toda la familia, y con mucha facilidad para explotar los gags en los que el protagonista se veía inmerso a cada paso, toda una novedad para él. Si la segunda entrega también era gamberra, con todos esos personajes históricos evitando el final de su museo, en “Noche en el museo: el secreto del faraón” Stiller debe cruzar el charco y viajar hasta Londres para desarrollar el capítulo final, en el que se despide de los fans incondicionales que tan bien se lo han pasado con estas películas con aroma a clásico ochentero.
Una vez más con todos los elementos característicos, “Noche en el museo 3” es un ligero desenlace de la saga, en el que el guión da una vuelta de tuerca a las aventuras de los protagonistas para que Levy (prolífico director que tripite con esta película), mediante una dirección sin complicaciones, ceda todo el protagonismo a Stiller y al soplo de aire fresco que proporciona la cómica Rebel Wilson. El resto de personajes son necesarios para la película, pero continúan sin tener el peso que reclaman algunos.
Todos los espectadores somos conscientes de las virtudes y defectos de la saga, por lo que este rutinario ejercicio no puede decepcionar a nadie, que sabe que esta entrega busca, ni más ni menos, que darle un digno final a la franquicia, algo que consigue sin mucho esfuerzo.
Poco a poco, la franquicia ha ido perdiendo la frescura de su primera entrega, la capacidad de sorpresa ante una aventura diferente, para toda la familia, y con mucha facilidad para explotar los gags en los que el protagonista se veía inmerso a cada paso, toda una novedad para él. Si la segunda entrega también era gamberra, con todos esos personajes históricos evitando el final de su museo, en “Noche en el museo: el secreto del faraón” Stiller debe cruzar el charco y viajar hasta Londres para desarrollar el capítulo final, en el que se despide de los fans incondicionales que tan bien se lo han pasado con estas películas con aroma a clásico ochentero.
Una vez más con todos los elementos característicos, “Noche en el museo 3” es un ligero desenlace de la saga, en el que el guión da una vuelta de tuerca a las aventuras de los protagonistas para que Levy (prolífico director que tripite con esta película), mediante una dirección sin complicaciones, ceda todo el protagonismo a Stiller y al soplo de aire fresco que proporciona la cómica Rebel Wilson. El resto de personajes son necesarios para la película, pero continúan sin tener el peso que reclaman algunos.
Todos los espectadores somos conscientes de las virtudes y defectos de la saga, por lo que este rutinario ejercicio no puede decepcionar a nadie, que sabe que esta entrega busca, ni más ni menos, que darle un digno final a la franquicia, algo que consigue sin mucho esfuerzo.
9 de agosto de 2022
9 de agosto de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda, el adjetivo que a uno se le viene a la cabeza con esta tercera entrega de la saga de las noches en el Museo es el de innecesaria. Sin cabos sueltos que atar, sin tramas que cerrar, sin un público fiel demandante de nuevas aventuras y con una fórmula que se quedó sin combustible en la mitad de la segunda entrega, pocos argumentos hay en esta nueva propuesta más allá de los puramente comerciales - ofrecer entretenimiento a cambio de beneficio - o personales - juntarse los amigos de siempre, echar unas risas y, si acaso, sacar de algún apuro económico a algún colega que ha tomado malas decisiones -.
A pesar de que el argumento es puramente genérico, que el concepto ya no sorprende, que Ben Stiller - el epicentro de la saga - ya anda con la cabeza en otras cosas y que el guion parece una hoja de ruta con los gags a recorrer antes de la moraleja final, la falta de mesura en los efectos especiales, el buen ambiente general y el carisma de algunos personajes hacen que el conjunto discurra con más fluidez de la que cabría esperar en un principio. ¿Prescindible? Sí ¿Una opción como otra cualquiera para pasar el rato? También. ¿Mejor ir cerrando el chiringuito? Sin duda.
A pesar de que el argumento es puramente genérico, que el concepto ya no sorprende, que Ben Stiller - el epicentro de la saga - ya anda con la cabeza en otras cosas y que el guion parece una hoja de ruta con los gags a recorrer antes de la moraleja final, la falta de mesura en los efectos especiales, el buen ambiente general y el carisma de algunos personajes hacen que el conjunto discurra con más fluidez de la que cabría esperar en un principio. ¿Prescindible? Sí ¿Una opción como otra cualquiera para pasar el rato? También. ¿Mejor ir cerrando el chiringuito? Sin duda.
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